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martes, 28 de abril de 2020

NICOLÁS CASIMIRO

Nicolás Casimiro (1911-1964)

El siglo XX dominicano. Los 100 Músicos del Siglo

José Nicolás Casimiro Fulgencio nació el 28 de abril de 1911 en Santo Domingo. Fue un músico empírico, que con su gran talento pudo alcanzar niveles de perfección en el empleo de su voz. Su gran musicalidad le permitió cantar como los que mejor conocían las técnicas vocales. Se dio a conocer en la década del 30 a través de las emisoras de la radio nacional HI2, HIX, y HIN, y para el año 1940 era tal su popularidad que ganó el concurso que se celebró por entonces en el Teatro Travieso, donde fue elegido como el cantante más popular de la radio en Ciudad Trujillo.

Sus triunfos continuaron en ascenso y en 1943 fue contratado por La Voz del Yuna para cantar con la Orquesta San José. En 1947 regresó a la HIZ donde se presentó con la orquesta Continental. En 1948 volvió a La Voz del Yuna, cuando ya la emisora se había instalado en Ciudad Trujillo. En ese mismo año resultó elegido como el cantante más popular en un concurso que patrocinaba la revista Salón Fígaro y que se realizaba mediante el voto del público.

Nicolás Casimiro cantó un repertorio fundamentalmente dominicano, que incluía canciones de Juan Lockward, Diógenes Silva, Enriquillo Sánchez, Bullumba Landestoy y Leopoldo Gómez entre otros. En 1957 grabó en La Voz Dominicana una serie de piezas que aparecieron en sencillos de 45 RPM; entre ellas, Españolita, Su preocupación, Vega vieja y Silencio. Posteriormente dejó registrada su voz en discos de larga duración, entre los que se destacan títulos como Nicolás Casimiro y sus amigos, Nicolás Casimiro canta y Ese es Nicolás Casimiro. Su repertorio fue extenso y variado, rico en géneros americanos. Su voz tuvo un bello timbre, con un concepto muy atinado de la afinación y un inigualable sentimiento antillano.

El 17 de septiembre de 1964 Casimiro (a quien todos llamaban Colás) falleció en la ciudad que lo vio nacer.


domingo, 19 de abril de 2020

LUIS FELIPE ALBERTI MIESES

Este excelente retrato de Alberti está pintado sobre un muro
en una calle de La Vega, su pueblo natal.
No aparece la firma. ©AGS

El siglo XX dominicano. Los 100 Músicos del Siglo

Luna sobre el Jaragua, Compadre Pedro Juan, y Estampas criollas son piezas de un catálogo extenso y profundamente dominicano, tres joyas famosísimas creadas por Luis Felipe Alberti Mieses, un vegano que nació el 19 de abril de 1906, en el seno de una familia donde el oficio de músico no era extraño. El coronel Juan Bautista Alfonseca, bisabuelo de Luis Felipe, había compuesto el primer himno nacional dominicano, y se le considera además el pionero en llevar el merengue al pentagrama. Doña María de la O Mieses, la madre de Luis Felipe, era entonces profesora de piano.

En un ambiente propicio y con facultades naturales suficientes, Alberti ya tocaba con sólo siete años los platillos en la Banda Municipal de Música de la Vega, y cuando la familia se mudó, para vivir en el poblado de Mao, el profesor Rafael E. Arté le dio clases de violín y solfeo y lo incorporó a su propia orquesta.

El joven músico se fue a Santiago de los Caballeros y allí continuó sus estudios de violín con el profesor J. L. Sánchez. En la ciudad corazón integró frecuentemente conjuntos que, en los teatros Colón e Ideal, se empleaban para llenar el silencio del cine de entonces con la música de sus instrumentos.

Su madurez profesional lo llevó a crear orquestas propias, y es así que surgen la Jazz Band Alberti, La Lira del Yaque y la Santa Cecilia. Ese mismo ascenso en sus capacidades propició que, cuando en 1932 se fundó la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo, se le invitara a ocupar en ella un puesto como violinista.

En 1936 el maestro Luis Alberti era director artístico de la emisora radial santiaguera H.I.9B y en ella su orquesta amenizaba un programa que mantenía la atención de un gran número de oyentes; fue ahí donde por primera vez se lanzó al eter uno de los más perdurables merengues dominicanos: Compadre Pedro Juan.

Durante una década, de 1944 a 1954, Alberti y su orquesta permanecieron contratados en el viejo Hotel Jaragua, fue entonces que surgió esa bella canción, que todavía recorre el mundo como nueva y que se titula: Luna sobre el Jaragua.

Luis Felipe Alberti Mieses fue además maestro de canto coral en las escuelas de Santiago de los Caballeros, organista de la Catedral de Santiago Apóstol y primer violín de la orquesta de la Compañia Anónima Tabacalera. Fue también quien le dio al merengue un aire citadino, al utilizar un medio sonoro más complejo para interpretarlo. Trasvasó el merengue del conjunto campesino, conocido como «perico ripiao», a una orquesta con trompetas, piano y saxofón. Lo enriqueció armónica y melódicamente, cambió las voces y los textos, para darle al conjunto una mayor apariencia urbana, y lo llevó a los salones que frecuentaban las clases más ricas de la sociedad.

Alberti incursionó con éxito en el género sinfónico y creó obras que como la suite Estampas criollas, para coro y orquesta, Albertiana, Olas, Olas de mar y Scherzando, que fueron muy bien acogidas por el público.

En su interés por divulgar sus conocimientos musicales, escribió un Método de tambora y güira, una colección de cantos infantiles, y un trabajo sobre Música, músicos y orquestas bailables dominicanas que se destacaron durante la primera mitad del siglo XX.

El 26 de enero de 1976, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, a la edad de 75 años, falleció Luis Felipe Alberti Mieses.

Tú no podrás olvidar

Tú no podrás olvidar
nuestros besos de ayer
en tus labios quedan huellas que jamás
nunca el tiempo aunque quiera borrará

Tú debes de recordar
que nos quisimos los dos
y aunque lo quieras negar
tú no podrás olvidar.

Tomado del libro Los 100 Músicos del Siglo. Elaborado por AGS para la editora Caña Brava en el año 2000


sábado, 4 de abril de 2020

MICHEL CAMILO

Michel Camilo (1954)

El siglo XX dominicano. Los 100 Músicos del Siglo

Michel Camilo Redondo nació el día 4 de abril de 1954 en Santo Domingo y, a muy corta edad, ya jugaba a hacer canciones. Cursó estudios en el Conservatorio Nacional de Música, donde obtuvo el Profesorado en Música y, siendo un adolescente, incluso integró la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Dominicana.

En 1979 fue a vivir a la ciudad de New York, donde realizó estudios en Mannes and Julliard School of Music y, cuatro años después, comenzó una vertiginosa carrera como pianista, que lo ha llevado por todo el mundo como intérprete del sentir latino a través del jazz. En 1983, su pieza Why Not se convirtió en todo un suceso, cuando fue grabada por el grupo Manhattan Transfer y obtuvo un Grammy.

En 1985 debutó con su trío en el Carnegie Hall y en 1986 realizó una extensa gira por Europa, que concluyó con los más encendidos elogios de la crítica, en especial a la última presentación, que realizó en el Festival de Jazz de Berlín. En 1987 se presentó en festivales de jazz en Milán, Barcelona, así como en el North Sea Jazz Festival y en el Festival de Jazz de Madrid. A fines de ese mismo año se presentó con la O.S.N. de su país en un programa que incluyó obras de Rimski-Kórsakov, Dvorak, Beethoven y una obra suya que le valió un Grammy: el tema de los Juegos de la Buena Voluntad.

En 1988 Michel Camilo volvió a cumplir una apretada agenda de trabajo, al presentarse en varios festivales de jazz por todo el mundo: El Jazz & Blues Festival en Wolftrap, el Jazz Festival-New York y el Newpor Jazz Festival. En Europa se presentó con rotundo éxito en Suecia, Francia, Dinamarca y España.

Desde que a principios de la década del ochenta Michel diera a conocer su pieza Why Not muchos han sido sus triunfos. Cada uno de sus discos ha resultado siempre un trabajo de gran calidad y así su popularidad ha ido aumentando constantemente. Michel Camilo, On Fire, y On The Other Hand,  tres de sus primeras producciones, marcaron un punto de excelencia por el que transcurre la carrera del pianista nacido en las Antillas. El primero se convirtió de inmediato en un gran éxito, que lo llevó a estar ocho semanas consecutivas como el álbum número uno de jazz; el segundo fue elegido como uno de los Discos del Año en la revista Billboard; el tercero se mantuvo entre los diez primeros discos de jazz. Las tres grabaciones lograron alcanzar la posicón número uno en la audiencia de los Estados Unidos.

En 1991 Michel volvió al Carnegie Hall, hizo su segunda aparición en el Newport Jazz Festival y volvió al Japón por tercera vez. Su composición Caribe fue grabada por las renombradas pianistas Katia y Marielle Labeque y por el legendario Dizzie Gillespie. Compuso también la banda sonora de la película Amo a tu cama rica, cuya dirección estuvo a cargo de Emilio Martínez Lázaro. Se convirtió en pianista-arreglista de la Gran Banda de la Radio de Dinamarca y su año finalizó con un Tour a Tres Pianos muy especial en Europa, con un programa basado en repertorios de jazz.

En 1992 estrenó su Rapsodia para dos pianos y orquesta, obra que le fue encargada por la Filarmónica de Londres y cuya presentación estuvo a cargo de las hermanas Labeque, en el Royal Festival Hall. El maestro Camilo fue invitado después a participar con la Orquesta Sinfónica de Atlanta en la interpretación del concierto en fa de Gershwin. Ese mismo año recibió el Título de Profesor Honorífico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y la Orden Heráldica de Cristóbal Colón de parte del Gobierno dominicano.

En 1993 Michel Camilo presentó su larga duración Rendevouz para el sello Columbia, que fue luego escogido entre los discos del año por el Gavin Report y por la revista Billboard. En ese mismo año fue invitado a la Gran Gala de All Stars en la Casa Blanca, para celebrar así el 40 Aniversario del Newport Jazz Festival. Este concierto fue televisado en los Estados Unidos por la Public Broadcasting Sistem (PBS) y en la República Dominicana por Punto Final. Luego se presentó con la Orquesta Sinfónica Nacional de su país y recibió de manos de la Clearwater Jazz Holliday el International Jazz Award. En esa oportunidad tuvo el honor de desempeñarse como juez en la prestigiosa Gran Competencia Americana de Jazz para Piano, en Jacksoville, Florida.

En 1994 recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Tecnológica de Santiago, en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Compuso la música para la película española Los peores años de nuestra vida, grabó su álbum Once More, realizó giras por Europa, Asia, América y el Caribe. Actuó en la producción de la National Public Radio de los Estados Unidos, A Jazz Piano Christmas, presentada por el famoso Tony Bennet, así como en un concierto especial a tres pianos junto a las hermanas Labeque. Para finalizar el año, Michel fue invitado a participar en  un concierto con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.

En 1995 participó como artista invitado en el compacto que las Hermanas Labeque grabaron bajo el título de Litle Girl Blue y compuso la banda sonora para la película de Fernando Trueba Two Much.

En 1996 Camilo se presentó en recitales de piano como parte de la Celebración de la Ciudad de Copenhage: Capital Cultural de Europa, en el Carnigie Hall y en el Kennedy Center, en el Blue Note, Iridium Radio City Music Hall y en el Avery Fisher Hall con motivo del JVC Jazz Festival, así como en Israel, España, México y Suiza, donde debutó en el prestigioso Salón de Conciertos Tonhalle.

En 1997 actuó como solista con la Orquesta Filarmónica de Copenhage y con la Sinfónica de Queens, para interpretar la obra Concierto en fa de Gershwin. En Japón se presentó junto al guitarrista flamenco Tomatito, produjo el album Innu Nikamau para el cantautor Nilda Fernández, y la Escuela de Artes Duke Ellington, de Washington, le honró al instituir una Beca de Piano Michael Camilo, que se le ofrece cada año al mejor estudiante elegido por la Facultad de Música.

En 1998 se estrenó su obra Concierto para piano, realizado a solicitud de la Orquesta Sinfónica Nacional de los Estados Unidos, dirigida por Leonard Slatkin. Actuó como solista invitado con la Orquesta de Long Island, dirigida por David Lockington y produjo para la reconocida intérprete española Ana Belén su álbum Lorquiana.

En 1999 se estrenó en Santo Domingo, por la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección de Carlos Piantini, el Concierto para piano y orquesta. Actuó como solista junto a la Orquesta de Málaga y realizó numerosos conciertos con el guitarrista Tomatito.

La brillante carrera de Michel Camilo se proyecta hacia el próximo siglo con una fuerza arrolladora.

Tomado del libro Los 100 Músicos del Siglo. Elaborado por AGS para la editora Caña Brava en el año 2000.