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viernes, 13 de julio de 2018

VENECIA SE HUNDE Y SANTO DOMINGO EMERGE

(Este artículo lo escribí hace años pero se quedó fuera de este blog por algún motivo que aún no descubro; sin embargo, las calles siguen subiendo y las aceras bajando, así que está tan actualizado como si lo hubiera escrito hoy, así que ahí les va)


Bolívar esquina Alma Máter. ©ags
Hay algo en las calles de Santo Domingo que no encaja en los ojos de quienes han visto otras ciudades más allá del mar, algo que por lo inverosímil se llega a pasar por alto, incluso aunque se sienta insistentemente que algo no encaja en la imagen, que algo no está en su lugar.

Parece que hay millones de personas que no se percatan, porque entre los temas que aborda la opinión pública nunca ha estado ese distintivo de nuestras calles, aceras y contenes; incluso, ni los políticos en campaña hablan de eso.

La construcción y reparación de las vías públicas en todo el país, según se puede ver, se resuelve echando cemento y asfalto, y esa es la causa de que nuestras calles sean completamente diferentes a las de cualquier ciudad del mundo, es por eso que mientras Venecia se hunde Santo Domingo emerge, porque en la media isla las capas de asfalto deteriorado no son retiradas sino cubiertas por otras.

Cualquier calle dominicana consta de decenas de capas de asfalto, unas sobre otras, emergiendo y acabando totalmente con el concepto del contén, convirtiendo las calles en un entramado de zanjas y badenes. Pero cuando se quiere remediar el problema se elevan las aceras o isletas y se hacen nuevos contenes que al poco tiempo, con dos o tres capaz de material sobre la calle, volverán a emparejar calle y acera y desaparecerá nuevamente el contén.

No es posible ni tanta abulia en los ingenieros y urbanistas que se ocupan de la reparación y construcción de calles, aceras y contenes ni tanta sagacidad en mis ojos, así que la lógica me dice que en esto hay un “maco”, hay alguien que se está beneficiando con tan peligroso proceder. Es de suponer que existe un presupuesto para retirar las capas inservibles -que en algunos casos es reciclable-, pero ese importante procedimiento se elimina.

Levantando las capas de asfalto dañadas.
Foto: Fuente externa 
Al no remover el material asfáltico deteriorado la capa nueva dura menos, se hunden los registros que se encuentran en las vías y aumenta desmedidamente el peso de las calles, algo que en zonas cavernosas o próximas al mar puede provocar derrumbes, así como en las calles que pasan por el techo del metro, como en la Gómez o la Correa y Cidrón, donde eventualmente el excesivo peso pudiera provocar un accidente de marca mayor.

Debe haber causas de mucho peso para que las calles, aceras y contenes dominicanas sean tan diferentes a las de Madrid, San Juan, Kingston, Cali, Caracas o Aguada de Pasajeros, pero de eso se ocupará en el futuro, quizás después de algún gran cataclismo, alguien muy responsable y sagaz.

No es posible ni tanta abulia en los ingenieros y urbanistas que se ocupan de la reparación y construcción de calles, aceras y contenes ni tanta sagacidad en mis ojos, así que la lógica me dice que en esto hay un “maco”, hay alguien que se está beneficiando con tan peligroso proceder. Es de suponer que existe un presupuesto para retirar las capas inservibles -que en algunos casos es reciclable-, pero ese importante procedimiento se elimina.



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