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miércoles, 20 de noviembre de 2024

CARTA CON RESPUESTA RÁPIDA Laritza Camacho-Díaz Canel

La expresentadora de la TV cubana Laritza Camacho, según los medios, envió carta a Díaz Canel

Laritza Camacho @Fuente externa

Según CubitaNow del 16 de noviembre del 2024, la presentadora Laritza Camacho dirigió una carta a Díaz Canel; sin embargo, ya el Periódico Cubano había publicado esa misma carta el 16 de julio del año 2021. El mismo medio publica una nota el 23 de julio de 2021 en la que se especula acerca de la cancelación del contrato de Laritza con Radio Ciudad de La Habana, así que a estas alturas suponía yo que las consecuencias de tan temeraria misiva estarían a la vista, pero no, al parecer me equivoqué, porque con fecha 2 de septiembre del 2024 OnCuba News publica una entrevista con la remitente en la que no se toca ni con el pétalo de una rosa la epístola de marras y mucho menos si hubo consecuencias.

A pesar de eso, quise tomar como nueva la carta, porque entre otras cosas, la tiranía se las arregla de tal modo con los efectos especiales producidos a través de su propaganda, que esta insistente publicación de una carta con fecha remota, y la entrevista de la remitente con fecha cercana, pueden ser advertencias para posibles nuevos remitentes, un: «Atente a las consecuencias si escribes fuera del papel» o un «Tentealla», y es por eso que acabo de escribir lo siguiente:

Es un riesgo muy grande el que corre y ella lo debe saber, por eso es valiente, porque ha sido capaz de enfrentar el miedo que esta tiranía castrista nos ha instalado en el tuétano a todos los cubanos. Peor aún, a muchos les ha hecho creer que el llamado Estado Socialista, en el que unos son la vanguardia y tienen el derecho de dictar e imponer la ley del más fuerte, es perfectible, que el estado terrorista que impera en Cuba desde hace 65 años se puede corregir. Incluso, muchos que no aguantan más, siguen considerándose «revolucionarios» y creen fervientemente en que las «críticas constructivas» en el «momento oportuno» son el modo correcto de «perfeccionar la revolución». Pero esa es una falacia construida sobre las miles que cada día nos imponen por todos los medios hegemónicos del PCC..

Laritza Camacho @Fuente externa
A otros remitentes de similares misivas le han hecho tragar literalmente las páginas y les han condenado a duros años de cárcel, torturas físicas y psicológicas. Y ella lo debe conocer, es una persona valiente por eso. Y también sabe que la han escuchado, y será en la respuesta donde ella encontrará el punto de inflexión. ¿Vale la pena creer en los remiendos de la crítica «revolucionaria» o vale la pena arriesgarlo todo por derrocar a la tiranía castrista? Solo le deseo lo mejor para ella y su familia, y sí, claro que sí: Tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe.

Entiendo que, si la apartaron de los medios en los que tanto éxito tuvo -algo que sí queda claro en la entrevista de OnCuba-, no fue casual y mucho menos por decisión propia, fue obligada a hacerlo. Así que, a estas alturas, entiendo claramente que la carta original de 2021 desató el acoso contra la presentadora, fue cancelada de su empleo y silenciada, como lo demuestra la entrevista del 2 de septiembre pasado, y la reedición de la carta el pasado 16 de noviembre, un recordatorio de lo que le sucede a quienes bajo la tiranía castrista deciden hacer «críticas constructivas» en «el momento menos apropiado».

Es posible, que a estas alturas, millones de cubanos hayan desatado el nudo y sepan en qué vale la pena arriesgarlo todo: Remendando o derrocando. 

BILLO’S CARACAS BOYS. Con sus cantantes Cheo García y Felipe Pirela

Clásicos populares en discos increíbles (*)


Según aparece en el pequeño Larousse ilustrado, la palabra clásico o clásica, es un adjetivo, y, entre otras acepciones, sirve para calificar al escritor o a la obra que se considera como modelo en cualquier literatura. Dice también el Larousse que clásica es alguna obra muy notable y digna de ser imitada. Finalmente acepta como clásico aquello que no pasa de moda.

Los estetas, en numerosos tratados, abordan el adjetivo, lo escudriñan y lo definen. Muchos son los enfoques que existen sobre lo bello como categoría estética en el arte clásico; sin embargo, todos se unen en el punto quizás más elemental: clásico es lo que no pasa de moda, es lo que gusta siempre, clásico es lo más depurado de la creación humana. Clásico es, a veces, el gusto de las élites.

Los estudiosos, partiendo de premisas formales y de estilo, se enfrascan en discusiones infinitas por definir qué es lo culto y qué lo popular. Hoy, algunos se inclinan por clasificar la música de acuerdo con su función práctica; así, lo clásico y lo popular no se excluyen. Si la música popular se define por su función social, por ser música para ser actuada, para ser bailada, para que el destinatario interactúe con ella, esa música popular y bailable puede convertirse también en música clásica, puede convertirse, por sus valores estéticos excepcionales, en música clásica popular. El disco «Billo’s caracas boys con sus cantantes Cheo García y Felipe Pirela», del sello Kubaney, es una de esas obras clásicas del género popular bailable.

Luís María Frómeta Pereyra, nació en Santo Domingo el 15 de noviembre de 1915, y desde muy joven comenzó a conocérsele como un músico excepcional. Integró la Santo Domingo Jazz Band y se desempeñó como fagotista de la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo; fue, además, director de la Banda de Música del Cuerpo de Bomberos de la capital.

El 31 de diciembre de 1937, en el Roof Garden del Hotel Madrid, en Caracas, Venezuela, debutó Billo Frómeta con su orquesta, lo que fue el inicio de una larga carrera en la que cosechó innumerables éxitos. Como compositor escribió piezas de diversos géneros, en las que cantó de un modo estremecedor a sus más grandes amores: Quisqueya y Caracas.

Venezuela fue escenario de sus grandes éxitos, fue donde la banda gigante Billo’s Caracas Boys comenzó a dejar hondas huellas en la música americana. A este formato, integrado por saxofones, trompetas, trombones, bajo y batería, utilizado en Norteamérica para interpretar el jazz, se le habían sumado instrumentos de la percusión cubana. Benny Moré, allá por los primeros años de la década del cincuenta, probó la efectividad de una buena banda para tocar los ritmos caribeños. Billo, se unió a la larga lista de creadores que, a través de un formato foráneo, fue capaz de sonar como el alma latina.

Cada una de las once piezas que aparecen en el registro «Billo’s Caracas Boys, con sus cantantes Cheo García y Felipe Pirela», es una joya de altísima calidad. Cada una de ellas es emblemática. El disco, contiene los principales géneros musicales del Caribe, contiene once joyas clásicas de la música popular bailable. La conga, el bolero, el danzón, el danzonete, el merengue, el cha-cha-cha, el mambo, el son -y hasta un paso doble para recordar la madre patria- están interpretados de manera impecable, con arreglos, tan bien concebidos, tan creativos y modernos que parecen hechos ayer, arreglos que tienen la vigencia de una pluma de gran talento.

Los textos son de lo mejor que se ha escuchado en la música bailable, todas las letras de las piezas están llenas del gracejo popular, de la imaginería del bailador, de la mejor poesía.

Para cantarte a ti puse al arpa

todas las cuerdas de oro

Para cantarte a ti mi garganta

recogió un ruiseñor

Para cantarte a ti mi caracas

he pedido al poeta

que le ponga a mi canto

toda su inspiración...

Así canta a Caracas Billo Frómeta; así, en ese altísimo vuelo poético está hecho el disco. Un registro que en el catálogo de Kubaney lleva el número 477-2 y que, en ese grande y exquisito tesoro musical de Mateo San Martín, es una joya entre las joyas. (Mundoclasico.com, 2 may. 2000 / Santo Domingo, [A]hora, 15 may. 2000) (Revisado para el Tren de Yaguaramas 2da. Época. 4 nov. 2024)

(*) Hace más de veinte años que, bajo el título «Clásicos populares en discos increíbles», publiqué una serie de reseñas de discos en diferentes medios de prensa de Santo Domingo, entonces había que comprar el fonograma; sin embargo, hoy solamente es necesario tener la app Spotify, o YouTube, es por eso que me animé a subirlos a Facebook y a mi blog, algunos con la Playlist del álbum original y otros en YouTube, como en el caso de esta disco de Billo Frómeta que aún no aparece en Spotify. 

viernes, 15 de noviembre de 2024

FANTASÍA CUBANA Roberto Sánchez Ferrer

Clásicos populares en discos increíbles (*)


Roberto Sánchez Ferrer (La Habana, 1927), era en 1958 director Musical del canal 2 de la TV cubana. Por entonces ya sus cualidades como arreglista y director de orquesta lo señalaban como uno de los jóvenes músicos más prominentes de su generación. Al frente de una orquesta de más de cincuenta músicos interpretaba, en la naciente televisión de la mayor de las Antillas, obras del repertorio popular en versiones de gran complejidad y belleza.

En ese mismo año Mateo San Martín (La Habana, 1930-Miami 2014) tuvo la feliz idea de producir algunos discos con buena parte del repertorio de aquella magnífica orquesta dirigida por Sánchez Ferrer y fue entonces que aparecieron los fonogramas «La música de Osvaldo Farrés», «Alegría pascual», «Esther Borja» y «Fantasía cubana», este último disco resulta ser una verdadera joya de la discografía cubana, una pieza que contiene títulos imprescindibles en el catálogo de la música popular americana y que nos llega ahora en una presentación del sello Kubaney.

Pero, además, los integrantes de la orquesta que se presenta en este fonograma y quienes interpretaron las diez piezas preciosas que contiene, fueron renombrados músicos que integraron la Orquesta Filarmónica de La Habana y agrupaciones bailables de primera línea por aquellos años. Artistas criollos y de otras latitudes, dejaron su impronta en los surcos de este disco increíble, una pieza que ahora, gracias a las modernas tecnologías, nos llega renovado.

Entre ellos, podemos escuchar al violinista Alexander Prilutchi, quien brilló en el puesto de Concertino de la Filarmónica, institución con la que interpretó además grandes obras del repertorio concertante, bajo la dirección de maestros de la altura de Frieder Weissmann, Erich Kleiber y Massimo Freccia. Un músico de esta envergadura es el Concertino de esta orquesta que dirige Roberto Sánchez Ferrer, es Alexander Priluchi quien interpreta los solos de María la O (C-1), Almendra (C-4), Que rico Mambo (C-5) y Panamá (C-7)

Está también en este disco increíble José Antonio Fajardo (1919-2001) flautista, compositor y director quien integró, entre otras, las orquestas de Neno González, Paulina Álvarez, Arcaño y sus Maravillas, Antonio María Romeu y quien fuera creador de su propia orquesta, Fajardo y sus Estrellas. Es este el solista que escuchamos en Son de la loma (C-2) y La engañadora (C-3).

Las maderas de la Orquesta Filarmónica de La Habana gozaron siempre de altísimo prestigio y aún ruedan leyendas en Cuba que dan cuenta de la admiración que sintieron renombrados músicos al escucharlas. En La bayamesa (C-8), Roberto Sánchez Ferrer escribió el dúo de Sindo Garay para las voces del oboe y el corno inglés, que son interpretados por Duane Voth y Onofre Servera respectivamente. En Amorosa guajira (C-6) aparece el virtuoso clarinetista Juan Jorge Junco, y en No puedo ser feliz (C-9) el solo está adjudicado al fagotista Louis Salomons.

También, los cornos de la Filarmónica alcanzaron muy alto nivel técnico y artístico para su época, y he aquí que podemos escuchar al legendario Maestro Fernando Bencomo, en el solo de ¿Y tú qué has hecho? (C-10)

Integrada por músicos de gran solvencia, la orquesta de Roberto Sánchez Ferrer se presenta en esta «Fantasía cubana» como un testimonio del alto nivel que había alcanzado ya, en los últimos años de la década del 50, la producción musical en la mayor de las Antillas. En este disco increíble tenemos un documento de gran valor histórico, un testimonio que nos da a conocer, de primera mano, los derroteros de la música popular cubana y de cómo los géneros bailables pudieron estilizarse y llegar a producciones de muy alta elaboración instrumental. (Santo Domingo, [A]hora, 30 jul. 2001) (Revisado para el Tren de Yaguaramas 2da. Época 4 nov. 2024)

(*) Hace más de veinte años que, bajo el título «Clásicos populares en discos increíbles», publiqué una serie de reseñas de discos en diferentes medios de prensa de Santo Domingo, entonces había que comprar el fonograma; sin embargo, hoy solamente es necesario  tener la app Spotify, o YouTube, es por eso que me animé a subirlos nuevamente al Tren, algunos con la Playlist del álbum original y otros en YouTube, como en el caso de esta «Fantasía Cubana» que aún no aparece en Spotify. 

Disponible en Amazon

miércoles, 6 de noviembre de 2024

CONJUNTO MATAMOROS CON BENNY MORÉ

Clásicos populares en discos increíbles (*)

Este fonograma del sello Tumbao Cuban Classics (TCD 020) contiene diecisiete piezas, ocho de ellas grabadas en México. El origen del registro se remonta al año 1945, fecha en la que, Miguel Matamoros, al frente de su Conjunto, viajó al país azteca para presentarse en bailes, teatros, cabarets y programas de radio.

Para esta gira, se sumó una voz que ya comenzaba a destacarse en el ambiente musical cubano: Maximiliano Bartolomé Moré. Fueron estas, unas de las primeras apariciones discográficas de quien se convirtió, en la década del cincuenta, en el legendario Benny Moré, conocido en la historia de la música popular cubana como El Bárbaro del Ritmo.

Fue a partir de este viaje, que Benny comenzó una vertiginosa carrera, que lo llevó a lo más alto de la popularidad. Su excepcional talento y su incomparable voz le permitieron crear una obra perdurable, una obra que está en el acervo musical americano. Este disco, recoge ocho piezas que se originaron en los albores de esa monumental carrera. Los otros nueve números fueron grabados entre 1946 y 1947, y constituyen, cada uno de ellos, obras antológicas. Son, obras indispensables en el repertorio sonero. 

En este fonograma, podemos disfrutar de un formato instrumental que tomó del big band norteamericano instrumentos como el piano, el contrabajo y las trompetas. El son, utilizó en principio un instrumental de sonoridades íntimas; pero, al llegar a La Habana, rodeado de orquestas trepidantes, que escandalizaban ritmos foráneos, debió aumentar su caudal sonoro. El piano y los instrumentos de viento metal fueron tomados y puestos en función de los ritmos autóctonos, en un formato que se denominó conjunto, donde la sonoridad del grupo se abrió aún más y el son siguió creciendo. (www.mundoclasico.com, 15 may. 2000 / Santo Domingo, [A]hora, 29 may. 2000) (Revisado para el Tren de Yaguaramas 3 nov. 2024)

Para escuchar la Playlist del disco pincha aquí

(*) Hace más de veinte años que bajo el título «Clásicos populares en discos increíbles», publiqué una serie de reseñas de discos en diferentes medios de prensa de Santo Domingo, entonces había que comprar el disco; sin embargo, hoy solamente hay que tener la app Spotify, es por eso que me animé a subirlos nuevamente al Tren con la Playlist del álbum original, para que mientras leas puedas ir escuchando cada una de las piezas.


Disponible en Amazon

domingo, 3 de noviembre de 2024

MARÍA TERESA VERA Y RAFAEL ZEQUEIRA. El legendario dúo de la trova cubana

Clásicos populares en discos increíbles (*) 

«María Teresa Vera y Rafael Zequeira. El Legendario Dúo de la Trova Cubana». Grabaciones históricas 1916-1924. M.ª Teresa Vera, voz y guitarra; Rafael Zequeira, clave. Sello Tumbao Cuban Classics. Recopilación y producción, Jordi Pujol. TCD-090

De todas las formas musicales que por diversas vías llegaron a Cuba procedentes de Europa, la Contradanza y la Canción fueron las que adquirieron carta de ciudadanía en la mayor de las Antillas. Llegadas a un ámbito en el cual toda música era sometida a una dialéctica lujuriosa, la primera, derivó en contradanza habanera, y de ahí en danzón y los géneros que de él se desprendieron; la segunda, asumió el entorno criollo en sus textos y alcanzó mayor fluidez en sus melodías, se entrelazó con los modos de hacer africanos y entonces se convirtió en canción habanera, y en los diversos géneros de la canción cubana.

En las postrimerías del siglo XIX, ya había en Cuba una gran hornada de cantores que le cantaban a su tierra, utilizando recursos tomados de la ópera italiana, la romanza francesa y la Canción napolitana, cantores que guitarra en ristre deambulaban cantando canciones propias y ajenas. Había surgido el género de la Canción trovadoresca, y las melodías, cantadas a dos voces por terceras y sextas, eran acompañadas por guitarras y clave fundamentalmente.

Entre aquellos cantores, que se conocieron como trovadores quizás por su similitud con quienes al sur de Francia contaban las historias acompañados de algún instrumento en el medioevo, en 1911, apareció en el Teatro Politeama de La Habana, María Teresa Vera, una jovencita de 16 años, quien había llegado de Guanajay, una localidad cercana a la capital cubana. A partir de aquella presentación su carrera se expandió enormemente y su voz viajó en discos por todo el orbe.

La Victor, que se había instalado en La Habana desde 1906, contrató al dúo de María Teresa y Rafael Zequeira y hasta 1924 les grabó 193 números. De ese arsenal inmenso, el sello Tumbao Cuban Classics nos ofrece en este disco increíble una antología sustancial para el conocimiento de la canción trovadoresca cubana, un documento que nos muestra el quehacer musical cubano durante las primeras décadas del siglo XX, en lo que a canción popular se refiere, y su vínculo con los géneros bailables. Ahí están el bolero, la clave, la canción, y la criolla como exponentes antológicos de los géneros que integran la Canción cubana, y están también la picaresca en los textos, y los esquemas rítmicos de la rumba, los textos amatorios en ritmo de bambuco, el son, la clave y la guaracha. Están contenidas en este disco, veinte piezas indispensables en la discografía de la música cubana. (Santo Domingo, [A]hora, 13 ene. 2003) (Revisado para el Tren de Yaguaramas 2da. Época 3 nov. 2024)

Para escuchar la Playlist del disco pincha aquí

(*) Hace más de veinte años que bajo el título «Clásicos populares en discos increíbles»,  publiqué una serie de reseñas de discos en diferentes medios de prensa en Santo Domingo, entonces había que comprar el disco; sin embargo, hoy solamente hay que tener la app Spotify, es por eso que me he animado a subirlos nuevamente al Tren con la Playlist del álbum original, para que mientras leas puedas ir escuchando cada  una de las piezas.

Disponible en Amazon


lunes, 28 de octubre de 2024

NO HAY QUE TEMERLE A LA PALABRA CAOS

 


Por Roberto Sotolongo

Es lo que se vive en Cienfuegos hoy y en buena parte del país. Por ello es que utilizo calificativos o adjetivos tales como «plaga maldita», «mugre», «suciedad», «mar de pringue», «porquería». «cochambre», «peste», «inmundicia» y «caos».

Es a los griegos a quienes le debemos la existencia de este vocablo, empleado comúnmente para designar lo impredecible, lo indefinido, supuestamente anterior a la ordenación del cosmos.

Al respecto se han elaborado diversas cosmogonías, que parten de ver al mundo como una generalidad amorfa, existente aun antes que los dioses y las fuerzas elementales, llámense aire, tierra, agua, espacio o vacío.

No pocos filósofos reflexionaron al respecto, como Tales de Mileto, Anaximandro (ápeiron), Anaxímenes (aire), Jenófanes (tierra y agua), etc., etc. Más cercanos a nosotros tenemos a Friedrich Nietzsche, quien habló sobre la distinción entre el espíritu apolíneo y el espíritu dionisíaco, aseverando que el espíritu griego originario está conformado por un elemento dionisíaco que concibe el carácter caótico de la existencia y por un elemento apolíneo, responsable de la creación de un mundo de formas límpidas. Para él la filosofía constituye la visión de la lucha entre estos dos opuestos. ¿De qué parte se sitúa Nietzsche?: de parte de la concepción trágica, caótica del mundo. Por ello arremetió contra la visión ascética de sacrificio y renuncia del cristianismo.

Volviendo a las teogonías, es con Ovidio con quien el caos empieza a verse como una «confusión elemental». Partiendo de aquí el criterio filológico sobre el caos presenta a este como la hendidura situada entre el cielo y la tierra.

Otras teogonías posteriores (la del huevo órfico, de la oscuridad, etc., etc.) han engordado a partir de la de Hesíodo y de «La Metamorfosis» de Ovidio. Tengamos presente que para el poeta latino el caos significa un bulto sin vida, una masa cruda y no digerible, informe, sin bordes. Justamente tomando como referencia este criterio es que se ha llegado hasta la presente concepción de «completo desorden».

Es precisamente asumiendo esta visión que empleo el término caos en el texto «La mugre que nos invade» recientemente compartido. En cualquier diccionario que revisemos aparece, entre otras, la acepción a la que me refiero. En el Pequeño Larousse Ilustrado se califica el caos como desorden, confusión; así también en el Diccionario Ideológico, sólo que invirtiendo los significados: confusión, desorden.

Es lo que se vive en Cienfuegos hoy y en buena parte del país. Por ello es que utilizo calificativos o adjetivos tales como «plaga maldita», «mugre», «suciedad», «mar de pringue», «porquería». «cochambre», «peste», «inmundicia» y «caos».

Como habrá podido apreciar, mi mirada crítica hace alusión sólo a una zona de nuestra compleja realidad: el contexto exterior, físico de la vida cotidiana en una ciudad que se deteriora visiblemente. En otras esferas también existe el desorden, la confusión, y si no se le pone freno con urgencia llegará el momento en que presenciemos, como víctimas y victimarios el caos generalizado.

Otros artículos de Roberto Sotolongo en este blog:

La mujer de su vida.

José Martí: El asta contra el hacha.

La reseña como parte de la crítica literaria.

Roberto Sotolongo
(1956)


Roberto Sotolongo (Aguada de Pasajeros 1956) Es graduado en Filosofía por la Universidad Lomonósov de Moscú. Narrador, poeta e investigador. Miembro de la Sociedad Cultural «José Martí». En 1976 Obtuvo el Premio Nacional de Narrativa. En 1987 obtuvo Primer Premio en el Concurso Provincial «Raúl Aparicio». Ha publicado cuentos, poemas y artículos en Conceptos, Creación, Revista cultural Ariel y en el Boletín Literario Mercedes Matamoros.

 

LA MUGRE NOS INVADE


Por Roberto Sotolongo

Un simple ciudadano sensibilizado con su entorno tiene toda la fuerza moral y el derecho para denunciar el caos; sobremanera cuando dirigentes y funcionarios del Gobierno y del Partido viven ajenos a esta agresiva realidad.

Un peligro se cierne sobre Cienfuegos, cual plaga maldita: la invasión masiva de la mugre. Lo que antes eran escasos oasis de suciedad, hoy es un mar de pringue que amenaza con ahogarnos en el hedor y liquidar el paradigma que siempre fuimos en cuanto a limpieza.

Poco a poco, ante la vista indiferente, ocupada o ensimismada de todos, la porquería ha ido ganando terreno, indetenible: aguas albañales convertidas en patronas de varias calles; basureros perpetuados en el tiempo; escombros que se sueldan lentamente a las superficies sobre las que fueron echados; las heces de animales y humanos visibles por doquier; los jardines de los parques (el de Villuendas, por ejemplo), enyerbados, saturados de basura y sin la atención de un vergelero; filtraciones, salideros de agua potable; insectos, roedores y animales callejeros, felices por la libertad con que viven, etc., etc., etc.

Tres ejemplos señalo que confirman la irrupción de la cochambre: el bulevar, con una sed de agua que nadie aplaca; los portales que dan al Prado, menos maltratados, pero igual de sucios (v. gr. el que está al pie de lo que fuera la sede de la Dirección Municipal de la UJC); y el llamado Panteón de Gil, abandonado a su suerte, asediado por enemigos tan vulnerables como desechos y hierbas, a 131 años de la muerte del corajudo mambí.

No hay que ser periodista, ni escritor, ni urbanista para observar y alertar sobre la peste que se nos echa encima. Un simple ciudadano sensibilizado con su entorno tiene toda la fuerza moral y el derecho para denunciar el caos; sobremanera cuando dirigentes y funcionarios del Gobierno y del Partido viven ajenos a esta agresiva realidad.

Y no es Cienfuegos una excepción: Cuba entera es un descomunal muladar.

Alguien dijo alguna vez que Cienfuegos es una ciudad que encanta; sin embargo, si no se ataja la embestida de la inmundicia, habrá que decir que la nuestra es una ciudad que desencanta y espanta.

Otros Artículos de Roberto Sotolongo en este blog:

La mujer de su vida.

José Martí: El asta contra el hacha.

La reseña como parte de la crítica literaria.

Roberto Sotolongo
(1956)


Roberto Sotolongo (Aguada de Pasajeros 1956) Es graduado en Filosofía por la Universidad Lomonósov de Moscú. Narrador, poeta e investigador. Miembro de la Sociedad Cultural «José Martí». En 1976 Obtuvo el Premio Nacional de Narrativa. En 1987 obtuvo Primer Premio en el Concurso Provincial «Raúl Aparicio». Ha publicado cuentos, poemas y artículos en Conceptos, Creación, Revista cultural Ariel y en el Boletín Literario Mercedes Matamoros.

 



domingo, 22 de septiembre de 2024

SALSA, EL NOMBRE DE MARCA QUE NACIÓ DE UN MITO Y UN GENOCIDIO

Mito y genocidio cultural


Y este sería el mito fundacional que sirvió para ocultar lo que en realidad fue la resignificación de los productos de la música popular cubana. Como en un acto de magia, se le hizo creer al público que estaba en presencia de un producto nuevo, «que venía de África y que después de pasar por el barrio neoyorquino se había convertido en Salsa». Los polvos mágicos hicieron desaparecer los dos o tres siglos que ese producto llevaba en el mercado, y la varita mágica con toques precisos borró de la memoria que esa era la música que se había bailado desde siempre en medio mundo, incluido el Palladium Ballroom, el Red Garter, en el Waldorf Astoria y en todos y cada uno de los episodios de I Love Lucy. Pero todo esto fue relativamente fácil, porque por los años 70´s del siglo XX Cuba había dejado de ser el centro de la industria musical del Caribe a consecuencia del expolio perpetrado por FC contra los propietarios de todas y cada una de las empresas que conformaban esa industria. El naciente tirano tomó como botín del vencedor; entre muchas otras millonarias empresas, dos fábricas de discos, decenas de estudios de grabaciones -incluidos los de radio, cine y televisión-, más de una docena de sellos disqueros -a estas alturas casi todos de capital cubano-, salones de bailes, centros nocturnos -que se contaban por decenas en todo el país-, cabarets, cines, aires libres, clubes privados, y una larga lista que, con ese orgullo felón que padecen los tiranos, apareció en las páginas de los periódicos habaneros.

Al abolir la propiedad privada sobre todos los medios de producción, dejó de existir la ley de la oferta y la demanda, y la música, como el más preciado de los comóditis de la industria del entretenimiento, que había transitado a gran velocidad por aquel camino durante la Colonia y la República, descarriló definitivamente, se fue del mercado, zozobró en la «economía marxista planificada», que «lamentablemente» era compartida solo por los países del eje soviético, donde los bailadores nacen con dos pies izquierdos, andan como niños envueltos sin mover la cintura hasta edades muy avanzadas y donde la rumba, el son, el mambo, el cha cha chá, la pachanga, etc., nunca fueron artículos de consumo masivo.

Entonces, en los 70´s, era fácil e imperioso para el mercado darle un nombre de marca al producto nacido de un mito y un genocidio cultural, y ese nombre fue y será Salsa.  

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martes, 6 de agosto de 2024

EN LA MESA REDONDA SE HABLÓ DE MÚSICA ¿Y MERCADO?

Sin libre mercado no hay mercado

Mientras sigan montados en esa noria de sangre que no lleva a ningún lugar, sobre la que no se pueden producir riquezas ni capitales, la música cubana seguirá siendo un celaje de lo que fue y sobre todo un sistema de propaganda del régimen, una sutil cobertura para el proselitismo político y la siembra de «personas que con disimulo y secreto observa o escucha lo que pasa, para comunicarlo a quien tiene interés en saberlo»


El vídeo que comparto más abajo, es de un programa de hace seis años, pero pudiera ser de hace 30, 35 o 40, el lenguaje es el mismo, las «dificultades» son las mismas, los enfoques son los mismos, y la incapacidad para relacionar la música y el mercado en Cuba, sigue siendo «caquita», es decir, un tema escabroso y delicado como un examen coprológico. 

Así que en esa noria redonda no pudieron decir lo que era menester, lo que muestra la realidad de más de medio siglo de calamidades y callejones sin salida provocados por un sistema que ha sido capaz de destruir la Cultura Cubana Colonial y Republicana e incapaz de crear riquezas materiales y espirituales. 

La música cubana perdió todos sus mercados a partir de 1959 cuando se desmontó todo el sistema capitalista de mercado, se instauró la economía planificada y la oferta y la demanda dejó de ser la rueda dentada que movilizaba toda la industria. ¿Se imaginan cuánto pudo conocer del mercado del disco nuestro gran novelista Alejo Carpentier cuando lo plantaron a «administrar» en lo que quedó de la expoliada Panart -que había fundado Ramón Sabat en 1944- con sus estudios y fábricas de discos? Nada, absolutamente nada, y desde entonces acá, ha sido imposible todo esfuerzo de los músicos por colarse en los mercados como el mercado manda, porque justamente es imposible compaginar una economía de mercado con una economía no capitalista, es por eso que la música cubana es una pluma en el mercado, muy lejos de lo que había sido durante la Colonia y la República, cuando La Habana se convirtió en el centro de la industria de la música en el Caribe.

No se rompan más la cabeza, ese sistema que ustedes han impuesto en Cuba es la causa de todos los males, así como es imposible producir café en las cantidades que se produjeron antes de 1959, es imposible competir en el mercado de la música como lo hicieron miles de músicos cubanos por los cuatro puntos cardinales mientras participaron de una industria en la que oferta y demanda era la rueda dentada que movía a gran velocidad la creación musical cubana, la que era consumida por millones de personas alrededor del mundo, y, que por eso, produjo millonarios capitales.

Así que, mientras sigan montados en esa noria de sangre que no lleva a ningún lugar, sobre la que no se puede producir riquezas ni capitales, la música cubana seguirá siendo un celaje de lo que fue y sobre todo un sistema de propaganda del régimen, una sutil cobertura para el proselitismo político y la siembra de «personas que con disimulo y secreto observa o escucha lo que pasa, para comunicarlo a quien tiene interés en saberlo». (RAE)



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domingo, 28 de julio de 2024

¿SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS? El deplorable espectáculo de apertura de los JJ.OO París 2024


El espectáculo que presentó Francia como inauguración de los Juegos Olímpicos ha sido para mí un ataque a la cultura occidental, la que es mi cultura. En uno de los cuadros se intentó deconstruir la obra conocida popularmente como La Última Cena, y esto ha dado mucho de que debatir y deplorar, la fechoría ha sido tan inusitada que ya, para dorar la píldora -y no para pedir disculpas por tamaña humillación-, han salido algunos defensores argumentando que esa de los JJ.OO París 2024 no era La Última Cena, sino que pudo haber sido muchas otras; sin embargo, en mi opinión, el contexto y la intención con que fue usada la obra fue insano, con intenciones ideológicas y no artísticas, las interpretaciones que se mencionan tienen valor artístico precisamente porque no son usadas como propaganda sino ceñidas a las leyes de la estética normalizadas en la época en las que fueron creadas. Y si la imagen de la obra de da Vinci es la que identifica la gran mayoría del público, el intento de deconstruir esa imagen lleva la intención de atacar los signos que la gran mayoría del público puede interpretar para cambiarlos por otros, que aunque no se sabe exactamente cuáles son, sí atacan al interpretante de esos signos. Las minorías tienen derecho a ocupar sus espacios, pero no intentar hacer proselitismo y obligar a las mayorías a participar de sus hábitos, costumbres y cultura, y de eso se trató la inauguración de las Olimpiadas de París 2024, una muestra de fuerza de las minorías sobre las mayorías. Y que no doren más la píldora, se trata de una abierta batalla cultural contra occidente.

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LA MEMORIA TRAICIONADA en el Cuartel Moncada


Con esta masacre que celebran cada año los comunistas cubanos desde 1959, comenzó la tragedia que hoy vivimos los cubanos, estos son algunos de los militares que fueron asesinados el 26 de julio por un grupo de civiles. En esta masacre, murieron solamente cubanos. Cubanos eran los insurgentes que perdieron la vida, y cubanos todos los soldados que hacían su trabajo en el cuartel. Cubanos los asaltantes que fueron allí persuadidos por nobles ideales y cubanos los asaltantes que fueron allí obnubilados por el deseo infinito de hacerse con el poder vitalicio.

sábado, 25 de mayo de 2024

CUANDO EL DE LA BARBA ENTRÓ...


Cuando el de la barba entró, la cultura cubana salió. Cuando el capitalismo salió, la música cubana también. Sin capitalismo la música hecha en Cuba salió del mercado y el arte se convirtió en un "arma de la revolución". Cuando La Habana dejó de ser el centro de la industria musical del Caribe por obra y gracia de la economía comunista, New York capitalizó los géneros muertos de la música cubana y los metió de nuevo en el mercado, pero entonces el nombre de marca dejó de ser "música cubana" y se convirtió en Salsa. ¿Quién conoce hoy a los desterrados que inventaron aquellos ritmos cubanos, si el tirano los convirtió en ruinas de un pasado glorioso y navegan en una balsa como los náufragos de la fragata Méduse? ¿Quién sabe hoy de dónde son los cantantes?
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viernes, 17 de mayo de 2024

CUBA NUNCA FUE TAN POBRE


¡Cuánta miseria! Cuba no fue tan pobre ni siquiera cuando terminó la guerra Hispano-Cubano-Norteamericana, cuando la economía había sido prácticamente destrozada mediante la tea incendiaria de los mambises,  y la hambruna se extendía por los campos de la Isla. Los cubanos, por tanto miedo a la guerra contra la tiranía, hoy tenemos un país en ruinas, dinamitado por un sistema comunista empobrecedor y una población famélica. ¿¡Que no es el tema del documental!? Pues una imagen vale más que mil palabras y las imágenes que nos brinda este documental hablan por sí mismas. ¿Y las tradiciones afrocubanas? Bien gracias, tan pobres y olvidadas como toda la cultura cubana, víctima de un verdadero genocidio. Gracias por las imágenes, que aunque a algunos les sirvan para legitimar la miseria, a otros les hará reflexionar acerca de una Isla, que en pleno siglo XXI, vive encueros, sin zapatos y famélica.


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sábado, 11 de mayo de 2024

DEMOLER Y CONSTRUIR DESDE EL CABO DE SAN ANTONIO HASTA LA PUNTA DE MAISÍ


El castrismo ha retorcido tanto las ideas, que desapareció el concepto de demoler y construir. Cuando las edificaciones terminan su vida útil, se hace necesario demolerlas y construir nuevas y más modernas edificaciones, como se hizo en la Isla durante siglos hasta 1959, y como se hace en todas partes, pero eso de construir a los comunistas no se les ha dado a través de la Historia. Demoler, eso sí que lo han hecho a la perfección y es lo que se puede ver por donde quiera que han pasado. Cuando la dictadura empobrecedora sea derrocada, las empresas constructoras tendrán una muy jugosa tajada, habrá que demoler lo que quede y construir un nuevo país, y ojalá que en La Habana se repita el milagro de reunir a los mejores urbanistas de su tiempo para levantar la mejor ciudad del futuro. Ojalá que así sea y que no siga tardando tanto.

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jueves, 8 de febrero de 2024

LAS CANCIONES CUBANAS QUE LA FANIA NOS RECORDÓ

Nunca agradeceremos lo suficiente a los músicos y empresarios capitalistas que hicieron regresar a los mercados los productos de la música popular cubana. Gracias a ellos el pueblo latino sigue teniendo una identidad en su música. 

En el blog DESMEMORIADOS, Historias de la Música Cubana, Rosa Marquetti ha publicado un artículo titulado: 201 canciones de Fania que no sabías que eran cubanas (ni tampoco Fania te lo dijo) el que quiero comentar aquí, porque entiendo que son varias las fintas que hace la articulista para no chutar directamente y como que de Historia de la Música se trata, vale la pena despejar en defensa de la Memoria.

Según nos dice Marquetti, «la desconexión que sufrieron los músicos de la Isla a partir de 1961 respecto a los mercados internacionales [...], creó una situación única dejando en el limbo la gestión de los derechos de los autores cubanos»; sin embargo, ateniéndome a los hechos, la ausencia de cientos de músicos cubanos y sus obras en los mercados internacionales a partir de 1961 fue causada por el expolio de todos los medios de producción, incluidos los de la música, lo que provocó la cancelación de todos y cada uno de los contratos firmados y por firmar tanto dentro como fuera de la Isla. 

El daño contra la música cubana, y la cultura cubana en general, comenzó cuando Fidel Castro expolió las empresas y las industrias que intervenían en la creación de los productos de la música cubana. Expoliar de la noche a la mañana y a punta de fusil a los propietarios de los estudios de grabación, las fábricas de discos, las academias de música, los teatros, los cines, los cabarés, las emisoras de radio, las revistas, los periódicos, las agencias publicitarias, las imprentas, las tiendas de música, los canales de televisión y todas las fuentes de empleo que tuvieron los músicos en la Mayor de las Antillas, fue un verdadero genocidio cultural y fue perpetrado por Fidel Castro y todos los que le acompañaron en la larga noche de los «discos rotos».

Nos dice también Marquetti que «los ejecutivos de Fania se encontraron de pronto en un terreno fértil para la imaginación»; sin embargo, lo cierto es que se encontraron con un nicho de mercado que Castro había vaciado gracias a la imposición en Cuba de una economía (planificada) no capitalista, que había abolido las leyes de la oferta y la demanda y la propiedad privada. Y si bien es cierto que «Masucci era abogado y sabía la gran oportunidad que Fidel Castro» le había puesto delante al devastar el mercado de la música cubana, nada debió importarle el embargo que John F. Kennedy decretó contra el régimen del entonces nuevo dictador cubano a través de la Proclamation 3447.

Pero mucho más patético que «Las irregularidades en los créditos de los discos, la complicación en la identificación real de una canción cubana, el tratamiento editorial, o de copyright, y la modificación sin autorización del autor», ha sido la censura de cientos de artistas cubanos por disentir del régimen comunista. Sería demasiado extensa la lista, pero estoy seguro que la autora del artículo conoce a cientos de ellos. Filmes, discos, libros, telenovelas, radionovelas, revistas, pinturas, esculturas, partituras, etc., que habiendo sido creadas por quienes disintieron del Partido Comunista, con palabras o con el hecho «imperdonable» de ir a vivir al exilio, fueron borrados de la cultura cubana, sin el menor derecho, porque el arte en Cuba desde 1959 «es un arma de la dictadura» y «contra la dictadura los ciudadanos no tienen ningún derecho».

Durante las últimas seis décadas, cientos de artistas en Cuba han sido censurados por disentir de las políticas del Partido Comunista y sus vidas y obras han sido borradas de todos los medios.

Nunca agradeceremos lo suficiente a los músicos y empresarios capitalistas que hicieron regresar a los mercados los productos de la música popular cubana. Gracias a ellos el pueblo latino sigue teniendo una identidad en su música, ellos nos recordaron las canciones que el castrismo nos hizo olvidar. Pocos recuerdan hoy los géneros musicales creados en Cuba durante casi dos siglos, aquellos que se convirtieron en marcas hegemónicas en los mercados de medio mundo, pocos recuerdan hoy el cha-cha-chá, el mambo, el bolero, el son, la guaracha, la rumba, la pachanga y tantos otros; sin embargo, todos fueron regresando a sus nichos a partir de 1973, solo que, gracias a la industria capitalista, con un nuevo significado y con un nuevo nombre de marca: SALSA. 

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