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martes, 20 de mayo de 2025

OPERACIÓN PICO: EL DÍA QUE FC ESTUVO DISPUESTO A BOMBARDEAR LA REPÚBLICA DOMINICANA

 Prohibido olvidar

Tomado de DiarioLibre

Para confundir a las tropas estadounidenses ubicadas en la base naval de Guantánamo, se ordenó 
un ejercicio a gran escala que haría parecer el movimiento de los MiG-21 como un proceso
de rutina (Captura de pantalla @ FARVISION - YouTube)

Como muestra de músculo ante el gobierno dominicano y presionar la liberación de los pescadores, Fidel ordenó a un escuadrón compuesto por 12 MiG-21, efectuar un vuelo rasante sobre la ciudad de Puerto Plata, al norte de República Dominicana, que simulara un ataque sobre esa ciudad.

La Habana. A principios de setiembre de 1977 unos buques pesqueros cubanos fueron detenidos por guardacostas de Santo Domingo (según otra versión, era el buque mercante «Capitán Leo» que venía de vuelta de Angola). Los dominicanos acusaban a las tripulaciones de violar las aguas territoriales de la República Dominicana y pretendían incluso procesar a los pescadores. Estos a su vez alegaban que faenaban en aguas internacionales cuando fueron obligados a cambiar de ruta por las naves dominicanas, e internados en Puerto Plata. En el incidente, dos F-51D Mustang de la FAD, los FAD 1912 y FAD 1916, sobrevolaban los barcos cubanos. El Gobierno dominicano de Joaquín Balaguer aparentemente sospechaba que los buques estaban en misiones de espionaje, mientras que el cubano pensaba a su vez que por la intransigencia dominicana a devolverlos y arreglar el asunto por la vía diplomática, se trataba de una provocación anticubana, algo que no estaba dispuesto a aceptar.

El día 8 de setiembre de 1977 se reúnen con Fidel Castro en el ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR), el jefe de la DAAFAR, general Francisco Cabrera, el Jefe de la Brigada de Cazas de San Antonio, teniente coronel Rubén Martínez Puente, el sustituto del Jefe de la DAAFAR, coronel Rafael del Pino, y otros jefes militares de alto rango. Cuando aparece Castro, éste explica la situación. El gobierno dominicano se mostraba reticente a arreglar el caso armoniosamente y era hasta arrogante. El gobierno cubano no toleraría afrentas al honor del país y de sus ciudadanos, por lo que sin renunciar a los esfuerzos diplomáticos, se decidió a demostrar irrefutablemente que las cosas no se quedarían así y que los pescadores no serían abandonados a su suerte.

Para presionar al gobierno dominicano a liberar inmediatamente el buque, un escuadrón completo de 12 MiG-21 bis, los más versátiles y potentes aviones de la FAR, debía efectuar un vuelo rasante sobre la ciudad de Puerto Plata, que aterrorizaría a los dominicanos y serviría de mensaje a su gobierno, para demostrar que los MiGs cubanos llegaban hasta allí y que estaban dispuestos a todo para liberar a sus compatriotas. Si entonces en un plazo de 24 horas los dominicanos no liberan el buque, el escuadrón de MiG-21bis bombardearía las unidades militares dominicanas en Santo Domingo, Puerto Plata y luego las de Santiago de los Caballeros. Castro les recuerda que esa hora «H» debía ser a las 10:00 de la mañana del día 10 de septiembre. Se pone en marcha la «Operación Pico».

Se prepara el ataque

Ya se había cursado la orden a las unidades de la Fuerza Aérea, que reforzaban la zona oriental de Cuba, colocando varios escuadrones de MiG-21 en Moa, Santiago de Cuba, Baracoa y Guantánamo, lo cual crearía en Oriente una correlación de fuerzas muy favorable, que disuadiría a los Estados Unidos a intervenir. Los MiG-21MF de la zona oriental despegarían para asegurar la cobertura aérea de la misión. Los Puntos de Conducción de tierra impartirían órdenes falsas para desinformar. Las tropas del Ejército Oriental estaban movilizadas en supuestas maniobras tácticas y un riguroso secreto y silencio oficial total cubría la operación, por lo que el escuadrón de MiG-21bis sería detectado sólo al volver de la misión. Los radares de reserva se habían colocado en puntos estratégicos orientales cerca de la Punta de Maisí, para controlar las posibles rutas de vuelo de la aviación dominicana en caso de que decidiera responder. Las unidades de rescate y salvamento estaban listas para salir por si algún piloto tuviera que eyectarse. 

Cada MiG-21bis llevaría en este primer vuelo un tanque adicional de combustible de 800 litros y cuatro misiles térmicos K-13 (AA-2). En caso de una segunda misión de ataque real, la División Oriental de la DAAFAR les situaría el armamento y los MiG-21 llevarían bombas FAB-250 y FAB-500, de 250 y 500 kg respectivamente, y los terribles racimos de cohetes S-24.

De nuevo, como era frecuente en las operaciones del mando cubano, la acción era otra iniciativa propia, ajena al gobierno soviético, a los que no se podía mezclar en el incidente. Si los dominicanos llevaban el caso a las Naciones Unidas se debían tomar medidas para que todo el armamento suspendido y los tanques no tuvieran letras rusas, y no fueran usados como prueba acusatoria contra la URSS. Los tanques auxiliares eran necesarios para el vuelo, pero de vuelta ya vacíos se convertían en un estorbo, pues empeoraban la relación consumo-recorrido, y debían ser lanzados al mar.

Como flotarían un buen rato podrían llegar a las costas dominicanas (como llegó a ocurrir en realidad), por lo que había que limpiarlos. El espacio aéreo de Haití tampoco debía ser violado. El asunto debía implicar sólo a Cuba y a República Dominicana.

Del Pino recibe la orden de escoger a los 12 pilotos más experimentados para la primera misión, y que deben ser preparados con el mejor escuadrón de MiG-21bis de San Antonio. Se dirige inmediatamente a la esa base mientras, el jefe de la Brigada de Cazas de allí, teniente coronel Rubén Martínez Puente, ganando tiempo, ordena a su sustituto, el mayor Henry Pérez Martínez, uno de los mejores pilotos cubanos: «Oye, necesito que selecciones doce pilotos, entre ellos tú, para cumplir una misión importante». Henry Pérez inmediatamente se dedica a escoger a los mejores pilotos de la base de San Antonio, y cuando va al despacho de Martínez a acordar los nombres, allí ya se encuentra Rafael del Pino. Ambos aprueban la lista de pilotos, reparten a los hombres por tres escuadrillas de 4 MiG-21 cada una, y le explican que el líder de la misión será Del Pino y que Henry Pérez no irá como jefe de escuadrilla, sino como número suyo, para tomar el mando del escuadrón en caso de que le ocurra algo a Del Pino. Todo esto significaba que el peso principal de los preparativos recaería sobre Henry Pérez, pues aunque Del Pino es audaz y arriesgado en el aire, «era terriblemente apático a todo lo que no fuera volar», por palabras de Pérez.

Los 12 pilotos serían: coronel Rafael del Pino, mayor Henry Pérez Martínez, teniente coronel Jorge Villardel, mayor Benigno Gonzáles Cortés, capitán Arnaldo Torres Biart, capitán Manuel Rojas García, capitán Rigoberto Morales, capitán Evelio Bravo, capitán Armando Castellanos, capitán Raúl Hernández Vidal, mayor Pedro Pérez y capitán Díaz. Eran todos excelentes pilotos de alta profesionalidad y algunos con experiencia de combate, como el mayor Benigno Cortés, quien había sido jefe del primer escuadrón de MiG-21MF llegado a Angola en 1976, y que acompañaba a Del Pino cuando éste con su MiG-21MF destruyó un Fokker F-27 enemigo en ese país, el 13 de marzo de 1976.

Al mediodía los pilotos escogidos fueron reunidos en el salón de briefings a esperar indicaciones especiales de un alto jefe que debía llegar de un momento a otro. Los pilotos se impacientaban cuando de repente, Rigoberto Morales, que espiaba por la ventana, les grita: «Caballeros, es Fidel, ¡es Fidel!».

La participación directa de FC en el plan para bombardear a RD (Tomado de Periódico cubano)

Fidel Castro decide no quedarse de brazos cruzados ante la afrenta de los dominicanos y el 8 de septiembre de 1977 realiza una reunión secreta en el ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR), con el jefe de la Defensa Antiaérea de las FAR (DAAFAR), general Francisco Cabrera, el Jefe de la Brigada de Cazas de San Antonio, teniente coronel Rubén Martínez Puente, el sustituto del Jefe de la DAAFAR, coronel Rafael del Pino, quien años más tarde, luego de ser ascendido a general, escaparía hacia los Estados Unidos a bordo de una avioneta junto a su familia.

Fidel explicó a sus subordinados que el gobierno cubano no toleraría afrentas al honor del país y de sus ciudadanos, por lo que, sin renunciar a los esfuerzos diplomáticos, decidió a demostrar irrefutablemente que las cosas no se quedarían así y que los pescadores no serían abandonados a su suerte.

¡Me las van a pagar! ¡Estos dominicanos me las van a pagar! − exclamaba Castro.

Como muestra de músculo ante el gobierno dominicano y presionar la liberación de los pescadores, Fidel ordenó a un escuadrón compuesto por 12 MiG-21, efectuar un vuelo rasante sobre la ciudad de Puerto Plata, al norte de República Dominicana, que simulara un ataque sobre esa ciudad.

De esta forma demostraba que los MiG-21 cubanos podían llegar hasta allí y que estaban «dispuestos a todo».

Si entonces en un plazo de 24 horas los dominicanos no liberan el buque, el escuadrón de MiG-21bis bombardearía las unidades militares dominicanas en Santo Domingo, Puerto Plata y luego las de Santiago de los Caballeros.

Castro les recuerda que esa hora “H” debía ser a las 10:00 de la mañana del día 10 de septiembre. Se pone en marcha la «Operación Pico».

Se prepara el ataque

Para preparar el ataque, los cazas cubanos partieron desde la base aérea de San Antonio, ubicada en el occidente cubano, hacia la unidad militar ubicada en Guantánamo desde donde partirían hacia la República Dominicana.

Para confundir a las tropas estadounidenses ubicadas en la base naval de Guantánamo se ordenó un ejercicio militar a gran escala que haría parecer el movimiento de los MiG-21 como un proceso de rutina.

Igualmente se colocaron varios escuadrones de estos cazas en Moa, Santiago de Cuba, Baracoa y Guantánamo, lo cual crearía en Oriente una correlación de fuerzas muy favorable, que disuadiría a los Estados Unidos a intervenir.

Los MiG-21MF de la zona oriental despegarían para asegurar la cobertura aérea de la misión. Los Puntos de Conducción de tierra impartirían órdenes falsas para desinformar.

Las tropas del Ejército Oriental estaban movilizadas en supuestas maniobras tácticas y un riguroso secreto y silencio oficial total cubría la operación, por lo que el escuadrón de MiG-21bis sería detectado solo al volver de la misión.

Además, radares de reserva se habían colocado en puntos estratégicos orientales cerca de la Punta de Maisí, para controlar las posibles rutas de vuelo de la aviación dominicana en caso de que decidiera responder.

Según las revelaciones hechas años después por el propio general Del Pino, cada MiG-21 llevaría en este primer vuelo un tanque adicional de combustible de 800 litros y cuatro misiles térmicos K-13 (AA-2).

En caso de una segunda misión de ataque real, la División Oriental de la DAAFAR les situaría el armamento y los MiG-21 llevarían bombas FAB-250 y FAB-500, de 250 y 500 kg, respectivamente, y los terribles racimos de cohetes S-24.

La «Operación Pico»

En la mañana del 9 de septiembre de 1977, el escuadrón de MiG-21 es reabastecido en Guantánamo, luego de partir de la base de San Antonio.

A las 8:30 horas toman rumbo hacia la República Dominicana, evadiendo el espacio aéreo de Haití. El vuelo de 580 kilómetros se desarrolló con normalidad, y a 20 km de Puerto Plata se separaron en parejas para «atacar» a sus objetivos y no estorbarse entre ellas.

La operación consistió en hacer varios pases de vuelos rasantes y conectar la postcombustión para romper la barrera del sonido, un estruendo mayúsculo sobre aquella urbe que rompió cristales y causó pánico entre sus habitantes.

Imitan movimientos de ataque pero sin emplear armamentos. Del Pino realiza un vuelo tan bajo, que su líder Henry Pérez pensó que se tragaría todas las antenas de la ciudad. Pasaron a corta distancia de un hotel, donde los turistas confundidos pensaron que se trataba de una maniobra de las tropas estadounidenses. La destreza de Del Pino era sumamente reconocida dentro de las tropas cubanas.

La misión concluye exitosamente y los MiG-21 bis regresan a Guantánamo luego de aterrorizar a la población local y enviar una clara advertencia al gobierno de Balaguer. Una vez en Guantánamo, del Pino es citado por Fidel para que se dirigiera a La Habana y relatara los detalles de la misión. Según cuenta el militar, una vez en el MINFAR, tuvo que esperar unos minutos, pues los jefes militares cubanos estaban leyendo copias de conversaciones entre los altos mandos militares quisqueyanos y su presidente.

Del Pino manifiesta sentirse sorprendido, pues nunca pensó que los servicios de inteligencia cubanos tuviesen la capacidad de monitorear las conversaciones de un jefe de Estado de otro país. Los dominicanos se comunican a través de un cable cifrado a las 13:00 horas de ese 9 de septiembre, manifestando que estaban dispuestos a arreglar el incidente por la vía diplomática, sin embargo, no liberan a ninguno de los pescadores.

Fidel Castro les da un ultimátum de 24 horas a los dominicanos para liberar a los pescadores cubanos, si no bombardearía, esta vez con armamento real, una de las ciudades de ese país. El objetivo escogido fue la capital, Santo Domingo, específicamente la base aérea de San Isidro.

A las 8:30 a.m. del día siguiente, 10 de septiembre, los MiG-21 bis de la Fuerza Aérea cubana se encontraban alistados con bombas rusas FAB-500 de 500 kilogramos para despegar hacia la República Dominicana y llevar el conflicto hasta las últimas consecuencias. Mientras Del Pino esperaba la confirmación para el despegue, en ese momento llega un cable cifrado de La Habana en el cual decía: «Barco devuelto. Regresar el circo a casa a las 14:00 horas. Firmado: Senén Casas Regueiros, Jefe del Estado Mayor General».

De esta forma, culminaba una de las crisis más tensas entre dos naciones caribeñas por aquellos años. Se impuso la razón y no se realizó un bombardeo que sin dudas iba a marcar la historia entre ambos países.

viernes, 16 de mayo de 2025

MI PASO FUGAZ POR LAS PANTALLAS DEL CINE Y LA TELEVISIÓN, o el por qué los viejos hablan solos

Un civil de espalda, el músico cortado, un tabaco exquisito y una prueba de cámara desaprobada

Yo recuerdo, que allá por la década del ochenta del pasado siglo XX, había un anuncio en la vidriera del entonces llamado cine Yara, en la calle L, esquina a 23, en el vedado habanero, en el que se convocaba a todo aquel que estuviera dispuesto a trabajar como extra en cine y televisión.

La juventud, digo yo, es un divino tesoro cuando se pierde, es en la vejez cuando adquiere su precio justo. Es invaluable después que pasó, y es por eso que el joven ni se entera. La juventud, digo yo, es un botín para quienes logramos rebasarla, para quienes muchos años después, si nos queda algo de memoria y entusiasmo, la recordamos, la saboreamos al verla pasar en trozos como de viejas películas, la juventud es un bocatto di cardinale para quienes la disfrutamos en secuencias oníricas.

Cada uno de aquellos acontecimientos, en los que a tuerto o a derecho me metí, vuelven de cuando en cuando y los voy rumiando. Cada uno de aquellos sucesos difíciles, dolorosos, alegres o insignificantes en los que se me enredó la vida y de los que pude salir airoso o trasquilado vuelven a la gran pantalla de mi memoria. Los avatares que enfrenté en mis años mozos, solamente los he podido aquilatar, saborear y disfrutar después de haber confeccionado un extenso catálogo de pruebas, errores y aciertos.

Yo recuerdo, que allá por la década del ochenta del pasado siglo XX, había un anuncio en la vidriera del entonces llamado cine Yara, en la calle L, esquina a 23, en el vedado habanero, en el que se convocaba a todo aquel que estuviera dispuesto a trabajar como extra en cine y televisión. Entonces, embullado por algunos amigos que estudiaban actuación, llené mi planilla en una oficina que recordar no puedo y uno de aquellos días recibí mi primer llamado. Recuerdo que pasé por un vestuario en el que me endilgaron una ropa y un personaje: Civil de Espalda.

Lo otro que recuerdo es que nos llevaron al restaurante del hotel Sevilla y allí estuvimos desde poco antes de la media noche, hasta que amaneció. Todo para una escena en la que Orlando Casín comía con unos amigos y si mal no recuerdo, era víctima de un atentado. Estuve sentado en una mesa, durante varias horas haciendo como que comía y por supuesto, desde que terminó aquello, en lo que más pensaba era en verme de espaldas por primera vez en la televisión, pero la realidad fue otra, por más que presté atención a la pantalla de mi televisor el día en que pasaron aquel capítulo de la telenovela -que tampoco puedo recordar el título-, no me vi por ningún lado, el Civil de Espalda que yo protagonicé quedó fuera de cámara y así mi primera derrota como actor.

No obstante, pasó el tiempo y volví a ser llamado, esta vez para una película, y aquí sí que me vistieron como músico del siglo XVIII, con peluca y todo un atuendo y maquillaje y me desembarcaron en el Palacio de los Capitanes Generales, en la Habana Vieja, donde había un set en el que me hicieron subir para ensayar con otros músicos la obertura de la ópera El Barbero de Sevilla. Todo iba bien, el ensayo sin contratiempos, los especialistas se arremolinaban en torno al set ajustando las luces, los músicos a lo nuestro con Rossini y los técnicos revisando cada detalle. Y en eso llegó un personaje con aspecto de gran autoridad, quien según supe era el director, y lo vi conversar, gesticular y mirar hacia donde yo estaba con uno de los asistentes. Poco después alguien se me acercó y me pidió con mucha cortesía que saliera del set, me dio las gracias por mi valiosa colaboración y me dijo tranquilamente: El director lo ha cortado. Y esto, me dije yo entonces, iba a ser todo. Pero en realidad me faltaban dos intentos.

Cuando llegué a vivir en Santo Domingo, la hermana de una colega de la orquesta trabajaba en una publicitaria, y al conocerme me propuso participar en un comercial que a la sazón estaba en producción, previa advertencia de que yo no calificaba en los castings, ella insistió y me volví a enfrentar a las cámaras, y esta vez sí salí en en pantalla, hasta con un parlamento: Exquisito, dije como mil veces hasta que el director quedó conforme con mi performance. Bueno, en realidad no tan conforme porque me doblaron la voz.

Años después tendría la última oportunidad, esta vez fue también para un comercial. Una joven muy emprendedora a quien todavía veo trabajando en los medios, me vio en un ensayo de la Sinfónica en Bellas Artes y me pidió que hiciera una prueba de cámara para ella, y entonces, con la basta experiencia que yo había adquirido en el oficio, le dije lo que ya era obvio, no estoy en capacidad de hacer casting, y creo que hasta le conté de mis éxitos en el cine cubano, pero ella, perseverante como corresponde a un oficio tan demandante como el que ella ejerce, se apareció en mi casa con su cámara en ristre, me hizo tomar el contrabajo y ella hizo su prueba de cámara. Unos días después recibí la noticia anunciada: Al director no le gustó. Y así quedó sellado mi paso por la pequeña y la gran pantalla.

Cientos de escenas como estas se han acumulado en mis recuerdos de juventud, sucesos que vuelven una y otra vez, frases antológicas dichas por amigos inolvidables, anécdotas irrepetibles, personas que por sus valores siguen conmigo, y así, montones de lecciones que la vida me ha dado y que a veces siento el impulso de compartir, porque como dice el refrán, la felicidad no es nada si no es compartida, pero no siempre hay alguien que escuche, y sucede lo inevitable: Hablo solo. En fin, como te iba diciendo, la juventud es para mí un tesoro, ahora tiene el precio justo y la recuerdo, ahora continúo disfrutándola como el paso de la vida por mis venas. Santo Domingo, 16 may. 2025

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miércoles, 30 de abril de 2025

LOS CUBANOS NO VIVIMOS EN DEMOCRACIA o El enemigo de mi enemigo es mi amigo

Y mire usted, ante Machado y Batista se levantó una mayoría que comprendió la importancia de «el enemigo común», pero después, durante más de 65 años de tiranía castrista, el concepto se nos escapó de las mentes.

Hace muchos años, a finales del siglo XX, cuando mi abuelo era Gran Maestro de la Logia Rayos y Soles de José Martí, en Aguada de Pasajeros, me decía que los masones no hablaban ni de política ni de religión cuando estaban en sesiones, y eso debería aplicar hoy para los cubanos, porque se exaltan las pasiones, se sobrepasa la razón y se producen declaraciones que no nos ayudan como cubanos, porque los cubanos no vivimos en democracia, aunque votemos por las democracias más dispersas en los cuatro puntos cardinales. Para hablar de política y religión, decía mi abuelo, como para comer pescado, hay que tener mucho cuidado.

Un cubano que vota por un partido democrático en cualquier otro país, no es un cubano que vive en democracia en Cuba, nosotros no vivimos en democracia en nuestro país, y no podemos aplicar a nuestro país lo que vemos en otros, el debate plural y democrático, por ejemplo, no aplica para los cubanos cuando en el centro del colimador se sustituye la tiranía por otro enemigo de la dictadura, quien por Hache o por Be no nos gusta lo que dice y/o lo que hace.

Ahí están las declaraciones bastante lamentables de cubanos que dicen luchar por la democracia en Cuba, que denostan a otros que también luchan por lo mismo, pero lo hacen de otra manera. No podemos estar jugando a la democracia cubana mientras no vivamos en una democracia cubana. Todos los que estamos en contra del castrismo, de la tiranía castrista, tenemos un solo enemigo, y ese enemigo es esa tiranía, es la dictadura castrista, es el enemigo común que no debe salirse nunca del centro del colimador.

Abrir fuego entre nosotros es darle aire al enemigo, por eso para mí lo más atinado es utilizar el principio matemático que dice que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, y el amigo de mi enemigo, es mi enemigo. Los cubanos no vivimos en democracia, por lo tanto no podemos jugar a ella entre nosotros, ni dentro ni fuera de la Isla. Los opositores que se enfrentan a la tiranía y que han soportado los rigores de torturas, presidio y persecución, han sido también víctimas de otros cubanos que se oponen al mismo enemigo, porque tratan de debatir ideas sin vivir en democracia. Los cubanos no vivimos en democracia y por lo tanto nos cuesta mucho ejercerla.

Existen muchísimos documentos valiosísimos; entre ellos, La Patria es de Todos, donde se documenta cómo debería ser nuestra democracia. Unos prevén qué debe suceder a partir del derrocamiento de la tiranía. Existe una amplia bibliografía, pero muchos cubanos la desconocemos. Hay documentos interesantísimos acerca de cómo deberá ser la economía, cómo deberán ser las inversiones, cómo deberán ser las elecciones y cómo ejercer la democracia en Cuba, pero de eso conocemos muy poco y se debate mucho menos. Por lo tanto, yo lo veo muy sencillo, cuando se me traba el paraguas solo me pregunto: ¿Es amigo de mi enemigo o es enemigo de mi enemigo? Eso puede llevar a un mejor entendimiento y no a estar denostando al enemigo de mi enemigo como si viviéramos en democracia.

Incluso, en los casos en los cuales ciertamente un agente encubierto, o chivato, se hace pasar por opositor y hace declaraciones en contra de la dictadura, esas declaraciones van más allá de quien las pronuncia y surten un efecto verdadero en contra de la dictadura, y aquí lo importante es lo que se dice y no quién lo dice.

Al leer la Bohemia de los años 50's del siglo XX es posible apreciar cómo se debatían las ideas democráticas, incluso después del golpe de estado de Batista, porque la pérdida de la democracia que provocó aquel nefasto acontecimiento, fue una pérdida de la democracia muy parcial. No se perdió totalmente la libertad de prensa, los medios no cayeron en manos de la dictadura ni se convirtieron plenamente en voceros de la tiranía ni en herramientas para lavar cerebros como sí sucedió poco después del golpe de estado de Fidel Castro en 1959. Entonces en Cuba existía un régimen democrático y hasta que no aparecieron los dictadores: Machado y Batista, no hubo un enemigo común. Y mire usted, ante Machado y Batista se levantó una mayoría que comprendió la importancia de «el enemigo común», pero después, durante más de 65 años de tiranía castrista, el concepto se nos escapó de las mentes.

Y para no hacer más larga esta historia y como es bien sencilla la conclusión, apeguémonos a la Ley de signos que reza: El enemigo de mi enemigo es mi amigo

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sábado, 1 de marzo de 2025

ESTHER BORJA CANTA A DOS, TRES Y CUATRO VOCES

Mateo San Martín, un disquero de fábula.


Durante la primera mitad del siglo XX, cuando en Cuba florecía la cultura republicana y la música se había convertido en uno de los productos de consumo masivo, colocar un disco en el tope de la popularidad no era nada fácil, porque la competencia era recia y el mercado volátil, lo que hoy era una novedad al otro día era viejo; sin embargo, algunos fonogramas, como el que da título a este artículo, salió al mercado hace más de setenta años, y se puede escuchar hoy como si fuera nuevo. En su género, ha podido romper las barreras del tiempo porque contiene hermosas criollas, danzas y canciones cubanas, interpretadas con arreglos y voces excepcionales, en realidad una sola voz que, gracias a la magia y el talento, se multiplica hasta cuatro veces con bellos timbres y una afinación perfecta. 

Pero tantas décadas, para una obra de arte, es motivo suficiente como para investigar su historia, es por eso que en este artículo muestro algunas de las fuentes que documentan la génesis de este excepcional fonograma, y trato de responder, basado en ellas, las  siguientes preguntas: ¿Quién lo produjo? ¿De quién fue la idea? ¿Dónde se grabó? ¿Cuándo se grabó? ¿Dónde se realizaron los cortes? ¿Dónde se imprimieron los vinilos? ¿Cuántos se imprimieron en la primera tirada? ¿Quiénes fueron los intérpretes? ¿Quién fue el grabador? ¿Cuál fue el sello que lo produjo? y, ¿Cuándo salió al mercado?

Y para encontrar las respuestas a todas estas preguntas presentaré; primero, la reseña que publiqué del libro Disquero*, de Mateo San Martín; seguidamente, citaré lo que el autor del libro anotó acerca del contenido del disco; a continuación, incluiré las notas que Luis Carbonell escribió en la contraportada del disco, y finalmente responderé todas las preguntas antes formuladas.

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UN DISQUERO DE FÁBULA**

Una curiosidad bibliográfica salió al mercado y anda por los anaqueles de algunas tiendas de discos en la ciudad de Santo Domingo. Es un libro que seguramente llamará la atención de quienes de algún modo están ligados a la música, los músicos y el mercado del disco. Es un libro que tiene en sus páginas información de primera mano y que lleva por título: Disquero.

El autor de esta novedad es un pionero en su oficio, un hombre que se inició en la vida laboral cuando los fonógrafos y fonogramas comenzaban a llegar a los mercados del mundo. El autor de esta rareza es el señor Mateo San Martín, nacido en La Habana, Cuba, allá por el año 1930, quien comenzó a bregar en el negocio del disco cuando se comenzaban a vender los primeros artilugios capaces de reproducir la música con alta fidelidad, allá por los últimos años de la década del cuarenta.

Ya desde entonces, Mateo San Martín, quien apenas recién se había graduado de bachillerato y daba sus primeros pasos en el negocio, fue capaz de imaginar un mecanismo para incrementar las ventas de la compañía en la que estaba empleado, fue capaz de imaginar y poner en práctica algo muy común en el mercado moderno y que conocemos hoy como especiales. La anécdota está narrada en el libro Disquero con toda modestia y dicha así, como de paso, pero este suceso es una muestra del hombre visionario y del empresario sagaz que ya desde su juventud era Mateo San Martín. Visionario fue también cuando en 1959 pudo entender que, en Cuba, nunca más el disco volvería a ser lo que en la década pasada, tuvo la premonición de que ese artículo dejaría de formar parte de la vida cotidiana de los cubanos en los años por venir, y no se equivocó. Ya para entonces KUBANEY era un sello prestigioso fundado por Mateo San Martín, con un catálogo de más de veinte títulos. Fue en esa época y bajo esas premisas que el disquero cambió su residencia a los Estados Unidos y desde allí trabajó con lo más importante de la música bailable de América Latina.

Mateo San Martín (1930-2014)

En Disquero hay también anécdotas en las que se cuentan las andanzas de personajes protagónicos en el quehacer musical dominicano; anécdotas puramente de farándula, escándalos, amoríos, adoraciones, desplantes y todo tipo de sucesos acaecidos alrededor de Mateo San Martín.

Están contadas, con mucho amor y dolor, las frustrantes conductas adoptadas por el ídolo de multitudes Fernando Villalona, su proverbial informalidad, su relación con las sustancias tóxicas y cómo se convirtió en El Mayimbe. Están también contadas las estrecheces económicas del joven Johnny Ventura y sus resonantes triunfos por todo el mundo. Se narra también de cómo Cuco Valoy, ya en su segundo álbum, sufrió un ataque de «vanidad». De los Hermanos Rosario y la tragedia de Pepe, quien fue apuñaleado por una admiradora. De cómo Pochy Familia y su Cocoband dio origen a Kinito y la Rokabanda.

Disquero es un cuento contado por el abuelo, es la historia de una vida y un oficio que nacieron y crecieron en la misma época. Disquero es una curiosidad bibliográfica que pasará, de los anaqueles de algunas tiendas de discos, a las bibliotecas de estudiosos de la música americana, a las bibliografías de futuros estudios sobre la música bailable americana. Disquero es un trabajo que, por su contenido, circulará tanto en manos de especialistas como de faranduleros.

Disponible en Incredible CD’s, Calle El Conde, Santo Domingo.

En Internet: http://www.kubaney.com

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En su libro Disquero, Mateo San Martín nos dice del disco Esther Borja Canta a dos, tres y cuatro voces, lo siguiente:

[…] se me presentó Luis Carbonell, quien, conociendo de mi relación con Montilla, me informó de un proyecto que él tenía con Esther Borja […], en el cual ella grabaría un disco cantando a dos, tres y cuatro voces, con acompañamiento de dos pianos, uno ejecutado por Numidia Vaillant y el segundo por él mismo, así como un bajo y la percusión correspondiente. Le presenté la idea a Montilla y ésta le gustó, ya que en 1952 él le había grabado un disco a la Borja en España bajo el título «Rapsodia de Cuba» (Montilla #M-121). Esta producción tuvo un gran éxito. Sin embargo, él consideró que, por lo complejo de la grabación, ésta debería ser realizada en New York, lo cual requeriría el viaje de Esther Borja y Luis Carbonell a dicha ciudad.

[…] en lo referente a la parte económica él estaba dispuesto a pagar los siguientes valores. Un pago único a Esther Borja de quinientos dólares. Un pago, también único, a Luis Carbonell de doscientos dólares. Además, el pasaje aéreo y el pago del hotel para ambos. En lo referente a las dietas, la cifra de diez dólares diarios para Esther y cinco dólares diarios para Luis. Cuando le informé a Luis sobre la misiva de Montilla, ese mulato cambió de colores. No sé si se puso más «prieto» o más blanco. Sus primeras palabras, cuando se recuperó de la primera impresión, fueron «¿Qué se habrá creído ese boricua sin Patria, qué yo me como las sobras de Esther?, si cuando yo salgo con ella me gasto el dinero para comer filete. Dile a este señor que no hago la producción con él a ningún precio». Luego me dijo «Mateo, vamos a hacerla contigo». Yo me quedé titubeando. En primer lugar, yo no tenía el más mínimo conocimiento sobre cómo hacer una grabación, y, por otro lado, me encontraba «más pelado que una mazorca de maíz». De todas formas, no tenía muchas alternativas, pues Mateo y compañía se encontraba al borde de la quiebra y yo tenía que hacer algo.

Más adelante Mateo San Martín nos cuenta lo siguiente acerca de la grabación del disco:

Fruto de mi estadía en Sonido y Proyección se estableció una amistad entre Ovidio Fernández, dueño de Radio Progreso, y yo, ya que ellos nos compraban muchos equipos para la estación de radio. Le planteé a Ovidio la situación de que necesitaba efectuar unas grabaciones y que requeriría un tiempo reservado, así como un precio asequible. Él se limitó a decirme «No hay problema, todo lo que quieras y me pagas a treinta pesos la hora».

Le informé a Carbonell y todo quedó concertado. Contratamos a Bol, el bajista, hermano del «Negro Vivar» el trompeta, a Laserie en las pailas, conseguimos los dos pianos y se citó a los participantes para comenzar a grabar en octubre de 1955, no recuerdo qué día, pero sí la hora, a las diez de la noche.

Llegó la fecha, y cual no sería la sorpresa del ingeniero de sonido Medardo Montero y m­ía, cuando siendo ya la una de la madrugada, tan solo se hab­ían presentado la Borja, Numidia y Carbonell. Luego nos enteramos de que el problema estaba en que los músicos trabajaban en el Tropicana y no podían ausentarse hasta que el show no hubiera terminado.

[…] La primera sección se terminó a las seis de la mañana, grabándose en un solo canal de un cuarto de pulgada. Era una grabación directa, diferente a como se realizan en la actualidad, en las que se graba por partes y luego se efectúa el mezclado. […] En tres secciones más terminamos el disco.

Con esas matrices grabadas en Radio Progreso -continúa contando Mateo-, debió viajar a New York para realizar los cortes en los estudios de la RCA, y cuando los tuvo le pidió a Montilla que, «usando su crédito, le mandara fabricar cinco mil álbumes […], y que se los enviara a Cuba antes del primero de diciembre».



De regreso en La Habana, Mateo presentó el disco en La Feria del Sonido, «que era algo que él había instituido cuando se encontraba en Sonido y Proyección» y la «reacción fue tan positiva que los pedidos cubrieron casi la totalidad de lo ordenado a Montilla en aquellos momentos.

Finalmente, los discos llegaron a principios de diciembre de aquel año 1955, y para el 6 de enero ya habían vendido los cinco mil discos bajo la marca «Antilla Records» que ya para esa fecha Mateo había establecido, lo que sirvió para que Esther Borja, Luis Carbonell y el propio Mateo lograran su primer éxito.

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Luis Carbonell escribió en la contraportada del disco lo siguiente:

ESTHER BORJA, CANTA A DOS, A TRES Y A CUATRO VOCES CANCIONES CUBANAS***

DR. RAÚL GUTIERRES S

(...como de un mar en diástole,

Como de un mar en sístole

Como de un mar concéntrico

De un mar como en si mismo derramado.

(Elegía Cubana, de Nicolás Guillén)

Los ideales son formaciones naturales. Aparecen cuando la función de pensar alcanza tal desarrollo que la imaginación puede anticiparse a la expresión. No son entidades misteriosamente infundidas en los hombres, ni nacen del azar. Se forman como todos los fenómenos accesibles a nuestra observación. Un ideal es un punto y un momento entre los infinitos posibles que pueblan el espacio y el tiempo. (José Ingenieros)

Aprovecho las frases del eminente filósofo argentino para dedicar a usted, doctor, este trabajo que nos ha tenido preocupados por algún tiempo, y el que nos ha proporcionado muchas alegrías, ansiedades y esa inquietud emocionante que se apodera del individuo cuando va realizando poco a poco alguna obra que espera ansiosamente ser terminada.

Del presente empeño usted fue de los primeros, junto con el inestimable Vicente Herrero, en conocer y alentar.. Luego es estímulo de amigos y maestros como Gonzalo Roig y Félix Guerrero, contribuyeron a insistir y a crecer en nosotros la fe en nuestro propio esfuerzo, gestos todos que nunca agradeceremos bastante

Paréntesis.

ESTHER BORJA. -Calidad, cualidad sinceridad artística, dominio absoluto de sus facultades, sensibilidad exquisita, conocimiento amplio de nuestra música, y, en una palabra: oficio. Se entregó de lleno a la realización del presente trabajo -y. Créame sinceramente, solamente una artista como ella, con una capacidad técnica absoluta de su habilidad, sería capa de enfrascarse en l estudio de TODAS y cada una de las voces y combinaciones que componen los arreglos vocales que aquí le mostramos-, y lo ha conseguido después de un verdadero esfuerzo con olvido absoluto del tiempo; y lográndolo, además, de manera tan sugestiva.

NUMIDIA VAILLANT.-Pianista absoluta, completa. Joven y con conocimiento definitivo del instrumento que ejecuta. Le hemos sugerido nos construyera para dos pianos los acompañamientos de las presentes inspiraciones en el clima en que se produjeron aquellas. Lo consigue: se acerca deliberadamente a la guitarra y mira hacia Cervantes. Creemos que tiene un luminoso porvenir.

«Toda la música de mi país de verde», dice maravillosamente Ernesto Víctor Matute en su “Elogio de un poeta a su Isla Antillana”.

Hay como un constante resucitar romántico en nuestras páginas más perdurables. Nos parece, al oírlas, que palpamos con tacto invisible nuestro suelo, nuestro sol, nuestras palmas, nuestras mujeres; parece que algo se nos pega a la piel con calor imponderable. Es una primavera constante. El romanticismo de muchas de nuestras canciones es de una ingenuidad cubanamente universal.

TE ODIO y ¿ME ODIAS?. Criollas. (Dos y cuatro voces) -Muy pocas veces se ha dado el caso en nuestra música, en el que una composición del género «contestación a...» -estilo por demás, de muy frecuente recurrencia por nuestros autores-, haya logrado un plano de popularidad igual a la composición original. Este es un caso singular. Ernestina Lecuona («¿Me odias?») lo logró afortunadamente utilizando inclusive el mismo formato armónico que Félix B. Caignet («Te odio»). Ambos números alcanzaron en su época un «rating» elevadísimo. La super-imposición que logra Esther Borja al final de ambos números (interpretándola a cuatro voces) me parece de interés considerable.

EN EL SENDERO DE MI VIDA. Bolero (Dos voces) -Oscar Hernández acaba de obtener un premio en el Concurso anual del «Dia de la Canción Cubana» con un bolero precioso. «Justicia de amor», en el que se comprueba cómo el genuino sabor nacional, el mismo estilo, y una invariable gracia profunda se manifiesta a través de toda la obra del autor -obra que abarca casi lo que va de este siglo-. En su principio, «En el sendero de mi vida» fue realmente titulado por el autor «Ella y yo».

DANZA CUBANA. (Dos pianos: Numidia Vaillant y Luis Carbonell) -«Ignacio Cervantes Kawanagh fue el músico más importante del siglo XIX cubano. Nadie pudo situarse más algo que él en lo que se refiere a la solide del oficio, a un buen gusto innato -distinción en las ideas, elegancia en el estilo, cabal sonido- que se manifiesta, incluso, en sus obras menores. Estaba particularmente dotado para hablar el idioma de su isla. De ahí que sus célebres Danzas para piano constituyan la mas auténtica expresión de su temperamento. Como ciertos músicos noruegos, españoles y eslavos. Cervantes acababa siempre por volver al acento del terruño, aun cuando aspirara a expresarse en un lenguaje exento de localismos» (Alejo Carpentier en su libro La Música en Cuba).

NOCHE AZUL. Danza (Tres voces) -Del Maestro Ernesto Lecuona -a quien tanto le debe la música de nuestra isla- ya se ha dicho mucho, aunque no lo suficiente. Guía y estímulo. Punto de referencia. Pauta. El bajo obstinadamente rítmico, (estilo, personalísimo en sus danzas) apoya una melodía inolvidable.

ES EL AMOR LA MITAD DE LA VIDA. Canción. (Dos voces) -Durante los primeros años del presente siglo el teatro cubano tuvo un auge extraordinario. Muchas obras, revistas, sainetes y zarzuelas se estrenaron, que fueron fijando poco a poco los diversos géneros de nuestra música tradicional. Hemos tomado de la zarzuela «El Brujo» una hermosa selección que por el lirismo de sus estrofas y por el hálito romántico que se desprende de su música, es ejemplo puro de una «canción cubana». Su autor, José Marín Varona, que utilizó los versos de J. R. Barreiro, nos ha dejado múltiples y gratísimas inspiraciones.

AUSENCIA. Bolero, (Dos voces) -Esta es otra de las páginas que vivirán por mucho tiempo todavía en nuestros corazones y recuerdos. Su autor, Jaime Prats, ha contribuido no poco a extraer de nuestra cantera bien cinceladas y hermosas culminaciones.

LA TARDE. Bolero (Tres voces) -Sindo Garay, ese viejito cariñoso de ojos cuyos párpados tan unidos solo dejan ver dos puntos pequeñísimos escrutadores, agudísimos, inteligentes y soñadores -que parece no percibir el paso de los años, conservando su espíritu tan alerta y juvenil como todas sus composiciones -de la que es vivo reflejo- nos a dado inspiraciones inmortales. Su música vivirá y palpitará eternamente en la historia de nuestra Isla.

LA HIJA DE ORIENTE (Contradanza para piano de J. Marín Varona. (Arreglo para dos pianos de Numidia Vaillant) -Le transcribo aquí un párrafo del libro «La Música en Cuba» que a mi juicio es una obra trascendental en nuestra cultura general. Su autor, Alejo Carpentier, nos dice a propósito de las contradanzas de Manuel Saumell: «Hay que ir más lejos, leyendo y seleccionando. Se penetra entonces en una zona de preocupaciones más hondas, poblada de páginas tiernas, emocionadas, finísimas, o, por el contrario, dinámicas, agitadas y nerviosas en las que se advierte siempre la presencia del buen músico. Muchas de las contradanzas no fueron compuestas para el baile. Es evidente que se escribieron para ser tocadas y oídas».

OJOS BRUJOS. Criolla capricho. (Tres voces) -Uno de los géneros desgajados de la Contradanza es este de la criolla, en el que su autor, nuestro Gonzalo Roig, cubanísima ceiba de tronco añoso prodigiador de sombra bondadosa, de ramaje innumerable, de raíces con temblor de patria sabor eterno ha elevado su inspiración a altísimas esferas de lo hermoso. Hemos añadido (con aprobación del autor) una cadencia «a capella», como para recrearnos un poco más en los temas que forman una de las páginas privilegiadas de nuestra lírica musical.

LONGINA. Canción romántica, (Tres voces) -Aun vive, Sí, aún vive la que «En el lenguaje misteriosos de sus ojos hay un tema que destaca sensibilidad».

¡Cuántos ensueños no florecerán en un recuerdo! Romanticismo eterno, sortilegio apasionado. Manuel Corona entretejió en su trovadoresca canción todo un estilo, toda una época, todo un mensaje.

Y nada más, doctor. Volviendo al principio, al ideal, queremos que sepa que el nuestro ha sido tratar de que no caigan en el olvido tantas páginas hermosas que han escrito nuestros autores, que en nuestras razones se encuentran sus propias razones.

A usted, siempre afectuoso, siempre atento, a usted, sin más dedico el presente trabajo. Usted merece más. LUIS CARBONELL.

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En resumen, para contar la historia de este fonograma excepcional en la extensísima discografía cubana de la época republicana, considero que los datos que mejor se pueden documentar son los siguientes.

Productor: Mateo San Martín

Autor del proyecto: Luis Carbonell

Lugar de grabación: Radio Progreso, La Habana, Cuba.

Fecha de las grabaciones: Octubre 1955

Cortes y edición: Estudios de la RCA, New York.

Impresión de los Lps.: New York

Cantidad de discos impresos en la primera tirada: 5,000

Intérpretes de las grabaciones: Esther Borja, voces; Numidia Vaillant y Luis Carbonell, piano; Bol, contrabajo; Rolando Laserie, percusión.

Grabador: Medardo Montero

Sello que lo introdujo en el mercado: Antilla Record

Año de salida al mercado: 1956

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En Cuba Canta y Baila. Enciclopedia Discográfica de la Música Cubana 1925-1960, Cristóbal Díaz-Ayala anota lo siguiente:

Lp Antilla 101 reeditado casi inmediatamente como Kubaney 101. «Esther Borja canta a dos, tres y cuatro voces» La Habana, 1955. Acompañada al piano por Numidia Vaillant y Luis Carbonell. Notas de Luis Carbonell. Reeditado como CDK-354 en 1993. 

San Martín, Mateo. 1997. Disquero. Miami: Litho Color Plate.
** Publicado en Santo Domingo, el 22 de enero de 2000 en el periódico El Siglo
***Para escuchar el disco en Spotify pincha aquí Ojo, en Spotify faltan las piezas En el Sendero de mi vida y Danza Cubana.


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domingo, 23 de febrero de 2025

El FILING DE PANCHO CÉSPEDES EN EL TEATRO NACIONAL

Desde mi atril

Fuente externa @Pedro J. Bonilla

22. 02. 2025. Santo Domingo. Enrique Ramil, invitado; Banda de FC; Amaury Sánchez, dir; Orquesta Filarmónica de Santo Domingo.

Pues sí, lo hicimos otra vez, la Filarmónica de Santo Domingo, conducida por Amaury Sánchez acompañó otro espectáculo en el Teatro Nacional, pero este fue muy distinto, esta vez el artista fue Francisco Céspedes, que no es lo mismo ni es igual. Y voy a contar lo que vi y escuché desde mi atril y por qué digo que Céspedes no es lo mismo ni es igual. Por supuesto, con eso no quiero decir que Pancho tenga una calidad distinta a todos los demás, NO, quiero decir, que en el estilo de Pancho, no habíamos acompañado a ningún artista.

Y no se apure, que se lo explico en pocas palabras.

Orden del programa

Todo el mundo conoce, que cuando se monta un show con música en vivo, la orquesta, sea del formato que sea, necesita coordinar las acciones, es decir, seguir un guion y ensamblar un repertorio, tanto con los cantantes como con los bailarines, actores o presentadores que puedan aparecer a través del espectáculo. En la concreta, hay que ensayar para que las cosas salgan bien y el público aplauda. Eso es lo estándar, pero Pancho, el estilo de Pancho Céspedes está muy pegado a lo que en Cuba se ha conocido como Feeling, o más cubanizado aún, filing.

¿Y esto qué cosa es? Pues según nos dicen algunos investigadores, este fue «uno de los movimientos más interesantes en la historia de la música popular cubana del siglo XX» y que tuvo sus inicios en La Habana durante la década del 40. Su «nombre, surgió cuando (algunos de sus iniciadores) escucharon el número I gotta feeling interpretado por la cantante afronorteamericana Maxine Sullivan» (Leonardo Acosta). Nos dicen además, que los cultores del filing o filineros, volvieron «la espalda a la rima estable, (y utilizaron) letras que rayaban en la prosa o que se servían de consonancias», y lo más importante, tenían «un modo de interpretar letra y melodía cuasi parlando, con pausas profusas». En síntesis, tenían «la huella del jazz, la canción norteamericana, y del impresionismo musical, (y todo eso) pasado por el agua de lo cubano». (Helio Orovio).

Y Céspedes, un heredero de ese filing que invadió los clubes nocturnos de La Habana desde la década del 40, cantó en el Teatro Nacional Eduardo Brito el pasado sábado 22 de febrero, acompañado por la Filarmónica de Santo Domingo como si esta fuera su guitarra, sin hacer la más mínima concesión al bolero bailable, sin evadir su estilo, sin traicionar el filing. 

Por eso, este fue un show muy distinto para la Orquesta, la que, en manos de su director, siguió a Pancho en sus improvisaciones, latidos, murmullos, alargamientos de frases, sus cuasi parlando, sus rubatos, y toda su agógica filinesca.

Por todo eso, digo yo, el Francisco Céspedes Sinfónico que el público aplaudió a manos llenas en el Teatro Nacional. fue muy distinto. 

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martes, 18 de febrero de 2025

EL AGENTE 007 SE ANUNCIA EN LA HABANA, pero…

Licencia para matar…


¿Cómo fue? No tengo la menor idea, no recuerdo por qué este artículo se me quedó en ristre y no lo publiqué ocho años atrás, cuando se anunciaba la llegada de Bond, de James Bond a La Habana; sin embargo, como en Cuba la noria de sangre no se detiene y siempre lleva a los mismos lugares -sin siquiera bombear agua-, hoy, como ayer, tiene una vigencia innegable. Mire usted, sumidos en la peor crisis económica, política y social, la tiranía castrista no tiene nada mejor que hacer que profundizar el genocidio espiritual de los cubanos, y esta vez no será Bond en una sala de cine infernal, sino perpetrando nuevamente barrios debates antimperialistas, en infernales barrios equipados como los más conspicuos campos de exterminio.

Fuente externa. @Jeniree
Segando almas con la oz y el martillo

Lea usted lo que sucedió en la cruenta y accidentada temporada de Bond en la Cinemateca de Cuba en agosto de 2017, y dígame si hoy, como ayer, no se está perpetrando en Cuba un barriotero genocidio espiritual.

Y dice así...

Para miles de personas, ingenuas o tontas, la proyección en Cuba de algunas películas del Agente 007 -¡¡¡a estas alturas del siglo XXI!!!-, pudiera ser la muestra de que los cambios democráticos y las libertades ciudadanas son perceptibles en la Isla. Pero esto, como todo lo de allí, hay que agarrarlo con pinzas. Los muchachos de la orientación ideológica o la propaganda oficial son muy listos.

Bond, James Bond llegó a la pantalla grande en La Habana. Con un retraso de más de medio siglo ya está en la capital de Cuba, pero antes, muchos días antes, Granma, como órgano oficial, y Cibercuba, como repetidor, explicaron quién era el Agente 007 mediante unas concisas y contundentes notas al margen. En las que se le enjuaga el cerebro al público afirmándole que: «las versiones cinematográficas, [basadas en las novelas de Ian Fleming] conservaron, el sexismo, la oda al machismo y a los valores occidentales, [una] abundante acción, lo último de la tecnología, e intrigas internacionales».

En ellas, en esas notas lavativas, hicieron saber que Bond es un genio del mal, es por supuesto capitalista y anticomunista; vamos, todo lo que un cubano no ha sido, ni querrá ser jamás, y, que ni se le ocurra.

Capítulo aparte merece Bohemia, que muestra un tono poco «combativo» y se limita a describir al personaje sin juzgarlo, lo que me hace pensar que el redactor de PL, quien hizo la nota, no recibió a tiempo las «sugerencias» del Departamento de Orientación Revolucionaria, o como quiera que se llame la oficina que se ocupa de la propaganda oficial a estas alturas del Partido.

Por otra parte, aunque no sé si de manera sincrónica o diacrónica, hicieron una jugada que no le pasaría por las mientes ni al mismísimo James: repartieron la nota en multitud de medios al rededor del mundo, como si esto fuera el descubrimiento de la vacuna contra el cáncer, los beneficios de la moringa, la muerte del dictador Fidel Castro, o la amenaza del fin de fiesta de su hermano.

Conociendo el paño, entiendo que la causa de tamaña propaganda no está en hacer valer el derecho a la información o el interés por promover el entretenimiento. No está en que las taquillas reporten en Cuba, como en todas partes del mundo, millonarias sumas que contribuyan a mejorar la calidad de las salas de cine, la vida de sus empleados y pagar a quienes corresponda los derechos de autor sobre esos filmes.

Nada de eso. Este es un recurso de expansión ideológica con dos sentidos; uno, hacia adentro; y otro, hacia afuera. En ambos sentidos tiene como objetivo confundir, desestabilizar e ilusionar las mentes del público -mire usted cómo La JornadaEl Nuevo Día, y El Clarín mordieron el anzuelo-, apartarlos del bullicio de Venezuela y del desastre cubano, utilizando, mire usted, las películas que ellos mismos califican de enajenantes. Las utilizan, como un morboso instrumento, para enajenar a propios y extraños del trágico destino de las democracias en Cuba y Venezuela, para alejarlos del deterioro cada vez mayor de la calidad de vida en ambos países.

Hacia afuera, va destinado a esas asociaciones de «progres», de los llamados amigos de Cuba -quienes en realidad son amigos del dictador-, para que vean que en Cuba ya no hay censura... Ya los cubanos pueden ver las películas del Agente 007 ¿y para qué tanto anuncio?, pues para confundir, para echarle más leña al fuego del cambio fraude, para que los «progres» del mundo vean que ahora sí están construyendo el socialismo del siglo XXI en Cuba, que están «actualizando el modelo» y que eso significa desbordar de libertades el sistema, incluso, darle a los ciudadanos la libertad de poder ver las películas del Agente 007... ja, pero mira tú, sucede que en agosto, en el cine donde se está proyectando la saga del enemigo de los comunistas, según informó 14 y Medio.com, no funciona el aire acondicionado... ¿Casual?, pues no, casual si fuera La Cenicienta de Walt Disney, Liberación o Mi hermano Fidel, con esas pelis sí sería posible que el aire estuviera roto o apagado para ahorrar electricidad, pero con Bond, con James Bond no hay casualidad. 

Así que hoy, como ayer, el Ministerio para la Ilustración Popular y Propaganda del PCC, o como quiera que se llame ese departamento a estas alturas del Partido, está perpetrando el mismo genocidio espiritual, llevando a cabo su solución final. Hoy, como ayer, las miradas cómplices siguen esquivando a Cuba, siguen convenientemente sin dar crédito a los testimonios de millones de Vrba y Wetzler, quienes con pelos y señales han puesto ante los ojos del mundo lo que se muere en la Isla.

Hoy, como ayer, la tiranía tiene licencia para matar, pero lo hace con tanta «gracia», con tanto «garbo», que, tanto dentro de la alambrada, como fuera, a los espectadores les parece pura ficción, les es convenientemente difícil a estas alturas dar crédito y siguen preguntando: «¿Cómo saber que no son fantasías?» 


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