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jueves, 21 de noviembre de 2019

UN CAPITOLIO PARA DOS DICTADURAS

En el cumpleaños 500 de La Habana

El Capitolio de La Habana, el más lujoso obsequio que recibió la capital cubana por sus 500 años de fundada, fue el envase restaurado que alguna vez contuvo uno de los poderes del Estado democrático, donde se engendraron efímeras dictaduras y largas libertades, donde radicó el Congreso de la República de Cuba, mismo que Fidel Castro demolió después de 1959.

Capitolio de La Habana, espectáculo de clausura de las celebraciones del
500 aniversario de la fundación de La Habana
Por más de medio mundo las publicitarias que manejan las cuentas del departamento de propaganda del Partido Comunista de Cuba (PCC), han divulgado durante los últimos meses una estupenda campaña por la celebración del quinto centenario de la fundación de la ciudad de La Habana, una campaña que, a juzgar por la calidad y tiempo en pantalla que ocupó en CNN en Español y otros medios, debió costar una millonada de dólares.

La celebración fue a todo trapo, como dicen por allá, con decenas de conciertos, actividades artísticas y culturales de todo tipo, con la legendaria vuelta a la ceiba de El Templete, la real visita de los Reyes de España y cientos de invitados de un montón de países, y, como prenda suprema en la corona de la Noble Habana, la reapertura de una joya arquitectónica que en Cuba se conoce como El Capitolio de La Habana a los pies de la cual se presentó una súper producción sin parangón en la isla, y tanto o más elegante, costosa y perfecta que las habitualmente presentadas en Hollywood, París, Londres o New York. 

Y es ahí donde la lista no me juega con el billete, donde la Historia se me encabrita, donde las doctrinas, las ideologías, las glorias que se han vivido se me retuercen, se me agolpan unas a otras y la realidad se me vuelve truculenta más que mágica, pero como no es literatura sino la vida en vivo, directo y a todo color, yo, lo que me siento es estafado una vez más, como cuando los cerdos de Rebelión cambian a escondidas las normas.

Para un turista desprevenido o para un cubano que nunca supo el significado de El Capitolio de La Habana en la Historia de la República quizás pase inadvertido el hecho de que después de «56 años de República mediatizada (1902-1958)», como le han calificado los historiadores del régimen, y «60 de revolución socialista (1959-2019)», sea elegido un símbolo de la «seudo república» para celebrar el cumpleaños de La Habana.


A mí este obsequio me parece otra estafa porque el Capitolio de La Habana es el símbolo de todo lo que destruyó la «revolución cubana», porque en Cuba se adoctrina con la especie de que antes de 1959 en Cuba hubo una seudo república, una república mediatizada, una «república neocolonial burguesa» propiedad de los yanquis, que los yanquis se meaban en el monumento a Martí del Parque Central y que intervenían en nuestro país cada vez que les daba la gana gracias a la bendita Enmienda Platt y todo esto sucedía porque había en Cuba unos políticos corruptos, venales y chanchulleros que se los permitían, y todo esto sucedía dónde, pues en El Capitolio de La Habana, que fue «construido en 1929, bajo la dirección del arquitecto Eugenio Raynieri Piedra por encargo del entonces presidente cubano Gerardo Machado y estuvo destinado a albergar y ser sede de las dos cámaras del Congreso o cuerpo legislativo de la república de Cuba»[1].

Ya los muy diestros ideólogos del PCC, como siempre y antes de que surjan las dudas que ellos saben van a aparecer inmediatamente después de sus acciones, aclararon que no era el cumpleaños de la revolución, sino de La Habana. Sin dudas un buen intento, tanto así que es el mejor argumento para justificar que no sea una obra de la revolución la que festeje a La Habana en sus 500 años de fundada, sino una creación de una época que los revolucionarios desprecian, denigran y que afirman fue «borrada, cancelada»[2], «abolida, liquidada, anulada, derogada, archivada y borrada de la memoria»[3].

Pudieron, para festejar a la noble Habana, concluir algunas de las obras fallidas de la revolución, proyectos que fueron ruinas antes que obras; entre ellas, la tan mentada Escuela Nacional de Arte, el proyecto arquitectónico más fantástico concebido jamás y nunca llevado a término; o el magnífico edificio del CAME que iban a instalar frente al Ministerio de Comunicaciones y al lado de la Biblioteca Nacional; o el metro de La Habana, que hubiera sido de más utilidad para los habaneros que el Capitolio; o cualquiera de las obras de una larga lista que recordar no puedo.

La única línea conductora entre El Capitolio de La Habana y La Habana de los revolucionarios es la dictadura, la prórroga de poderes, la violación de las Constituciones. Así como Machado quiso llevar su mandato más allá de lo que le permitían las leyes y «presionó al Congreso en 1928 para que autorizara una reforma de la Constitución que legalizara la prórroga de poderes, de la que resultó reelecto sin contrario»[4], los revolucionarios, comandados por su máximo líder, arrasaron con todo vestigio de democracia en Cuba y han superado con mucho a aquella efímera dictadura.

Machado se mantuvo en el poder desde 1925 hasta 1933, y la dictadura del proletariado o revolución socialista, ya dura seis décadas, el Partido Comunista de Cuba se autoproclamó vanguardia de toda la sociedad y ejerce la hegemonía sobre toda la sociedad, abatiendo por adoctrinamiento y/o la fuerza a cualquier otro partido, idea, gesto o signo que contradiga en parte o en todo sus dictados, y así lo hizo consignar en su Constitución en el artículo 5 del Título I, en el que dicta que el PCC (único) es la «fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes en la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista y que trabaja por preservar y fortalecer la unidad patriótica de los cubanos y por desarrollar valores éticos, morales y cívicos»[5].

El Capitolio de La Habana, el más lujoso obsequio que recibió la capital cubana por sus 500 años de fundada, fue el envase restaurado que alguna vez contuvo uno de los poderes del Estado democrático, donde se engendraron efímeras dictaduras y largas libertades, donde radicó el Congreso de la República de Cuba, mismo que Fidel Castro demolió después de 1959.

Ojalá que antes de que sea necesario demolerlo por la incapacidad, la desidia y el desinterés de la «fuerza superior de toda la sociedad» para mantenerlo operando y en óptimas condiciones, resurja allí el espíritu de la libertad, el pluripartidismo y la restauración de una nación con todos y para el bien de todos. Ojalá que este Capitolio nacido y renacido entre dos dictaduras, vea algún día realizados los sueños de todos los cubanos y no el de una parte de ellos.



[1] Cfr. Capitolio de La Habana, [En línea] [Fecha de consulta 21 de noviembre de 2019] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Capitolio_de_La_Habana
[2] Cfr. R. Rodríguez. 2002. «La República nació en Guáimaro», Granma, edición del 7 de mayo. [En línea] [Fecha de consulta 21 de noviembre de 2019] Disponible en: http://www.granma.cu/granmad/2002/05/07/nacional/articulo03.html
[3] F. C. Sáinz de Robles. 1978. Diccionario español de sinónimos y antónimos. La Habana. Citado por Armando Cuba de la Cruz, y Hernel Pérez Concepción en: Abreu Cardet, José y otros. 2013. Historia de Cuba. Santo Domingo: Archivo General de la Nación Vol. CLXXXVI, 183.
[4] Portuondo, Fernando. 1950. Historia de Cuba. La Habana: Minerva. 606
[5] Constitución de la República de Cuba. [En línea] [Fecha de consulta 21 de noviembre de 2019] Disponible en: http://www.granma.cu/file/pdf/gaceta/Nueva%20Constituci%C3%B3n%20240%20KB-1.pdf

viernes, 15 de noviembre de 2019

LA MÚSICA NO SIRVE DE NADA...


Para disfrutar la música debemos conocer su lenguaje

Para disfrutar la música es necesario esforzarse en conocerla y aprender a apreciarla, ella no es un ungüento mágico, la magia se produce solamente cuando nos hemos esforzado en estudiarla y hemos podido aprehenderla, cuando a través de un proceso de aprendizaje pedagógicamente fundamentado podemos descifrar sus códigos, entender su lenguaje.

Muy a menudo es posible leer afirmaciones que nos indican que la música es algo así como el remedio para muchos males, un Bálsamo de Fierabrás que de ingerirlo -en el caso de la música de escucharla-, podemos alcanzar estadios superiores como seres humanos, podemos enmendar las malas conductas y proporcionar y proporcionarnos felicidad sin fin. Dicen que sirve: «para expresar, escuchar, callar, cambiar, ser diferentes, ser iguales, unir, fortalecer, armonizar, equilibrar, definir, ser únicos, convivir, reflexionar, divergir, coincidir, motivar, apoyar, alcanzar, volver a intentar, imaginar, inspirar, etc.», y mucho más. Dice Dudamel, por ejemplo, que la música tiene un poder de transformación social.

Pero la música, por sí sola, por lo que es físicamente, por las vibraciones de las que está hecha, solo tiene el poder de tocarnos el inconsciente y, aunque verdaderamente puede provocarnos estadios de bienestar, esto es solamente una reacción primaria. Al escucharla, nuestro inconsciente reacciona de tal o cual manera; pero, si queremos que todas esas sensaciones se conviertan en pensamientos y esos pensamientos en acciones, la música que escuchamos debe pasar del inconsciente a la consciencia y para que se produzca esta transformación, la música, por ella misma, no sirve de nada. Es la Educación Musical y los hábitos de escucha el medio imprescindible para conseguirlo.

El arte se transmite a través de un lenguaje que utiliza signos muy específicos, los que debemos conocer para poder comprender su mensaje. Así, como aprendemos a hablar en otro idioma, debemos esforzarnos para comprender los códigos en los que se expresan las artes. Esa es la premisa para que el arte nos emocione, debemos conocer su lenguaje y para eso es necesario un serio proceso de aprendizaje.

Las artes, para que podamos disfrutarlas al máximo, requieren de nosotros ese esfuerzo, esa curiosidad por aprender. ¿Por qué afirmo tal cosa? porque pocas veces tenemos a nuestro alcance y como parte de nuestro entorno cotidiano las obras del Arte Universal, porque cada vez son más escasos los medios que se ocupan de difundir las grandes obras de Arte y nuestros hábitos de escucha y de disfrute de las artes se reducen a lo que nos llega de manera fortuita, que suele ser por lo general lo más popular, y, lamentablemente, lo más popular cada vez se aleja más de la obra de arte. En la banda sonora que acompaña nuestras vidas, si no nos desarrollamos en un ambiente propicio, pocas veces llevamos las obras de los grandes compositores de la música occidental.

Pergolesi, Bach, Beethoven, Mozart, Verdi, Roldan, Caturla, Ginastera, Ponce, Revueltas, y muchísimos más son compositores que han creado obras inmortales, que emocionan a millones de seres humanos en todo el mundo, obras que han perdurado durante varias generaciones, pero que si no nos acercamos a ellos a través de un proceso de aprendizaje en el que debemos esforzarnos, ellos no nos podrán hacer saltar el pecho cuando les escuchamos en obras tan monumentales como las misas de Bach, La noche de los Mayas, de Revueltas, o las óperas de Verdi.

Para quienes no se esfuercen en comprender el lenguaje de las artes, la música, no sirve, a pesar de que mucha música nos arropa por todos los medios y a veces nos llega al oído sin nuestro consentimiento, porque esta no es toda la música, esta es la música popular y folklórica occidental, que por su fácil comprensión es la más publicitada, pero existe otra música, elaborada con herramientas académicas que a pesar de que vale tanto como la popular, requiere de nosotros un aprendizaje que nos conduzca a comprender su lenguaje y sus usos. La música popular se propone convocarnos a cantar y bailar, fundamentalmente para entretenernos; sin embargo, la música académica o clásica nos convoca a pensar, y a comprender los sentimientos más profundos del ser humano.

Para disfrutar la música es necesario esforzarse en conocerla y aprender a apreciarla, ella no es un ungüento mágico, la magia se produce solamente cuando nos hemos esforzado en estudiarla y hemos podido aprehenderla, cuando a través de un proceso de aprendizaje pedagógicamente fundamentado podemos descifrar sus códigos, entender su lenguaje. En resumen, es la educación musical la que tiene el poder de transformar la sociedad a través de la música.

La música no sirve de nada, si los individuos no se educan para disfrutarla. La música no sirve de nada sin un proceso de enseñanza-aprendizaje adecuado, es la educación musical en particular y la educación artística en general la condición indispensable para que la música y las artes adquieran todos sus dones, el genio salga de la lámpara y el Bálsamo de Fierabrás nos haga efecto.

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LUIS MARÍA (BILLO) FRÓMETA PEREYRA

Billo Frómeta (1915-1988)

El siglo XX dominicano. Los 100 Músicos del Siglo

Luis María Frómeta Pereyra nació en la ciudad de Santo Domingo el 15 de noviembre de 1915 y, cuando apenas era un preadolescente, ya se le conocía por sus virtudes musicales, sobre todo en la ejecución del clarinete y el saxofón. Integró, junto a otros excelentes músicos, la Santo Domingo Jazz Band, agrupación que en principio fue dirigida por Francisco Simó Damirón y poco después por él. Simultaneamente a esto, Frómeta se desempeñaba como fagotista de la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo y como director de la Banda de Música del Cuerpo de Bomberos de la ciudad capital.

El 31 de diciembre de 1937, en el Roof Garden del Hotel Madrid, en Caracas, Venezuela, debutó Billo Frómeta con su orquesta, lo que fue el inicio de una larga carrera en la que cosechó innumerables éxitos. Como compositor escribió gran cantidad de piezas de diversos géneros, en las que Caracas vieja fue una de las que más fama alcanzó, allá por la década del cuarenta. A fines de los años cincuenta se radicó en La Habana, Cuba, donde con su orquesta acompañó en grabaciones a figuras estelares como el venezolano Víctor Piñeyro, el dominicano Alberto Beltrán y el cubano Pío Leiva, quien fue el primero en grabar la bella pieza compuesta por Billo bajo el título Espera quisqueyana.

En 1958 se le encargó a Frómeta la orquestación y dirección musical del LP que Alfredo Sadel grabaría en Los Angeles, California, y que apareció en el mercado bajo el título de Nocturnal.
Para el año 1960 el Maestro Frómeta regresó a Caracas donde, con su nueva orquesta, volvió a imponerse en la preferencia del público. Por aquella agrupación pasaron cantantes estelares; entre ellos, Felipe Pirela, José Luis Rodríguez (El Puma) y Memo Morales.

El 27 de abril de 1988, mientras ensayaba con la Orquesta Sinfónica de Caracas un espectáculo en el cual se conmemorarían sus cincuenta años en el arte, le sobrevino un derrame cerebral que le provocó la muerte el 5 de mayo.

Tomado del libro Los 100 Músicos del Siglo. Elaborado por AGS para la editora Caña Brava en el año 2000


martes, 12 de noviembre de 2019

DESDE BOLIVIA UN SOS: AQUÍ NO HAY UN GOLPE DE ESTADO


El discurso en el que Evo anunció su renuncia a la presidencia, no fue una despedida, sino una declaración de guerra.

Las protestas del pueblo se expresó en las paredes

A continuación publico los testimonios de un amigo que está en La Paz, Bolivia, solo me pidió mantener el anonimato por causas atendibles. Entiendo que su relato tienen un alto valor documental, sobre todo, porque aún en estos momentos, las 00:25 del día 12 de noviembre de 2019, la mayoría de los medios están dando noticias pasadas por agua.

Sí, estoy en Bolivia y estamos en vigilia fuera de nuestras casas porque acaban de amenazarnos grupos organizados socialistas diciéndonos que van a tomar las represas de agua y la estación de electricidad que queda en la zona en que nosotros residimos. No ha sido fácil todo este tiempo, todavía hay rumores de avasallamiento, atentados contra la humanidad y la propiedad privada, pero estamos confiando en Dios para que salgamos victoriosos de todo este problema. Ya han coordinado acciones, a solicitud de la presidenta transitoria, para que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas protejan a la población de esos asedios de los socialistas, pero no es fácil el despliegue para proteger todo el país. Seguimos en vigilia haciendo fogatas contra el frío.

No estamos dentro de nuestras casas, sino en vigilia en la calle porque juntos haremos que esos grupos no se atrevan a allanar nuestras casas. Insisto: Que quede muy claro, en Bolivia no hay un golpe de estado. La gente común y corriente salió a las calles indignada por los atropellos del gobierno y el descarado fraude ya fehacientemente probado, a defender la democracia de un narcotirano que pretendía eternizarse en el poder.

Estamos en vigilia en las esquinas de nuestras casas, sin poder comer o beber algo, sin poder ir al baño, no hemos dormido, amenazan con dinamita, granadas y armas de fuego que robaron de los módulos policiales.

Cortaron el agua en algunos lugares, incendiaron 32 autobuses de servicio público, otorgado por el Gobierno municipal, valorado, cada uno en Sus. 120,000.000. 

Estamos en vigilia a 10 grados de temperatura. Entumeciéndonos, crujen nuestros huesos mientras nuestras lágrimas son lo único que nos calienta el rostro.

La información que a ustedes les llega, no es correcta y es escasa. Quien comenzó con el racismo fue Evo. Él indujo al resentimiento y la prepotencia. Entró al gobierno en afán de venganza, hizo fraude, manipuló su habilitación, por lo tanto es inconstitucional, entre otras cosas. Corrupción. Represión. Uso de influencias. Caso Camc, caso Fondo indígena, barcazas chinas, corrupción en Yacimientos y mucho más. Actualmente estamos siendo víctimas de vandalismo y saqueos, desaparición de demócratas, mujeres violadas, vejadas, encontraron bombas Molotov en el ministerio de Cultura, francotiradores y mucho más.
  
Mi familia, mis amigos y conocidos en Bolivia están atrincherados en sus casas porque turbas de criminales armados por el gobierno de Evo Morales han salido a saquear, quemar y vandalizar la ciudad, sembrando el caos y el miedo en la población.

Es increíble que haya quien le compre a Evo Morales el cuento de que es la víctima de un golpe de estado cuando hay varios muertos, heridos y hasta dos mujeres violadas por gente que ellos armaron para contener las protestas, siguiendo métodos que ya se vieron en Venezuela.

Por eso, la policía y el ejército, que estaban bajo el mando de Evo Morales, decidieron desacatar su autoridad y no reprimir a su propio pueblo. Sino defenderlo. Evo había amenazado con cercar ciudades y matar de hambre a quienes continuaran las protestas: «A ver si aguantan» fueron sus palabras.

Quien apoye a Evo Morales a la distancia, debe saber que defiende un gobierno que perdió toda legitimidad, una narcotiranía, violenta, corrompida que estaba dispuesta a perpetuarse en el gobierno a cualquier precio y que la gente común y corriente decidió hacerle frente valientemente.

Para los fanáticos, cuando el pueblo no piensa como ellos, dejan de ser pueblo y son «conspiradores del imperio». En Bolivia no hay golpe de estado sino gente ejerciendo legítimamente su derecho a defender democracia y el estado de derecho. Lo de Bolivia no es un golpe militar sino una expresión del genuino hartazgo de la gente ante los atropellos de un tirano. Los militares no tomarán el poder. Ante la renuncia, como dicta la constitución, debe haber un gobierno interino que llame a nuevas elecciones ya sin la participación de aquellos que perpetraron el fraude, que además deben ser procesados.

Esto es lo que ha buscado la sociedad civil en Bolivia y debe respetarse: Un regreso a la democracia que estaba secuestrada por Evo Morales.

Mi pueblo me duele, mi pueblo llora, es despojado.

Les pido apoyo en oración. Gracias por su preocupación.

Saldremos adelante con la ayuda de Dios y el esfuerzo de nuestras manos. Dios los bendiga mucho.

La descripción que hace mi amigo es justamente la jugada que pasó también en Chile. Estos son ataques de grupos de acción y sabotaje, guerrillas urbanas, ejecutivos, tropas de choque o como les denominen en la actualidad, muy bien entrenados para derrocar a las oligarquías y al «imperialismo». A estas alturas, es posible que estos terroristas que han tenido presencia en Chile y Bolivia sean integrantes de las FARC, ELN o elementos reclutados en esos países.

El discurso  en el que Evo anunció su renuncia a la presidencia, no fue una despedida, sino una declaración de guerra, un llamado a mantenerse en la lucha contra la «oligarquía» y una denuncia de ataques a sus partidarios, cuando lo que está sucediendo en realidad es todo lo contrario, son los comandos del MAS los que están atacando a los que se oponen a Evo Morales. Es posible también que los mismos comandos que incendiaron 70 estaciones del metro en Chile se trasladaran al vecino país y en un gesto de «internacionalismo proletario» estén ahora sembrando el terror en Bolivia.

NAPOLEÓN DIHMES PABLOS

Napoleón Dihmes (1928-2006)

El siglo XX dominicano. Los 100 Músicos del Siglo

Napoleón Dihmes Pablos nació en La Romana, el 12 de noviembre de 1928. Allá, en su pueblo natal, recibió sus primeras lecciones de canto con el profesor mexicano Emilio Sánchez Martínez.

En 1950, cuando ya había cambiado su residencia para la ciudad capital, ingresó en la Academia de Canto de La Voz Dominicana, donde fue pupilo de Dora Martén. Napoleón realizó también varios cursos de perfeccionamiento en el extranjero, y alcanzó una formación tal que le permitió debutar con éxito en la Noche de Ópera preparada por el Maesto Ricardo Caggiano, el día 31 de octubre de 1951. El espectáculo, que estuvo auspiciado por la Dirección General de Bellas Artes, se presentó en el teatro Olimpia, situado por aquella época en la calle Palo Hincado. En esa ocasión, y en las cuatro reposiciones que se hicieron de aquel concierto, el señor Dihmes interpretó la parte de tenor en fragmentos de las óperas Rigoletto, Aída y La Traviata, de Verdi.

Durante los años sucesivos, sus presentaciones con la Orquesta Sinfónica Nacional se hicieron habituales; en ellos actuó como solista bajo la dirección de los reputados maestros Caggiano y Simó. El 1º de agosto de 1956, en la celebración del XIV aniversartio de la fundación de La Voz Dominicana, se presentó por primera vez en la televisión nacional la ópera Cavalleria Rusticana. En este montaje, que estuvo bajo la dirección del Maestro José Dolores Cerón, Napoleón Dihmes fue el Turiddo, junto a la Santuzza de Violeta Stephen y el Alfio deTony Curiel.

En los géneros de la llamada música popular, el tenor dominicano realizó también una brillante carrera y cosechó aplausos en el teatro, la radio, la televisión y en los centros nocturnos de Estados Unidos, Cuba, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Colombia y muchas otros países de América y Europa.

Desde 1960 y hasta mediados de los años setenta, se presentó por la televisión nacional en su programa El show de Napoleón Dihmes. En este programa, con su hermosa voz, interpretaba una gran variedad de géneros y estilos, desde delicados boleros hasta famosas arias de óperas.

Su voz quedó registrada en discos que alcanzaron gran fama en su momento y que hoy constituyen una prueba elocuente de las virtudes vocales del artista dominicano.

El 28 de febrero de 2006, el artista murió en la ciudad de Miami, en la Florida.

Tomado del libro Los 100 Músicos del Siglo. Elaborado por AGS para la editora Caña Brava en el año 2000


domingo, 10 de noviembre de 2019

FERNANDO GERALDES

Fernando Geraldes (1959)


El siglo XX dominicano. Los 100 Músicos del Siglo

Fernando Rafael Geraldes Siragusa nació el 10 de noviembre de 1959 en Santo Domingo, donde a muy corta edad comenzó sus estudios musicales al tomar clases de violín, piano y teoría. En 1977 se trasladó a Europa, donde tomó clases de dirección orquestal en prestigosos centros de enseñanza musical. En la Universidad de Trier fue alumno de Sergiu Celibidache, en el Conservatorio de Viena asistió a las clases del Maestro ruso Gennady Rozdesvensky, y en la Academia Chigiana, en Siena, fue alumno de Franco Ferrara. En 1985 el señor Geraldes obtuvo el diploma de Director de Orquesta en la Academia Superior de Música de Viena y, al año siguiente, en la academia de música de la misma ciudad, se graduó de Director Coral. Durante sus años de residencia en la ciudad austríaca se desempeñó como Director Musical de la Iglesia Saint Paul en 1985, y al año siguiente fue director del teatro Jura Seufer. En 1987 ocupó el cargo de asistente del director artístico de la Ópera de Cámara de Viena, con la cual realizó varias giras de conciertos por Austria y Alemania.

En 1989, al establecerse en París, Francia, fue pianista y director coral de la Iglesia St. Germain de Pres; profesor de música y director del coro del conservatorio de Monthery y miembro activo del Ensemble Vocal Michel Piquemal, con el cual grabó varios discos.

En 1989 el Maestro Geraldes representó a la República Dominicana en el Primer Curso de Directores de Orquestas Latinoamericanas, que auspició la Organización de Estados Americanos y que se realizó en Caracas, Venezuela. Durante el mismo año dirigió, con Promúsica, de Viena, el Requiem de Mozart y la Misa de Stravinsky.

En 1992 fue director asistente en el montaje de la ópera 1492, de Antonio Braga que se estrenó en el Teatro Nacional de Santo Domingo, en octubre de ese año. De 1993 a 1994, Fernando Geraldes fue director artístico del Coro Musici Europeae, de París.

En 1985 debutó con la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Dominicana, actuación que le valió el premio El Dorado en la categoría de revelación del año. En 1991 y 1992 volvió a presentarse al frente de la insitución como director invitado y en el año 1996 fue nombrado en el cargo de director asociado. Desde el año 1997 es profesor en el Conservatorio Nacional de Música y director de la orquesta de ese centro de estudios musicales.

El Maestro Geraldes dirigió como invitado varios conciertos con el Coro Nacional de la República Dominicana, institución en la cual fue nombrado director titular en el año 1998.

En México, Estados Unidos y Francia ha sido merecedor de varias condecoraciones, entre ellas la que recibió el 14 de julio de 1998 por sus servicios artísticos a la comunidad. En esa ocasión le fue otorgado en Francia el título de Ciudadano de Honor de la Ciudad de Montlhery.

En 1998 representó el papel de Gastón (tenor) en la ópera La Traviata, de Verdi, que se escenificó en el Teatro Nacional de Santo Domingo, bajo la dirección del Maestro Carlos Piantini.

Tomado del libro Los 100 Músicos del Siglo. Elaborado por AGS para la editora Caña Brava en el año 2000


sábado, 9 de noviembre de 2019

LAS DOCTRINAS QUE INCENDIAN A CHILE

De las palabras a las acciones

Sospecho, que estos ataques no vienen de la yihad, ni de los supremacistas blancos de Norteamérica, tampoco de los cristianos protestantes o de la iglesia católica. Esta es la obra, como ya escribí en otros artículos, de revolucionarios anticapitalistas, de sectas marxistas que pasaron a la lucha armada conscientes de que por la vía de las urnas, no les va a regresar el poder perdido, porque la mayoría no vota por ellos. 

Recién el día 8 de noviembre la Fiscalía Metropolitana de Chile confirmó que tenía bajo arresto a un sospechoso de haber participado el 18 de octubre en el incendio de la estación La Granja, en la Línea 4A del Metro de Santiago. Si esto no es lentitud en la aplicación de la Justicia, en un caso que por sus características se puede presumir que fue un ataque terrorista perpetrado por un comando integrado al menos por doce elementos, que venga Temis y lo vea. Debería aclararle a Temis además, que de estos ataques se produjeron 70 y que al menos 20 estaciones fueron incendiadas, por lo que sacando algunas cuentas hubo varios comandos implicados en los sabotajes y que participaron en ellos no menos de cien terroristas. 

Aunque para algunos que comentan el Twitter en el que la Fiscalía hizo el anuncio, esto es un tiempo récord. En Realidad, si se compara con otros atentados hay que anotar que a 18 años del 11 S, no hay un solo condenado por los atentados que cambiaron al mundo, aunque se conoce la filiación de los perpetradores y se anunció el inicio del juicio para 2021. 

Pero a pesar de todo se registran casos en los que sí hay detenidos, procesados y condenados, además de darse a conocer la filiación de los culpables, como por ejemplo, el caso del yihadista francés Salah Abdeslam -único terrorista sobreviviente del atentado a la sala Bataclán en París, donde murieron 131 civiles y 7 atacantes-, y su cómplice tunecino Sofiane Ayari quienes en 2018 fueron condenados a 20 años de prisión por tentativa de asesinato «de carácter terrorista» por un tiroteo con la Policía el 15 de marzo de 2016 en Bruselas. 


También durante años fue perseguido el terrorista Carlos El Chacal, quien en nombre del Frente Popular para la libración de Palestina (FPLD) comandó una serie de atentados que le dieron notoriedad; entre ellos, el secuestro de 42 rehenes en la sede de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y aunque por muchos años estuvo entre los más buscados, finalmente cumple cadena perpetua por asesinato premeditado, se conoce que su nombre de pila es Ilich Ramírez Sánchez, y que su filiación es marxista. 

Sospecho, que estos ataques perpetrados en Chile no vienen de la yihad, ni de los supremacistas blancos de Norteamérica, tampoco de los cristianos protestantes o de la iglesia católica. Esta es la obra, como ya escribí en otros artículos, de revolucionarios anticapitalistas, de sectas marxistas que pasaron a la lucha armada conscientes de que por la vía de las urnas, no les va a regresar el poder perdido, porque la mayoría no vota por ellos. 

Tengo la impresión de que las ideas, esas que Lula acaba de recordar que no se encierran, son las que mejor trazan el camino por el que han llegado a Chile los que la incendian. «Un fantasma recorre Europa: es el fantasma del comunismo», escribieron Carlos Marx y Federico Engels en el Manifiesto Comunista, que se publicó allá por el año 1848. Entonces era un fantasma del cual poco o nada podía conocerse; sin embargo, hoy, después de los resultados obtenidos al aplicar el modelo económico, político y social marxista en la Unión Soviética, los países de la Europa del Este, Corea, China, Viet Nam, Cuba, Venezuela, Nicaragua y de conocer los gobiernos de izquierda que se han paseado por toda América Latina, aquel fantasma ya ha tomado cuerpo y las palabras se han convertido más de una vez en acciones. 


Las convocatorias para luchar «por una América liberada[1]» del imperialismo yanqui y para abolir la propiedad privada, han provocado miserias palpables en las economías de los países que han comulgado con esas ideas. Las ideas de la rebelión, con el gran objetivo estratégico de destruir al imperialismo yanqui y «la creación de uno, dos, tres, muchos Viet Nam[2]» -una metáfora que incitaba a la creación de focos de conflictos armados por todo el mundo-, provocaron que tropas guerrilleras marxistas invadieran Panamá, Haití, República Dominicana, Venezuela, Bolivia, entre otros países de nuestro continente; y, de la convicción de que los soldados por el comunismo debían odiar de tal manera al enemigo capitalista que lo convirtieran en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar, nacieron abominables criminales, como los que incendian a Chile desde el 18 de octubre pasado. 

Entiendo que Sebastián Piñera haya sido tomado por sorpresa, un hombre que ha dedicado su vida a crear capitales no puede ni imaginar la capacidad de los anticapitalistas para destruirlos, y el profundo placer que sienten al hacerlo, sobre todo porque mientras incendian el país, llevan en su imaginación el fantasma de uno de los capitalista más ricos de Chile. 

Lo imperdonable es que ante los hechos consumados el presidente Constitucional de Chile se mantenga inerme, ofreciendo la otra mejilla. Es imperdonable también que los organismos encargados de velar por la seguridad ciudadana y por los intereses del Estado no pudieran prever ni ver nada de todo el gran trasiego que debió significar la organización de un ataque de tales magnitudes. 

Pero yo debo estar equivocado y eso me devuelve el sosiego, así que no insistiré en que está en marcha una rebelión revolucionaria y antiimperialista en Chile, no volveré a tocar el tema hasta que dentro de unos meses la realidad demuestre que mis juicios han estado equivocados, que no hubo una rebelión sino un estallido social, que los sectores de la izquierda no querían violentar el proceso democrático sacando del poder a Sebastián Piñera, que no querían crear una constitución marxista para abolir o al menos diezmar la propiedad privada, que no intentaban expandir los poderes de un Estado Socialista y perpetuar en el poder a los partidos anticapitalistas, no volveré a escribir más sobre el tema hasta que dentro de unos meses la realidad me confirme que las sectas marxistas no pretendían integrarse en un solo partido y que no intentaban crear las bases para una dictadura constitucional. En unos meses la realidad me dirá que estoy equivocado. 


[1] Castro, Fidel. 1971., «Primera Declaración de La Habana». En Cinco documentos. 124. La Habana: Instituto Cubano del Libro. 
[2] Guevara, Ernesto. 1971. «Mensaje a la Tricontinental». En Cinco documentos. 203. La Habana: Instituto Cubano del Libro.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

PIÑERA NO DIMENSIONA LO QUE SE LE VIENE ENCIMA


Este pudiera ser el fin de la democracia en Chile por largo tiempo, esta vez a manos de una dictadura marxista que jamás convocará un plebiscito. 

La revolución socialista está en marcha

Según la agencia EFE los daños sufridos por el Metro de Santiago 
superan los US$300 millones 
En entrevista para la BBC, Sebastián Piñera volvió a calificar de «estallido social» los sucesos que desde el pasado 18 de octubre han estremecido a la República de Chile y se extendió en su autocrítica, mostrando nuevamente su voluntad de distender la crisis; sin embargo, a estas alturas, el mandatario ya debía haberse dado cuenta de que los ataques coordinados a los que fue sometida la capital del país y otras importantes ciudades, es obra de brigadas expertas, ha sido el ataque coordinado de núcleos urbanos de acción y sabotaje que presumiblemente han dado los primeros golpes para arrasar con el sistema.

Ninguna propuesta, ni los ocho millones de chilenos que abandonaron la pobreza servirá de nada, ninguna autocrítica será suficiente para quienes buscan deponerlo y alcanzar el poder, ninguna concesión les hará aflojar el nudo a todos esos grupos de la izquierda más combativa que han proliferado en Chile y que sin dudas se han entrenado militar e ideológicamente convirtiéndose en soldados en los que «el odio intransigente al enemigo imperialista les convirtió en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar», como recomendaba Ernesto Guevara. No han sido juegos de niños las acciones terroristas que se han cometido en Chile y que inexplicablemente el presidente Sebastián Piñera culipandea al denunciarlos y presentar a los culpables de haber incendiado 78 estaciones del Metro de la capital chilena, provocando pérdidas calculadas enUS$300 millones.

Ya desde la oposición lo han criticado, Heraldo Muñoz, presidente del Partido por la Democracia (PPD), habló de la necesidad de una nueva Constitución; y Ximena Rincón, senadora por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) entiende que el presidente debe seguir escuchando, pero estoy seguro que pocos mencionarán que faltó inteligencia para detectar a tiempo a los saboteadores y evitar sus acciones, o que, aun cuando les fue imposible prevenir los actos de terrorismo, las fuerzas represivas debieron detenerlos con rapidez y ponerlos a disposición de la justicia, procesarlos con la celeridad que ameritan actos criminales como estos y a estas alturas tener pruebas contra los culpables y así evitar el bochornoso espectáculo de un presidente constitucional, recién elegido por la mayoría de los chilenos haciéndose cargo de unas culpas que no le pertenecen.

Este pudiera ser el fin de la democracia en Chile por largo tiempo, esta vez a manos de una dictadura marxista que jamás convocará un plebiscito y que por el contrario buscará confeccionar una Constitución en la que pueda perpetuarse en el poder y establecer la «democracia de partido único».

Hotel incendiado en Chile durante las protestas de octubre
Al presidente de Chile, Sebastián Piñera, no le van a dar tregua los revolucionarios y si no es capaz de utilizar el poder que aún le quede para someter a la obediencia a los terroristas y a todos los grupos de acción y sabotaje que sí le declararon la guerra, Sebastián Piñera, el presidente constitucional de Chile será echado de la Moneda y los nuevos inquilinos llevarán hasta sus últimas consecuencias la revolución socialista que ya está en marcha y borrarán el ejemplo de lo que fuera hasta hace unas semanas una de las economías más prósperas de América Latina. Ojalá que me equivoque.

domingo, 3 de noviembre de 2019

NIEGAN APOYO MATERIAL DE CUBA A LAS REVUELTAS EN AL.


La negación como norma de la dictadura

La negación ha sido la norma de las dictaduras marxistas desde Lenin hasta el sol de hoy, y para no hacer este cuento muy largo solamente recordaré algunas de ellas, sobre todo las negaciones que poco tiempo después fueron verdades palpables.

Dan Restrepo, exasesor del presidente Barack Obama, publicó el pasado 27 de octubre en el portal de CNN en Español un artículo bajo el título: «Los gigantes amenazando nuestras democracias son otros», en el que, refiriéndose al castro-chavismo, afirma: «No son gigantes. Ni son la razón detrás de toda la tensión que existe en las Américas hoy, aún si quieren que les consideremos así». 

Por otra parte, Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de la dictadura cubana, según el portal Cibercuba afirmó que su gobierno no tiene «otra participación o involucramiento en las protestas en América Latina que la que emane del ejemplo de la Revolución Cubana». 

Hoy, aquí y ahora, las izquierdas o sectas marxistas están viviendo un renacer inusitado, estamos ahora tan expuestos a las revoluciones marxistas-anticapitalistas como en la década de los 60´s del pasado siglo XX y es que «el faro y guía» que se encendió en Cuba desde hace más de seis décadas, no deja de alumbrar y deslumbrar. Y allá, por estos días, acaba de realizarse una reunión a ojos vista con el objetivo de combatir fundamentalmente al «imperialismo yanqui», de hecho ha llevado por título: Encuentro Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y Contra el Neoliberalismo en el que participaron más de mil doscientos delegados de 95 países. 

Quien esté ávido de discursos contra el «imperialismo yanqui» y contra las políticas liberales y en favor de la «democracia» del partido único, aquí tiene hojaldre mientras saliva tenga, y entre tantos discursos que convocan nueva vez a la solidaridad internacionalista para luchar de manera frontal y violenta contra el capitalismo, personificado en el «imperialismo yanqui», no faltan las afirmaciones de que nada tiene que ver el castro-chavismo con la insurrección de Chile, marcada con fuego por sabotajes coordinados propios de guerrillas urbanas como las entrenadas durante años en el Peti 1, en la Sierra del Rosario, en la provincia de Pinar del Río, y en el Punto Cero, situado en Guanabo, ambos en Cuba. 

La negación ha sido la norma de las dictaduras marxistas desde Lenin hasta el sol de hoy, y para no hacer este cuento muy largo solamente recordaré algunas de ellas, sobre todo las negaciones que poco tiempo después fueron verdades palpables. Es harto conocida y aceptada la gran negación que hizo Fidel Castro de su filiación marxista desde 1959 hasta abril de 1961, una gran mentira que él justificó diciendo que si se hubiera declarado comunista antes de tener todo el poder en sus manos no lo hubieran aceptado, una suculenta felonía contra la democracia que hoy forma parte de las justificaciones teóricas que dan las izquierdas o sectas marxistas al trágico hecho. 

La VII Reunión de Cancilleres de la OEA reunida en San José de Costa Rica en agosto de 1960 condenó las presuntas relaciones de Castro con la URSS, a lo que Raúl Roa García, entonces canciller de Fidel Castro, allí mismo respondió virando la tortilla y condenando al «imperialismo yanqui» por sus intervenciones en el continente. 

Después de esta negación, al mes siguiente Castro, ante una multitud en la Plaza de la Revolución, agradeció de todo corazón los cohetes soviéticos, mismos que años después colocarían al mundo al borde de una catástrofe nuclear de magnitudes insospechadas. 

Cuando Castro fue acusado de participar con sus ejércitos y guerrillas por medio mundo lo negó una y mil veces, hasta que los hechos lo superaron y entonces, cuando le convino hablar no solamente reconoció su participación, sino que, con el ego irritado, y con esa vanidad que convierte a todos estos personajes en seres orgullosos de sus felonías, proclamó ante el mundo no tan solo su participación, sino el derecho a combatir el capitalismo, en nombre de los pobres de este mundo,  donde quiera que esté. 

Pero más contundente aún, cuando se juzgaba al General Arnaldo Ochoa, quien comandó las tropas castristas en África y a quien se le habían reconocido hazañas militares en aquella región, Castro tuvo la pasta de asegurar que durante la guerra de Angola él, desde La Habana, había sido el jefe de aquellas tropas y que dejó de gobernar a Cuba para ocuparse por completo a ganar aquellas batallas, se hacía responsable no solo de la teoría, sino también de la práctica en el terreno, desestimando, de paso, las hazañas de Arnaldo Ochoa, su Capitán de Mil Batallas. 

En esta larga lista de negaciones están las acciones de espionaje por todo el mundo en favor de las dictaduras marxistas y contra del capitalismo y las democracias liberales, está el entrenamiento en Cuba de miles de jóvenes en tácticas y estrategias militares y en la lucha clandestina en las ciudades. A todas estas acusaciones siempre la dictadura ha respondido con la negación, a pesar de que cientos de esos jóvenes, quienes participaron en acciones subversivas por medio mundo, hayan disentido de esas ideologías y de esos métodos y sus testimonios sean públicos. 

Todavía niegan algunos sectarios marxistas los testimonios de sobrevivientes de esas aventuras; entre ellos, los que vierten Dariel Alarcón Ramírez, el «Benigno» de la guerrilla de Guevara en Bolivia, en sus «Memorias de un soldado cubano»; Jorge Masetti en «El furor y el delirio. Itinerario de un hijo de la Revolución cubana»; Melvin Mañon en «Operación Estrella»; Manuel Matos Moquete en «Caamaño: «La última esperanza armada»; y los que se pueden interpretar del propio «Diario del Che en Bolivia». 

Entonces, no es muy difícil comprender que la participación de todos los «revolucionarios» en la demolición de la democracia liberal en Chile es un deber y así probablemente fueron convocados a la magna tarea de incendiar las estaciones del metro, los hoteles, los supermercados, violentar las calles y destruirlas. La lucha clandestina en las ciudades es una materia muy bien aprendida por los «revolucionarios» militantes y un deber, al que les da derecho una ideología que por ahora ha sido incapaz de crear riquezas y que por estos días estuvo reunida en La Habana, una vez más, destapando los calderos y propagando los efluvios de la «intransigencia revolucionaria» que se sintetizan en una consigna: «socialismo o muerte», aunque en primera plana nieguen su decisión de matar y destruir hasta alcanzar el poder vitalicio.

Artículos y vídeos relacionados:

Chile se confunde mientras Santiago es arrasado por una arribazón de la izquierda
HsC-1: Chile se confunde (Lo que me faltó por decir)
HcS-2: Para que la democracia no avance en América
HcS-4: Los sabotajes en Santiago de Chile y la Primera Declaración de La Habana.

sábado, 2 de noviembre de 2019

HcS-4: LOS SABOTAJES EN SANTIAGO DE CHILE Y LA PRIMERA DECLARACIÓN DE LA HABANA


Un millón de chilenos protestó en Santiago
En este vídeo comento la relación que existe entre los sabotajes perpetrados en Santiago de Chile y la Primera Declaración de La Habana. Recuerdo que la Declaración de La Habana fue la respuesta de Fidel Castro a la Declaración de San José de Costa Rica, donde la Organización de Estados Americanos (OEA) le hizo un llamado de atención a causa de las relaciones de este con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la presunta intervención de esa potencia extranjera en el continente Americano.

Recuerdo los contenidos de las dos Declaraciones, y de cómo la primera sentó las bases ideológicas y prácticas para lo que sería la dictadura castrista y de cómo esta actuaría para combatir al capitalismo donde quiera que este apareciera.

El modo en el que han operado las brigadas de sabotaje en Chile durante el mes de octubre de 2019, me hacen sospechar que sus integrantes calzan los postulados ideológicos y utilizan las tácticas y las estrategias establecidas por Fidel Castro desde 1960 para combatir al capitalismo donde quiera que aparezca, y que esta lucha se ha recargado con fuerza a través del Foro de Sao Paulo, que ha venido posicionándose ideológicamente por todo el continente.

En el próximo vídeo recordaré la Tricontinental, qué fue y qué significado tuvo, y cómo a través de esta «marca» Fidel Castro aceleró por el método de la lucha armada el expansionismo comunista en Asia, Africa y América Latina utilizando la consigna formulada por Guevara: «Crear dos, tres, muchos Viet Nam». Recordaré cómo la Tricontinental sirvió de plataforma para reclutar jóvenes, entrenarlos militar e ideológicamente en Cuba y enviarlos a morir en guerrillas que fueron aniquiladas en todas partes. Recordaré la plataforma que significó para aquellos jóvenes el «Mensaje del Che a la Tricontinental», donde entre otras cosas advierte que aquellos guerrilleros «debían ser una máquina de matar». La Tricontinental fue en los 60´s, lo que el Foro de Sao Paulo a partir de la caída del Muro de Berlín.