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(1 de 3) Tientos y diferencias de La Guantanamera compuesta por Julián Orbón

Política cultural de la revolución cubana de 1959

La Sinfonía Nº 3 en mi Bemol, que Ludwig van Beethoven comenzó a escribir en 1803 y que hoy conocemos como La Heroica, lleva por título en el manuscrito original: Sinfonía heroica: Bonaparte (1804). Napoleón era entonces el héroe de Beethoven y, según su amigo Ritter Seyfried citado por Romain Rolland, el músico “deseaba para Francia el sufragio universal y esperaba que Bonaparte lo estableciese, echando así las bases de la felicidad del género humano”. Pero Napoleón se coronó emperador en 1804 y encendió la furia de Beethoven, quien tachó el título original y escribió entonces en la partitura: “Sinfonía heroica… a la memoria de un gran hombre”. 1

En esta anécdota se descubre el influjo que el medio puede ejercer sobre el artista y la obra de arte y cómo las revoluciones son traicionadas por sus propios héroes. La revolución cubana de 1959 no fue menos. Así, una canción, con reminiscencias de romance y pasacalle, en la que se cruzan la guajira, el bolero y el son, trocó, por las condiciones sociopolíticas del medio, a su autor.

La tonada que popularizó Joseíto Fernández.

La pieza Guajira guantanamera alcanzó notoriedad por primera vez en la década del 30 del siglo veinte. Según escribe Cristóbal Díaz Ayala, Joseíto Fernández (La Habana, 5/9/1908–11/10/1979),

…en diversas entrevistas, ha situado el origen de este número […] desde 1928 hasta 1934. Tal y como se usó en la radio, primero en Radio Lavín y después en el programa llamado Sucesos del día, la Guajira guantanamera, […] se usó para ambientar programas radiales; en su última versión, Joseíto Fernández y otra cantante, La Calandria (Nela Cruz) (N. del A.), cantaban –con la música de la Guajira guantanamera- décimas en que comentaban un suceso, generalmente trágico, de sangre. En Lavín el programa había comenzado a fines de los ’30, pero en la CMQ, se inició en 1941. Ya antes Joseíto Fernández, con su orquesta danzonera, había grabado la Guajira guantanamera para la RCA Victor en 1940. 2

Otros datos biográficos de Joseíto Fernández según Helio Orovio.
Cantó con tríos, sextetos y orquestas típicas. En la etapa de auge del danzonete, […], cantó primero acompañado por la orquesta Raimundo Pía y Rivero, después al frente de su propia agrupación danzonera. […] Compuso, además, varios boleros y guarachas. 3

La guajira y el son: Especies de la música popular cubana.
La palabra guajiro o guajira se utilizó durante el siglo XVI para referirse a los aborígenes esclavizados que llevaron los españoles a Cuba procedentes de la Península de la Guajira, hoy territorio colombiano, y luego se utilizó como sinónimo de campesino.

La guajira, como especie de la música popular cubana, se caracteriza por tener un metro ritmo ternario, en el que se alternan el 6/8 y 3/4, con una primera parte en modo menor y la segunda en mayor, sus temas se refieren de manera idílica a la campiña cubana. “[…] esta especie se sitúa a medio camino entre los complejos del punto y la canción, aunque su inclusión en este último es más apropiada debido a la predominante función cantable […]”. 4

El son montuno, se escribe en compás de 2/4, se cantan cuartetas que alternan con un estribillo y el diseño rítmico se caracteriza por el bajo anticipado, cuatro semicorcheas en cada tiempo en los bongoes, las maracas y la guitarra, y la clave xilofónica haciendo el figurado conocido como clave cubana. Su función es el canto y el baile.

La tonada Guajira guantanamera, es un cruce entre ambas especies. Tiene de la guajira el tema, que en ocasiones es bucólico, dicho en décimas y su función es el canto, que por su relación con el punto es de carácter improvisatorio. Del son tiene el compás binario, y como es de 4/4 y no 2/4 como en el son montuno, las cuatro semicorcheas que tocan guitarras, maracas y bongó en cada tiempo se convierten en dos corcheas. Además, esas corcheas, en las guitarras o el piano, imitan el punteado del punto guajiro.

En la tonada popularizada por Fernández se utilizan las décimas improvisadas, en controversia con otro poeta o describiendo alguna situación por lo que la melodía, aunque sigue ciertos parámetros fijos, el poeta tiene la libertad de variarla. No existe una melodía definitiva. Y el estribillo, que en el son se alterna con las cuartetas, Fernández unas veces lo canta en la introducción y la coda, otras solamente al final.

La Guantanamera que escuchó Alejo Carpentier.
En 1945 Carpentier terminó en Caracas uno de los libros más emblemáticos de la musicología cubana, en el que describe la pieza asumiendo que es de autor anónimo, y que la melodía se relaciona con un romance español conocido. Lamentablemente, en esta obra Carpentier no da muchas explicaciones ni aporta suficientes documentos que prueben lo dicho:

…hace poco, una estación de radio […] obtuvo un gran éxito […] con una canción de buen corte campesino, titulada La Guantanamera, que había sido traída a la capital por auténticos <>. Sobre su melodía se narraban, a manera de aleluyas, los últimos sucesos de actualidad. Pues bien: la que correspondía a los dos primeros incisos de La Guantanamera no era otra que la del viejísimo romance de Gerineldo, en su versión extremeña. 5

Documentación fonográfica de la tonada que popularizó Fernández.
Se conservan grabaciones de la tonada que constituyen excepcionales documentos para la investigación y el disfrute; entre ellas, algunas bajo el título de Guajira guantanamera, reeditada en “Homenaje Póstumo a Joseíto Fernández. Creador de la Guantanamera”. (Lp Egrem PRD 060), y en “Guajiras De Cuba - Cantan: Ramón Veloz y Joseíto Fernández”. CD (Kubaney 265); y otras, que toman el título de acuerdo al tema de las décimas.

Según Cristóbal Díaz Ayala, los primeros registros de la tonada aparecieron bajo el título de A mi madre y Mi biografía, grabados para la Victor en 1940 y aunque ambos datan del 12 de septiembre de 1940 fue A mi madre el primero en publicarse. La EGREM reeditó la tonada en 1973 con el título Cuento mi vida en “Guajira guantanamera. Joseíto Fernández”. (Lp Guamá 2010); y a finales de la década del 70 apareció como Así es el arte, en el mencionado Lp., “Homenaje póstumo”. También en 1945 Joseíto grabó la tonada con el título La amistad, y al año siguiente fue El canto de mi sinsonte. Estos dos últimos registros fueron reeditados en 1998 en el CD “Paulina Álvarez y Joseíto Fernández: La Dama y El Caballero”. (Cubanacán 1709)

Uno de los fonogramas que más llama la atención es el que apareció bajo el título de Guantanamera en el disco “Benny Moré en vivo” (Lp Fotón 037) editado en México probablemente a fines de la década del 70, reeditado en el mencionado “Homenaje póstumo” a principio de los 80s, y en “El gran Benny Moré a dúo con”. (Mojito Records CD-12022) en 1997. En este registro Benny Moré y Joseíto Fernández improvisan sobre la tonada. Cristóbal Díaz Ayala escribe al respecto en su obra citada: “es una controversia […] tomada del programa ‘Casino de la Alegría’ de junio 17, 1959. Según deduce la investigadora Adriana Orejuela por la crónica de Aquiles Heel en el diario Revolución de junio 20, 1959”.

Documentación de la tonada en partituras.
Esta música se trasmite de manera oral y se toca de oído, por lo que no es necesario escribir arreglos ni partituras, a consecuencia de esto se hace casi imposible encontrar un documento escrito de la tonada, por eso será utilizada la transcripción de la grabación de junio de 1959, una partitura hecha para los fines de este artículo 6. Es imperioso anotar, que cualquier transcripción de estas tonadas corre el riesgo de ser inexacta, puesto que los poetas hacen tantas piruetas que la notación musical a veces es insuficiente. Para estos casos frecuentemente se utilizan algunos símbolos y convenciones, pero eso no aportaría mucho más a la investigación, lo transcrito se acerca lo suficiente a la interpretación como para hacer un justo análisis musical.

Divertimento orboniano.
A finales de la década del 40 la tonada estaba prácticamente olvidada, pero el Maestro Julián Orbón (España 1925 - Estados Unidos 1991), músico radicado en La Habana, pianista, compositor e intelectual de enorme importancia en la vida cultural cubana de la época, fundador del Grupo Renovación Musical (1942-1948) y estrechamente ligado al Grupo Orígenes, cantaba entre amigos, según los testimonios, los versos de José Martí “con música” de La Guantanamera.

Así lo afirma en 1957 Cintio Vitier (1921- ): Experiencia inolvidable, verdadera iluminación poética, la de oír a Julián Orbón cantar con la música de La Guantanamera, esas estrofas [de los Versos Sencillos] donde Martí alcanza, en su propio centro, las esencias del pueblo eterno.7

En 2001 Vitier declara a la revista Clave que las reuniones en casa de Orbón terminaban “con un gran coro loco cantando La Guantanamera […] Una noche […] él nos dijo que había descubierto cómo se podían cantar los versos de La Guantanamera, y aquella noche la tocó por primera vez en Cuba”. 8

Pero quizás Orbón no sentía gran orgullo por su Guantanamera como obra, porque sus referencias a esta pieza la describen como el resultado en un experimento, en el que unió el texto de Martí con la tonada popularizada por Fernández, y entendiendo que no se ajustaban de la mejor manera decidió utilizar otra música.

He cantado el poema que trato (Para Aragón, en España), con la tonada de la Guantanamera; claro que la fusión es enorme; sin embargo, un día percibí que algo faltaba, la música no acababa de identificarse con los versos; sí se producía ese extraño y gozoso coincidir que –al unir la tonada americana con lo remoto del verso- también ocurre si cantamos con la misma Guantanamera cualquier romance, Fontefrida, el Conde Arnaldos, etc.; de cualquier manera, algo estaba ausente. Canté entonces los versos con la melodía de una jota de Teruel: la fusión fue absoluta. 9

Héctor Angulo y Pete Seeger.
En 1961, las décimas improvisadas sobre la tonada de Guajira guantanamera, no estaban de moda; sin embargo, el joven músico cubano Héctor Angulo (Santa Clara 3/9/1932), quien estudiaba entonces en los Estados Unidos e impartía clases de música, le cantaba a sus estudiantes los versos de José Martí como se los había escuchado a su ex profesor Julián Orbón. Según el folklorista norteamericano Pete Seeger, tuvo noticias de la pieza a través de los estudiantes que tomaban clases con Angulo y que fue del propio Héctor de quien aprendió a cantarla.

El 8 de junio de 1963, el folklorista la interpretaba públicamente en un concierto que fue grabado en vivo en el Carnigie Hall de New York. “Creo que fue una bendición ese descubrimiento”, dice Pete Seeger, “llevé la Guantanamera a más de 35 países”.10 En principio la pieza integró el álbum “We Shall Overcome”, que salió al mercado unos meses después, y a partir de entonces esta nueva Guantanamera 11 comenzó a integrar el repertorio de los más populares artistas y fue cantada en todo el mundo bajo el caprichoso copyright: Martí-Angulo-Seeger.

La Guantanamera de Espígul.
Sucedió que con el tiempo y el uso el título de Guajira guantanamera se redujo a La Guantanamera, o Guantanamera lo cual ha provocado otros entuertos y algunos autores han tronado diciendo que la Guantanamera no está registrada a nombre de Joseíto Fernández sino de Ramón Espígul, quien cobró durante años los derechos que la Peer International le pagaba.

Lo que sucede, según documenta Cristóbal Díaz Ayala, es que Espígul, afamado actor de los bufos cubanos durante los primeros años del siglo XX, ciertamente compuso una pieza titulada La Guantanamera, pero ésta no tiene nada que ver en melodía, armonía o texto con Guajira guantanamera, sino que es un son con diálogos que grabó María Gómez con el acompañamiento del Sexteto Estrellas Habaneras, en New York el 14 de enero de 1930 para el sello Victor. (Matriz BVE 58381, fonograma 78” V30054)

Más datos biográficos de Julián Orbón según Encarta 2005.
Julián Orbón (1925-1991), destacó como uno de los autores más relevantes de su generación. Nació en Avilés (Principado de Asturias) el 7 de agosto de 1925 y, tras realizar sus primeros estudios de música en el Conservatorio de Oviedo (1930-1934), se trasladó a La Habana, donde estudió con José Ardévol; en 1946 continuó su formación con Aaron Copland en Estados Unidos. […] fue director del Conservatorio Orbón de La Habana (1946-1960) y profesor de composición en el Conservatorio Nacional de Música de México (1960-1963) y en la Universidad de Washington (1964-1965). Tras afincarse en Nueva York, impartió clases en el Lenox Collage y en el Barnard Collage.

Su música refleja diversas influencias, desde Manuel de Falla o Heitor Villa-Lobos hasta ritmos y melodías afrocubanas. En una primera etapa compuso según la tendencia neoclásica, aunque a partir de 1950 recogió las nuevas técnicas compositivas occidentales. También el mundo literario le sirvió como estímulo en gran número de composiciones. De sus obras destacan: Homenaje sobre la tumba del padre Soler (1942), Pregón (1943), Danzas sinfónicas (1955-1956) para orquesta, Crucifixus (1953) para coro y numerosas obras de cámara e instrumentales, como la Toccata (1942) para piano.

Los derechos de Joseíto Fernández.
Según Migdalia Fernández,

“…cuando Pete Seeger popularizó la Guantanamera […] se la consideraba como una melodía […] de dominio público. Sin embargo, mi papá tenía la propiedad autoral desde 1929 [...] Él autorizó al Estado Cubano para que a través de la EGREM, (Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales) (N. del A.) lo representara en el litigio internacional que se suscitó por el reconocimiento autoral y así recuperar para el patrimonio nacional esta melodía”. 12

A consecuencia de esto u otras acciones la partitura editada en 1965 por Fall River Music, Inc., apareció con el no menos antojadizo copyright: “Letra y música original de Joseíto Fernández. Adaptación musical: Pete Seeger. Adaptación del texto: Héctor Angulo, basado en un poema de José Martí”. En realidad, lo que Joseíto Fernández tenía registrado era el título de Guajira guantanamera, y la letra y música de los ocho compases del estribillo en el que se canta únicamente: Guantanamera, guajira guantanamera, algo que además nunca interpretó de manera idéntica.

La melodía de la tonada era imposible registrarla puesto que es un material que se improvisa en cada interpretación, de tal modo que es a esa letra y música del estribillo al que se refiere el copyright dado por Fall River Music, Inc., a Joseíto Fernández y no a la melodía con la que se canta el texto martiano.

Independientemente de los dictámenes que hubieran podido dar los juristas respecto a los derechos, las autoridades revolucionarias –el Estado Cubano- adoptaron la canción que llegaba de allende los mares como una de sus más emblemáticas consignas, y además de la resonancia que tuvo en todos los medios de la isla, se le rindieron a Joseíto Fernández múltiples homenajes; entre otros, en 1978 recibió del entonces Ministro de Cultura un Diploma de Honor por su labor artística y contribución al enriquecimiento de la identidad nacional por la creación de Guajira guantanamera. Refiriéndose a la canción popularizada por Pete Seeger, la que contiene los versos de José Martí, y no a la “tonada” que Joseíto Fernández popularizó en “Los sucesos del Día”.

La repetición del error.
Desde entonces, se ha repetido acríticamente que la pieza popularizada por Pete Seeger con el título de Guantanamera y cantada en todo el mundo es de la autoría de Joseíto Fernández con la adaptación del texto martiano por Orbón. Esto no es cierto, la pieza en cuestión es de la autoría total de Julián Orbón, es una obra totalmente nueva, una obra inexistente antes de que el genio de Julián la plasmara, y los elementos que la constituyen sobrepasan la simple musicalización de versos.

La estructura, la melodía y el texto se organizan en esta pieza de un modo completamente nuevo, y los elementos que utiliza de la tonada son sometidos a niveles de elaboración tales que se convierten en componentes nuevos, con nuevas funciones, otorgándole a la pieza por tanto una nueva función. La Guantanamera de Orbón es una canción escrita, y no una tonada improvisada. Orbón no acomodó los versos martianos a la tonada de Fernández, Orbón creó una melodía completamente nueva para cantar las cuartetas del Apóstol cubano.

Si bien es cierto que Julián Orbón experimentó alguna vez con la melodía de la tonada popularizada por Fernández para cantar versos de José Martí, como lo escribe en su artículo de 1971 en “Exilio”, la melodía que popularizó Pete Seeger no es la misma de la tonada, como lo demuestra la comparación verso a verso entre ambas. 13 Es obvio que, por la fecha del artículo, Orbón estaba al tanto de la popularidad que la “Guantanamera” había alcanzado en la voz de Pete Seeger y muchos otros intérpretes -como pieza y no como resultado de un experimento-; sin embargo, nada nos revela directamente acerca de ella.

1 Romain Rolland, Vida de Beethoven. (La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1970) 26.
2 Cristóbal Díaz Ayala, Enciclopedia Discográfica de la Música Cubana 1925-1960.
http://gislab.fiu.edu/smc/SECCION02EF.pdf. (Ficha 910) p. 709.
3 Helio Orovio, Diccionario de la música cubana, biográfico y técnico (La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1992) 170.
4 Zoila Gómez y Victoria Eli, Música latinoamericana y caribeña. (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1995) 280.
5 Alejo Carpentier, La música en Cuba. (La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1979) 30, 31.
6 Ver ejemplo 1 al final de este artículo.
7 Cintio Vitier, Lo cubano en la poesía. (La Habana: Instituto del libro, 1970) 251 (2ª edición)
8 Gina Picart Baluja, Julián Orbón, la música inocente. (La Habana: Revista Clave, Año 3 Número 1, 2001) 46.
9 Julián Orbón, José Martí: poesía y realidad. Revista Exilio Nos. 16- 17, New York, invierno-primavera de 1971. Tomado de: En la esencia de los estilos y otros ensayos. (España: Editorial Colibrí, 2000) 119.
10 Leonardo Depestre Catony, Homenaje a la música popular cubana. (Santiago de Cuba: Editorial Oriente, 1989) 30.
11 En “Pete Seeger’s Greatest Hits”. © 2001 Sony Music Entertaiment Inc. CD-5060362000
12 Depestre 34.
13 Sería necesario localizar la mencionada jota de Teruel para documentar lo escrito por Orbón, y determinar si es con esa melodía con la que se canta la Guantanamera popularizada por Seeger, mientras tanto seguiré adelante con la tesis de que Orbón terminó por crear una melodía.

(Ejemplo 1)
Música y texto de las dos primeras décimas de la tonada según la improvisación de Benny Moré y Joseíto Fernández registrada en junio de 1959.

1 comentario:

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