lunes, 16 de enero de 2017

OTROS TIENTOS SOBRE LA GUANTANAMERA

La forma empleada se caracteriza por su regularidad y simetría, estructura esta que es común en diversas expresiones del cancionero tradicional, como en las más regulares de las formas clásicas en la música académica, por lo que tienen una larguísima permanencia en el conocimiento intuitivo del público. 


Julián Orbón (1925-1991)
La pieza musical titulada Guantanamera1, compuesta por el músico astur-cubano Julián Orbón (1925-1991), ha permanecido en el gusto de disímiles generaciones y culturas durante más de medio siglo, convirtiéndose en un verdadero clásico de la música cubana ¿Pero cuáles son las causas de tan larga permanencia en los repertorios?, ¿por qué emociona a los más diversos públicos?
La razón de una forma y unos contenidos
Desde Cicerón hasta nuestros días, la relación entre los sentidos y la razón ha constituido un tema de extensos debates. Al gusto, para el que aparentemente no es necesaria ninguna preparación racional -le bastan los sentidos-  y se le admite como una “capacidad natural que permite al sujeto apreciar las obras de arte” (Rodríguez 2010: p.37), constituyendo así una alternativa en el proceso de cognición.
La melodía de la canción Guantanamera, se conoce desde finales de la década del 40 del s. XX2, y está estructurada por una frase que consta de dos segmentos o incisos, cada uno de tres secciones, cada sección tiene dos compases, ocho sonidos en cada sección, con cada sonido se entona una sílaba de las cuartetas octosílabas de los Versos Sencillos de José Martí3 y esta frase se alterna4 con un estribillo. Se repite, esta estructura, pero cada vez con un poema diferente, y esta inclusión de nuevos textos inducen a nuevas ideas en el oyente. Esto provoca la sensación de que escuchamos un período musical, es decir, una idea mucho más larga de lo que es en realidad5, porque en cada repetición reconocemos nuevos contenidos en el texto. Por otra parte, esta canción se basa en una estructura ampliamente conocida y utilizada tanto por la música académica como por la de transmisión oral: la primera sección es un segmento de apertura y la segunda contiene la ascensión climática, el clímax y la resolución, lo cual se corresponde con una sentencia.

Como la canción está inspirada en un género de la música campesina cubana, que se improvisa empleando para ello las décimas, y los versos de José Martí (1853-1895) siguen la estructura poética de las cuartetas, Julián Orbón, el compositor, debió repetir los dos primeros versos y adicionar a estos el estribillo de la tonada original que popularizó Fernández, así las cuartetas quedaron convertidas en décimas.
Inteligibilidad de la sintaxis
La pieza en cuestión utiliza una forma musical que la ha hecho inteligible a través de la intuición -tanto para el público príncipe6, como para los muy disimiles que la han escuchado a través del tiempo y en contextos culturales diferentes. La forma empleada se caracteriza por su regularidad y simetría, estructura esta que es común en diversas expresiones del cancionero tradicional, como en las más regulares de las formas clásicas en la música académica, por lo que tienen una larguísima permanencia en el conocimiento intuitivo del público. Así, Orbón sintetiza los signos reconocibles y los muestra recreados en un nuevo discurso, induciendo la recuperación de los saberes acumulados en el inconsciente del público.
Julián Orbón, un compositor académico, utiliza una estructura que aparece en innumerables obras y coloca sobre ella unos contenidos de muy diversos orígenes: el romance -que habita en la tonada que da origen a la pieza-, los poemas martianos que anuncian el modernismo en las letras hispanoamericanas, y otros dos géneros de la música popular cubana: el bolero y el son. El primero, reconocible en algunos patrones rítmicos; y el segundo, en el estribillo y el bajo ostinato y con todos estos elementos reconocibles por el inconsciente del oyente, el compositor crea una obra completamente nueva.
Pero nada de esto se debe conocer para admitir que esta canción ocupa un espacio natural en el gusto del oyente o perceptor, dicho en otras palabras no hay que racionalizar sus contenidos ni sus formas; y es así, porque la música impresiona los sentidos mucho más que cualquier otra entre las artes. La música, “hace referencia a aquellos aspectos instintivos, a-lógicos, pre-racionales y pre-lingüísticos de la naturaleza humana” (Fubini 2008).
El gusto no es criterio, pero…
El gusto es una consecuencia del conocimiento empírico, por tanto es modelado por la cultura intuitiva, y el criterio es la parte del conocimiento que se forja a través de la aprehensión de las esencias y la conceptualización de los fenómenos; y aunque ambos, gusto y criterio, parten de las impresiones que sufren los sentidos ante los fenómenos a los que estos se exponen, cada uno pertenece a un estadio diferente del conocimiento.
Para Hume, por ejemplo, es natural que busquemos una norma del gusto, una regla con la cual se puedan conciliar “los diversos sentimientos de los hombres o, al menos, una decisión que confirme un sentimiento y condene otro” (HUME 1989: p.42). Sin embargo, esto no ha sido posible porque en la medida que aprehendemos el objeto, en la medida que la razón consigue encuadrarlo en sus sentencias y normas, el espíritu continúa creando nuevos ideales; en la medida que la razón pretende atrapar el ideal, este, indomable, se sigue separando de ella en una relación dialéctica, en una contradicción de contrarios que se resuelve con el nacimiento de algo nuevo. Ese algo al que me refiero ahora es la re-creación que ha sufrido la obra al ser inteligida y disfrutada por los oyentes a través del tiempo.
En conclusión, el uso en Guantanamera de elementos de tan disímiles lenguajes, creando yuxtaposiciones “que parecen una unidad indivisible” (ZAMPRONHA 2016: p.10), es una de las causas por las que esta pieza, en apariencia sencilla, se ha diseminado por las más diversas regiones del planeta y ha sido recibida y reconocida por culturas supuestamente ajenas a la que le dio origen. De tal modo que, la canción a la que me he referido, conserva, luego de más de medio siglo circulando por los oídos del público, su frescura original y adiciona, a los valores musicales, poéticos y funcionales que tuvo en su origen, valores históricos e identitarios de toda una región: Hispanoamérica.
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Notas
1 Guantanamera, es una canción de Julián Orbón sobre motivos de una tonada popularizada en Cuba por Joseito Fernández. Cfr. (Gómez 2006)
2 Hasta donde se ha podido documentar, la pieza se transmitió de manera oral hasta 1963.
3 Cfr. Martí 2009
4 Se alterna o completa, porque el estribillo se conecta de tal forma con la frase que en un análisis más ajustado el estribillo pudiera considerarse como resolución de la frase.
5 Aquí habría que extender un razonamiento en cuanto a la relación entre música y texto, pero no es el objeto de este artículo.
6 Me refiero aquí al público para el cual estuvo creada la pieza y la disfrutó en su estreno.
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FUBINI, Enrico (2008). Estética de la música, La balsa de la Medusa, Madrid. Recuperado el 24 de mayo en: https://clasesparticularesenlima.files.wordpress.com/2015/05/fubini-e-estc3a9tica-de-la-mc3basica-madrid-la-balsa-d.pdf

Gómez Sotolongo, Antonio: (2006). «Tientos y diferencias de la Guantanamera compuesta por Julián Orbón. Política Cultural de la Revolución Cubana de 1959». Cuadernos de Música, Artes Visuales y Artes Escénicas, Bogotá, D.C. (Colombia), 2 (2), pp. 146-175.

HUME, David (1989) Sobre la norma del gusto, en La norma del gusto y otros ensayos, Península, Barcelona. Recuperado el 24 de mayo de 2016 en: http://www.ugr.es/~zink/pensa/Hume1757.pdf

MARTÍ, José (2009). Versos sencillos. Letras Cubanas, La Habana. Recuperado el 1 de junio de 2016 en:http://sn.centroderecursos.cult.cu/imagenes/libros/Libros%20Fisicos/Literatura%20Cubana/subir%20libros/Marti/VERSOS%20SENCILLOS%20JOSE%20MARTI.pdf

PLAZAOLA, Juan (2007). Introducción a la Estética. Historia, Teoría, Textos. Universidad de Deusto, Bilbao. Recuperado el 31 de mayo de 2016 de: https://es.scribd.com/doc/244724190/Introduccion-a-la-estetica-Historia-teoria-textos-4a-ed-Plazaola-Juan-pdf 
RODRÍGUEZ Sánchez de León, María José (2010) «La teoría del gusto y la constitución del realismo burgués en el siglo XVIII». Res Pública 23, pp. 37-55. Recuperado el 2 de junio de 2016 en: file:///C:/Users/Antonio/Downloads/136071-518951-1-PB%20(1).pdf

STRAVINSKY, Igor (2006). Poética musical: En forma de seis lecciones. Recuperado el 24 de mayo de: https://www.academia.edu/3678314/Stravinsky_-_Po%C3%A9tica_Musical
TATARKIEWICS, Wladislaw (2001). Historia de seis ideas, Tecnos, Madrid. Recuperado el 24 de mayo en: https://docs.google.com/file/d/0B6F7Eoeev69vOW9WU0JXT0FRT3c/edit

ZAMPRONHA, Edson (2016). La Estética en la recreación del hecho musical. Universidad Internacional de Valencia.

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