viernes, 27 de julio de 2018

EL HORARIO DE VERANO SEGÚN HIPÓLITO MEJÍA


(Este artículo lo escribí hace más de una década, pero se quedó fuera de este blog por algún motivo que aún no descubro; sin embargo, aún no se utiliza en el país el horario de verano, por lo que este texto está tan actualizado como si lo hubiera escrito hoy, así que ahí les va)

Una de las innovaciones que pretendió introducir Hipólito Mejía durante su gobierno (2000-2004), fue establecer en la República Dominicana el Horario de Verano, una práctica que en varios países del mundo constituye una poderosa herramienta para disminuir el consumo de energía eléctrica.
Foto: Fuente externa
Si se tiene en cuenta el desastroso estado en que sobrevive esa industria en nuestro país, la medida hubiera sido de gran valor, pero el experimento salió completamente a la inversa porque se hizo al revés, se le atrasó una hora en octubre a los relojes cuando en abril no se le había adelantado, y lo que para otros países a estas alturas es una práctica de todos los años, aquí duró menos de un mes. 
Por entonces, y por ese motivo, publiqué en un periódico -que se fue también con las tormentas que aquel gobierno desató-, el siguiente artículo que se puede leer como nuevo, como recién salido del horno, porque la producción y transmisión de la energía eléctrica continúa siendo aquí un verdadero tormento eléctrico.
ES TIEMPO DE ADELANTAR LA HORA
Foto: Fuente externa
En octubre pasado (2000), cuando en la República Dominicana se atrasó una hora a los relojes en el supuesto de que esto propiciaría el ahorro de energía eléctrica, se cometió un error y se consiguió todo lo contrario. Entonces, la noche llegó más temprano, y las quejas ciudadanas propiciaron la anulación de la medida. Sin embargo, no hubo ni siquiera la intención de averiguar dónde estaba la falla, o al menos brindar una explicación y una disculpa por el error cometido. En estos meses de marzo y abril, hubo la posibilidad de enderezar el entuerto, pero por lo que se ve eso no sucederá.
Es en esta época, con el comienzo de la primavera, y a causa de la posición del globo terráqueo sobre su eje y en su órbita al rededor del sol, que la presencia del astro rey es más prolongada cada día en el Caribe y otras regiones del planeta, es esta la época adecuada para adelantar una hora a los relojes y aprovechar así una hora más de luz solar cada día, y es así como se hace en algunos países y se le conoce como “Horario de Verano”. La medida consiste precisamente en adelantar los relojes una hora en abril y ese mismo lapso de tiempo de sesenta minutos atrasarlo en septiembre para dejar nuevamente el horario de acuerdo a la posición geográfica. Claro está, que si primero atrasamos la hora, se produce el efecto contrario, porque estamos colocando nuestra hora en el huso horario siguiente de acuerdo a nuestra situación geográfica, o lo que es lo mismo, tener las doce del día en nuestros relojes cuando los rayos del sol caen casi perpendicularmente sobre La Habana, y no sobre la Isla de Santo Domingo, así sucede que cuando nuestros relojes dan las seis de la tarde, el sol dice que ya son las siete.
Fue ese el error que se cometió el pasado mes de octubre cuando se atrasó una hora a los relojes, quizás para ponerse a tono con los países que en esa fecha la atrasaron, pero de lo que no se habló fue de que esos que la atrasaron lo que estaban haciendo en realidad era atrasar la hora que en abril habían adelantado. Ellos estaban poniendo las cosas en su lugar y aquí todo lo contrario.
Si se adelanta primero la hora, que es como se debe hacer, tenemos la hora del huso horario precedente, por lo que cuando en nuestros relojes son las doce del día, el sol dice que son las once, de tal modo que al dar las siete de la tarde en los relojes, el sol dirá que son las seis y es así como obtenemos una hora más de luz solar al adelantar una hora al reloj.
Esta medida se utilizó por primera vez durante la Primera Guerra Mundial, cuando los países involucrados en la contienda bélica se vieron en la necesidad de ahorrar combustibles, y a elevar sus índices de producciones industriales, sobre todo las relacionadas con la industria de armamentos, textiles y de alimentos. Entonces, al procedimiento se le llamó “horario de guerra”, posteriormente volvió a ser utilizado durante la segunda gran contienda bélica del siglo XX. Finalmente, el “Horario de Verano” se quedó como una práctica muy beneficiosa en algunos países del área.
Santo Domingo, El Siglo. 7.04.2001.

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