viernes, 28 de diciembre de 2018

ROBAN PULGAS VESTIDAS Y BANDERA CUBANA EN MUSEO DE CÁRDENAS

Museo Municipal de Cárdenas «Oscar María de Rojas»

Dos de las piezas más valiosas del Museo Oscar María de Rojas, en Cárdenas, Cuba, fueron sustraídas en la noche del pasado 25 de diciembre según supe. Se trata de dos pulgas vestidas de bailarinas y de la bandera que Narciso López hizo ondear en Cárdenas el 19 de mayo de 1850, y que «sería tomada en la Asamblea de Guáimaro como la enseña nacional de Cuba».

Bandera cubana que Narciso López izó en Cárdenas 
Vecinos del lugar aseguran que, en la mañana del 26 de diciembre, al abrir al público el museo, uno de los celadores detectó la falta y antes de que llegaran las autoridades la noticia había corrido como pólvora entre los pobladores de la que se conoce, por el suceso protagonizado por Narciso López, como Ciudad Bandera; sin embargo, hasta el momento en el que se redacta esta nota no se ha dado ningún informe oficial.

Y como sucede a menudo en la isla, el secretismo irrita la imaginación y aparecen infinitas hipótesis y emergen las suspicacias. Si bien es cierto que las dos pulgas han estado siempre expuestas al público desde que se inauguró la institución el 19 de marzo de 1900, la enseña nacional no se expone desde el año 1965, cuando fue retirada para su restauración según se dijo entonces, pero nunca más volvió a su vitrina.

Según las fuentes que pude consultar vía telefónica, esto se debió a que la figura de Narciso López -quien nació en Caracas Venezuela en 1797 y murió fusilado en La Habana en 1851 al ser capturado por tropas españolas después del fracaso de la tercera expedición que le llevó a Cuba con la intención de liberarla de la metrópoli-, ha sido relegada por la historiografía «revolucionaria» a causa de sus ideales anexionistas.

Por último, y como en Cuba las noticias vuelan de boca en boca mucho más rápido que la
Vitrinas en las que estuvieron las pulgas vestidas
prensa única del partido único, desde tempranas horas de ayer 27 de diciembre, a las puertas del Museo, se alargaban desacostumbradas colas de turistas extranjeros procedentes de la muy cercana playa de Varadero para comprobar que la vitrina que ocuparon por años las dos pulgas vestidas de bailarinas permanecían vacías, y para preguntar por la bandera de Narciso López, cuestionamiento este que debe tener en ascuas a todo el personal del Museo, porque la pieza fue sustraída del depósito, un lugar de acceso restringido.

Aunque no me ha sido posible confirmar la noticia con ningún funcionario del Museo, mi fuente, que es absolutamente confiable, asegura que la percepción de los cardenenses, a estas alturas, es que muy seguramente el robo está siendo investigado con extremo cuidado, fundamentalmente, a causa de las implicaciones políticas que lo rodean.  

viernes, 14 de diciembre de 2018

FELIZ NAVIDAD


Estimado lector, en esta época de fiestas es mi mayor deseo que puedas disfrutar en paz y tranquilidad junto a tus seres queridos, que fortalezcas la ternura que te une a ellos y que no olvides guardar un espacio en tu mesa para celebrar la vida de quienes ya no estarán más. Yo haré lo mismo.


Es mi mayor deseo que en el año por venir, las palabras me sigan llegando cuando las necesite y la capacidad de hilvanarlas no me falte, que pueda seguir jugando con ellas y que estés ahí para compartirlas contigo. AGS  



sábado, 1 de diciembre de 2018

RENACE UN TEMPLO (*)

En el cumpleaños 90 del Teatro Auditórium de La Habana

Advertencia del autor: Este artículo lo escribí en 1999 con la última dosis de optimismo que me quedaba en este rubro, lo publiqué en Santo Domingo en el extinto periódico El Siglo, y lo reedito íntegramente hoy día 1 de diciembre de 2018, en la víspera del cumpleaños 90 del templo de la música cubana, «porque la historia de América, de los Incas acá, ha de ser contada al dedillo»

Teatro Auditorium de La Habana, inaugurado el 2 de diciembre de 1928
Durante las primeras décadas del siglo XX, y hasta la década del cincuenta, las ciudades capitales latinoamericanas fueron dejando atrás los polvos provincianos para ir vistiéndose de galas citadinas. Las zonas coloniales, son abandonadas en estampidas casi simultáneas desde el Río Bravo hasta la Patagonia y las pujantes burguesías nacionales, aguijoneadas por las nuevas aspiraciones sociales, políticas y económicas se van creando sus nuevos espacios, su nuevo hábitat.

En este anhelo, ocupa un lugar prominente la silueta del Dictador, tipo muy común en nuestra región y que, tristemente, crece con más profusión que la verdolaga. Porfirio Díaz en México, Carlos Ibáñez en Chile, Leónidas Trujillo en la República Dominicana y Gerardo Machado en Cuba son algunos de tantos padrotes que medran en nuestra Historia.

A ellos, no se les puede omitir en nada, porque todo lo dan y todo lo quitan, en sus manos están las riendas de todo. Las ciudades capitales, son el escenario en el cual discurren los poderes del Estado, y la arquitectura, es la escenografía que los resalta.

En 1925, llegó a la presidencia de la República de Cuba el General Gerardo Machado, quien, partiendo de la consigna de campaña «agua, caminos y escuelas», llegó a convertirse en el «Presidente Constructor» y en el «Mussolini Tropical» al mismo tiempo. Su interés por perpetuar su imagen, lo llevaron a embarcar al Estado en proyectos monumentales de construcción quedando concluidas, en pocos meses, obras como el Capitolio, el Palacio Presidencial y el Presidio Modelo, todas diseñadas en el estilo ecléctico. Estilo, que se mantuvo como la orientación artística dominante durante toda la década y que, en su segunda mitad, Machado impuso como su sello personal a través de las obras que el gobierno ejecutó.

Por supuesto, que el sector privado no fue ajeno a estos empeños de modernizar las ciudades y aparecieron en La Habana construcciones comerciales y para el entretenimiento de un alto valor estético, como el Centro Gallego, de Beleau; el centro comercial la Manzana de Gómez, y el edificio de la Empresa Cubana de Teléfonos proyectados por Morales y Cía., y el Auditórium, de Moenck y Quintana entre otras muchas obras.

Por estos años, la vida musical habanera era intensa y por sus teatros pasaban casi todas las luminarias de entonces. El teatro Martí, mantenía una programación en la que se presentaban a menudo compañías italianas de ópera, compañías de teatro vernáculo y espectáculos de variedades. El Payret vio al divo Caruso en presentaciones que constituyen hoy fuente de leyendas. El teatro Nacional recibió a Rachmaninoff y Stravinski. En 1922 se había fundado la Orquesta Sinfónica de la Habana y dos años después, el español Pedro San Juan fundó la Orquesta Filarmónica.

Mientras todo esto pasaba, un sector de la burguesía criolla fundó, en 1918, la Sociedad Pro-Arte Musical, una institución que inició la loable labor de apoyar el trabajo de los artistas, tan olvidada por la oficialidad. Tal fue el empuje y el prestigio que alcanzó Pro-Arte, que a través de un trabajo eficaz de recaudación obtuvo presupuesto suficiente como para proyectar la construcción de un nuevo teatro en la capital cubana, una sala que pudiera aislarse de los ruidos de la modernidad. Un verdadero auditorio.

María Teresa García, era entonces la presidenta de aquella institución y cuentan que fue ella, con su filantropía, amor a las artes y voluntad diamantina, quien hizo caer todos los obstáculos, hizo que aquel empeño se enrumbara contra todas las marejadas y que en dieciocho meses estuviera construido lo que poco a poco se iría convirtiendo en el templo de la música para propios y ajenos, en la meca a la cual iban los peregrinos desde todas partes a escuchar a Ezio Pinza, a Lily Pons, a Kirsten Flastag o a Lawrence Tibetts.

Programa de mano de un concierto de la Temporada de verano 1956

El Auditórium fue la cede de la Filarmónica y entonces vinieron temporadas de música sinfónica que quedaron grabadas en los anales de la Historia de este continente con la actuación de figuras tan prominentes como S. Prokofiev, Erick Kleiber, Heitor Villa-Lobos o Amadeo Roldán y de solistas de la talla de Arthur Rubinstein, Jacha Heifetz, Andrés Segovia, Yehudi Menuhin o Rostropovich.

La Filarmónica vivió allí, en su casa de Calzada, en el Vedado habanero, por casi treinta años. Aquella catedral, Carpentier nos la pone ante los ojos en su novela El Acoso y con flechazos descriptivos, nos permite ver, oler y sentir «los flecos de la cortina roja», «la gran escalinata», «la reja de la contaduría», «el pandero que adorna, arriba, el marco del escenario» y «las mujeres que llenaban el vestíbulo tratando de permanecer donde un espejo les devolviera la imagen de sus peinados y atuendos». «Más allá de las carnes (está) el parque de columnas», «de plantas abiertas entre las pérgolas».

En 1958, la guerra que dos años atrás se había iniciado en al zona oriental de Cuba, desestabilizó el país de tal modo que el 1 de enero de 1959 el dictador de turno y autor del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, Fulgencio Batista, abandonó la mayor de las antillas. Tales acontecimientos provocaron un vuelco total en la vida de la nación. Entre las primeras leyes que el Gobierno Revolucionario refrendó estuvo la que establecía la creación de la Orquesta Sinfónica Nacional, institución musical que, en manos del Estado, surgió como una continuación de la tradición creada por la Filarmónica.

Y allí vivió la OSN, en su casa de Calzada, rebautizada como Teatro Amadeo Roldán, por casi dieciocho años. El último concierto fue el domingo 26 de junio de 1977 a las 5.00 p.m. y se escucharon tres obras: Sexta Sinfonía en si menor, Op.74 Patética, de P. I Tchaikovsky, Concierto para soprano y orquesta, Op.82, de R. Gliere y Rapsodia, de Y. Svetlanov. Esa tarde la directora Verónica Dudarova estuvo en el podio y la soprano española María Remolá fue la solista.

La noche del 30 de junio de 1977, en un acto que horrorizó a todas las mentes sensatas, un cazador de fortuna, lunático o mercenario arrojó una sustancia sobre el tabloncillo de platea y en un rato el templo fue un infierno. Sólo se salvó la planta en L que contenía los archivos, algún que otro instrumento y la bella fachada ecléctica que mereciera en los años de su creación el Premio de la Unión Internacional de arquitectos. Entonces comenzaron veintidós largos años de vida sin asiento para la OSN de Cuba.

En 1981 las autoridades competentes comenzaron los proyectos de reconstrucción y en 1983 se establecieron con la desaparecida República Democrática Alemana los convenios de colaboración que garantizaban los proyectos tecnológicos y el equipamiento, todo lo cual fue cumplido por la R. D. A., pero hasta 1998 gran parte de la construcción no pudo ser ejecutada por razones diversas. No obstante, el colosal teatro Heredia estuvo listo para abrir sus puertas en 1991 con motivo de la realización del V Congreso del Partido Comunista de Cuba; se terminaron también la hermosísima Sala Dolores, sede de la Orquesta Sinfónica de Oriente y la Esteban Salas; las tres instalaciones construidas en Santiago de Cuba. (¡)

El 10 de abril de 1999, comenzó una nueva época en el Teatro Amadeo Roldán: quedó inaugurada oficialmente la sala que albergará a la OSN de Cuba. El programa inaugural estuvo integrado por el Himno de esa nación, interpretado por el Coro Nacional y el acompañamiento de la Orquesta, dirigida por el Maestro Iván del Prado; seguidamente, se escuchó Canción de Gesta, de Leo Brouwer, Tres Pequeños Poemas, de Amadeo Roldán y para finalizar se presentó la Obertura 1812, de P. I. Tchaikosvsky.

La sala, con tecnología de principios de los ochenta, quedó diseñada únicamente para ser usada en actividades de música sinfónica y de cámara. La acústica del lugar, la climatización y el mobiliario servirán de entorno adecuado para los magníficos acontecimientos que allí se sucederán. Allí, volverán a hacerse nuevos grupos de amigos atraídos por el amor al Arte Musical. Allí, llegarán desde todas partes a escuchar a las luminarias del próximo siglo, allí volverá a estar, muy pronto, el templo de la música sinfónica cubana[1]. (Santo Domingo, El Siglo, 15 jun. 1999)



[1] Nada de eso fue posible.

(*) Diecinueve años después de haber publicado este artículo, el Teatro Amadeo Roldán ha vuelto a ser ruinas. El 30 de mayo de 2014, el diario de Internet 14ymedio.com daba la noticia de que el teatro estaba en peligro de derrumbe y el 3 de abril de 2016 que comenzaban las reparaciones. A la fecha, aún no ha vuelto a la vida cultural el otrora templo del arte musical de Cuba.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

EEUU PIDE A CUBA ELIMINAR DECRETO 349

Sacando agua en canasta

Es cosa ingenua pretender que, a estas alturas, el que ella llama «gobierno cubano», se inmute ante tales peticiones del «imperio». Lo que sí pudiera recomendar Breier a su propio gobierno es que prohíba la entrada de artistas cubanos en Estados Unidos con pasaportes oficiales.

Buenavista Social Club. Carnegie Hall de NY. 1998

La gran mayoría de los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos que son designados como secretarios de Estado para Latinoamérica y el Caribe, no le atinan jamás -aunque jamás sea mucho tiempo-. Durante las últimas seis décadas, casi todos han reprobado el tema, sobre todo el acápite «Cuba».

La nueva incumbente, la señora Kimberly Breier, quien acaba de jurar el cargo el pasado 7 de noviembre, afirmó a través de su cuenta de Twitter que «El gobierno de Cuba debería deshacerse del Decreto 349, que exige a los artistas un permiso oficial para realizar actividades en espacios públicos o privados».

Más parece una frase a la moda, o una consigna de finalista de concurso de belleza que la opinión de un alto mando de la política norteamericana. Y así lo digo, porque Breier debió estar enterada de que, durante los últimos sesenta años, que son muchos años, eso no ha tenido la más mínima variación: la libertad de expresión en Cuba comenzó a desparecer el 1 de enero de 1959 y en 1962 ya había sido devastada. Desde entonces acá, el arte ha sido «un arma de la revolución».

Es cosa ingenua pretender que, a estas alturas, el que ella llama «gobierno cubano», se inmute ante tales peticiones del «imperio». Más le corresponden estas críticas a los organismos internacionales, como lo acaba de hacer en agosto pasado Amnistía Internacional, que a un funcionario del gobierno de los Estados Unidos. Lo que sí pudiera recomendar Breier a su propio gobierno es que prohíba la entrada de artistas cubanos en Estados Unidos con pasaportes oficiales, documentos que en el caso de los artistas gestiona gratuitamente el Ministerio de Cultura y que luego de pasar la inspección de aduanas, el jefe de delegación -o comisario- les guarda celosamente «para evitar que se les pierdan» -los artistas, no los pasaportes-. Exigir además que los artistas cubanos en suelo de los Estados Unidos, porten siempre, como identificación, su pasaporte privado.

Eso sí pudiera controlarlo el Estado Norteamericano y beneficiaría de alguna manera el libre tránsito de los cubanos. También pudiera recomendar extender visas a los familiares más cercanos de los artistas -esposas, esposos e hijos-, que viajen a los Estados Unidos para realizar un trabajo y exigirles a los empresarios que le paguen íntegramente los honorarios a cada artista y no extender cheques o dinero en efectivo a un representante, quien, quieras que no, será siempre un representante de lo que ella llama «gobierno cubano».

Esto es más o menos lo que acaba de proponer «Bolsonaro el Terrible» en Brasil con los médicos cubanos y ha puesto a la dictadura -la que Breier llama gobierno cubano-, con el culo a dos manos aun sin emitir un decreto o sentar a los negociadores a una mesa. El dictador dio la estampida por respuesta.

Esto lo puede hacer el Estado Norteamericano con los artistas, los académicos, los deportistas, todos los cubanos procedentes de la isla que van a realizar trabajos en los Estados Unidos incluso los que pasan por no remunerados y llevan un regalito por la izquierda… Ah, y si para eso tienen que variar la Ley del Embargo, esa sería una buena causa, lo otro es sacar agua en canasta o echarle guindas al pavo.

Artículos relacionados:
El arte es un arma de la revolución
Contra el reggaeton y otras yerbas
El socialismo y el hombre en Cuba... el regaetton y el Quibú

jueves, 11 de octubre de 2018

EL HACER BIEN A VILLANOS…

(Este artículo lo publiqué hace varios años y por alguna razón que aún no puedo comprender se salió de El Tren; sin embargo, el pasado lunes 8 de octubre, como recordando algo, FENATRANO volvió a suspender sus labores, tal como sucedió el 14 de octubre del año en el que publiqué este artículo. Ahí se los dejo como un déjà vu) 

Otra vez el transporte público

Quienes salieron a tempranas horas de su casa el pasado viernes 14 de octubre, con la intención de tomar un autobús, se encontraron con un sorpresivo paro en el transporte público. Integrantes de la Federación de Transporte la Nueva Opción (FENATRANO), alegando solidaridad con familias que serían desalojadas del sector Brisas del Este quemaron gomas, realizaron actos vandálicos y dejaron sus guaguas apagadas. Lo mismo sucedió el sábado y como el conflicto entre los empresarios del transporte y las autoridades pasó a mayores, ahora la amenaza que se nos viene encima es la de un paro en todo el país.
©ags
Tan terrible como las dictaduras es no saber qué hacer con la libertad. Es terrible que la sociedad en su conjunto se distraiga y malgaste el tiempo de crear riquezas materiales y espirituales en libertad y paz. Es humillante que los valores se hayan subvertido a tales extremos que los forajidos tracen las pautas de lo que se ha de hacer en un conglomerado humano.
En la República Dominicana los malhechores adquirieron tanto poder, que son dueños de las calles y por lo tanto de una considerable porción de la libertad de los individuos. Alcanzaron fortuna sacándoles el jugo a sus empleados y treparon a puestos de poder político mediante acciones de dudosa moralidad, y vaya usted a saber por qué constantemente le tuercen el brazo a la Ley.
No es saludable para el cuerpo de ninguna sociedad, que los valores se subviertan de tal modo que quienes en realidad son prósperos capitalistas, se autodenominen sindicalistas, se disfracen de justicieros y tomen cualquier excusa como bandera para alcanzar sus intereses materiales, atropellando las libertades de todos. No es saludable para nuestra sociedad que un grupo de contumaces violadores de la Ley se erijan en defensores a ultranza de la justicia social.
Se hace inconcebible, para el común de los ciudadanos, que los propietarios de medios de transporte que no cumplen con las más mínimas condiciones técnicas, que emplean un personal absolutamente inepto para brindar servicios que conllevan riesgo para la vida humana, se les permita estar en las calles.
No hay capacidad, no la hubo en ningún gobierno de ningún color, porque si Balaguer inventó el disparate del Plan Renove –palabra que no aparece en el diccionario-, Leonel no fue capaz de desalojar la chatarra de la vía pública, y a Hipólito ni le pasó por las mientes que eso era un problema ciudadano.
A ninguno le ha parecido adecuado meterle el pecho al problema del transporte público, y en lugar de hacer cumplir la Ley, han prohijado a un grupo de villanos; en lugar de sacar la chatarra de la vía, han sido indolentes y corruptos haciendo de la vista gorda con los miles de vehículos que no pasan la revista y circulan lindamente. En lugar de resolver la convivencia en la vía pública de superficie, se fueron a los elevados y a los subterráneos, donde no está la solución del problema.
Nadie ha querido contratar a una, dos, tres, diez compañías de solvencia que desplieguen por toda la ciudad los millares de ómnibus necesarios para transportar a los ciudadanos de manera económica, ecológica, segura y decente. Las autoridades competentes, desde los excelentísimos señores presidentes, hasta el de menor rango en todos los gobiernos, han preferido hacer bien a villanos que es echar agua en el mar.

Artículos relacionados:


jueves, 4 de octubre de 2018

LA LEY, EL CHIVO, LOS DDHH Y EL ESTADO FALLIDO


(Este artículo lo publiqué en 2001, pero se quedó fuera de este blog por algo que no pude descubrir, así que como forma parte del diario vivir, ahí se los dejo otra vez)

A propósito de una demanda de la CIDH contra RD

Los políticos dominicanos truenan ante las acusaciones de lo fallido del Estado Dominicano y tienen respuestas centelleantes cuando se les sacude en el rostro cualquier realidad, de la cual ellos sean los máximos responsables.

©ags
Hace algunos años cuando se publicó en la República Dominicana la novela La fiesta del chivo, del hoy Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, no faltó quien tronara en contra de la obra, entre otras cosas porque en ella se describía al dominicano como un pueblo que no le gusta la música sino el ruido. Tuvo que pasar casi una década para que una institución científica, mediante un estudio que supongo fuera muy costoso, demostrara que los niveles de ruido en Santo Domingo hacen peligrar la salud de los ciudadanos.

El pasado 17 de febrero se publicó en varios medios dominicanos la noticia de que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos había demandado a la República Dominicana por la muerte en 2000 de 6 nacionales haitianos y un dominicano a manos de militares dominicanos, quienes después de un largo proceso judicial quedaron absueltos. La respuesta atronadora de la clase política dominicana no se hizo esperar y ocupó las primeras planas de casi todos los periódicos.

Los políticos dominicanos truenan ante las acusaciones de lo fallido del Estado Dominicano y tienen respuestas centelleantes cuando se les sacude en el rostro cualquier realidad, de la cual ellos sean los máximos responsables.

Creo que para denunciarlo no hay que esperar a que nadie nos revele que estamos contaminados por el ruido y que más de la mitad de la población tiene problemas de salud relacionados con esto, eso está en los oídos de todo el que lo quiera escuchar, como está a la vista de todos la violación del derecho a la vida de los ciudadanos, es tan obvia que por lo general ni nos damos cuenta, y quizás lo más alarmante sea que las más graves faltas son aceptadas y forman parte de los hábitos y costumbres de la gran mayoría de la población.

El derecho humano más importante es el derecho a la vida y es responsabilidad del Estado velar por ella, es obligación del Estado garantizar la aplicación de las leyes que coadyuven a ello y propiciar que los órganos represivos impidan la comisión de delitos que atenten contra la integridad de los ciudadanos.

©ags
Pero esto ya está tan subvertido en la sociedad dominicana que ni los obispos, ni la sociedad civil, ni la Corte Internacional de los Derechos Humanos será capaz de corregir el caos que cada día y a toda hora se produce en la vía pública, que es la vía en la que confluyen en todas las sociedades, desde la antigüedad hasta nuestros días, todas las malas y las buenas virtudes de los ciudadanos y que aquí es una fuente inagotable de atropellos a la persona humana.

La incapacidad de los órganos represivos para imponer el orden acusa la irresponsabilidad del Estado y de la clase política que lo integra, evidencia la indigencia de quienes manejan la cosa pública y la poca importancia que para ellos tiene la vida de las personas. Es tal la miseria de los vehículos de motor que se dedican al transporte de pasajeros en la República Dominicana, que dicen claro y fuerte cuan poco vale el ciudadano.

©ags
A pesar de las malas condiciones y la contaminación que provoca es normal que un minibús, conocido con el bien ganado sobrenombre de «voladora» lleve, como dice el cobrador, «cinco pasajeros por fila», cuando el fabricante hizo solamente cuatro asientos. Es normal que no lleve cristales, espejos retrovisores, puertas, frenos etc. y ninguna autoridad se está dando cuenta de estas letales transgresiones. Es normal que un carro público transporte dos personas en el asiento delantero del pasajero y cuatro en el asiento de atrás, una infracción que ha provocado la pérdida de cientos de vidas humanas.

©ags
Y ni los taxis se salvan de esta agonía del transporte, cada vez son peores los vehículos y los taxistas menos profesionales, no se salvan los ómnibus subsidiados por el gobierno, equipos que vienen de Brasil después de ser dados de baja por no cumplir ya con las normas que rigen en el transporte público de aquel país pero aquí parecen nuevos.

La clase política que ha formado y forma parte del Estado Dominicano, quienes legislan, quienes juzgan y quienes ejecutan, son los responsables de las violaciones a los derechos humanos que se cometen diariamente contra millones de dominicanos, son quienes engendran los chivos sin ley y el Estado fallido y si la sociedad los denuncia no lo hace por dañar a la República Dominicana, sino por sacarles de las manos el país que ellos destruyen con sus irresponsabilidades.

jueves, 27 de septiembre de 2018

LA SISTEMATIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN MUSICAL, UNA CIMA POR ALCANZAR


Entrevista exclusiva con el maestro Efraín Lara Figueroa, director del Centro Académico de Formación Musical Roraima (CAFMR)

Crónicas dominicanas

Tenemos la idea de implementar un modelo de nuestro «Sistema» venezolano, que tiene entre uno de sus objetivos la producción de músicos en masa. Y, cuando decimos «sistematización», nos referimos a un modelo que sirva a las generaciones futuras

Efraín Lara, director del CAFMR, violinista y profesor de violín.
Foto: Fuente externa
Creo que la primera vez que vi al maestro Efraín Lara fue en un ensayo, después supe que era venezolano y luego me enteré de que dirigía una academia de música aquí en Santo Domingo. Han pasado al menos un par de años y seguimos coincidiendo en ensayos y conciertos, por eso, sobre todo por su permanencia en el país y dedicarse a dirigir e impartir clases en una academia de música junto a un grupo de profesores venezolanos, la curiosidad me empujó a guglearlo, así que encontré algunos datos que comparto a continuación:

El maestro Efraín Lara estudió en el Conservatorio Superior de Música «Simón Bolívar», de Caracas, y en el Conservatorio «Héctor Berlioz», de París; se ha presentado como solista en Venezuela, Panamá, Argentina, Ecuador y en la República Dominicana; participó como profesor de violín en la preparación del concierto de la Orquesta Sinfónica CAF de Jóvenes Latinoamericanos que dirigió Gustavo Dudamel en el Teatro Teresa Carreño, de Caracas; y se ha desempeñado como concertino en varias orquestas de América.    

Pero lo primero que me llamó la atención en mi búsqueda, fue la excelente página que la Academia tiene en la Internet, apoyada además en las redes sociales con perfiles en  Facebook e Instagram. Pero, sobre todo, lo que más me ha hecho pensar es lo que se plantea el CAFMR como misión: Sistematizar la educación musical.

La Historia de la música profesional en la República Dominicana tiene muchísimos ejemplos de maestros que intentaron aplicar un método y una metodología de probados resultados académicos; sin embargo, los finales no siempre han sido felices. Para saber cómo lo hacen en el CAFMR le hice las siguientes preguntas al maestro Efraín Lara.

P: Maestro, ante todo, ¿por qué el nombre de Roraima para su Centro Académico?

R: Al sur de Venezuela y norte de Brasil, hay una serie de formaciones geológicas que se conocen como tepuy. Y el Roraima es uno de estos tepuyes que hace frontera con Brasil… hay otro tepuy muy famoso, el Auyan, donde está el Salto Ángel, que es la cascada más alta del mundo… estas son formaciones que tienen millones de años. El tepuy es una gran meseta, una roca inmensa, maciza.

Monte Roraima. Foto: Fuente externa

P: ¿Y cómo se relaciona el tepuy Roraima con el Centro Académico de Formación Musical que usted dirige?

R: El grupo Roraima es bastante amplio, lo conforman Producciones y Eventos Roraima, Teatro Roraima ubicado en el Centro Comercial Sambil (estos dos gerenciados por Javier Abi Harb), el Centro Académico de Formación Musical Roraima (gerenciado por Javier Abi Harb y mi persona), el Quinteto de Cuerdas Roraima y próximamente la Roraima Symphony Orchestra. Nuestra meta es ser tan amplios, extensos y grandes como este imponente tepuy.

P: Maestro Lara, defíname en qué consiste la sistematización de la educación musical y cómo lo consiguen.

R: Tenemos la idea de implementar un modelo de nuestro «Sistem venezolano, que tiene entre uno de sus objetivos la producción de músicos en masa. Y, cuando decimos «sistematización», nos referimos a un modelo que sirva a las generaciones futuras. 

P: Puntualizando, entonces ¿en qué consiste el método y la metodología que utilizan?

R: El método que nos ha sido exitoso por más de 40 años consiste en que los alumnos que adquieren ya un cierto nivel pasan de una vez a enseñar a los que se están iniciando y de esta manera el crecimiento es exponencial.

P: ¿Y en qué consiste la metodología?

R: Esto nos ha sido mucho más complicado, por la variedad de niveles. Y que también en muchos casos los alumnos lo toman como un pasatiempo y no se aplican a cumplir con los tiempos que exigen los métodos. Para algunos no es un estudio serio, por lo que la metodología no la hemos podido aplicar al cien por ciento, que consiste en seguir estrictamente lo que nos dicta el programa del Conservatorio Superior de Música Simón Bolívar de Venezuela.

P: No sé si le ha tocado lidiar con algunos padres que no comprenden bien la necesidad de la puntualidad y la asistencia para que sus hijos reciban una educación musical sistemática y por cualquier motivo los niños dejan de asistir a clases, llegan tarde o desertan. ¿Cómo lidia el Centro Académico con esta situación o es que por suerte no la padecen?

R: Lo estamos padeciendo un poco ahora. En junio terminamos con un buen número de estudiantes, hicimos un minicampamento, pero en estos momentos, cuando toca que se reinscriban para continuar lo que comenzaron el curso pasado, efectivamente, hemos podido constatar cierta deserción. Hemos llamado a algunos, sobre todo a los de iniciación musical, pero los padres nos dicen que sus hijos están ahora en otras actividades o que les han cambiado los horarios del colegio y no pueden continuar con sus estudios de música. Afortunadamente hemos contado poco a poco con nuevas inscripciones. 

P: ¿Cuántos profesores venezolanos están impartiendo clases en el Centro Académico?

R: Actualmente somos 16 profesores venezolanos y dos dominicanos.

P: ¿Y todos son graduados del Conservatorio Superior «Simón Bolívar»?

R: Tenemos dos graduados a nivel técnico del Conservatorio y dos de la Universidad Nacional de las Artes. No todos tienen el mismo título porque hay otros profesores muy jóvenes que incluso siguen estudiando aquí en el Conservatorio Nacional de Música. En total somos tres Licenciados en Música, un grupo mayor que son graduados de Nivel Medio y otros jóvenes que aún continúan estudiando.

P: En otro orden de cosas, ¿conoce usted cuántos músicos académicos venezolanos capacitados para tocar música sinfónica y de cámara residen actualmente en Santo Domingo?

R: Precisamente hice un conteo hace poco y somos unos treinta y dos músicos de formación académica que estamos actualmente residiendo en Santo Domingo, por supuesto, la mayoría somos instrumentistas de cuerda: violines, violas, violonchelos y contrabajos.

P: Pocas veces en la historia de la música dominicana, coincidieron en esta ciudad tantos músicos académicamente solventes, sobre todo instrumentistas de cuerdas, siempre los más difíciles de conseguir para las orquestas sinfónicas. ¿Han sido invitados a completar de manera regular y permanente la plantilla de la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Dominicana?

R: Solamente cinco de nosotros hemos sido contratados para algunos conciertos, pero no para integrar oficialmente la plantilla de la Orquesta.

P: ¿Tiene algún proyecto para el futuro inmediato, además del CAFMR?

R: Precisamente, al habernos encontrado tal número de músicos venezolanos aquí en Santo Domingo conformamos en diciembre pasado una orquesta de cuerdas con los mismos profesores del Centro más otros integrantes de otras instituciones, y ahora estamos enfrascados en continuar el proyecto de formación de una pequeña orquesta sinfónica, la Roraima Symphony Orchestra, con el ánimo de brindar al público otra opción musical. 

P: ¿Y cómo se ganan la vida esos treinta y dos músicos?

R: Muchos imparten clases en otras academias y eventualmente tocan con otras agrupaciones, bien sea de corte popular o clásico.

AGS: Muchas gracias maestro Lara por acceder a esta entrevista exclusiva para El Tren de Yaguaramas y le deseo mucho éxito en sus proyectos, los que sin dudas contribuirán a mejorar la salud de la música en la República Dominicana.

EL: Gracias a usted.


El documental Tocar y luchar, dirigido por Alberto Arvelo, expone en detalles la valiosa labor del Sistema. 




Artículos relacionados: 

jueves, 13 de septiembre de 2018

CONVERTIR EL REVÉS EN VICTORIA Y TAMBIÉN VICEVERSA

Cómo podrán todos los artículos que escribimos hacerle comprender a las fuerzas vivas de América la necesidad de un pacto continental para impedir que sigan ostentando el poder grupos que miden sus victorias a través del fracaso del resto de la sociedad.

Cuando la permanencia en el poder es la victoria

La Habana. Paisaje urbano © ags 
Por lo general, los análisis sobre la realidad cubana de los últimos sesenta años tratan de responder a las preguntas ¿cómo elevar la productividad de las empresas del estado? ¿qué hacer para alcanzar un socialismo próspero y sostenible? ¿Cómo elevar los índices de Inversión Extranjera Directa? O muchísimas otras, pero a menudo, dejan de lado al menos una pregunta que en mi opinión es crucial: ¿cómo mide la «revolución cubana» los índices de sus victorias? 

Ahí es donde entiendo que se desenfoca el camino del entendimiento, se pixela la imagen al no poder desaprender todo lo que enseñan los estudios basados en las economías «normales» y querer ajustar la realidad cubana a lo aprendido, y a lo que pudiera ser efectivo en economías capitalistas, e incluso para otros sistemas en los que las acciones populistas-anticapitalistas pugnan aún con los «rezagos burgueses» y estos últimos no han sido devastados.

Lo primero que me da de frente es el concepto de «revolución cubana», ese es quizás el más notorio, porque sustituye de plano, con un eufemismo, el concepto «dictadura»; así, en esa estructura de pensamientos, entiendo que los anotados «triunfos de la revolución cubana» son en realidad los triunfos de la dictadura, sus hazañas económicas son las de una economía centralizada y no pueden ser cotejadas con los triunfos de una economía liberal en una democracia. 

Y para poner en perspectiva esta opinión, voy a tomar dos ejemplos que acabo de leer, tomados de sendos excelentes artículos de Elías Amor Bravo. Según el autor: 
El balance [en la liberalización de las fuerzas productivas en Cuba] ha sido un fracaso, en el que solo un 12% de la población laboral se desempeña en el sector privado, en tanto que el 88% restante sigue dependiendo del estado comunista[1].
En mi opinión, el hecho de que «el 88% de la población siga dependiendo del estado comunista», no es ni más ni menos que el éxito del estado comunista. El fracaso pertenece a quienes pensaron en algún momento que el PCC en realidad haría cambios, el fracaso pertenece a quienes pensaron que Cuba sería próspera -con una economía capitalista, comunista, socialista o utópica, pero como lo fue durante la primera mitad del siglo XX-, mientras estuvieran en el poder los mismos que la devastaron.

Y en el segundo artículo Amor Bravo escribe:
El fracaso del sistema educativo castrista es evidente con datos de resultado académico. El Cuadro 1 presenta la comparación entre los graduados del curso 2011-12 (539.139) y los del último disponible 2016-17 (394.885) según datos de la ONEI.[2]
Aquí, el triunfo del PCC consiste en no graduar gran cantidad de profesionales de alto nivel, quienes pudieran ir a engrosar las cifras de desempleados; y, eventualmente, convertirse en caldo de cultivo para conflictos sociales. No es para nada un fracaso del PCC que miles de profesionales cubanos anden vagando por el mundo, mucho mejor pagados, con muy altos niveles de vida, pero enajenados de su hábitat natural, donde debíamos estar dando la pelea para sacar del poder a esa dictadura. 

En Cuba, la economía y la sociedad no son descifrables bajo la lente de la economía y sociología capitalista, pero tampoco bajo la lente de la economía política marxista ni del materialismo histórico, por lo que el concepto «fracaso» o «triunfo» dependen únicamente de los intereses del PCC en el día a día. Con un gran asterisco aquí, porque aún, cuando ese día a día es voluble y se adapta de manera dialéctica a la realidad objetiva, se basa en un dogma inamovible, monolítico y refrendado en el artículo 5º de la constitución: 
El Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista.
Este artículo es la versión elaborada y constitucionalizada del dogma fundacional que reza: «Dentro de la revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho»[3]. Es decir, el PCC decide, como «fuerza dirigente superior», qué es lo conveniente para la sociedad toda y por lo tanto decide cuáles son sus «victorias» y cuáles sus «reveces». Y han sido «los líderes de la Revolución, en particular Fidel, quienes han explicado al pueblo las dificultades y las soluciones para superarlas»[4]

Entonces, lo que un estudio -sea con enfoque liberal o marxista, da igual-, pudiera considerar como un «revés», probablemente sea una «victoria» para la dictadura - ¿y qué cubano, mayor de 60 o menor con muchas lecturas, no recuerda aquello de convertir el revés en victoria?[5] -. En Cuba, lo que es bueno para los intereses del PCC, que es decir su caudillo, es la «victoria». 

Por lo general, esos que nos parecen fracasos son ni más ni menos que las fortalezas de la dictadura, el hecho de ponernos a hablar en su idioma, utilizando su neolengua, ya nos desenfoca el objeto de estudio. Por ejemplo, los conceptos «asalto al cuartel Moncada», y «triunfo de la revolución cubana» que forman parte de una falacia, son conceptos que nos enajenan de la realidad y que actúan directamente sobre nuestro pensamiento y condicionan nuestras síntesis y por supuesto nuestras conclusiones. 

No cuestiono ni de casualidad la validez de todos esos análisis sobre la realidad cubana, pero lo que se me desdibuja en algunos es el objetivo. En mi opinión no deberían intentar siquiera aconsejar o asesorar a quienes ostentan el poder en Cuba, porque ellos lo tienen todo muy claro. Desde hace muchísimos años, hay una corriente de pensamiento en el exilio cubano, sobre todo en las academias, que apuesta por la posibilidad de compartir el poder con la dictadura; y, estando dentro destruirla o al menos hacerlos volver al redil. Esta es otra falacia. 

Lo que está por descifrarse aún, es el modo en el que las conclusiones de todos estos estudios nos pueden ayudar a sacar del poder a quienes con sus «victorias» han empobrecido a la gran mayoría de los cubanos; lo que está por descifrarse es, cómo todos los artículos que escribimos podrán hacerle comprender a las fuerzas vivas de América la necesidad de un pacto continental para impedir que sigan ostentando el poder grupos que miden sus victorias a través del fracaso del resto de la sociedad; lo que está por determinarse es, cómo podremos convencer a Nuestra América, que es nuestro hábitat originario y la región más perjudicada por nuestros fracasos, que debe poner sus barbas en remojo cuando las nuestras están ardiendo desde hace seis décadas; lo que está por determinarse es, cómo podremos, con nuestras palabras, propiciar las acciones que saquen del poder a quienes gobiernan para una parte de las sociedades.

Yo, por mi parte, trataré de alertar siempre a quien le pueda interesar, que las calamidades económicas y sociales no son errores en los regímenes inspirados en el marxismo, sino su esencia, y que sus acciones, que a la luz de cualquier entendedera conducen al cataclismo, no son fracasos sino victorias porque esa es la esencia del sistema socialista: igualar a todos en la pobreza, aunque unos sean más iguales que otros.

Artículos relacionados:
El revés en victoria o virar la tortilla

[3] (Palabras a los intelectuales) Discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro Ruz, primer ministro del gobierno revolucionario y secretario del PURSC, como conclusión de las reuniones con los intelectuales cubanos, efectuadas en la biblioteca nacional el 16, 23 y 30 de junio de 1961. [En línea] [Fecha de consulta 9 de septiembre de 2018] Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1961/esp/f300661e.html
[4] San Miguel Aguirar, Mayra, «La Revolución cubana, concreción de un proyecto humanista», en Historia de Cuba, ed. por José Abreu Cardet (Santo Domingo: Archivo General de la Nación Vol. CLXXXVI, 2013), 349. 
[5] Cfr.: Discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro Ruz, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto de recibimiento a los once pescadores secuestrados, efectuado frente al edificio de la ex embajada de los estados unidos de Norteamérica en cuba, el 19 de mayo de 1970. [En línea], [Fecha de consulta 9 de septiembre de 2018] Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1970/esp/f190570e.html

LAS CANCIONES CUBANAS QUE LA FANIA NOS RECORDÓ

Nunca agradeceremos lo suficiente a los músicos y empresarios capitalistas que hicieron regresar a los mercados los productos de la música p...