Entrevista
exclusiva con el maestro Efraín Lara Figueroa, director del Centro Académico de
Formación Musical Roraima (CAFMR)
Crónicas
dominicanas
Tenemos la idea de implementar un
modelo de nuestro «Sistema»
venezolano, que tiene entre uno de sus objetivos la producción de músicos en
masa. Y, cuando decimos «sistematización», nos referimos a un modelo que sirva
a las generaciones futuras.
Efraín Lara, director del CAFMR, violinista y profesor de violín. Foto: Fuente externa |
Creo
que la primera vez que vi al maestro Efraín Lara fue en un ensayo, después supe
que era venezolano y luego me enteré de que dirigía una academia de música aquí
en Santo Domingo. Han pasado al menos un par de años y seguimos coincidiendo en
ensayos y conciertos, por eso, sobre todo por su permanencia en el país y
dedicarse a dirigir e impartir clases en una academia de música junto a un
grupo de profesores venezolanos, la curiosidad me empujó a guglearlo, así que encontré algunos datos que comparto a continuación:
El
maestro Efraín Lara estudió en el Conservatorio Superior de Música «Simón
Bolívar», de Caracas, y en el Conservatorio «Héctor Berlioz», de París; se ha
presentado como solista en Venezuela, Panamá, Argentina, Ecuador y en la
República Dominicana; participó como profesor de violín en la preparación del concierto de la Orquesta Sinfónica CAF de Jóvenes Latinoamericanos que
dirigió Gustavo Dudamel en el Teatro Teresa Carreño, de Caracas; y se ha
desempeñado como concertino en varias orquestas de América.
Pero
lo primero que me llamó la atención en mi búsqueda, fue la excelente página que
la Academia tiene en la Internet, apoyada además en las redes
sociales con perfiles en Facebook e Instagram.
Pero, sobre todo, lo que más me ha hecho pensar es lo que se plantea el CAFMR
como misión: Sistematizar la educación musical.
La Historia de la música profesional en la República Dominicana tiene muchísimos ejemplos de maestros
que intentaron aplicar un método y una metodología de probados resultados
académicos; sin embargo, los finales no siempre han sido felices. Para saber cómo
lo hacen en el CAFMR le hice las siguientes preguntas al maestro Efraín Lara.
P: Maestro, ante todo,
¿por qué el nombre de Roraima para su Centro Académico?
R: Al sur de Venezuela
y norte de Brasil, hay una serie de formaciones geológicas que se conocen como tepuy. Y el
Roraima es uno de estos tepuyes que hace frontera con Brasil… hay otro tepuy
muy famoso, el Auyan, donde está el Salto Ángel, que es la cascada más alta del
mundo… estas son formaciones que tienen millones de años. El tepuy es una gran
meseta, una roca inmensa, maciza.
Monte Roraima. Foto: Fuente externa |
P: ¿Y cómo se
relaciona el tepuy Roraima con el Centro Académico de Formación Musical que
usted dirige?
R: El grupo Roraima es
bastante amplio, lo conforman Producciones y Eventos Roraima, Teatro Roraima
ubicado en el Centro Comercial Sambil (estos dos gerenciados por Javier Abi
Harb), el Centro Académico de Formación Musical Roraima (gerenciado por Javier
Abi Harb y mi persona), el Quinteto de Cuerdas Roraima y próximamente la
Roraima Symphony Orchestra. Nuestra meta es ser tan amplios, extensos y grandes
como este imponente tepuy.
P: Maestro Lara,
defíname en qué consiste la sistematización de la educación musical y cómo lo
consiguen.
R: Tenemos la idea de implementar
un modelo de nuestro «Sistema»
venezolano, que tiene entre uno de sus objetivos la producción de músicos en
masa. Y, cuando decimos «sistematización», nos referimos a un modelo que sirva
a las generaciones futuras.
P: Puntualizando,
entonces ¿en qué consiste el método y la metodología que utilizan?
R: El método que nos
ha sido exitoso por más de 40 años consiste en que los alumnos que adquieren ya
un cierto nivel pasan de una vez a enseñar a los que se están iniciando y de
esta manera el crecimiento es exponencial.
P: ¿Y en qué consiste la metodología?
R: Esto nos ha sido
mucho más complicado, por la variedad de niveles. Y que también en muchos casos
los alumnos lo toman como un pasatiempo y no se aplican a cumplir con los
tiempos que exigen los métodos. Para algunos no es un estudio serio, por lo que
la metodología no la hemos podido aplicar al cien por ciento, que consiste en
seguir estrictamente lo que nos dicta el programa del Conservatorio Superior de
Música Simón Bolívar de Venezuela.
P: No sé si le ha
tocado lidiar con algunos padres que no comprenden bien la necesidad de la
puntualidad y la asistencia para que sus hijos reciban una educación musical
sistemática y por cualquier motivo los niños dejan de asistir a clases, llegan
tarde o desertan. ¿Cómo lidia el Centro Académico con esta situación o es que
por suerte no la padecen?
R: Lo estamos
padeciendo un poco ahora. En junio terminamos con un buen número de
estudiantes, hicimos un minicampamento, pero en estos momentos, cuando toca que
se reinscriban para continuar lo que comenzaron el curso pasado, efectivamente,
hemos podido constatar cierta deserción. Hemos llamado a algunos, sobre todo a
los de iniciación musical, pero los padres nos dicen que sus hijos están ahora
en otras actividades o que les han cambiado los horarios del colegio y no
pueden continuar con sus estudios de música. Afortunadamente hemos contado poco
a poco con nuevas inscripciones.
P:
¿Cuántos
profesores venezolanos están impartiendo clases en el Centro Académico?
R: Actualmente somos
16 profesores venezolanos y dos dominicanos.
P: ¿Y todos son
graduados del Conservatorio Superior «Simón Bolívar»?
R: Tenemos dos
graduados a nivel técnico del Conservatorio y dos de la Universidad Nacional de
las Artes. No todos tienen el mismo título porque hay otros profesores muy
jóvenes que incluso siguen estudiando aquí en el Conservatorio Nacional de Música.
En total somos tres Licenciados en Música, un grupo mayor que son graduados de
Nivel Medio y otros jóvenes que aún continúan estudiando.
P: En otro orden de
cosas, ¿conoce usted cuántos músicos
académicos venezolanos capacitados para tocar música sinfónica y de cámara
residen actualmente en Santo Domingo?
R: Precisamente hice
un conteo hace poco y somos unos treinta y dos músicos de formación académica
que estamos actualmente residiendo en Santo Domingo, por supuesto, la mayoría
somos instrumentistas de cuerda: violines, violas, violonchelos y contrabajos.
P: Pocas veces en la
historia de la música dominicana, coincidieron en esta ciudad tantos músicos
académicamente solventes, sobre todo instrumentistas de cuerdas, siempre los
más difíciles de conseguir para las orquestas sinfónicas. ¿Han sido invitados a
completar de manera regular y permanente la plantilla de la Orquesta Sinfónica
Nacional de la República Dominicana?
R: Solamente cinco de
nosotros hemos sido contratados para algunos conciertos, pero no para integrar
oficialmente la plantilla de la Orquesta.
P: ¿Tiene algún
proyecto para el futuro inmediato, además del CAFMR?
R: Precisamente, al habernos encontrado tal número de
músicos venezolanos aquí en Santo Domingo conformamos en diciembre pasado una
orquesta de cuerdas con los mismos profesores del Centro más otros integrantes
de otras instituciones, y ahora estamos enfrascados en continuar el proyecto de formación de una pequeña
orquesta sinfónica, la Roraima Symphony Orchestra, con el ánimo de brindar al público otra opción musical.
P: ¿Y cómo se ganan la vida esos treinta y dos músicos?
R: Muchos imparten
clases en otras academias y eventualmente tocan con otras agrupaciones, bien
sea de corte popular o clásico.
AGS: Muchas gracias
maestro Lara por acceder a esta entrevista exclusiva para El Tren de Yaguaramas
y le deseo mucho éxito en sus proyectos, los que sin dudas contribuirán a
mejorar la salud de la música en la República Dominicana.
EL: Gracias a usted.
El documental Tocar y luchar, dirigido por Alberto Arvelo, expone en detalles la valiosa labor del Sistema.
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