Al abolir la propiedad privada sobre todos
los medios de producción, dejó de existir la ley de la oferta y la demanda, y la
música, como el más preciado de los comóditis de la industria del
entretenimiento, que había transitado a gran velocidad por aquel camino durante
la Colonia y la República, descarriló definitivamente, se fue del mercado,
zozobró en la «economía marxista planificada», que «lamentablemente» era
compartida solo por los países del eje soviético, donde los bailadores nacen
con dos pies izquierdos, andan como niños envueltos sin mover la cintura hasta
edades muy avanzadas y donde la rumba, el son, el mambo, el cha cha chá, la
pachanga, etc., nunca fueron artículos de consumo masivo.
Entonces, en los 70´s, era fácil e
imperioso para el mercado darle un nombre de marca al producto nacido de un
mito y un genocidio cultural, y ese nombre fue y será Salsa.
![]() |
Disponible en Amazon |