El 7 de agosto de 1925 nació en Avilés, España, Julián Orbón, quien estudió en el Conservatorio de Oviedo desde 1930 hasta 1934, y años después se trasladó a Cuba con su padre. En La Habana continuó sus estudios de música y muy pronto se destacó como pianista, compositor e intelectual en la vida cultural cubana de la época, fue fundador del Grupo Renovación Musical (1942-1948) y estuvo estrechamente ligado al Grupo Orígenes.
Su música refleja diversas influencias, desde Manuel de Falla o Heitor Villa-Lobos hasta ritmos y melodías afrocubanas. En una primera etapa compuso según la tendencia neoclásica, aunque a partir de 1950 recogió las nuevas técnicas compositivas occidentales. También el mundo literario le sirvió de estímulo en gran número de composiciones. De sus obras destacan: Homenaje sobre la tumba del padre Soler (1942), Pregón (1943), Danzas sinfónicas (1955-1956) para orquesta, Crucifixus (1953) para coro y numerosas obras de cámara e instrumentales, como la Toccata (1942) para piano”. Emigró de Cuba y fue profesor de composición en el Conservatorio Nacional de Música de México (1960-1963) en la Universidad de Washington (1964-1965), y en Nueva York impartió clases en el Lenox Collage y en el Barnard Collage.
Sin embargo, no ha sido ninguna de sus magníficas obras académicas la que ganó la popularidad, sino una sencilla pieza, una canción que desde 1963 se canta en las más diversas versiones y por los más disímiles intérpretes: La guantanamera, una obra que se ha convertido en un best-seller y en una muestra de la cubanía.
Esta fecha debería ser celebrada en Cuba con mucho respeto, pero aun el nombre, la vida y la obra de Orbón continúan proscritos en la isla. El delito de emigrar y estar en contra de la dictadura fue la causa de que se le desconociera, incluso se le despojara de la autoría de la pieza y se le endilgara a Joseíto Fernández.
A ochenta y cinco años del natalicio de uno de los más importantes intelectuales cubanos, de un artista que enaltece la cultura de la isla y sus nexos con España, los depredadores de inteligencias se mantienen en el poder y continúan depredando, pero muy pronto habrá que devolverle a la sociedad cubana esa gran parte de su cultura que fue censurada y condenada al destierro, pronto habrá que desagraviar y restituir cientos de figuras indispensables para la cubanía; entre ellos, a Julián Orbón, autor de La Guantanamera que todos cantamos.
* Para más información sobre La Guantanamera de Orbón: Cuadernos de Música, Artes visuales, y Artes escénicas. Univ. Javeriana de Bogotá Colombia. Vol. 2 Nº 2 abril 2006-septiembre 2006. pp. 146- 175 / Al son son y al vino vino, ediciones Lulu, 2008. pp. 65-89 / Encuentro de la cultura cubana. Nº 44. Primavera de 2007 pp. 63-77
* Para más información sobre La Guantanamera de Orbón: Cuadernos de Música, Artes visuales, y Artes escénicas. Univ. Javeriana de Bogotá Colombia. Vol. 2 Nº 2 abril 2006-septiembre 2006. pp. 146- 175 / Al son son y al vino vino, ediciones Lulu, 2008. pp. 65-89 / Encuentro de la cultura cubana. Nº 44. Primavera de 2007 pp. 63-77
Hermano: según tengo entendido, Orbon lo que hizo fue agregarle las cuartetas de los Versos sencillos de Martí . Pero la tonada existía desde hace mucho tiempo. De hecho, parece que desde antes del propio Joseito, según escuché a algunos músicos populares como Walfrido Guevara; quien la habría tomado de los campos guantanameros. Pero desde principios de la década del 30, Joseito cantaba con esa tonada los sucesos del día en la radio. Según María Argelia Vizcaíno, la tonada de la Guantanamera es anterior al siglo XX, y no se puede decir que Joseíto Fernández, u Orbón, ni ninguno otro fueran sus autores, sino tan solo promotores e impulsores de la misma. Creo no obstante, que lo que hizo Orbón fue vestirla de largo con los versos martianos, que fue como finalmente se dio a conocer al mundo por Peter Seger en los 60.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Alfonso Quiñones
Quiñones, debes leer mi ensayo Tientos y Diferencias de la Guantanamera compuesta por Julián Orbón, publicado por la Universidad Javeriana de Colombia en diciembre de 2006, del que aparece el enlace al final del artículo, y después comentas. Orbón creó la melodía con la que se cantan los versos sencillos, pero eso no se puede explicar si no es a través de un análisis musicológico, y es el que yo hago para poder afirmar que no fue sobre la tonada, porque es imposible, sino sobre una nueva melodía que Orbón creó, y esa es la genialidad que solamente le cabe a un músico académico: sintetizar lo popular con las formas académicas. La música no se puede explicar con palabras, hay que escuchar y analizar la propia música desde el oído hasta la partitura. No se puede historiar de oído. Insisto, te invito a leer el ensayo y si te quedan dudas, pregúntame. Un abrazo.
EliminarGracias por recordar a un insigne musico cubano que fue cruelmente rayado de la historia musical e intelectual cubana, e ignorado durante decadas por tantos de aquellos que se decian sus amigos antes de la revolucion. Julian Orbon, sin embargo, nunca los olvido o dejo de quererlos. Hasta el final de su vida entretuvo a los que privilegiaba con su amistad, con narraciones sobre aquellas epocas con el Grupo Origenes. Julian llevaba a Cuba en su alma y nunca dejo de anorarla. Como usted bien lo dice La Guantanamera es su obra y creacion, lo cual por suerte fue reconocido en la corte, aunque infelizmente casi ya muy tarde. Para Julian, gran amigo y mentor, hombre de valor intelectual, musical y moral inmenso, va mi saludo en su dia, con el recuerdo inenarrable de muchisimas horas pasadas a escucharlo cantar, y tocar su musica en el piano y compartir su increible y vasta cultura, rodeado de Tanguy y sus hijos, en el pequeno y modesto apartamentico de la calle 96 Este en Nueva York.
ResponderEliminarErnesto Hernandez-Cata
Tuve el privilegio en la decada de los 70's de conocer a Julian Orbon en Miami, escucharle una magistral conferencia, de la que aun guardo copia en cassette, escuchar su Musica y su concierto neo-barroco para clavicordio y orq. en la Universidad de Miami y conversar varias veces- mas bien escucharlo- en casa de su hermano Armando Orbon, amigo al igual que sus hijos, notables musicos. Julian era hijo de Benjamin Orbon, egregio pianista asturiano y de una dama cubana. Algunos hermanos nacieron en Cuba y otros en Espana, pero su cubania es incuestionable. Mantuvo alguna comunicacion con Alejo Carpentier quien le dedicara un capitulo entero en su obra La Musica en Cuba, asi como con Nicolas Guillen. Eran epocas durante la Republica donde intelectuales y artistas, a pesar de encontrarse en antipodas ideologicas, la amistad era posible y se mantenia como un valor supremo. Estos siempre le mandoron recaditos para que regresara a Cuba ofredeciendole no se cuantos privilegios y la direcccion de una nueva Camara de Musica. Julian anticomunista convencido (su hemano mayor fue fundador de Falange en Asturias) una vez les contesto que no salio al exilio por un bistec. Guardo tambien un ejemplar de la revista Exilio, con ilustraciones del pintor Mijares, donde Orbon tambien colaboro junto a importantes intelectuales exiliados. La tonada de La Guantamera es muy antigua, pero la idea de cantar los versos sencilos de Marti con una melodia sencilla, pegajosa y perfecta, se debe al genio de un Orbon casi adolescente. Tras decadas de litigio en las cortes de EU, se reconece a Julian Orbon junto a Joseito Fernandez, la autoria de La Guantamera como aparece en la pelicula Mambo King, tres meses despues de morir. ! Gloria eterna al gran compositor hispano-cubano Julian Orbon !
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