sábado, 14 de diciembre de 2019

APUNTES PARA UNA HISTORIA DE AGUADA DE PASAJEROS

Jóvenes aguadenses en el Casino Español de Aguada de Pasajeros. Primeros
años de la década del 50. Foto: Estudio Sol.

Contada por sus casas

Estos catorce jóvenes aguadenses de la década del 50 del siglo XX y millones como ellos que comenzaban a escalar en la clase media, crearon las riquezas que hicieron de la isla de Cuba una de las más prósperas en el concierto de las naciones.

Entre las fotos que atesoraron mis padres durante su larga vida, encontré algunas que me llamaron poderosamente la atención debido al valor documental que en ellas se encierra. En una de las que más llamó mi atención, aparecen catorce jóvenes aguadenses de la década del 50 vestidos con tanta elegancia que inmediatamente me asaltó una duda: ¿A qué se dedicaban y cuánto ganaban estos veinteañeros para exhibir, en un pueblo de campo en Cuba, tanta elegancia como la que podemos ver en las revistas de modas de la época y en decenas de películas de Hollywood?

Estas eran las modas femeninas
de los 50´s en las grandes urbes.
Y aunque responder a esa pregunta llevaría una investigación para la que no estoy preparado lo intentaré, porque la historiografía oficial no lo ha hecho y no lo hará atendiendo a estas fuentes, porque durante más de seis décadas, cuando el poder de dominación de la sociedad cubana pasó a manos de un solo hombre llamado Fidel Castro Ruz y en la isla se estableció una dictadura constitucional, institucionalizada a través de organismos que borraron todo rastro de independencia de los poderes del Estado y abolieron la prensa libre, la Historia de Cuba dejó de ser una ciencia para los historiadores y se convirtió en sustento ideológico del proselitismo político del poder hegemónico que ejerce el Partido Comunista de Cuba (PCC-Único), y la cultura se convirtió en un medio de adoctrinamiento. De hecho y valga como ejemplo, el museo de Aguada, sito en la calle Maceo No. 178, a pesar del esmero de quienes lo atienden, es un altar de propaganda comunista, como debe de ser en una dictadura constitucional.

Estas eran las modas masculinas de los
50´s en las grandes urbes.
Entre 1959 y 1975, Castro dictó las bases de lo que sería la Historia de Cuba. Antes había implicado a José Martí en su ataque al Cuartel Moncada en 1953 con la injuriosa afirmación de que el Apóstol había sido el autor intelectual de aquella aventura. En 1968 se apropió de las dos Guerras de Independencia al declarar que «su revolución» era la continuidad de aquellas, y ya en 1976, cuando dominaba el país a sangre y fuego, había devastado la economía con sus expropiaciones, arruinado a la clase media, demolido cualquier posibilidad de oposición y los dominados admitían el estado de cosas como algo «normal», convocó su «Constituyente», de la que salió el primer documento que institucionalizó la dictadura castrista. Basada en principios comunistas bien amoldados a sus intereses, tal cual una secta castro-marxista, la «Carta Magna» dictó en su artículo 5 que: «El Partido Comunista, […] es la fuerza dirigente de la sociedad y el Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia […] la construcción del socialismo […] y la sociedad comunista»[1]. Los demás, los que piensan diferente a callar, a la cárcel o al destierro[2].

En conclusión, la Historia de Cuba, durante los últimos 60 años ha sido un instrumento de adoctrinamiento en manos del PCC, «vanguardia» que ejerce la hegemonía sobre la sociedad cubana; por eso, cuando los dominados abordan desde las academias el estudio de la Historia de Cuba deben cumplir con lo establecido por el Partido y si el objeto de estudio es el pasado republicano, lo han hecho, hasta ahora, de un modo despectivo, utilizando frecuentemente los epítetos Período Neocolonial, República mediatizada o Pseudo República[3].

En primer plano yo, vestido de pelotero 
en el campo deportivo de la Logia Soles 
de Martí, en segundo plano la casa sito 
en la calle Quintín Banderas e/ Céspedes 
y Maceo. Al fondo la línea del ferrocarril 
y después las casas de la calle Céspedes. 
Pero este apunte no pretende ser un artículo académico, esto no es más que una ocurrencia ante mis dudas y la curiosidad. Y se me ocurre que, para un artículo, utilizaría las propias casas, porque parafraseando a Martí, en estos tiempos no hay libros que cuenten las cosas que el Partido no quiere.[4]

Como en aquel artículo titulado «La Historia del Hombre Contada por sus Casas», que escribió el Apóstol en el vol. 1, Núm. 2, de agosto de 1889, en la revista La Edad de Oro, la Historia de Aguada de Pasajeros también se puede contar por sus casas, descubriendo quiénes vivieron en ellas y cuándo fueron construidas. Se puede contar por los edificios que se construyeron para el comercio, los centrales azucareros, investigando quiénes los construyeron y por qué un pueblo de unos pocos miles de habitantes pudo construir tres centrales azucareros, un paseo que lleva el nombre del mambí Valentín Menéndez y frente a ese paseo decenas de establecimientos comerciales.

El niño soy yo en 1955, al fondo
las casas de la calle Maceo,
esquina Quintín Banderas
Se puede contar la Historia de Aguada de Pasajeros sobre todo por el ferrocarril, porque la Historia del Ferrocarril en Cuba lleva una parte de la Historia de Aguada de Pasajeros, investigar cuáles fueron las causas del súbito «crecimiento de la población, la mejora de los caminos vecinales por los que se transportaba la caña de azúcar, el carbón para las locomotoras y los polines para las líneas férreas extraídos de la Ciénaga de Zapata, y el ganado entre otros rubros de la economía»[5], y también se puede documentar una investigación historiográfica utilizando fotos de aquellos aguadenses que participaron con su trabajo en la producción de aquellas riquezas.

Todavía están en pie la mayoría de las edificaciones que en la «Calle Real» fueron el corazón del comercio, si al historiador se le ocurriera comenzar su investigación por la tienda La Perla, y terminar allá por la tabaquería que estaba al final del paseo Valentín Menéndez, tendría un panorama bastante completo de lo que fue Aguada en los pocos años que duró la República, una investigación que comenzara en 1930, cuando la crisis económica mundial hacía de las suyas y Gerardo Machado, prorrogando sus poderes, metió al país en otra crisis, esta vez en una crisis política, y terminara en 1958, cuando los centrales Perseverancia y Covadonga molían a todo tren, la próspera industria ganadera permitía que en la mañana casi todos los aguadenses tuvieran en la puerta de su casa un litro de leche y en las carnicerías no faltara ningún corte de carne, cuando el arroz y el carbón vegetal de la Ciénaga eran productos habituales en las cocinas de los aguadenses, los bodegueros podían enviar en triciclo los mandados a sus clientes y el municipio vivía una época de prosperidad.

Cafetería en los portales del
cine Aguada.
Estoy seguro que un Historiador oficial, un académico adscrito a una institución del Estado que dirige el PCC-único, no tendría esa ocurrencia, y si la tuviera la desecharía por «contrarrevolucionaria», eso pensaría porque el partido hegemónico domina su mente y lo ha fanatizado; sin embargo, si usted, que vive en Aguada de Pasajeros, y las dudas le asaltan cuando lee la Historia oficial, preste atención a las casas que le rodean, averigüe con sus mayores, investigue quienes y cuándo las construyeron, cuando vea un comercio o las ruinas que pudieran quedar de él, investigue quién fue su dueño y qué productos vendía, entonces se podrá enterar de la Historia verdadera, la Historia de Aguada contada por sus casas y también pudiera partir por esta foto, en la que como dije, están catorce jóvenes que como muchos otros aportaron sus esfuerzos a la creación de las riquezas que hicieron de Aguada un pueblo acogedor, por el que pasaron cientos de pasajeros con rumbo a oriente o a occidente, chóferes, viajantes o turistas que se hospedaban en sus tres hoteles y una o dos casas de huéspedes y saciaban su apetito en más de media docena de restaurantes y cafeterías.

Y para no hacer este cuento demasiado largo, voy a mencionar la ocupación de algunos de los que aparecen en la foto, por supuesto que me faltan muchísimos datos que el historiador pudiera encontrar en los archivos. Pero antes, quiero agradecer al ilustre aguadense Julio Naranjo, quien me ayudó a identificar a la gran mayoría de los que aparecen en la foto.

Banco Agrícola e Industrial, sito en la calle Calixto García
No. 53, e/ Martí y Maceo
Dos de ellos trabajaron en el Banco Naranjo, el Banco Bartal y en el Banco Agrícola e Industrial; una de las damas fue la propietaria de una farmacia que estuvo entre el Hotel Jardín y el cine Victoria; otra de las damas fue maestra; entre los caballeros uno de ellos fue el dueño de la tienda América; y otro era hermano del dueño de la heladería que estaba al lado del cine Victoria; las dos damas y el caballero que están a la derecha de la foto no pudimos identificarlos.

El historiador aquí tiene algunos datos importantes de las casas y sus habitantes para comenzar la Historia. Hubo al menos tres bancos privados en Aguada, el Naranjo, sito en Calixto García 18; el Bartal; y el Agrícola e Industrial, sito en Calixto García No. 53, al lado de la casa del dueño del cine Victoria, datos que pueden llevarle a conocer la importancia de la banca y el cine en el municipio, las facilidades de préstamos a los agricultores, industriales y comerciantes y la cultura cinematográfica de los aguadenses a quienes les llegaban las películas con relativa rapidez debido al tren que traía los rollos del valioso celuloide.

Empleados del Banco Agrícola e Industrial en plana faena.
Para una Historia de Aguada de Pasajeros el investigador puede meterse en los archivos y descubrir que un Cajero pagador-recibidor en cualquiera de los tres bancos podía ganar un salario mensual que oscilaba entre los $75.00 y $120.00 mensuales, y un contador $150.00, esto cuando el peso cubano y el dólar se cotizaban a la par, un café expreso costaba $0.03 y la entrada al cine $0.10. Muy probablemente los comerciantes que aparecen en la foto tuvieran una entrada mayor, pero si se observa bien la foto, todos exhiben una elegancia comparable a la de cualquier urbe del mundo, incluso dos mujeres llevan abrigos de pieles y en una silla reposa una elegante chaqueta que parece ser de lana.

Uno de los más importantes estudios
fotográficos del municipio.
Esta foto fue tomada por Sol Quintero, muy probablemente, durante los primeros años de la década del 50 y, según la observación de Naranjo, en el patio de El Casino Español de Aguada de Pasajeros. Estos catorce jóvenes aguadenses de la década del 50 del siglo XX y millones como ellos que comenzaban a escalar en la clase media, crearon las riquezas que hicieron de la isla de Cuba una de las más prósperas en el concierto de las naciones, así que, en conclusión, si al historiador le asaltaran las dudas y la curiosidad le empujara a investigar lo que cuentan las casas de Aguada de Pasajeros y los otros tres asentamientos que componen el municipio: Covadonga, Real Campiña y Perseverancia, encontraría entre las piedras y las maderas machihembradas, los hierros y las ruinas de los centrales azucareros los documentos que confirman las cuantiosas riquezas que durante la primera mitad del siglo XX salieron de lo que alguna vez fuera Nuestra Señora de Belén.



[1] El contenido de este artículo, con algunos adornos, se mantiene en la Constitución que refrendaron en 2019 algunos cubanos residentes en la isla, que son quienes tienen el derecho al voto.
[2] «El destierro». Este es un tema que merece más atención, porque si bien es cierto que la figura jurídica no la contemplan las leyes de la dictadura castrista, sí existe la «repatriación».
[3] Me llamó la atención que en las campañas publicitarias por el 500 aniversario de la fundación de La Habana, Eusebio Leal y otros, definieran la época como «La República», sin apelativos despectivos.
[4] Martí, José. 1898. La Edad de Oro. [En línea] [[Fecha de consulta 21 de noviembre de 2019] Disponible en: http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/bitstream/123456789/31/1/MartiJose_2017_LeerReleer.pdf
[5] Cfr.: Aguada de Pasajeros. [En línea] [[Fecha de consulta 14 de diciembre de 2019] Disponible en: https://www.ecured.cu/Aguada_de_Pasajeros

6 comentarios:

  1. Estupendo, como todo lo que publica nuestro amigo Antonio Gómez Sotolongo.
    Felices Pascuas.

    Ivan M. Acosta. Latin Jazz USA.

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  2. Muy interesante, nuestro pueblo debe conocer la verdadera historia.

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  3. Y por qué no se publica sobre Los Almacenes La America de Meireles y Verá en la calle Calixto García frente al Cine Aguada …. La cual fue propiedad de mi padre ROBERTO de Jesús Meireles Vizcaya ….. una de las tiendas más grandes de ese pueblo ?

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    1. Robertico, ahí mencioné La América porque en la foto está uno de sus dueños. Gracias por tu comentario. Y un abrazo desde la distancia y los años.

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