Hoy como ayer
Alameda de Paula. @DP |
Pero los recuerdos borrosos se
aclaran con algunos documentos que van apareciendo cuando se busca, y esta mañana
me he topado con un artículo en el
que se dice que aquella presentación de la Orquesta Popular de Conciertos en el
Amadeo, dirigida por el maestro Alfredo Diez Nieto, fue en el año 1972, así que
para mi propio asombro, y mientras no se demuestre lo contrario, estoy
cumpliendo, nada más y nada menos que 50 años tocando música sinfónica.
Por supuesto que esto no me
sucedió por casualidad, sino porque estuve en el lugar y el momento preciso.
Entonces yo estudiaba contrabajo con Andrés Escalona y Armonía con Alfredo Diez
Nieto en la Escuela Nacional de Arte, así que, con ese afán integrador y
pedagógico que siempre acompañó a Diez Nieto, él me invitó a tocar en su
orquesta, la que ensayaba, muy ventajosamente para mí, a unas pocas cuadras de
mi casa. Entonces yo tenía 18 años y era estudiante de segundo año de nivel
elemental de contrabajo.
Allí, en los ensayos que se
hacían en la Iglesia de Paula, tuve la oportunidad de conocer, entre muchas
glorias de la música cubana, al maravilloso Arcaño; a Rafel Lay, quien era el
concertino; a Richard Egues, quien tocaba la primera flauta asistido por el
maestro Portela; a Angelita, la oboísta de la orquesta de la Radio y la
Televisión; a Pedroso, el percusionista del Teatro Musical de La Habana, quien
también tocaba el contrabajo; y a Francisco Pachi Valdés, quien sería,
muchos años después, mi compañero de atril en la Orquesta Sinfónica Nacional de
Cuba.
Y en aquel concierto se
interpretó Los Diablitos, una obra excelente y muy interesante del
maestro Diez Nieto, un concierto para oboe que interpretó Angelita, la oboísta
del ICRT, y sobre todo recuerdo que allí estuvieron mis padres aplaudiéndome, y
hasta ahí, no recuerdo más, pero muy probablemente, el programa de ese
concierto, el primero que hacía esa Orquesta en el Teatro Amado Roldán, se
conserve en algún lugar, y otros, interesados en documentar el ayer de hoy,
puedan completar la información, por ahora, me da gusto recordar que aquel fue
el principio del resto de mi vida, en la que hasta la noche de anoche, tuve el
placer de enfrentarme una vez más a un director y a un repertorio sinfónico.
Hoy como ayer, y después de medio siglo, lo sigo haciendo.
Santo Domingo, 1 sep. 2022
Disponible en Amazon |