martes, 2 de noviembre de 2010

EL CONCIERTO DE DAVID BISBAL, CRISTAL MARIE Y EL ESPÍRITU DE LAS LEYES

David Bisbal se presentó el pasado 23 de octubre en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, en Santo Domingo, y como contraparte nacional o telonera se presentó Cristal Marie, una joven que da sus primeros pasos en el incierto negocio del espectáculo.

Cristal Marie comenzó su presentación a la hora programada y como nunca la había escuchado en vivo me llevé una gratísima sorpresa. Después de oír las piezas que interpretó no me quedó ninguna duda de que hoy por hoy es una de las mejores cantantes que tiene el país.

Su voz brillante y fresca tiene un amplio registro, un timbre bello y uniforme, sin estridencia en los agudos ni opacidades en los graves, y no se quiebra ni desafina. Cristal Marie tiene además el don de decir las canciones con swing, de colocar los sonidos en el lugar perfecto, donde más emociones provocan.

Sin embargo, como muchas otras artistas dominicanas de grandísimo valor artístico, no cuenta con el favor del público nacional. No voy a exponer las causas de tan lamentable realidad social, pero no puedo evitar el recuerdo de algunos nombres que triunfaron y aun triunfan en el extranjero y aquí pocos reconocen.

Lo primero que me llamó la atención fue el insuficiente caso que le hizo el público al disco que gentilmente obsequiaron en la puerta, con dos piezas interpretadas por Cristal Marie. Luego, en la sala, la mayoría estuvo allí por puro trámite, para esperar a la estrella de afuera. Una estrella que comenzó también desde muy abajo y que con mucho talento supo aprovechar las oportunidades que le dieron en Operación Triunfo, y hoy es capaz de presentarse en espectáculos deslumbrantes, llenos de energía y buena música.

En realidad la magnífica voz de Cristal Marie debió correr con una mejor producción, con un mejor acompañamiento y en todo caso con un mayor respeto. Si bien es cierto que el saxofonista Gabriel salvó en todo lo que pudo el show, no se puede compensar la excelente orquesta que acompaña a Bisbal con el Dj, el percusionista y el saxofón que pobremente acompañaron a la joven artista dominicana.

Si la ley obliga a los empresarios a contratar a una figura criolla para que comparta el escenario con los artista extranjeros que nos visitan, el espíritu de esta ley no puede ser otro que promover las elevadas capacidades de los artistas nacionales y no todo lo contrario.

Cristal Marie, por su magnífica presencia en escena, por la calidad indudable de su voz y por su capacidad musical está al nivel no solamente de Bisbal, sino de muchas de las cantantes que hoy ocupan los primeros lugares en las listas internacionales. Pero el buen producto necesita una buena presentación y eso le faltó a la joven -que no es una promesa sino una realidad-.

El futuro le depara a esta artista pocas alternativas y la más prometedora, mirando al pasado y al presente, es emigrar y luchar por el triunfo. Ojalá que me equivoque y encuentre entre sus compatriotas los lauros que sus dones merecen.

La presentación de Bisbal fue vibrante, profesional, sin fisuras, y contó con magníficos arreglos, interpretados por un teclado, dos guitarras -una española y otra rockera que cantaron de maravilla cada una en su idioma-, una guitarra bajo y una batería; una brillante luminotecnia y un ritmo impecable -claro, si obviamos el tremendo bache que se produjo entre el final de la telonera y el comienzo de David-.

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