miércoles, 24 de septiembre de 2014

SE HA IDO MATEO SAN MARTÍN, UN DISQUERO DE FÁBULA

Con Mateo San Martín en Casa de Campo
Según la nota de prensa, el disquero y empresario cubano-americano Mateo San Martín falleció el pasado lunes 22 de septiembre, a las seis de la tarde a la edad de 84 años en la Ciudad de Miami.
A Mateo me llevó el interés por sus discos, por lo que el sello Kubaney fue capaz de tener en sus colecciones. Un día entré en la tienda Incredible CDs, una de sus últimas aventuras mercantiles en Santo Domingo, y quedé gratamente sorprendido al encontrar mucha música cubana de la que fue borrada en la isla junto con sus autores e intérpretes, cuando estos se fueron al exilio.
Allí en la tienda conocí Mateo San Martín y me atreví a proponerle la idea de reseñar sus discos en los periódicos en los que entonces me publicaban, y sin pensarlo dos veces agarró media docena y me dijo: “Empieza con estos”.
A partir de entonces pude charlar con él alguna que otra vez y comprendí que había sido un hombre de negocios, sin grandes conocimientos musicales, pero con gran tino para convertir el disco en una mina de oro. En su libro Disquero pone en blanco y negro muchas de sus historias en el negocio, en una época en la que el mercado de la música era muy competitivo, pero quien sabía hacer bien sus tareas podía obtener resultados millonarios.
A continuación, reedito la reseña que le hice al mencionado libro y que se dio a conocer en el periódico El Siglo hace ya catorce años.
UN DISQUERO DE FÁBULA
Una curiosidad bibliográfica salió al mercado y anda por los anaqueles de algunas tiendas de discos en la ciudad de Santo Domingo. Es un libro que seguramente llamará la atención de quienes de algún modo están ligados a la música, los músicos y el mercado del disco. Es un libro que tiene en sus páginas información de primera mano y que lleva por título: “Disquero”.
El autor de esta novedad es un pionero en su oficio, un hombre que se inició en la vida laboral cuando los fonógrafos y fonogramas comenzaban a llegar a los mercados del mundo. El autor de esta rareza es el señor Mateo San Martín, nacido en La Habana, Cuba, allá por el año 1930, quien comenzó a bregar en el negocio del disco cuando se comenzaban a vender los primeros artilugios capaces de reproducir la música con alta fidelidad, allá por los últimos años de la década del cuarenta.
Ya desde entonces, Mateo San Martín, quien apenas recién se había graduado de bachillerato y daba sus primeros pasos en el negocio, fue capaz de imaginar un mecanismo para incrementar las ventas de la compañía en la que estaba empleado, fue capaz de imaginar y poner en práctica algo muy común en el mercado moderno y que conocemos hoy como “especiales”. La anécdota está narrada en el libro “Disquero” con toda modestia y dicha así, como de paso, pero este suceso es una muestra del hombre visionario y del empresario sagaz que ya desde su juventud era Mateo San Martín. Visionario fue también cuando en 1959 pudo entender que, en Cuba, nunca más el disco volvería a ser lo que en la década pasada, tuvo la premonición de que ese artículo dejaría de formar parte de la vida cotidiana de los cubanos en los años por venir, y no se equivocó. Ya para entonces KUBANEY era un sello prestigioso fundado por Mateo San Martín, con un catálogo de más de veinte títulos. Fue en esa época y bajo esas premisas que el disquero cambió su residencia a los Estados Unidos y desde allí trabajó con lo más importante de la música bailable de América Latina.
En “Disquero” hay también anécdotas en las que se cuentan las andanzas de personajes protagónicos en el quehacer musical dominicano; anécdotas puramente de farándula, escándalos, amoríos, adoraciones, desplantes y todo tipo de sucesos acaecidos alrededor de Mateo San Martín.
Están contadas, con mucho amor y dolor, las frustrantes conductas adoptadas por el ídolo de multitudes Fernando Villalona, su proverbial informalidad, su relación con las sustancias tóxicas y cómo se convirtió en “El Mayimbe”. Están también contadas las estrecheces económicas del joven Johnny Ventura y sus resonantes triunfos por todo el mundo. Se narra también de cómo Cuco Valoy, ya en su segundo álbum, sufrió un ataque de “vanidad”. De los Hermanos Rosario y la tragedia de Pepe, quien fue apuñaleado por una admiradora. De cómo Pochy Familia y su Cocoband dio origen a Kinito y la Rokabanda.
“Disquero” es un cuento contado por el abuelo, es la historia de una vida y un oficio que nacieron y crecieron en la misma época. “Disquero” es una curiosidad bibliográfica que pasará, de los anaqueles de algunas tiendas de discos,  a las bibliotecas de estudiosos de la música americana,  a las bibliografías de futuros estudios sobre la música bailable americana. “Disquero” es un trabajo que, por su contenido, circulará tanto en manos de especialistas como de faranduleros.
Disponible en Incredible CD’s, Calle El Conde, Santo Domingo.
En Internet: http://www.kubaney.com
Publicado en Santo Domingo, el 22 de enero de 2000 en el periódico El Siglo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Están permitidos todos los argumentos, sobre todo los que están en contra de los expresados en este blog. No están permitidas las ofensas personales por innecesarias para defender una idea. Así que me tomaré el trabajo de censurarlas.

CONJUNTO MATAMOROS CON BENNY MORÉ (*)

Clásicos populares en discos increíbles Este fonograma del sello Tumbao Cuban Classics  (TCD 020) contiene diecisiete piezas, ocho de ellas...