Con Mateo San Martín en Casa de Campo |
Según la nota
de prensa, el disquero y empresario cubano-americano Mateo San Martín falleció el
pasado lunes 22 de septiembre, a las seis de la tarde a la edad de 84 años en
la Ciudad de Miami.
A Mateo me llevó el interés por
sus discos, por lo que el sello Kubaney fue capaz de tener en sus colecciones. Un
día entré en la tienda Incredible CDs,
una de sus últimas aventuras mercantiles en Santo Domingo, y quedé gratamente
sorprendido al encontrar mucha música cubana de la que fue borrada en la isla
junto con sus autores e intérpretes, cuando estos se fueron al exilio.
Allí en la tienda conocí Mateo
San Martín y me atreví a proponerle la idea de reseñar sus discos en los
periódicos en los que entonces me publicaban, y sin pensarlo dos veces agarró
media docena y me dijo: “Empieza con estos”.
A partir de entonces pude charlar
con él alguna que otra vez y comprendí que había sido un hombre de negocios,
sin grandes conocimientos musicales, pero con gran tino para convertir el disco
en una mina de oro. En su libro Disquero
pone en blanco y negro muchas de sus historias en el negocio, en una época en
la que el mercado de la música era muy competitivo, pero quien sabía hacer bien
sus tareas podía obtener resultados millonarios.
A continuación, reedito
la reseña que le hice al mencionado libro y que se dio a conocer en el
periódico El Siglo hace ya catorce años.
UN DISQUERO DE FÁBULA
Una curiosidad bibliográfica
salió al mercado y anda por los anaqueles de algunas tiendas de discos en la
ciudad de Santo Domingo. Es un libro que seguramente llamará la atención de
quienes de algún modo están ligados a la música, los músicos y el mercado del
disco. Es un libro que tiene en sus páginas información de primera mano y que
lleva por título: “Disquero”.
El autor de esta novedad es un
pionero en su oficio, un hombre que se inició en la vida laboral cuando los
fonógrafos y fonogramas comenzaban a llegar a los mercados del mundo. El autor
de esta rareza es el señor Mateo San Martín, nacido en La Habana, Cuba,
allá por el año 1930, quien comenzó a bregar en el negocio del disco cuando se
comenzaban a vender los primeros artilugios capaces de reproducir la música con
alta fidelidad, allá por los últimos años de la década del cuarenta.
Ya desde entonces, Mateo San Martín, quien apenas recién
se había graduado de bachillerato y daba sus primeros pasos en el negocio, fue
capaz de imaginar un mecanismo para incrementar las ventas de la compañía en la
que estaba empleado, fue capaz de imaginar y poner en práctica algo muy común
en el mercado moderno y que conocemos hoy como “especiales”. La
anécdota está narrada en el libro “Disquero” con toda modestia y dicha
así, como de paso, pero este suceso es una muestra del hombre visionario y del
empresario sagaz que ya desde su juventud era Mateo San Martín. Visionario
fue también cuando en 1959 pudo entender que, en Cuba, nunca más el disco
volvería a ser lo que en la década pasada, tuvo la premonición de que ese
artículo dejaría de formar parte de la vida cotidiana de los cubanos en los
años por venir, y no se equivocó. Ya para entonces KUBANEY era un sello
prestigioso fundado por Mateo San Martín, con un catálogo de más de
veinte títulos. Fue en esa época y bajo esas premisas que el disquero cambió su
residencia a los Estados Unidos y desde allí trabajó con lo más importante de
la música bailable de América Latina.
En “Disquero” hay también anécdotas en las que se
cuentan las andanzas de personajes protagónicos en el quehacer musical
dominicano; anécdotas puramente de farándula, escándalos, amoríos, adoraciones,
desplantes y todo tipo de sucesos acaecidos alrededor de Mateo San Martín.
Están contadas, con mucho amor y dolor, las frustrantes
conductas adoptadas por el ídolo de multitudes Fernando Villalona, su
proverbial informalidad, su relación con las sustancias tóxicas y cómo se
convirtió en “El Mayimbe”. Están también contadas las estrecheces
económicas del joven Johnny Ventura y sus resonantes triunfos por todo
el mundo. Se narra también de cómo Cuco Valoy, ya en su segundo álbum,
sufrió un ataque de “vanidad”. De los Hermanos Rosario y la tragedia de Pepe,
quien fue apuñaleado por una admiradora. De cómo Pochy Familia y su Cocoband
dio origen a Kinito y la Rokabanda.
“Disquero”
es un cuento contado por el abuelo, es la historia de una vida y un oficio que nacieron
y crecieron en la misma época. “Disquero” es una curiosidad
bibliográfica que pasará, de los anaqueles de algunas tiendas de discos, a las bibliotecas de estudiosos de la música
americana, a las bibliografías de futuros
estudios sobre la música bailable americana. “Disquero” es un trabajo
que, por su contenido, circulará tanto en manos de especialistas como de
faranduleros.
Disponible en Incredible CD’s, Calle El Conde, Santo Domingo.
En Internet: http://www.kubaney.com
Publicado en Santo Domingo, el 22 de enero de 2000 en el periódico El
Siglo
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