Contrabajistas cubanos por el mundo
@Carola Lozano |
¿De mis primeros estudios de
música? Pues cuando yo tenía 11 años comencé a tomar clases de piano con la profesora
Regina Vergara en la escuela Alejandro García Caturla, en La Habana, donde hice
los cuatro cursos del nivel elemental. Durante el último, yo tomaba las clases
de 3º de Secundaria en otro conservatorio, en el Amadeo Roldán, y allí, unas
alumnas que habían integrado un grupo musical, me entusiasmaron para que
estudiara el contrabajo porque no tenían quien lo tocara, y, aunque nunca
llegué a formar parte de aquel ensamble, lo cierto es que comenzó a llamarme la
atención el instrumento, y fue mi opción cuando decidí estudiar en la ENA,
donde después de aprobar el examen de ingreso que me hizo el maestro Orestes
Urfé, formé parte de los alumnos de su clase y cursé con él los estudios de
Grado Profesional y parte de los de Grado Superior en el ISA.
¿Cuándo llegué a España?
Bueno... creo que debo ir atrás para que comprendas... Cuando me gradué de la
ENA, en 1973, ingresé en la OSN. En 1972, siendo estudiante de la ENA me casé
con quien desde entonces he formado una familia. En 1973 ambos éramos miembros
de la OSN, donde estuvimos por casi veinte años. En 1992 mi esposo fue
contratado para integrar la recién formada Orquesta de Córdoba, que dirigió
desde entonces y durante 10 años el maestro Leo Brower. En 1994, vine a España
integrando la OSN en su segunda gira por España, y en esa ocasión, y
sabiendo que el contrato de mi esposo se extendería por más tiempo, decidí
que era más importante para nuestra familia reunirnos en esta ciudad de Andalucía.
Aquí, durante más de veinte
años, he participado en conciertos con la Orquesta de Córdoba, he sido miembro
de la Orquesta de Cámara «Malibrán», integrada solo por mujeres, y desde hace
20 años soy profesora de contrabajo, Música de Cámara y Literatura del contrabajo
en los Conservatorios de Grados Básico y Profesional de la Junta de Andalucía.
¿Malibrán? Pues te cuento. Al
llegar a Córdoba en el 94, después de tocar en algunos conciertos con la
Sinfónica de esta ciudad y con otras orquestas, me encontré con algunas
intérpretes conocidas que tenían los mismos deseos que yo de hacer música de
cámara, y entonces decidimos crear una Orquesta de cuerdas, a la que llamamos
«Malibrán» ... ¿por qué Malibrán? Pues por la conocida cantante sevillana. En
sus inicios tuvimos el apoyo de las instituciones de la ciudad y realizamos
conciertos en diferentes actos, iglesias, pequeñas salas de conciertos en
diferentes ciudades de Andalucía y en Madrid, y en los programas incluíamos
obras originales del repertorio internacional, obras de compositores andaluces
y arreglos para cuerdas. La Orquesta «Malibrán», al estar integrada solo por
mujeres llamó la atención del Canal 2 de Televisión Española y nos hicieron un
programa divulgativo. Hemos sido casi siempre siete u ocho músicos, pero
lamentablemente, por el hecho de no coincidir los horarios de ensayos, después
de 5 años, tuvimos que dejar de realizar conciertos... Tony, y como dato
curioso te diré que siempre que hacíamos un bis con la «Malibrán»,
tocábamos La Bella Cubana… y a la gente le encantaba. Esa obra tiene un
agarre especial.
¿Mis clases y mis alumnos de
contrabajo? En cuanto a esto creo necesario hacerte un comentario sobre la
enseñanza de la música por aquí… Los Conservatorios imparten las enseñanzas
Básica, que son cuatro cursos, y la Profesional que son seis, generalmente en
el mismo centro, aunque en algunos pueblos solo se imparte solamente Básicas.
Los profesores pueden ser funcionarios, es decir, con plaza fija, o interinos
como lo he sido yo, que aunque tenemos trabajo siempre, éste es a veces en un
lugar diferente dentro de Andalucía.
En mi caso, durante estos 20
años, he estado en 8 centros distintos, en alguna ocasión en cursos continuos,
y esto hace que los alumnos no tengan la continuidad necesaria para los
objetivos deseados. En mi caso, he podido graduar a cinco alumnos, a los cuales
sólo les di clases en el último curso y desde luego no son el resultado de mi
único trabajo. Otro aspecto real es que más del 90% de los alumnos no continúan
los estudios de Grado Superior ni se dedican a la música, y por lo general
ingresan en la universidad para otra carrera. Como dato curioso, te cuento que
tuve un alumno, David Santos Luque, en 1ro de Básica, y al cabo del tiempo, en
6to de Profesional, se graduó conmigo, un caso que te dice las vueltas que da
el aprendizaje en este sistema de enseñanza. Desde luego, los alumnos más
interesados y con apoyo de la familia, desde el inicio buscan un profesor
particular y mantienen la estabilidad.
¿Sobre técnicas y métodos?
Bueno, con los pequeños, que son la mayoría y empiezan con 9 años, utilizo el Método
Contrabajo Exprés, del maestro español Diego Tejedor, porque está en
español y contiene piezas conocidas por los niños aquí. Este Método se
ocupa de enseñar solo la primera posición, así que con los que pueden
completarlo uso a continuación desde el segundo tomo de All For String
hasta el IV, que cubre de la segunda a la quinta posición que es donde
terminan los que pasan de nivel en una prueba de acceso al Profesional.
Cuando están en este nivel
continúo con el Método de Simandl y los 86 estudios de Hrabé; además de eso, en
las Programaciones hay una relación de Métodos, estudios y piezas para que cada
profesor decida dentro de lo relacionado. En cuanto al arco, el más usado es el
alemán debido a la influencia que dejó Streicher cuando fuera profesor en
Madrid, en general tocan sentados, por si logran integrar después una orquesta,
y la digitación la enseño como la aprendimos (1/2/4).
En cuanto al arco, se dice que
con el francés se consigue mejor fraseo y musicalidad y con el alemán mejor
cantidad de sonido y facilidad para emitirlo, pero yo he escuchado muy buenos
intérpretes de ambas técnicas consiguiendo tanto calidad como cantidad de
sonido, así que ahí lo dejo.
¿Y mi familia española? Pues con
el tiempo, nuestros hijos, nacidos en Cuba y músicos también, vinieron a reunirse
con nosotros, así que al cabo de 27 años en esta ciudad, hemos visto crecer la
familia con los nietos, que es lo más hermoso y tierno que nos ha podido
suceder, así que como ves, he llegado a una etapa de mi vida laboral que ha
sido reconocida, desde el pasado 29 de marzo cuando cumplí los 70, con una
jubilación que me coloca en una nueva etapa de mi vida.
¿Y el contrabajo? Pues tú lo
sabes, la familia y la profesión son para siempre.
Manuel
Valdés Argudín: La Escuela Búlgara y la Rusa para el Contrabajo
Luis
Cojal: Paisajes sonoros del alma
Oscar Rodríguez Calvo: El contrabajo, entre el sinfonismo y el jazz
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