domingo, 21 de octubre de 2012

AVANCEN HACIA ATRÁS POR FAVOR


El sueño se hace a mano y sin permiso. Silvio Rodríguez

Los cambios en Cuba
Si fingen el cambio es porque en última instancia reconocen que lo hecho está errado, o que por lo menos no es conveniente, o que es políticamente incorrecto ante el concierto de las naciones insistir a gritos en sus intransigentes órdenes de apretar los grilletes.

Cuando han volado en todas direcciones las palomas salidas de la chistera con la última de las buenas nuevas: esa de las Reformas Migratorias en Cuba, vistas las reacciones en los rostros de aquí, allá y acullá, y leídos algunos artículos de quienes de manera sagaz siguen la actualidad de la isla, no se me ocurre nada nuevo: El dictador sigue en sus trece, y como siempre quienes no están con Él contra Él están, nada de matices, nos mantienen impuesto el ir en dos bandos; sin embargo, a pesar de que son ya demasiados los artículos que he escrito asegurando que en Cuba nada cambiará mientras quienes la devastaron permanezcan en el poder, y así lo sostengo, al parecer, visto y leído el documento con categoría de Ley reformada que el próximo enero de 2013 cambiará el modo y la proporción en la que los ciudadanos cubanos recibirán sus “dosis de libertad controlada”, y vistos y conocidos algunos de los empujoncitos que desde todas direcciones ha recibido Él para que afloje o al menos haga algún "chenche", creo haber descubierto que, además de los cambios provocados por Natura, se pueden apreciar otros que tienen que ver con lo que sucede de las costas de la ínsula hacia afuera.

Me refiero a que esta marejada de simulados cambios en múltiples direcciones, publicitados hasta la saciedad en los momentos y lugares más oportunos, significan que al menos Él ha reconocido que sus magias ya no son del agrado del Gran Público, y que de su chistera no pueden salir, como en otros tiempos, consignas demoledoras como aquellas de “que se vaya la escoria” o la sangrienta “hemos fusilado y seguiremos fusilando”, o la ensordecedora y escalofriante “patria o muerte”. Y para que la claque incondicional le siga celebrando, es necesario servirle algo a cambio, y una gran simulación es lo máximo, los deleita y hace aplaudir hasta rabiar, los hace apalancar remesas sin fin; entonces, Él piensa: “Vale la pena el chenche”.

Si finge el cambio, si comete fraude es porque en última instancia reconoce que lo hecho está errado, o que por lo menos no es conveniente, o que es políticamente incorrecto ante el concierto de las naciones insistir a gritos en sus intransigentes órdenes de apretar los grilletes. Pero todos los simulacros, todos los cambios de escenografía tienen múltiples dobleces, insinceridades, son hipócritas, y es por eso que las libertades ciudadanas no están en el centro de ninguno de los pasitos de avance hacia atrás -como si anduvieran en una guagua repleta de pasajeros agolpados en un pasillo que va de la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio-, y ninguna movida de las que con tanta efectividad política y buen marketing salieron de su chistera han proporcionado a los ciudadanos cubanos ni una pizca de independencia o un aflojar del bocado.

Allá en la guagua, que es como un caimán largo y verde, continúan los atropellos, los encarcelamientos exprés -en el mejor estilo de los cárteles o las narco-guerrillas-, continúan los actos de repudio, que aunque ya no están en las primeras planas sí están en las calles de los opositores para denigrarlos, coartarlos y mutilarlos moralmente.

Este nuevo acto, que ya ha concitado aplausos y rechiflas, es otro adiós, otro episodio de conservación, una rutina más de conejos aparecidos, otra prestidigitación para seguir bloqueando el paso de la razón sobre el poder. En este nuevo número del largo espectáculo, el dictador y sus usufructuarios saben que avanzan hacia atrás buscando la salida de un autobús que nunca se detendrá, y que les dejará sobre la marcha. El asunto ahora es acomodar la salida, y para eso el gran comediante amolda las ilusiones con las que pretende arrebatar aplausos y remesas, aplausos y remesas que a su vez intenta transmutar en un chorro de agua limpia para asearse el rostro y pagar más tiempo en el poder. Nada más.


NOTA: La Ley modificada establece en su Artículo 23 más limitaciones para la solicitud del pasaporte que las establecidas anteriormente para la obtención de la tarjeta blanca o permiso de salida, con lo que simplemente se CAMBIA EL COLOR DEL PERMISO, si hasta ahora ha sido una tarjeta blanca, a partir de enero será un pasaporte azul, al que se tendrá acceso solamente “cuando lo determinen las autoridades facultadas”. El mismo perro con el mismo collar.

“Artículo 23: Los ciudadanos cubanos residentes en el territorio nacional no pueden obtener pasaporte corriente mientras se encuentren comprendidos en alguno de los supuestos siguientes:

a) Estar sujeto a proceso penal, siempre que haya sido dispuesto por las autoridades correspondientes.

b) Tener pendiente el cumplimiento de una sanción penal o medida de seguridad, excepto en los casos que se autorice de forma expresa por el tribunal.

c) Encontrarse sujeto al cumplimiento de las disposiciones sobre la prestación del Servicio Militar.

d) Cuando razones de Defensa y Seguridad Nacional así lo aconsejen.

e) Tener obligaciones con el Estado cubano o responsabilidad civil, siempre que hayan sido dispuestas expresamente por las autoridades correspondientes.

f) Carecer de la autorización establecida, en virtud de las normas dirigidas a preservar la fuerza de trabajo calificada para el desarrollo económico, social y científico-técnico del país, así como para la seguridad y protección de la información oficial.

g) Los menores de edad o incapaces que no cuenten con la autorización de los padres o representantes legales, formalizada ante Notario Público.

h) Cuando por otras razones de interés público, lo determinen las autoridades facultadas.

i) Incumpla los requisitos exigidos en la Ley de Migración, su Reglamento y en las disposiciones complementarias relacionadas con la solicitud, emisión y otorgamiento de pasaportes.



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3 comentarios:

  1. Solo una pregunta: ¿Cuales son las exigencias para el otorgamiento de los Pasaportes en República Dominicana, los Estados Unidos de América, México, o aquí en Chile, es mucha la diferencia?

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  2. Antonio Gómez Sotolongo22/10/12 12:04 p. m.

    Sí Alexis, es mucha la diferencia porque en los países que mencionas el pasaporte es un derecho para todos los ciudadanos y no "un otorgamiento a discreción de las autoridades competentes", es un derecho que no se le retira ni siquiera a las personas que están sometidas a la acción de la justicia, a estos reos en algunos casos se les sanciona con un impedimento de salida.

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  3. Cristóbal Díaz Ayala30/10/12 11:20 p. m.

    Lomejor que he visto escrito sobre la famosa nueva ley, bien claro, el art 23 vuelve al punto de partida, como bien dices, la supuesta autorización sólo cambia de color o de documento, pero las excepciones vuelven al asunto al punto cero. S, ipero, no, no pero si... CDA

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Están permitidos todos los argumentos, sobre todo los que están en contra de los expresados en este blog. No están permitidas las ofensas personales por innecesarias para defender una idea. Así que me tomaré el trabajo de censurarlas.

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