lunes, 28 de noviembre de 2011

ORESTES URFÉ: PIONERO EN FACEBOOK

Sabíamos de él que había tocado en la Filarmónica de La Habana, que había sido el Principal de los contrabajos en aquella mítica orquesta, sabíamos que había estudiado con Koussevitzky 

Orestes Urfé (1922-1990)
Orestes Urfé no tuvo la menor idea de lo que sería Facebook en el  siglo XXI, cuando él murió las redes sociales no existían aun ni en los sueños de la ciencia ficción; sin embargo, un buen día, allá por la década del setenta del siglo pasado, nos sorprendió a todos con un montón de álbumes de los que comenzaron a salir fotos insospechadas, compartió con media docena de futuros contrabajistas muchísimas fotos tal como sucede ahora en las llamadas redes sociales.

Pero la historia venía de más lejos, en aquella época Urfé se desempañaba como profesor de contrabajo en la Escuela Nacional de Arte, en el reparto Cubanacán, en La Habana. Él había sido de los fundadores de aquel experimento, que con más sueños que presupuesto marcó el trecho de la segunda mitad de la centuria en la historia de la música cubana.

Programa de mano de la OFLH, Temporada de verano 1956 

Por entonces, quienes le conocimos y compartimos con él muchas horas de clases y cuentos multicolores, sabíamos de algunas de sus hazañas, pero ninguna que hubiéramos leído, que hubiéramos podido conocer legitimada en las páginas de alguna revista. Sabíamos de él que había tocado en la Filarmónica de La Habana, que había sido el Principal de los contrabajos en aquella mítica orquesta, sabíamos que había estudiado con Koussevitzky y que la parte de contrabajo por la que estudiamos ese concierto casi todos en aquella época, estaba autografiado por el autor, dedicado por Serguei a su querido alumno Orestes.

Eran leyendas, muchas leyendas, de las que solíamos creer una parte solamente. Casi todos teníamos nuestras dudas porque aquel hombre era tan cercano, tan conversador y tan aficionado a la pelota y a las mujeres, que no debía haber realizado cuantas hazañas se solían contar de él.

Quizás por eso un buen día Urfé se apareció en la casa que entonces ocupaba la cátedra de cuerdas -una de las que demolieron años después para plantar el Palacio de las Convenciones-, y comenzó a sacar, de unas cajas que extrañamente había traído ese día, fotos y más fotos, como álbumes de Facebook. Pero aquellas no eran fotos cualquiera, eran fotos de verdad. En ellas estaba el joven Orestes con los más refulgentes astros de la música del siglo XX, piense usted en cualquiera de ellos, casi todos, algún día, se tomaron una foto con aquel joven negro, alto y de manos enormes.

No creo que ninguno de los que tuvimos el privilegio de estar en aquella sesión de fotos la haya podido olvidar, es difícil, y hoy, mirando los centenares de imágenes que todo el mundo publica y comparte, como una fiebre global por perpetuar el momento, recordé a Orestes, aquel contrabajista cubano que tomó clases con Koussevitzky y sin imaginarlo siquiera nos acompañó en nuestro primer paseo por Facebook. 

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