martes, 7 de octubre de 2014

YALIL GUERRA VA POR SU SEGUNDO GRAMMY EN 2014

Entrevista exclusiva para El Tren de Yaguaramas.

Hay un lenguaje universal que es mi bandera: “la música”, arte que une a los pueblos, reconcilia al ser humano y nos hace olvidar por instantes las diferencias que todos podamos tener. Por una Cuba unida, llena de armonía y paz.

Yalil Guerra ha tenido una carrera musical verdaderamente impresionante, ya ganó un Grammy en 2012, y ahora está nominado en la categoría Mejor Composición Clásica Contemporánea. He podido escuchar buena parte de su música y al confrontar la multitud de obras y la gran calidad de las mismas, con la cantidad de años vividos por el compositor, es obvio que el Maestro Guerra ha trabajado duro y de manera sostenida.

Al parecer, el Maestro Yalil, ha recorrido ya casi todos los caminos posibles de la música, porque su repertorio es abarcador, ha utilizado casi todos los medios sonoros al uso en la llamada música clásica, y en todos, en mi opinión, se ha movido con soltura y efectividad, produciendo obras verdaderamente impresionantes.

Mientras escuchaba sus obras me surgieron algunas dudas, las que con mucha gentileza el señor Yalil ha respondido. Con esas preguntas y respuestas he conformado esta entrevista exclusiva que ahora publico, para que quienes han escuchado su música comprendan un poco más al autor y su obra, y para quienes aun no la conocen se apresuren a llegarle, creo que es de esas músicas que van marcando épocas, entiendo que del extenso catálogo de obras cubanas contemporáneas, estas de Yalil estarán dando de qué oír y de qué hablar por muchos años en el futuro.

AGS: ¿De dónde sale tanta música?

YG: La música es algo divino, uno de las pocos elementos de la vida humana que está en directa interacción con el Universo que nos rodea, con nuestra alma y sentimientos más profundos como especie. En mi caso, además de lo anterior, creo que influye primero el haber nacido en el seno de una familia de artistas, teniendo la oportunidad de, a muy corta edad, tener contacto directo con este maravilloso mundo. Este encuentro despertó en mí una curiosidad tremenda por ese misterioso mundo de notas, ritmos y cadencias. El haberme criado en Cuba, el haber estudiado música clásica, mientras por la ventana de mi habitación se filtraban ritmos y cantos populares, dieron una increíble dimensión a mi posterior quehacer musical.

A los veinte años emigré a Madrid, España, país en donde continué mis estudios y tuve la oportunidad de acceder a otros contenidos musicales y tecnológicos no antes expuestos en Cuba. Esta experiencia fue también vital en mi desarrollo estético y profesional, pues fue un contacto con Europa y su música desde Europa, viviendo allí. Años después trasladé mi residencia a la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, ciudad influenciada culturalmente por muchas naciones, cargada de lo mejor de muchos mundos y en donde cada uno de esos individuos aporta lo mejor de su arte y cultura, con la cual uno tiene contacto y acceso a diario. Este flujo de información, a veces en demasía, influye mucho en la percepción del mundo que nos rodea y definitivamente se plasma en el trabajo individual de cada creador.

En lo particular te puedo comentar que cuando me siento a escribir música, todo fluye de una manera natural y es como si estuviera conectado con otro universo superior, con Dios. Puedo tener las distracciones más variadas a mi alrededor, pero cuando la concentración entra en juego, me aíslo de una manera sorprendente. Creo que Dios nos concede a cada ser humano un listado increíble de talentos, somos nosotros como individuos los que tenemos que ser capaces de, con gran agudeza, detectar estos talentos escondidos y por supuesto, estudiar para poder desarrollarlos al máximo. Creo en la magia del universo que nos rodea, pero nosotros somos los responsables de crecer y luchar por lograr llegar a donde queremos estar.

AGS: La Suite Cubana está escrita para orquesta de cuerdas con piano, y la percibo como un homenaje a la charanga francesa, ese formato orquestal que definió Antonio María Romeu como medio sonoro idóneo para interpretar la música bailable cubana durante la primera mitad del siglo XX. Esto lo siento así incluso teniendo en cuenta que ninguno de los cuatro movimientos de la Suite evoca el danzón, género líder en la obra de AMR.

Por otra parte, en la Suite Cubana utilizas el piano, que fue en este caso el instrumento que “amarró” toda la orquestación de la charanga, utilizas algunos esquemas que se popularizaron con la música bailable, pero no introduces ni la flauta ni ninguno de los instrumentos de percusión que lleva ese formato, y por supuesto no cometes el pecado de convocar al baile con esta obra, sino a evocarlo poéticamente. ¿Has escrito esta obra pensando en esto, o salió así espontáneamente?

YG: Para serte sincero, la Suite Cubana nació por petición de la Orquesta Sinfónica de Montreal. A finales del año 2007 fui contactado por esta prestigiosa institución, ellos estaban buscando repertorio de compositores cubanos para una exposición de arte cubano que se realizaría en Marzo del 2008. Esta obra fue encargada para esta ocasión y es por ello que sinteticé a mi manera elementos de la música popular cubana, llevados a este formato de quinteto (cuarteto de cuerdas con piano). La música popular cubana es muy contagiosa en sus ritmos y fue un verdadero reto componer una obra que recogiera el espíritu y la esencia de nuestra música, sin llegar al baile. Por otro lado, la obra nominada al Grammy Latino de este año, el Cuarteto de cuerdas No. 2 (La Catrina Quartet: America Latina: A Musical Canvas), recoge también, de una manera sutil, ritmos y células que se remontan a la Tumba Francesa y la contradanza. Los elementos están diseminados entre texturas, los motivos son intercambiados, interrumpidos y enmascarados en todo el cuarteto con una armonía contemporánea y pan-tonal, un lenguaje intenso, fuerza y dinamismo que exigen la concentración y dedicación de cada uno de los intérpretes de la Catrina Quartet para poder entregar una ejecución del más alto nivel.

AGS: Mucha de tu música ha sido estrenada y grabada ¿cómo lo consigues, teniendo en cuenta lo reducido del mercado y lo costoso de las producciones?

YG: Es correcto, mucha de mi obra ha sido estrenada y grabada. Esto ha sido posible gracias a una profesión que he venido desempeñando por mas 18 años,  la de productor discográfico. Comencé esta labor por la propia necesidad de grabar a mi propia familia, mis padres, el dúo vocal Rosell y Cary y a mi talentosa hermana Yamila Guerra. Los múltiples intentos fallidos de ser firmados por casas discográficas en España, me obligaron a tomar la iniciativa y como lo hizo Beethoven en su momento, me independicé creativamente y empresarialmente de cualquier entidad de grabación, fundando un sello discográfico familiar en España Caña Brava Records y luego RYCY Productions Inc. en Estados Unidos. Esta nueva experiencia profesional me obligó a estudiar ingeniería de sonido, aprendiendo esta nueva profesión. El verme inmerso en estos procesos creativos, de desarrollo y de experiencias novedosas, sentaron la base para aprender el “como se hace” en todo lo relacionado a una producción musical, permitiéndome crear un contenido musical prácticamente desde la nada, con solo mi trabajo involucrado.

AGS: Tu carrera comenzó prácticamente con un premio muy importante, que fue el que obtuviste en el Festival Internacional de Guitarra de Cracovia. Entonces tenías solamente 16 años. Quisieras hablarme un poco de lo que significó aquel primer premio y sus consecuencias.

YG:  Definitivamente, el obtener un premio internacional a tan corta edad marca tu carrera. Siempre he sabido que los premios y galardones deben servir para, además de reconocer nuestro trabajo, para llenarnos de humildad e impulsar a continuar el camino que hemos comenzado, ruta llena de sacrificios y horas de estudio que solo uno conoce. A pesar de que este premio fue como guitarrista clásico, siempre estuvo en mí el deseo de ser “compositor”, pues desde niño, y no me preguntes por qué, guardaba lápices, bolígrafos y cualquier material que sirviera para “escribir música” y así tenerlos a mano cuando creciera y poder usarlos y poder crear una de las artes más sublimes y abstractas que existen, “la música“, creo con firmeza que Dios desde niño me destinó para la creación musical. La guitarra, y otros instrumentos musicales que toco con fluidez me han servido para ser mejor músico y reflejar estas experiencias en mi creación musical. No es lo mismo un compositor que experimenta la música como arte desde un papel, a otro que además de hacer esto, es intérprete, esto enriquece la percepción y visión musical que podemos tener detrás de un atril.

AGS: ¿Qué significa en estos momentos para tu carrera ser ganador de un premio Grammy?

YG:  El ser ganador de un Grammy Latino, y poseedor de tres nominaciones me llena de orgullo y me dan fuerzas para seguir adelante. Esto demuestra una vez más que en los tiempos que vivimos, somos dueños de nuestro destino profesional si es que así lo deseamos. Podemos forjar y crear el camino que uno sueña, desea y anhela. Al mismo tiempo no permito que ningún premio, galardón o reconocimiento cieguen mi percepción de la vida. Como humano que soy tengo virtudes y defectos, por lo que siento que cada día es una nueva etapa de conquista y lucha conmigo mismo para ser mejor que “ayer”. Si vivimos en el “ayer”, lo que conquistamos se puede convertir en la piedra que cargaremos en nuestra espalda y nos mantendrá inertes de por vida. Hoy y mañana son mi objetivo de vivir, y con plena conciencia de lo logrado miro hacia adelante, tratando de perfeccionar y superar mi propio arte.     

Estoy muy agradecido con todos los maestros que han sido los pilares de mi formación, en Cuba, España y Estados Unidos. Los músicos que han interpretado y se han comprometido con mi obra, y la han llevado a diferentes partes del mundo, les estoy eternamente agradecido. Mi música representa a un pueblo con muchos años de historia. Mi obra, a pesar de ser Universal, está dedicada a mi gente, a mi barrio, a todos los de aquí y de allá, sin importarme sus creencias políticas o religiosas. Hay un lenguaje universal que es mi bandera: la música, arte que une a los pueblos, reconcilia al ser humano y nos hace olvidar por instantes las diferencias que todos podamos tener. Por una Cuba unida, llena de armonía y paz.

AGS: Muchas gracias Maestro y ojalá que esta nueva nominación se convierta en un nuevo premio para su carrera.

YL: Gracias a ti y que Dios y los miembros de la Academia te escuchen.


2 comentarios:

  1. Fernando Archi8/10/14 6:19 a. m.

    Gracias Tony Muy buenas preguntas que aportan información importante.Ojalá pueda coger su segundo Grammy.
    Abrazos,
    Archi

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  2. excelente, muy bueno, saludos

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