miércoles, 12 de julio de 2017

EL HORARIO DE VERANO… ¿ALGUIEN LOGRARÁ DESHACER EL TUERTO?

Adelantarle una hora a los relojes en abril y atrasársela en noviembre es muchísimo menos costoso y de más rápida implementación que llenar el país de paneles solares y de parques eólicos. 

Quienes podemos ver el sol cada día deberíamos festejarlo. Son muchos los seres humanos sobre la faz de la tierra que por salud o geografía no lo pueden disfrutar de esta manera intensa, pegajosa, con altas dosis de humedad, calurosa, agobiante, bochornosa cuando la energía eléctrica nos abandona en el punto álgido de los termómetros.

Hay zonas geográficas en las que brilla, pero por su ausencia, y se presenta en dosis bajísimas, hay sitios en los que se ausenta durante meses y el tiempo se hace extremadamente largo entre las sombras.

Sin embargo, aquí en el Caribe, donde tenemos sol para venderle a turistas extranjeros, a visitantes necesitados de vitamina K, donde el sol sale para todos y en cantidades infinitas, donde llegan por millares los caucásicos, ansiosos por sazonarse las pieles con esos rayos dorados que hacen hervir la melanina, nosotros, los habitantes de esta media isla, aun no lo hemos sabido aprovechar lo suficiente.

Por más de medio mundo anda un horario al que llaman de verano, que aquí intentaron implementar pero falló por la estulticia de los “Poderes”, y jamás se ha vuelto a hablar del tema, nadie trató de deshacer el tuerto. Es justo que el “Horario de Verano” llegue al debate público, que entre por algún resquicio a esos medios donde se macera la opinión del público, o que la sociedad civil le preste algo de atención y airee el tema, porque si nos fijamos bien, desde abril los días comienzan a ser cada vez más largos hasta alcanzar jornadas de 15 horas.


Por ejemplo el viernes 6 de julio de 2012, el día comenzó a clarear a las 5:30 am, y una hora después, pujando con unas nubes densas que se le interpusieron en el horizonte, apareció el primer pedacito de sol, con pilas nuevas, con una intensidad veraniega que daba gusto. Y así completó su viaje por este hemisferio, hizo su trabajo de dar vida, y también de quemar a los que no lo respetaron. Cuando se fue eran más de las 7:30 pm, había completado una jornada laboral de catorce horas.

Si quienes se levantaron ese día las 6:30 am para salir a sus tareas cotidianas, hubieran tenido una hora de adelanto en sus relojes, se hubieran levantado, según los dictados del sol, a las 5:30 am, es decir, que muy probablemente, no hubieran tenido que encender todas las luces para alistarse, porque con mucho placer y eficiencia ya a esa hora el Astro Rey les hubiera alumbrado. Del mismo modo, al final de la tarde, cuando llegaron a sus hogares, quizás a las 7:00 pm, también el sol, encantado de la vida, les hubiera dado luz, y con todo esto, el ahorro de energía eléctrica -deficitaria, costosa y contaminante-, hubiera sido significativo.

Así lo hacen casi todos los países del área. Tienen “Horario de Verano” los países grandes y pequeños, los pobres y ricos, y por lo general las ganancias no son pocas. Adelantarle una hora a los relojes en abril y atrasársela en noviembre es muchísimo menos costoso y de más rápida implementación que llenar el país de paneles solares y de parques eólicos. 

Ojalá alguien, con el Poder suficiente, descubra los beneficios que se pudieran obtener al usar las bondades que el sol nos ofrece. Ojalá que durante estos meses del año, en que se nos dispara el consumo de energía eléctrica tratando de paliar los sofocantes calores, podamos alguna vez utilizar las cantidades industriales de luz natural que el sol nos regala a manos llenas, sin miseria y durante los meses luminosos y largos del verano. Ojalá que pronto la inteligencia y el conocimiento se impongan ante la estulticia y la ignorancia. Ojalá.

1 comentario:

  1. Maestro, en México usamos el horario de verano de abril a octubre y nuestro crepúsculo llega hasta después de las 8 pm, es realmente agradable tener luz hasta esa hora, uno anda por la calle con la tranquilidad que le da la luz. por las mañanas no es tanto el ahorro de electricidad para todos especialmente para aquellos que entran a trabajar más temprano. aún hay gente que resonga cada vez que hay que cambiar la hora pero al final y a su pesar, funciona.

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