Foto: Juvenal Balán |
Feliz domingo tengan todos. Jajaja, muy bella frase la que publicó el Granma digital el día 12 de febrero del presente año bajo el titulo de: «No le decimos al pueblo cree, sino lee». Bella frase pero inválida. «Lee lo que yo digo», debió decir. Desde que Él se apoderó del poder los cubanos leímos, pero lo que él escribía y lo que autorizaba a que leyéramos, así se convirtió la lectura en un largo y permanente evangelio con la palabra diaria de Él. En los hechos la frase se materializó así: «No te decimos cree, sino lee lo que te decimos que leas y si no crees en lo que te decimos que leas eres un gusano».
Este ha sido el método acendrado para demoler la intelligentsia cubana y convertirla en una publicitaria eficaz, la que se ocupa de apalancar el ARTÍCULO 5 de la Constitución que dice: «El Partido Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista, marxista y leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado».
¿Cómo leer libremente si la Constitución lo prohíbe? Es por eso que en las editoriales cubanas no entra hace más de seis décadas ningún autor, cubano o extranjero, que apunte con el pétalo de una flor contra la dictadura del partido único. Vaya, ¿cómo creer que el libro que porta el de la foto pudiera traer algo productivo, cuando todo lo que hizo «el economista» fueron fusilamientos extrajudiciales y ruinas antes que obras?