Una de las innovaciones
que pretendió introducir Hipólito Mejía durante su gobierno (2000-2004), fue
establecer en la República Dominicana el Horario de Verano, una práctica que en
varios países del mundo constituye una poderosa herramienta para disminuir el
consumo de energía eléctrica.
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Por entonces,
y por ese motivo, publiqué en un periódico -que se fue también con las
tormentas que aquel gobierno desató-, el siguiente artículo que se puede leer como
nuevo, como recién salido del horno, porque la producción y transmisión de la
energía eléctrica continúa siendo aquí un verdadero tormento eléctrico.
ES TIEMPO DE ADELANTAR LA HORA
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Es en esta época, con el comienzo de la
primavera, y a causa de la posición del globo terráqueo sobre su eje y en su
órbita al rededor del sol, que la presencia del astro rey es más prolongada
cada día en el Caribe y otras regiones del planeta, es esta la época adecuada
para adelantar una hora a los relojes y aprovechar así una hora más de luz
solar cada día, y es así como se hace en algunos países y se le conoce como
“Horario de Verano”. La medida consiste precisamente en adelantar los relojes
una hora en abril y ese mismo lapso de tiempo de sesenta minutos atrasarlo en
septiembre para dejar nuevamente el horario de acuerdo a la posición
geográfica. Claro está, que si primero atrasamos la hora, se produce el efecto
contrario, porque estamos colocando nuestra hora en el huso horario siguiente
de acuerdo a nuestra situación geográfica, o lo que es lo mismo, tener las doce
del día en nuestros relojes cuando los rayos del sol caen casi
perpendicularmente sobre La Habana, y no sobre la Isla de Santo Domingo, así
sucede que cuando nuestros relojes dan las seis de la tarde, el sol dice que ya
son las siete.
Fue
ese el error que se cometió el pasado mes de octubre cuando se atrasó una hora
a los relojes, quizás para ponerse a tono con los países que en esa fecha la
atrasaron, pero de lo que no se habló fue de que esos que la atrasaron lo que
estaban haciendo en realidad era atrasar la hora que en abril habían
adelantado. Ellos estaban poniendo las cosas en su lugar y aquí todo lo
contrario.
Si
se adelanta primero la hora, que es como se debe hacer, tenemos la hora del
huso horario precedente, por lo que cuando en nuestros relojes son las doce del
día, el sol dice que son las once, de tal modo que al dar las siete de la tarde
en los relojes, el sol dirá que son las seis y es así como obtenemos una hora
más de luz solar al adelantar una hora al reloj.
Esta
medida se utilizó por primera vez durante la Primera Guerra Mundial, cuando los
países involucrados en la contienda bélica se vieron en la necesidad de ahorrar
combustibles, y a elevar sus índices de producciones industriales, sobre todo
las relacionadas con la industria de armamentos, textiles y de alimentos.
Entonces, al procedimiento se le llamó “horario de guerra”, posteriormente
volvió a ser utilizado durante la segunda gran contienda bélica del siglo XX.
Finalmente, el “Horario de Verano” se quedó como una práctica muy beneficiosa
en algunos países del área.
Santo
Domingo, El Siglo. 7.04.2001.