No tengo la más mínima intención de que Ud. lea esta carta, pero me sumo a lo que
parecería ser el último success de la
moda para esta temporada. Me da la impresión de que están al grito las epístolas
como estilo periodístico-literario -sobre todo si el remitente es un
desconocido como yo y el destinatario un escritor famoso como Ud.-,
retrotrayéndonos al tiempo de los apóstoles y el de los románticos jóvenes que,
como el Werther, verdemente enchalecados depositaban en el papel todo su
corazón, y amaban a sus amadas amantes tan desaforadamente, que alguna que otra
vez, aburridos de la poca eficacia de sus ruegos epistolares se lanzaban al
agua con la intención poco aséptica de encontrar la muerte.
Esta
carta que ahora yo escribo, por supuesto no tiene nada que ver ni con amantes
suicidas, ni con testimonios bíblicos, sino con la reacción que me provocó leer
las diez razones para votar contra Chávez que Ud. ha publicado en su blog. En
realidad no fue la primera idea, porque hablando sinceramente la primerita fue
escribir un comentario al pié, pero no me pareció suficiente.
Ud.
nos ha regalado un paquete de diez razones, que mientras lo leía, me recordó,
inevitablemente, los Diez
Mandamientos, el Decálogo
de Quiroga y el Decamerón
–este último de aquel relajado italiano con el que todos, hasta el sol de hoy,
nos morimos de la risa-. Ud. nos sirvió una lista de motivos para que los
venezolanos voten a favor de cualquier otro candidato a la presidencia de
Venezuela menos por Hugo el militar –claramente identificable de aquel otro
militar, llamado Alberto, tan provocador de nostalgias infantiles en los
cubanos que fueron arrullados con los martianos versos de Los zapaticos
de Rosa-.
Así
que esta carta, como decía, nada tiene que ver ni con los apóstoles bíblicos o
cubanos, ni con el ilustrado Goethe o el jocoso Boccaccio, ni con las modas
literarias, sino con un tropel de ideas que su artículo, como ya dije, me ha
provocado. Claro, que si uno se pusiera a plasmar ese tropel, pues nada…
estaríamos lindando y/o lidiando siempre con el dadá, el surrealismo o
interpretando sueños de perros andaluces. Así que lo dicho, estas diez razones
suyas me trajeron, con el tropel de marras, la convicción de que tantos motivos
no eran necesarios, que existe uno solo y es más que suficiente para que los
venezolanos digan no al continuismo, a la prórroga del poder y a la pérdida de
la democracia. Y esa razón es 14 años de chavismo. Hugo Chávez ha tenido más
tiempo en el poder que cualquier otro presidente democrático en el continente
Americano y lo ha empleado en puras digresiones, cantinfladas y torpezas, las
que por múltiples razones les son permitidas a los que escriben, pero no a
quienes presiden una República.
Esa
única razón contiene más de una década de acciones que no dieron al pueblo
venezolano una mejor vida, los colocó en el camino de la miseria y la violencia.
Estos 14 años de chavismo constituyen la causa más que suficiente para que los
venezolanos voten por un cambio en el panorama político de su país y digan sí a
la democracia, a la libertad y al progreso.
La
única razón para votar a favor del pueblo, es que durante los últimos 14 años,
el militar, con sus acciones dantescas, y muy bien cuidado por feroces perros,
enganchó un cartel en las puertas del futuro de Venezuela que dice: “abandonad
toda esperanza”.
Señor
CAM, sin otro asunto que tratar le saludo fraternalmente… y por supuesto, no
espero respuesta suya, pero si decide hacerlo será más que bienvenida. Gracias por
sus diez razones y los números que las documentan, pero entiendo que con una
basta.
Santo
Domingo, 09.09.12
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