Una
entrevista exclusiva con el director Iván del Prado.
I.P: Julián Orbón necesita ser redescubierto en Cuba. En la academia, en las salas de conciertos y en la Historia.
Iván del Prado |
AGS:
¿Cómo conociste la obra Tres Versiones
Sinfónicas?
IP: Lo
primero que yo conocí fue la grabación y después fue que accedí a la partitura,
pero, paradójicamente, lo primero que tuve en mis manos, sin saberlo, fue la
partitura. Ahora te explico este enredo.
Un
día, el compositor Juan
Piñera me prestó el CD de Eduardo Mata, dirigiendo la Orquesta Simón
Bolívar, justo para que yo escuchara Tres
Versiones Sinfónicas. Claro, con toda seguridad Juanito tuvo la intención
de sugerirme, muy sutilmente, con aquella propuesta para que escuchara tan
señalada obra, que la tocara con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, una
institución que yo dirigía entonces.
AGS: Vamos ahora a la partitura, ¿cómo la conociste?
Bien,
pues mucho antes de esta audición de las Tres
Versiones… durante un tiempo en el que yo tomé clases de armonía con el
Maestro Alfredo Diez Nieto,
él me entregó un sobre y me
aconsejó que revisara la partitura que había adentro. Él ni siquiera la sacó
para mostrármela, tampoco me habló del autor o la obra, él solo me dio el sobre
y me dijo: «estúdiatela». Yo tampoco vi la partitura y puse el sobre, tal como
me lo entregó, en un librero, y allí estuvo por largo tiempo.
Después
de haber escuchado la grabación que me sugirió Piñera, yo quedé fascinado con
las Tres Versiones, y en una de las
clases con el Maestro Diez Nieto le comenté de la extraordinaria obra que había
conocido y él, con la tranquilidad y ecuanimidad que lo caracterizan, me dijo: «mijo,
esa es la partitura que yo te di hace unos meses». Y su calma, a prueba de
cualquier estudiante, le estampó una sonrisa en el rostro. De vuelta a casa,
por fin saque la partitura del sobre y allí comenzó mi fascinación.
AGS:
¿En el trabajo de mesa para dirigir la obra, tuviste algún contacto con músicos
que conocieron al compositor y que estaban al tanto de su estética?
IP: Aunque
me relacionaba con Harold
Gramatges, realmente no. Carlos Fariñas me
habló un poco del Grupo de
Renovación y de las motivaciones de José Ardevol,
pero mi trabajo de mesa siempre ha sido tratar de entender la partitura.
AGS:
¿Antes de hacer el estreno en Cuba, pudiste escuchar otra versión además de
esta de Eduardo Mata?
IP: El
Maestro Diez Nieto me dejó escuchar la premier discográfica de la obra, una
grabación de 1958 en un viejo Lp., en el que dirige Antal Dorati. Esa fue la
premier en Estados Unidos y creo que la primer mundial.
A.G: Después que te diste cuenta de que esa obra debías estrenarla en Cuba, ¿qué hiciste para programarla? ¿Alguien te apoyó en el intento, o tuviste algún «obstáculo burocrático» que vencer?
I.P: No tuvimos ningún obstáculo burocrático ni reuniones. Nadie nos preguntó ni nadie nos desaconsejo. También aprovechamos para programar la obra dentro de un homenaje que hacía La Casa de las Américas al grupo Orígenes. Para estrenar Las Tres Versiones Sinfónicas tuve el apoyo de Cintio Vitier quien se sumó al esfuerzo leyendo unas palabras en el concierto antes de que sonáramos la primera nota. Yo estuve en su casa donde conversamos amplio sobre el grupo, en especial de Julián Orbón, quien fue su amigo. También estuvo con nosotros Jorge Luis Prats, en ese tiempo dedicado a renovar, mantener e impulsar la OSN.
AGS: Julián Orbón fue un compositor investigador, conocedor tanto de la música española, con todas sus influencias, y de las músicas que se sintetizaron luego para convertirse en parte de la cultura iberoamericana. Una parte de su estética y de sus ideas musicales quedaron en artículos dispersos, algunos de los cuales pudo recoger Julio Estrada, también su ex alumno, en un libro que lleva por título En la esencia de los estilos, que publicó la editora Colibrí en el año 2000. ¿Conoces esta obra?
IP: No tuve acceso a esa obra antes de estrenar las Tres Versiones…, pero sí tengo el libro. En el tiempo del estreno, Julián Orbón era un rara avis. Pocos sabían de él y en Cuba no había mucha información. Después me interesé y recopilé alguna información y literatura sobre él.
A.G: Después que te diste cuenta de que esa obra debías estrenarla en Cuba, ¿qué hiciste para programarla? ¿Alguien te apoyó en el intento, o tuviste algún «obstáculo burocrático» que vencer?
I.P: No tuvimos ningún obstáculo burocrático ni reuniones. Nadie nos preguntó ni nadie nos desaconsejo. También aprovechamos para programar la obra dentro de un homenaje que hacía La Casa de las Américas al grupo Orígenes. Para estrenar Las Tres Versiones Sinfónicas tuve el apoyo de Cintio Vitier quien se sumó al esfuerzo leyendo unas palabras en el concierto antes de que sonáramos la primera nota. Yo estuve en su casa donde conversamos amplio sobre el grupo, en especial de Julián Orbón, quien fue su amigo. También estuvo con nosotros Jorge Luis Prats, en ese tiempo dedicado a renovar, mantener e impulsar la OSN.
AGS: Julián Orbón fue un compositor investigador, conocedor tanto de la música española, con todas sus influencias, y de las músicas que se sintetizaron luego para convertirse en parte de la cultura iberoamericana. Una parte de su estética y de sus ideas musicales quedaron en artículos dispersos, algunos de los cuales pudo recoger Julio Estrada, también su ex alumno, en un libro que lleva por título En la esencia de los estilos, que publicó la editora Colibrí en el año 2000. ¿Conoces esta obra?
IP: No tuve acceso a esa obra antes de estrenar las Tres Versiones…, pero sí tengo el libro. En el tiempo del estreno, Julián Orbón era un rara avis. Pocos sabían de él y en Cuba no había mucha información. Después me interesé y recopilé alguna información y literatura sobre él.
AGS:
En el año 2014 se anunció que el disco producido por el sello Colibrí, dedicado
a la obra de Julián Orbón, como parte de la colección Renovación Musical, había alcanzado el premio Cubadisco en la
categoría Solista Concertante. Una de las obras que contiene este disco es Tres Versiones Sinfónicas. ¿Qué
importancia pudiera tener para la música y los músicos cubanos, el
descubrimiento de esta obra, partiendo de tus propias experiencias al enfrentarte
a ella para su estreno en Cuba?
IP: No
solo de esta obra sino también de toda la obra de Orbón. Julián fue considerado
el más talentoso compositor de su generación. Incluso Ardevol, quien hizo
bastante para desacreditarlo, se quejaba: «¡Qué lástima, tanto talento por
gusto!». Esto se puede constatar leyendo el epistolario de Ardevol, lo consideraba
el más talentoso de todos. Julián necesita ser
redescubierto en Cuba. En la academia, en las salas de conciertos y en la Historia.
AGS: A
partir de esta realidad te pregunto: ¿Existen algunas personas en Cuba que aún
recuerdan el legado musical de Julián Orbón? ¿Quiénes y por qué?
IP: Imagino
que hay personas informadas, que conocen ese legado. Ahora, que sea un legado
«vivo», no lo creo. Y esto es válido no solo en el caso del Maestro Orbón,
también pienso en Fariñas, Harold, Edgardo, Blanco, Barroso, el mismo Ardevol,
Mantici, Diez Nieto y muchos otros. Yo no estoy en Cuba, no puedo asegurar nada,
pero no creo que haya una presencia de la música cubana como debería ser. Por
otra parte, yo encuentro en la música de Leo Brouwer influencias Orbonianas. No
sé si por casualidad o Brouwer tuvo conciencia de ello.
AGS:
Ahora te haré una pregunta especulativa o de metafísica como diría Pellón, mi
maestro de filosofía (marxista). ¿Hubiera significado algo para el curso de la
creación musical en Cuba, la permanencia de la estética orboniana y la vigencia
de sus obras en los programas de conciertos?
IP: ¡Pellón!
Mi maestro también. Yo creo que sí. Nos perdimos las enseñanzas de Julián Orbón.
Pudo haber dado mucho a la enseñanza, la composición y la música de nuestro
país. Toda ausencia es lamentable.
AGS:
Si hay algo más que quieras decir, pues este es el momento.
IP:
Quiero referirme a la afirmación que haces en la introducción de esta
entrevista. Yo creo que hace un rato Orbón no tiene censura en Cuba, lo que
pasa es que nadie lo conoce. La censura, el ostracismo hizo su trabajo y dio
sus frutos. Tampoco se puede conseguir su obra con facilidad. Esa es mi
opinión.
AGS:
Muchas gracias por tu paciencia y tu tiempo.
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