viernes, 26 de julio de 2019

LA CASA DE PAPEL ECHA UN PULSO CONTRA EL SISTEMA


La serie que arrasa en Netflix

• La trama se concentra en amarrar al espectador a la pata de la butaca con lo mejor de los clichés del cine de acción, no hay tiempo que perder, porque el ritmo debe volar y reposar adecuadamente, inspirar y espirar, crispar y relajar, agitar las pulsaciones y reposar.

Casa de Papel (Money Heist) es un excelente manual para progres e izquierdistas post marxistas. Pero eso está por debajo de la línea de flotación, arriba, en el pico del iceberg, la serie es un Best Seller de Netflix que tiene enganchado a medio mundo desde su estreno el 2 de mayo de 2017, una serie vibrante de principio a fin, que quien la comience a ver no se podrá detener hasta el final, y desesperará, como yo ahora mismo, por saber lo que sucede en la cuarta parte, la que según se ha sabido no saldrá al aire hasta el 2020. Menuda espera, pero mientras tanto voy a comentar.

Realizada más como un drama sicosocial que como un thriller, profundiza en los conflictos humanos de cada uno de los personajes, los enfrenta y los desnuda, pero lo que más me llama la atención de las dos primeras partes, es el nivel de metáforas que mantienen algunos símbolos que luego, en el episodio tres de la segunda parte comienzan a destaparse, a convertirse en consignas. Es en este punto en el que con todas sus letras Nairobi declara el comienzo del matriarcado.

La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre es el objetivo de los atracadores, es la Casa de Papel donde se fabrica el dinero de España, pero el propósito de la banda no es robar el dinero que está en sus arcas, sino fabricar mil millones de Euros para apropiarse de ellos, un dinero, que según la rocambolesca explicación del Profesor, no es de nadie, por lo que no estarían robando, sino que -aunque no lo dice explícitamente por ahora-, estarían distribuyendo las riquezas de manera más justa. La Fábrica es el símbolo del sistema capitalista, pero no es hasta la tercera parte que el profesor descorre el velo de la poesía y dice: «Esto ya no es un atraco, esto es un pulso contra el sistema, esto es una guerra».

El profesor
Se tratan en la serie algunos de los puntos más visibles de la ideología de género que promueven las nuevas izquierdas; entre ellos, el embarazo y el aborto, el patriarcado y el matriarcado, las preferencias sexuales y las razas y etnias, pero todo esto, como dije, se destapa a partir de la segunda parte, porque durante las dos primeras la trama se concentra en amarrar al espectador a la pata de la butaca con lo mejor de los clichés del cine de acción, no hay tiempo que perder, porque el ritmo debe volar y reposar adecuadamente, inspirar y espirar, crispar y relajar, agitar las pulsaciones y reposar, porque de lo contrario se corre el riesgo de agobiar al espectador. Este cine aprendió todo del cine comercial capitalista, pero lleva en su contenido un discurso un antisistema.

León Trotsky (1879-1949)
Hay símbolos que los jóvenes absorben sin saberlo, porque las referencias andan por todas partes: la boina de Moscú, el más obrero de todos los atracadores, tiene el halo de los guerrilleros; los lentes redondos del profesor semejantes a los de Castro y Trotsky, por decir dos; en las escenas del sistema, es decir, donde aparecen los policías que están hostigando a los atracadores, predominan los grises, en contraposición con los rojos que lideran en las escenas en las que participan los atracadores; la casa en la que preparan el atraco tiene el desorden y la pátina del deterioro, como las catacumbas en las que permanecen los «héroes clandestinos» antes de salir al frente de batalla; el rojo de los overoles que visten tanto los atracadores como sus rehenes está en las banderas de la URSS y China. Todos estos símbolos y muchos más se entretejen para atrapar al espectador. Y ya vas a decir: ¡¡¡pero tío, la estás liando, estás cogiendo el rábano por las hojas!!!, pues no, de todos modos puedes dejar de leer ahora mismo, porque vengo con más.

Bandera de la extinta URSS
Después del «desmerengamiento de la URSS» -como le calificó Castro a la implosión de la Unión Soviética-, en realidad nada volvió a tener la misma apariencia, y surgió una especie de gatopardismo en el que se conservan las esencias, que son alcanzar el poder y destruir el capitalismo, pero con formas nuevas de luchar, reciclando el discurso y los símbolos. Por ejemplo, en la serie, se cambia el símbolo del Che Guevara, la oz y el martillo, las fotos de Lenin, Marx, Engels, Mao, Stalin, Castro, Sandino etc., por la máscara de Dalí, el pintor surrealista español y eventualmente por la cara de El Grito, de Edvard Munch, el pintor expresionista noruego.

Tokio en su overol rojo
Y en la banda sonora, en lugar de sonar canciones de Serrat, Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa, Víctor Jara o cualquiera de aquellos que lideró las manifestaciones de la izquierda durante la guerra fría, utilizan nada más y nada menos que Bella Ciao, una canción que representa la resistencia contra el fascismo, que se hizo popular entre los partisanos italianos durante la Segunda Guerra Mundial, que en Cuba se convirtió en uno de los números del repertorio de la «revolución cubana de 1959» y que es todo un símbolo del comunismo; pero eso, para el público de este siglo XXI puede pasar inadvertido. La otra canción militante que se cuela en la serie es la invencible Guantanamera, una pieza musical cubana que por azares de la vida se convirtió en todo un ícono de la «revolución» del dictador Fidel Castro.

En la gran mayoría de las películas que estamos acostumbrados a ver, el dinero tiene un papel protagónico y los robos y los ladrones menudean; sin embargo, no recuerdo ninguna en la que sea el sistema el objetivo a destruir. La gran mayoría de los guionistas hace 20 años atrás hubiera terminado esta serie con la fuga de los ladrones, la vergüenza de la policía y la nueva y paradisíaca vida que el dinero robado procuró a los ladrones, pero no, en la Casa de Papel hay un nuevo atraco en la tercera parte, esta vez más impredecible, el oro que se guarda en el Banco de España.

La discriminación racial es tratada en clásicos del cine occidental como por ejemplo Adivina quién viene a cenar esta noche y Fuga en Cadenas, ambas protagonizadas por el joven negro Sidney Poitier, pero la solución al problema no está en destruir el sistema sino «en cambiar este cochino mundo». La violencia de pareja, el machismo y el choque cultural están en Un tranvía llamado deseo, pero tampoco en esta obra la mordaz crítica pretende destruir el sistema, sino mejorarlo.

La Casa de Papel, que es una casa blanca muy blanca, recuerda sin mucho esfuerzo aquella otra en la que se hospedan los presidentes de los Estados Unidos, donde se hospeda el imperialismo estadounidense, que es, según Mao Zedong, un Tigre de Papel, una aparente amenaza que en realidad es inofensiva.

En la serie La Casa de Papel, la nueva izquierda tiene un arsenal para defender la ideología de género, la subversión cultural, justificar su guerra por el poder y adoctrinar acerca de la necesidad de cambiar al mundo de base hundiendo al imperio burgués; pero ojo, esta vez sin teque, esta vez como en el mejor cine de entretenimiento del mundo, utilizando todos los inventos que los capitalistas han propiciado al invertir sus capitales en la industria del espectáculo, en la cultura occidental, así que quizás ya no tendremos que sufrir aquellos bodrios del cine soviético, las consignas avasallantes y los símbolos sin gracia. La nueva izquierda podrá disfrutar de las facilidades que el capitalismo ha creado, porque lo mejor que nos dejó el socialista del siglo XX fue el polvo del muro de Berlín.

Pero todo esto está por debajo de la línea de flotación, en la punta del iceberg es difícil percibir todo eso, y si has soportado leer hasta aquí, te aconsejo que no te pierdas las emociones que estos artistas son capaces de provocar en el público, aunque tampoco te relajes tanto como ante un 007, que sabes que aunque tenga licencia para matar tú estarás a salvo, o como ante Superman, que sabes bien que lo de volar es broma, no te relajes tanto con La Casa de Papel y estate al tanto, porque lo de esta gente sí que va en serio, y cuando te dicen que es un pulso contra el sistema, que es una guerra y que hagas como en la guerra te lo están diciendo en serio, aunque no sepan, porque el profesor tampoco lo sabe y tampoco lo supieron los comunistas del siglo XX, qué coño harán si por otro birlibirloque se hacen con el puto poder.


miércoles, 10 de julio de 2019

LAURENTINO CORTIZO: «NO COINCIDO CON QUE LA SOLUCIÓN PARA VENEZUELA SEA UNA SOLUCIÓN ARMADA».


Laurentino Cortizo, presidente de Panamá, ha dicho en entrevista con Camilo Egaña: «Respeto la posición del presidente Guaidó, pero no coincido con que la solución para Venezuela sea una solución armada. Lo digo con toda sinceridad, los tiempos en este momento son los tiempos apropiados para llegar a una solución integral, negociada y democrática que incluye y pasa por un gobierno provisional y establecer la fecha para unas elecciones democráticas».

Cortizo menciona las dos soluciones, la armada y la democrática, pero no menciona el problema, las causas por las cuales se plantea, ante el presente de Venezuela, una solución; sin embargo, es imposible avanzar en este dilema si no se tiene en cuenta que la causa del problema está en que Nicolás Maduro y sus cómplices arrebataron la soberanía al soberano mediante el uso indiscriminado de las armas. 
Es imposible avanzar entonces por una solución integral, negociada y democrática, cuando el soberano está siendo masacrado con las armas en la mano por un dictador que ha usurpado el poder en Venezuela y ha violado la soberanía nacional.

Es imposible avanzar por una solución democrática cuando Nicolás Maduro lo viene impidiendo por la fuerza desde hace mucho tiempo, y se resiste a reconocer las pruebas de sus violaciones a los Derechos Humanos presentadas antes los organismos internacionales.

Es imposible avanzar por una solución democrática cuando Nicolás Maduro arremete contra Michel Bachelet diciendo que: «El informe de la señora Bachelet es un informe más, hecho por su oficina de gente enemiga de la revolución bolivariana, un informe cargado de mentiras, de datos inexactos, datos falsos (…) creo que dio un paso en falso, creo que la Bachelet dio un paso en falso al leer un informe que le elaboraron y le dictaron desde el Departamento de Estado» (de los Estados Unidos). 

¿Cómo hacer entrar en razonamientos democráticos a quien se declara dueño de todas las razones y las armas para imponerlas?

Esa es quizás la pregunta que no quiso responder Cortizo y la que no quieren responder quienes abogan por la solución negociada en Venezuela -que sería extensible por obvias razones a Cuba, Nicaragua, Guatemala y en breve a Bolivia. si Morales insiste en violar al soberano-. 

Las razones que se esgrimen contra una solución armada en Venezuela son fundamentalmente dos: la pérdida de vidas humanas y la pérdida de la soberanía nacional, pero eso es lo que ha estado sucediendo en Venezuela durante los últimos15 años. Venezuela se desangra y perdió su soberanía, y no como en la época colonial a manos de una metrópoli, sino a manos de sus propios nacionales.

Entonces, Camilo, la pregunta que quedó en el tintero sería: ¿Cómo avanzar en una solución integral, negociada y democrática mientras Nicolás Maduro ostenta el poder mediante el uso de las armas y las utiliza para violar la soberanía nacional y perseguir, encarcelar y asesinar al soberano?

viernes, 5 de julio de 2019

MÁXIMO GÓMEZ Y LA REELECCIÓN PRESIDENCIAL

Contra la reelección el general Máximo Gómez inició una campaña que lo llevó por toda la isla, y con el mismo fervor que llamó a votar por Tomás Estrada Palma en su primer mandato constitucional, así se opuso a que se mantuviera en el poder por cuatro años más.

Máximo Gómez (1836-1905)
El 21 de febrero de 1901 fue aprobada la primera Constitución de la República de Cuba, y en aquella Carta Magna, los constitucionalistas, teniendo en mente a Máximo Gómez, incluyeron «un precepto capacitando a ciudadanos no nacidos en la Isla para ocupar la Presidencia, siempre que hubieren servido con las armas a Cuba en sus guerras de independencia, diez años por lo menos[1]-[2]». 

Pero Máximo Gómez se negó rotunamente a presentarse como candidato en aquellas elecciones, y apoyó a Tomás Estrada Palma (1835-1908) con el mismo fervor que empuñó el machete en las dos guerras por la independencia de Cuba. «Los hombres de la guerra para la guerra, y los de la paz para la paz», había dicho.

El 1 diciembre de ese mismo año, después de realizarse las primeras elecciones libres en la Isla, el Gobernador Leonard Wood (1860-1927) traspasó el mando a Estrada Palma quien resultó ganador en los comicios.

Aquel primer período presidencial, aquel primer ensayo de democracia en Cuba había salido bastante bien, tanto que se le ha llamado «la República modelo»[3]. La honradez del mandatario y su capacidad para administrar con pulcritud los fondos públicos le ganaron una gran admiración y le dieron una gran popularidad entre los votantes.

La situación general en cuba era excelente. Rápidamente se alcanzaban nuevos centrales azucareros […] aumentando la producción y el trabajo: funcionaba ya el Ferrocarril Central, construido por iniciativa privada durante la Intervención; los vapores españoles llegaban cargados de europeos resueltos a conquistar su bienestar en un país necesitado de brazos, y el capital extranjero, hallando favorables todas las circunstancias, se derramaba sobre la Isla fomentando servicios públicos de transporte y alumbrado […]. Y Teodoro Roosevelt (1858-1919), quien había peleado en Santiago de Cuba, era ahora Presidente de los Estados Unidos y con amistosa benevolencia felicitaba a Estrada Palma por la cordura y firmeza con que guiaba a la República en estos primeros años críticos»[4].

Con esta popularidad y estos magníficos resultados fue fácil que Estrada Palma decidiera, sin violar la Constitución, continuar en el poder[5]; sin embargo, una buena parte de los que apoyaron su candidatura en 1901 lo rechazaron para un segundo mandato y entonces se destapó «el viejo odio criollo a la continuidad de los gobiernos, incubado en largos siglos de vida colonial […] y se vio renacer el temido mando único de los Capitanes Generales, a beneficio de un grupo de adictos y en perjuicio de la mayoría del país»[6].

Para empujar la reelección se fundó el partido Moderado, que utilizó todos los medios económicos y políticos que proporcionaba el Poder para sumar votos. Una de sus maniobras fue cesantear a los empleados públicos que no se «moderaran», es decir, a quienes no se incorporaran a su partido y votaran por Estrada Palma.

Contra la reelección el general Máximo Gómez inició una campaña que lo llevó por toda la isla, y con el mismo fervor que llamó a votar por Tomás Estrada Palma en su primer mandato constitucional, así se opuso a que se mantuviera en el poder por cuatro años más.

Gómez, en medio de aquella lucha contra la reelección de 1905, encontró la muerte. Lo que no habían conseguido las balas y los sables de los colonizadores españoles, lo consiguió una enfermedad infectocontagiosa.

Las elecciones se realizaron; y, como sucede siempre que la ética no puede imponerse sobre las ansias de poder, Estrada Palma venció al candidato por el partido Liberal, el general José Miguel Gómez (1858-1921).

Pero el descontento popular, guiado por algunos de los más importantes sobrevivientes de las luchas independentistas, explotó en una confrontación armada conocida como «guerrita de agosto», en la que perdieron la vida, entre otros patriotas, el general Quintín Banderas (1834-1906), y provocó la segunda intervención de los Estados Unidos en Cuba.

Amparado por la Enmienda Platt, que había quedado estampada en la Constitución[7] de 1901, Estrada Palma, «quien se consideró impotente frente a los alzados, solicitó la intervención del gobierno norteamericano»[8], y el 28 de septiembre de 1906 tomó posesión como Gobernador Provisional de Cuba el Comisionado William H. Taft, (1857-1930) quien fue sustituido a principios de octubre por Charles Magoon (1861-1920).

En la proclama que el Comisionado dio a conocer al pueblo de Cuba para ejecutar esta segunda intervención, se advirtió que:

«el no haber el Congreso tomado acuerdo en cuanto a la renuncia del Presidente de la República de Cuba, o elegido un sustituto» dejaba al país «sin gobierno» en una época en que prevalecía «gran desorden»; por lo que el Presidente de los Estados Unidos le había confiado establecer un gobierno provisional el cual duraría solamente el tiempo necesario para «restablecer el orden, la paz y la confianza pública» y celebrar elecciones[9].

Durante la segunda intervención se mantuvo la organización administrativa de la República, ondeó la bandera cubana en todas las instituciones y el 28 de enero de 1909 Charles Magoon entregó la presidencia de la república a José Miguel Gómez, quien resultó ganador en las elecciones convocadas en 1908.

Este tramo de la Historia de Cuba indica que las ansias de poder en los políticos no son nuevas, nos vienen desde la fundación misma de nuestras Repúblicas. El deseo de imperar incluso al precio de violentar la moral y las leyes está en el espíritu de muchos de ellos, quienes son capaces de someter sus valores morales a sus apetitos económicos, y trepar con desprecio por encima de sus prójimos.

El conflicto hoy está en que quienes prorrogan sus poderes lo hacen sin medida, acumulando en ellos tanta autoridad que son capaces de secuestrar la soberanía, de dejar sin la menor capacidad de respuesta al soberano.

Máximo Gómez estaría hoy contra la reelección, pero tendría un grave conflicto si tuviera que reconocer que la única manera de evitarla es la intervención extranjera, porque la soberanía nacional es ahora arrebatada por los mismos criollos.

Ya no son las armas extranjeras las que «crean en nuestros pueblos la situación de miseria material y de apenamiento, por estar cohibidos en todos sus actos de soberanía»[10], ya no vienen de ultramar, ya no son importados, ahora quienes nos arrebatan la soberanía son nacionales y nacionalistas.


[2] El artículo 65 dice textualmente: «Para ser Presidente de la República se requiere: 1. Ser cubano por nacimiento o naturalización, y en este último caso, haber servido con las armas a Cuba, en sus guerras de independencia, diez años por lo menos».

[3] Portuondo, Fernando. 1950. Historia de Cuba. Minerva. La Habana. 581

[4] Ídem 583

[5] El artículo 66 dice textualmente: «El cargo durará cuatro años, y nadie podrá ser Presidente en tres períodos consecutivos».

[6] Ídem

[7] «La Enmienda Platt se suprimió totalmente en la Constitución de 1940, pero mucho antes el Presidente Franklin D. Roosevelt había accedido -siguiendo la política del Buen Vecino, iniciada por él- a firmar un nuevo Tratado Permanente con Cuba (1934), en el cual fueron eliminadas todas las clausulas que se referían al derecho de intervención» [Nota de Fernando Portuondo en el libro citado, p. 580]

[8] Cfr.: Portuondo 1950, 584.585

[9] Ídem 585

[10] Cfr. Diario de Campaña del Mayor General Máximo Gómez 425 [En línea] [Fecha de consulta 5 de julio de 2019] Disponible en:

https://www.google.com/search?q=diario+de+campa%C3%B1a+de+maximo+gomez&rlz=1C1RUCY_esDO779DO779&oq=diario+de+camapa%C3%B1a+de&aqs=chrome.2.69i57j0l5.7785j0j8&sourceid=chrome&ie=UTF-8

miércoles, 3 de julio de 2019

EL PARTIDO DEL PUEBLO DE CUBA (ORTODOXO) EN AGUADA DE PASAJEROS.

«La juventud del P. P. C. Ortodoxo se reúne y después de constituir su
comité municipal,  proclaman en forma entusiasta candidato a alcalde
municipal al líder Antonio M. Gómez». Agosto 24 - 194?
Aguada, como cabecera de provincia y por el potencial económico del que disponía, no estuvo nunca lejos de los avatares políticos, hubo de todo en las contiendas electorales y entre ellas no pudo faltar el Partido del Pueblo de Cuba, o Partido Ortodoxo, que había sido fundado en 1947 por el líder Eduardo R. Chibás y Ribas (1907-1951).

Chibás comenzó a destacar por su activa oposición ante las tropelías de Gerardo Machado, quien llegó al poder por la vía constitucional en 1925, pero devino en dictador al imponer una prórroga de poderes que lo mantuvo en el poder hasta el 12 de agosto de 1933, cuando a causa de la fuerte oposición popular, en la que Chibás fue una pieza importante, fue obligado a abandonar la isla.

Sucede entonces un período de provisionalidad política que tiene un tope en el año 1940, cuando se proclama una nueva constitución y se realizan las elecciones presidenciales en las que resulta electo presidente Fulgencio Batista Zaldívar quien cumplió su mandato entre 1940 y 1944.

Le siguió en la presidencia Ramón Grau San Martín, quien gobernó del 44 al 48. Grau contó con el apoyo de Chibás en su ascenso al poder utilizando sus artículos y su hora dominical en la radio para apoyar primero su candidatura y luego sus primeros años de gobierno, pero eso tuvo un cambio drástico cuando Chibás pudo constatar que algunos miembros del gobierno de Grau andaban metidos hasta el cuello en ilícitos contra el erario público, entonces decidió fundar su propio partido en 1947, el que tuvo como consigna «vergüenza contra dinero» y una escoba como símbolo del interés por limpiar de corruptos a la república.

En las elecciones del 48 Chibás se lanzó como candidato presidencial, pero no pudo contra la maquinaria electorera y fue superado por Carlos Prío Socarrás, quien debió ocupar la presidencia de la república dese 1948 hasta 1952, pero el 10 de marzo, pocos meses antes de las elecciones, Batista, sin disparar un solo tiro, tomó la fortaleza de Columbia y se proclamó presidente de facto. 

El final de Chibás fue dramático. Un disparo en la ingle, estando al aire, en medio de su transmisión radial del domingo, ante miles de radioescuchas, conmovió la nación ese día 5 de agosto de 1951. Chibás falleció once días después y su sepelio fue uno de los acontecimientos más dramáticos que recuerda la Historia de esa época. 

Aquel acontecimiento debió impresionar profundamente a cada uno de los que aparecen en esta foto, entre tantas razones porque Chibás tenía grandes posibilidades de llegar a la presidencia de la república por la vía constitucional en las elecciones de 1952, las encuestas lo daban como ganador indiscutido y su partido sería el que intentaría barrer la corrupción que galopaba en el país.

En la foto, muy probablemente algunos aguadenses podrán identificar a sus antepasados, al pie de la foto dice: 

«La juventud del P. P. C. Ortodoxo se reúne y después de constituir su comité municipal, proclaman en forma entusiasta candidato a alcalde municipal al líder Antonio M. Gómez». Agosto 24 - 194?


Fuente:  https://web.archive.org/web/20070403214153/http://www.adcuba.org/Pasajes/EduardoChibas.htm 

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