viernes, 24 de julio de 2015

LA MÚSICA NOS BENEFICIA, PERO NO ES UNA MEDICINA

Ayúdese que ella le ayudará

...es errado pensar que el solo hecho de escuchar o tocar un instrumento provocará efectos placenteros en nuestro espíritu y ejercitará nuestro cerebro como un músculo. Nada de eso, todo depende de la aptitud y la actitud de la persona...

Felizmente, entre tanta noticia infausta, he podido leer en la prensa cotidiana más de una reseña acerca de las investigaciones que prueban científicamente los efectos beneficiosos que provoca la música en la especie humana, estudios que se han realizado con gran seriedad profesional durante los últimos años en múltiples disciplinas están llegando a oídos de todos, pero en algunos casos han provocado entusiasmos errados.

Un estudio publicado en la revista Sicodidáctica, basado en la práctica que realizan los niños del programa Head Start, en Puerto Rico, concluyó que “el adiestramiento musical puede suponer una diferencia significativa en el desarrollo general de los niños, incluido el ámbito del lenguaje”; y, Nina Kraus y Bharath Chandrasekaran, afirman, en un estudio publicado en la revista Nature, que “tocar un instrumento entrena al cerebro a elegir lo que es importante en un proceso complejo”.

Es ante afirmaciones como estas que el entusiasmo no debe desbordarse, porque ante todo hay que reconocer las aptitudes y las actitudes de quienes van a tocar un instrumento. Las aptitudes musicales tienen que ver con capacidades innatas, entre ellas la predisposición para escuchar y discriminar sonidos, memorizarlos y repetirlos; y las actitudes, que tienen que ver con capacidades que se inducen a través de la educación familiar, entre ellas la curiosidad y los deseos de aprender.

La música no es una medicina, los resultados de estas investigaciones no quieren decir que un individuo con problemas de aprendizaje, de conducta o capacidades diferentes cambiará su condición si le es recetado tocar un instrumento, la música no actúa independientemente de nuestra actitud y aptitud, no es un antibiótico que nos mejora si queremos o no, los efectos que provoca la música están determinados por el modo en que cada individuo o grupo se expone a ella.

La música, incluso una misma obra, puede provocar efectos muy distintos. Un paciente en una sesión de músico terapia, un analfabeto musical, un músico profesional o un melómano crítico reaccionan de maneras muy diferentes ante la misma música, y todo depende del grado de exposición que tengan ante ese tipo de música.

Estos diferentes grados de exposición dependen, por supuesto, de la mayor o menor aprehensión que tenga cada individuo de las leyes estéticas que rigen para el arte musical. Es por eso que la llamada música académica -por su alto grado de complejidad-, y las músicas de culturas diferentes a las nuestras –por no formar parte de la banda sonora de nuestras vidas-, requieren un esfuerzo de cada individuo o grupo para conocer sus reglas, y será en esa misma medida, de acuerdo al mayor o menor grado de exposición a estas músicas, que podrán disfrutarla y alcanzar estados de bienestar espiritual cultos y críticos.  

Alejo Carpentier, en su novela El acoso, nos cuenta los últimos días en la vida de un perseguido político en época de dictadura. Lo sitúa en un escondite al que penetran intempestivamente los sonidos de una música que él describe de manera acrítica, sin conocimientos estéticos, en el grado más bajo de aprehensión; por lo tanto, sus niveles de disfrute y su capacidad para hacer diferentes lecturas de la obra son primitivos, su bienestar espiritual por efectos de esa música, tal como sucede en la vida real, es muy bajo.

Pero como cada novela debe tener un antagonista –en este caso estético-, quien hace sonar esa música, en un gastado disco de pasta, es un melómano, quien vive muy cerca del escondite del perseguido y trabaja como empleado en el Teatro Auditorium de La Habana. Este personaje es un conocedor crítico y la obra que escucha es la “Heroica”, de Ludwig van Beethoven, la ha estado repasando porque la Filarmónica volverá a tocarla, esta vez dirigida por un nuevo director, y él quiere tenerla fresca en su memoria para poder hacerse un juicio acerca de la interpretación que escuchará en vivo esa vez.

Carpentier hace un paralelo excepcional entre los conocimientos estéticos de uno y otro, describe un ejemplo magnífico de los diferentes grados de exposición ante la música, nos presenta los efectos que la misma música puede provocar en individuos con diferentes aptitudes y actitudes.   

De tal modo, es errado pensar que el solo hecho de escuchar o tocar un instrumento provocará efectos placenteros en nuestro espíritu y ejercitará nuestro cerebro como un músculo. Nada de eso, todo depende de la aptitud y la actitud de la persona, de su curiosidad por conocer hasta el último detalle de la obra, conocer la estética, las épocas, los estilos, distinguir y clasificar los instrumentos, conocer los compositores y las culturas. Esa es la premisa de la que parten todas las investigaciones que prueban científicamente los efectos beneficiosos que provoca la música en la especie humana.



P.E.: Es cierto que en la músico terapia se utilizan los sonidos como medicina; sin embargo, estos tratamientos actúan sobre el inconsciente y por tanto la actividad intelectual de los pacientes no se involucra. En estos casos la música no adquiere las dimensiones de la obra de arte. 

lunes, 13 de abril de 2015

MARX, KEYNES, LA VII CUMBRE Y LA VIDA COTIDIANA

Muchas veces los expertos se preguntan cómo afectan estos eventos magníficos y magnánimos en la vida doméstica de los individuos, es cierto que a veces se hace difícil, pero esta vez lo vi muy claro, ahí, en el acontecer cotidiano. 

La mañana del lunes 13, después de la VII Cumbre de las Américas, me encontré con un vecino en el parqueo del edificio en el que vivo, y como suceden esas conversaciones mañaneras, en una sola ráfaga me contó de que en el fin de semana había tenido dos contratiempos; uno, se le despegó la muela provisional en la que le están trabajando una prótesis fija, o “corona”, como me aclaró; y dos, sus lentes se habían descompuesto. Según me dijo en la misma ráfaga, habían perdido los tornillos de las dos patas. “Vamos como si se hubieran puesto de acuerdo”, concluyó, montó en su carro y se fue.

Iba tan atribulado el vecino, que cuando lo vi regresar justamente dos horas después, con aquella tranquilidad, no pude menos que preguntarle: “Vecino, ¿pero perdió el viaje?, a lo que con una sonrisa de oreja a oreja me respondió: “No vecino, no me ve con los lentes puestos”… y ya iba a enseñarme la muela cuando le corté diciéndole, “pues con su palabra me basta”…

Muchas veces los expertos se preguntan cómo afectan estos eventos magníficos y magnánimos en la vida doméstica de los individuos, es cierto que a veces se hace difícil, pero esta vez lo vi muy claro, ahí, en el acontecer cotidiano. Ante lo que el vecino me contaba y gracias a esas conexiones que a velocidad supersónica hace la mente humana, volví a escuchar los ecos de los discursos encendidos contra el neoliberalismo capitalista echados a volar en la cumbre, recordé el reconocimiento que hicieron casi todos los Presidentes del modelo populista, del “Socialismo del siglo XXI” como las vías económicas más convenientes para nuestro continente, recordé que Cuba y Venezuela se habían legitimado en esa Cumbre como los modelos a seguir… entonces, le dije al vecino una frase que lo dejó, al parecer, en China.

-Vecino –le dije-, que bueno que eso le pasó ahora, porque quizás dentro de dos o tres años, si le sucede eso, tardará un par de semanas, un par de meses o no podrá resolverlo nunca si no le mandan los dólares de Nueva York.

-¿Y cómo así vecino? –Me respondió.   

Entonces no tuve manera de explicarle, en una ráfaga, y le aconsejé leer todos los discursos de la Cumbre, aunque ahora, cuando escribo esto, me parece que eso tampoco le ayudará mucho. Entiendo que quien ha nacido en un país al que todos le reconocemos sus insuficiencias, la pobreza que impera en determinados sectores de la población, las maldades y la corrupción de los políticos, la impunidad, el débil Estado de Derecho, la poca fortaleza de las instituciones del Estado y muchos otros conflictos sociales, políticos y económicos le queda muy lejos asimilar que se puede estar peor, y que de hecho, muchos, entre ellos los que viven en Cuba y Venezuela, necesitan trabajar sin descanso para ganar menos de un dólar diario, y donde para resolver esos dos nimios entuertos domésticos que en dos horas el pudo resolver, deben pasar “El Niágara en bicicleta”, y aun así pudieran no resolverlo.

No quisiera que en un par de años se achante en la silla de alfileres del Palacio un Presidente populista, aspirante a dictador y seguidor de los modelos del Socialismo del Siglo XXI, no quisiera que mi vecino, para comprender lo que le quise decir tenga que vivirlo en carne propia, eso no se lo deseo ni a mi mejor enemigo.    

Primera sesión Plenaria de VII Cumbre de las Américas

domingo, 5 de abril de 2015

¿REVENTAR LA CUMBRE?¿ ESA ES LA CUESTIÓN?

A propósito de la Séptima Cumbre de las Américas que se celebrará en la Ciudad de Panamá, Panamá, del 10 al 11 de abril de 2015.

...los presidentes que asistirán a esa Cumbre eran unos niños cuando el General que les hablará de tú a tú ya ostentaba todo el poder sobre una nación y capeaba por el mundo creando “dos, tres, muchos Viet Nam”; y eso, al parecer, les ha cautivado. 

Quienes han leído los libros de filosofía marxista recordarán que, para exponer lo irreconciliable entre el materialismo y el idealismo, casi todos los autores plantean un axioma: «El problema fundamental de la filosofía es saber qué es lo primero, el ser o la conciencia». Con esto, queda zanjado todo posible debate entre creyentes y no creyentes, entre materialistas e idealistas. Cada cual ha de tener sus razones y todas han de ser «respetables». Por ahí, nada que debatir.

Pero este axioma, al ser trasladado mecánicamente al terreno político e ideológico, también ha servido a las sectas marxistas para sustentar que el problema fundamental entre el capitalismo y el «comunismo» -el «Socialismo del siglo XXI» o el que para el castrismo se ha convertido en «Nuestro socialismo»-, está; en una primera etapa de «luchas», en proclamar dos visiones filosóficas distintas y «respetables»; y en una segunda etapa, declarar que el comunismo y el capitalismo son incompatibles, y que para que exista un «mundo de justicia social» el capitalismo debe extinguirse y esa es la meta de las dictaduras adscritas a las sectas marxistas, o al menos la ilusión que le colocan a sus seguidores en el horizonte, esa línea imaginaria que se aleja en la medida en que nos acercamos a ella.

Y para esta Séptima Cumbre de las Américas, los países que se han agrupado bajo el ala del castrismo no han pasado por alto el axioma de marras, como no lo han tenido en cuenta los países democráticos que, violando sus propios acuerdos, entre ellos la Carta Democrática Interamericana, han aupado y aplaudido con ingenuidad y/o malicia la entrada triunfal de una de las dictaduras más longevas del mundo y sus seguidores a un foro creado para proteger justamente la democracia representativa en el continente Americano. Una institución que en uno de sus documentos dice:

En la Tercera Cumbre de las Américas de la ciudad de Québec del 2001, los países preocupados por la fragilidad de algunas democracias propusieron la adopción de la Carta Democrática Interamericana, que sin lugar a dudas, es el mecanismo más novedoso que existe en el mundo para defender la democracia. […] La Carta Democrática ha sido un instrumento esencial que reitera nuestra constante preocupación por asegurar la subordinación constitucional de todas las autoridades del Estado a la autoridad civil legítimamente constituida. (*)

El modo de operar del ex máximo líder de la llamada «revolución cubana» -y de su sucesor sanguíneo en el poder, el General R. Castro, quien aparecerá como estrella rutilante en el foro de Panamá-, ha consistido, durante las últimas seis décadas, en destruir las instituciones que no le han sido útiles en su diligente accionar para mantener en sus manos el poder vitalicio y absoluto, es decir -si tratamos de hablar el castellano utilizando las categorías creadas partiendo de la realidad objetiva-, los hermanos Castro han sido capaces de destruir todo lo que se ha opuesto a su dictadura.

Por lo tanto, si miramos con algún interés lo sucedido a través de la historia de las dictaduras, y específicamente de las dictaduras instauradas como sectas marxistas, y si observamos cómo estas han penetrado y reventado las instituciones democráticas nacionales e internacionales, será bastante obvio predecir que así lo harán en esta Séptima Cumbre de las Américas.

Y para reventar la Cumbre el primero y gigantesco paso ya está dado, y consiste justamente en permitir que se siente a la mesa, junto a los presidentes elegidos constitucionalmente, a la dictadura más antiguo del continente americano, que se legitime de ese modo, se le dé carácter igualitario y respetable a la dictadura en una institución que se creó para defender las democracias en el continente,  que la Cumbre asuma y dé pábulo a un sistema sustentado en el poder totalitario, a un sistema que representa todo lo opuesto a lo proclamado por las Cumbres de las Américas desde su fundación, y que lejos de condenar a los caudillos los catapulte como una opción «respetable» de vida para el porvenir de nuestro continente.

Mal acabarán estas pláticas, como así terminaron con Stalin, con Jruchov, o con Mao, por solo mencionar a tres de los que, camuflados de demócratas y proveedores de paz en el mundo, fueron tenidos en cuenta por las potencias capitalistas y sentados a la mesa como pares. Con cada uno de ellos el capitalismo sufrió derrotas que aun deberían lamentarse, observarse y considerarse, derrotas que pudieran repetirse con los populistas totalitarios que asistirán a esta próxima Cumbre en Panamá, quienes han dado muestras más que fehacientes de que en sus mentes «el capitalismo está en su fase final y que desaparecerá de la faz de la tierra junto a la democracia representativa». Para estos dictadores, y para quienes han usado el sistema democrático para acabar con la democracia bajo el ala del castrismo, «el futuro pertenece por entero al socialismo». Ellos están convencido de eso.

Por otra parte, los presidentes que asistirán a esa Cumbre eran unos niños cuando el General que les hablará de tú a tú ya ostentaba todo el poder sobre una nación y capeaba por el mundo creando «dos, tres, muchos Viet Nam»; y eso, al parecer, les ha cautivado. Aparentemente, no se han podido resistir ni demócratas, ni autoritarios populistas ante el deseo de ver en vivo, sentado a su mesa, a quien algunos quisieran encarnar, y, tomados así, en éxtasis, tanto los desprevenidos como los cautos, recibir de él la fórmula del poder vitalicio, con la cual se reventará, antes sus ojos, la Séptima Cumbre de las Américas. Ojalá que me equivoque. Ojalá. 

miércoles, 18 de marzo de 2015

LOS CAMBIOS EN LA DOCUMENTADA HISTORIA DE CUBA

Los cambios en Cuba
A pesar de todo lo escrito durante más de medio siglo, el  artículo de Wikipedia introduce un cambio en la Historia Documentada -tal como se cambiaba lo escrito por los cerdos en Rebelión en la Granja, de Orwell, ¿lo recuerdan?-
No tengo la menor duda de que la Historia de Cuba, desde 1959 hasta el día en que lo inexorable suceda, habrá que reescribirla punto por punto, quitando lo no documentado y la propaganda, y sumando los documentos que por fuerza no podrán hacer desaparecer, tal como ha sucedido en otras culturas, incluso miles de años después de que aquellas hubieran desaparecido.
Dentro de ese mar propagandístico, ajustado con remaches ideológicos, uno se encuentra infinidad de páginas con aparente rigor académico que incluyen, no por falta de conocimientos, sino por necesidad sistémica, afirmaciones que no se atienen a la realidad documentada. Así, en un artículo que aparece en Wikipedia bajo el título: Relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos se podía leer, hasta el 18 de marzo de 2015, lo siguiente:
Entre el 15 y el 26 de abril de 1959, Castro y una delegación de representantes visitaron los EE.UU. como invitados de la Asociación de la Prensa, donde declaró, sin titubeos, su postura comunista y de apoyo a la Unión Soviética y otros países de Europa del Este.
Cuando lo cierto y muy bien documentado es que Fidel Castro nunca declaró su filiación comunista hasta el 16 de abril de 1961, cuando en un aparente juego de palabras y ante una multitud de milicianos enardecidos, dijo que: "No pueden perdonarnos que hayamos hecho una revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos".
A pesar de todo lo escrito durante más de medio siglo, el  artículo de Wikipedia introduce un cambio en la Historia Documentada -tal como se cambiaba lo escrito por los cerdos en Rebelión en la Granja, de Orwell, ¿lo recuerdan?-, así que como el medio da la oportunidad de corregir los trabajos que aparecen en sus páginas siempre que se citen las fuentes, he hecho uso de esa libertad que da el medio para sustituir las líneas antes citadas por lo que sigue:
…donde declaró, sin titubeos, que no era comunista, como lo había declarado el día 13 de enero de 1959 en una entrevista que le hicieran en el Club de Leones de La Habana (Cuadernos de Historia Habanera 66. Discursos del Dr. Fidel Castro Ruz Comandante en Jefe del Ejército Rebelde 26 de julio y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario. Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. 1959 Pág. 119) y el 15 de enero en el Club Rotario (Ídem. Pág. 135) y ante las cámaras en más de una ocasión como se puede apreciar en el siguiente vídeo:


Si alguien tiene otros datos que se puedan documentar para corregir otros gazapos en este artículo de Wikipedia, pues haga uso de su libertad y pase por la página e incorpórelos.


martes, 17 de febrero de 2015

CASTRO-USA Y LOS CABALLEROS DE LA MESA REDONDA


Los cambios en Cuba

A dos meses del anuncio, por el que más de un amigo me felicitó creyendo que “ahora sí mi país iba a cambiar de verdad”, mi respuesta sigue siendo la misma: Este es otro episodio, otra jugada de tiempo, un cambio aparente –cambio fraude como le llamó Payá Sardiñas- para no abandonar el poder vitalicio y sobre todo, para mantenerse con vida.

Ya pasaron dos meses de aquel anuncio de la normalización de relaciones entre el General y el Presidente de los Estados Unidos; sin embargo, nada nuevo aparece sobre el horizonte, y sigue siendo el intercambio de prisioneros el único y efectivo resultado de aquellos discursos que llenaron a todos de asombro y dudas.

Toneladas de tinta se han vertido sobre el papel y millones de mensajes y artículos se han publicado en las redes, muchas especulaciones, muchas predicciones, pero más allá del “triunfo” obtenido por los hnos. de Birán con la excarcelación de sus espía y el uso que de ellos está haciendo en la continuación de una larga y efectiva campaña propagandística y proselitista, no se ve nada claro.

Algunos caballeros, por ingenuidad o porque así lo creen de manera entrañable, han vaticinado que con la normalización de las relaciones con la dictadura, esta se ablandará y dejará de violar los derechos humanos. También se extiende el criterio de que no resultó el embargo y ese es motivo más que suficiente para eliminarlo dándole a la “pequeña empresa privada” más posibilidades de desarrollo… y muchas otras conclusiones que no comparto.

Y no comparto esos criterios que se debaten entre el optimismo y el triunfalismo porque, por lo general, las cosas son más simples de lo que aparentan, porque nadie es lo suficientemente tonto como para cometer errores sin que esté absolutamente presionado para cometerlos, sin opción para actuar de otra manera y este no es el caso de los hermanos de Birán y su prole que ya va ascendiendo al poder.

En los centros del poder en Cuba no hay la más mínima presión para cambiar nada, y por supuesto que lo que funciona no se cambia, y no se cambiará nada porque ha funcionado, no se cambiará nada porque en la mesa donde se juegan las cartas del poder sobre la isla quien reparte sigue siendo la misma mano y los demás caballeros deben acatar las cartas que le tocan, nadie en esta mesa ha puesto nada que obligue al cambio.

Y quien reparte las cartas sabe perfectamente que sobre él y sus allegados pesan crímenes que, de cambiar la mano en la mesa, habrá algunos caballeros que utilizando las nuevas reglas propiciarán que cambie la suerte en el juego y, que eventualmente, con la pérdida del poder quienes han dictado el juego durante más de medio siglo en la isla junto a sus cómplices pierdan la mano y también la cabeza.

A dos meses del anuncio, por el que más de un amigo me felicitó creyendo que “ahora sí mi país iba a cambiar de verdad”, mi respuesta sigue siendo la misma: Este es otro episodio, otra jugada de tiempo, un cambio aparente –cambio fraude como le llamó Payá Sardiñas- para no abandonar el poder vitalicio y sobre todo, para mantenerse con vida.

Estas son, en mi criterio, las dos sencillas razones: mantener el poder y la vida. Dos razones más que suficientes como para no cambiar la mano y continuar embaucando, blofeando y prestidigitando ante los ojos de los caballeros de la mesa.

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