10.06.10. Santo Domingo, R.D. Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito. G. Gershwin, Rhapsody in Blue. Frédéric Chopin, Concierto No. 1 en mi menor, Op. 11, para piano y orquesta. Piotr I. Tchaikovsky, Concierto No. 1 en si bemol menor, Op. 23, para piano y orquesta. Yeol Eum Son, Nobuyuki Tsujii, Hoachen Zhang, solistas. Julio de Windt, Philippe Entremont, directores. Orquesta del Festival. Gala de Ganadores 2010. Aforo: 97%.
El 10 de junio, en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito de Santo Domingo, debió presentarse la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Dominicana en lo que sería su concierto número 1817. Iba a acompañar por quinta vez la Gala de Ganadores del concurso Van Cliburn como lo ha hecho desde 1993; sin embargo, se presentó la Orquesta del Festival porque la OSN estaba entonces efectuando una protesta de silencio para llamar la atención de la opinión pública debido a que el Ministerio de Cultura aun no procede a cumplir con el reajuste salarial que mandó diez meses atrás el Decreto 145-09.
El concierto comenzó con la obra Rhapsody in Blue, de G. Gershwin, en la que actuó como solista Yeol Eum Son, medallista de plata, que contó con la conducción del Maestro Julio de Windt.
Quizás sea por las magníficas interpretaciones que de ese mismo concierto se han escuchado aquí o porque la solista no le llegó al centro a la obra, el caso es que pasó por una buena ejecución, académicamente correcta, pero que dejó de lado las emociones.
Seguidamente se presentó el medallista de oro Nobuyuki Tsujii, quien interpretó el Concierto No. 1 en mi menor, Op. 11, para piano y orquesta, de Frédéric Chopin, bajo la conducción del Maestro Philippe Entremont.
En esta obra el joven Tsujii conquistó a buena parte del público, pero tampoco consiguió una interpretación conmovedora como según el Time Magazine sí lo hizo en Fort Worth el año pasado.
El la segunda parte del programa se escuchó el Concierto No. 1 en si bemol menor, Op. 23, para piano y orquesta, de Piotr I. Tchaikovsky, que interpretó el también medallista de oro, Hoachen Zhang, quien contó también con la conducción del Maestro Entremont.
La obra, ampliamente conocida y una de las más populares en las salas de conciertos, se ha escuchado aquí en muy diversas versiones, en esta oportunidad oímos una versión académicamente correcta, que emocionó por momentos pero en general no llenó las expectativas.
Es muy difícil evadir las comparaciones, es muy difícil apartar de la memoria las interpretaciones de las Galas anteriores y en ese orden los laureados de esta quinta ocasión no estuvieron a la altura. Ahí están los registros en vivo, y aunque la música no es una ciencia exacta, al escuchar los cuatro conciertos anteriores saltan al oído las diferencias con esta Quinta Gala.
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