La nimia diferencia entre
dos letras
El
primer escache que tuve en la averiguación fue creer que hablábamos del mismo
nombre, pero al buscar en la geografía de las islas Trinidad y Tobago descubrí
que allí no hay ningún lugar que se llame Yaguaramas.
Desde que circula El Tren…,
con sus dos ramales: 2ª. Época y los 100 Músicos del Siglo,
varios lectores me han comentado que Yaguaramas es un lugar en la isla
Trinidad, donde existió una base naval que alcanzó renombre durante la II
Guerra Mundial.
Para mí Yaguaramas siempre
había estado en Cuba, en el mismo lugar desde mucho antes de que llegaran los conquistadores,
hacia el centro y sur de la isla, muy próximo a la Ciénaga de Zapata, casi en
el punto medio entre las bahías de Cochinos y de Cienfuegos.
Según está documentado, en
1511 Fray Bartolomé de las Casas, quien acompañó a Diego Velásquez en la conquista
y colonización de la isla, ofició misas en ese poblado, donde en 1515 fue
construida la primera iglesia, la que según algunos autores fundó el propio
Padre las Casas.
El nombre aborigen significa
abundante palma de corojo, y se
convirtió en Mayorazgo en 1560, llegando a ser uno de los más importantes de la
isla. En 1607, cuando la colonia española fue dividida en dos regiones, con una
capital en La Habana y otra en Santiago de Cuba, Yaguaramas quedó en la parte
occidental.
Cuando se acabaron las poquísimas
pepitas de oro que yacían en el lecho de los ríos de la zona, y que eran el
acicate para la colonización de la isla, los conquistadores debieron buscar una
nueva fuente de riquezas y esta la encontraron en la cría de ganado. Según
algunos autores fue el mismo Diego Velázquez quien se ocupó de introducir en la
región el ganado vacuno, caballar, bovino, caprino y las aves de corral,
empresas estas que necesitan una reducida mano de obra, y que por entonces, con
un puerto como el de la Fernandina, en la orilla occidental de la Bahía de
Cienfuegos -donde menudeaban las embarcaciones piratas-, tenían un mercado
excelente para los cueros, tan necesarios en la navegación de la época, y las
carnes curadas que constituían uno de los alimentos principales de los hombres
del mar.
Esta producción, además de
la extracción de maderas de los bosques que entonces abundaban en la zona,
fueron las fuentes de riquezas principales en Yaguaramas, hasta que a finales
del siglo XVIII, gracias a la debacle que en Haití provocó la revolución de
1791, comenzó a imponerse la producción azucarera. A partir de entonces, se
construyeron en Yaguaramas los primeros trapiches y las extensas planicies
comenzaron a alternar la ganadería con las plantaciones de caña de azúcar.
En el siglo XIX, cuando ya
Aguada de Pasajeros era una población de cierta importancia en la región,
Yaguaramas pasó a ser uno de sus barrios, hasta que en el siglo XX, fue
incluido como integrante del municipio Abreus, en la provincia Cienfuegos.
Es decir, que Yaguaramas
tiene una larguísima historia allí donde está, y yo estuve allí muchas veces.
Yo lo conocí en los primeros años de la segunda mitad del siglo XX, cuando la
carretera Circuito Sur unía toda la región con la Carretera Central y mi abuelo
era el Jefe de la Estación de Ferrocarril.
Por entonces, a Yaguaramas
llegaba aleatoriamente un tren que salía de La Habana, y que rara vez pudo
cumplir sus horarios, y es por eso que en mi familia quedó como un símbolo de
impuntualidad aquel tren de Yaguaramas, por eso, porque nunca sabré cuando ni a
que hora tendré listo un post para publicar en este blog, es que decidí ponerle
ese nombre. Dicho esto, hay que buscar entonces aquel Yaguaramas que según
comentarios está en otra isla del Caribe, en la isla de Trinidad.
El primer escache que tuve
en la averiguación fue creer que hablábamos del mismo nombre, pero al buscar en
la geografía de las islas Trinidad y Tobago descubrí que allí no hay ningún
lugar que se llame Yaguaramas, pero sí hay un Chaguaramas, una palabra muy
parecida pero con significado distinto: “costa rodeada de palmeras”.
El
poblado Chaguaramas está situado al nordeste de la isla Trinidad, y se tienen
noticias de que allí hubo asentamientos de amerindios desde 6,000 años antes de
la llegada de los primeros conquistadores europeos, y por ser un punto propicio
para el tránsito entre los antiguos habitantes de las islas del Caribe, en
Chaguaramas se asentaron integrantes de diferentes tribus, los que según la
página de la Internet Ichaguaramas.com
dejaron
sus huellas en palabras que aun sobreviven; entre ellas, “Yaio,
Nepuyo, Chaima, Warao, Kalipuna, Carinepogoto, Garini, y Aruaca”; también en el
nombre de los ríos, entre ellos el “Caroní, Oropouche y Tamana”; y en el nombre
de lugares como “Arima, Paria, Arouca, el Caura, Tunapuna, Tacarigua, Couva,
Mucurapo, Chaguanas, Carapichaima, Guaico, Mayaro, Guayaguayare, y Chaguaramas”.
En 1498 Cristóbal Colón navegó por aquellas islas, las
que quedaron a partir de entonces como posesión de la corona de España. En los
años por venir sus primitivos habitantes murieron por enfermedades, por los
trabajos forzados a los que eran sometidos o tuvieron que huir, convirtiéndose
Chaguaramas por mucho tiempo en asentamiento de piratas al acecho de toda
embarcación que navegara con rumbo a Venezuela.
En 1783, después de un acuerdo entre el rey Carlos IV
de España y el francés asentado en Granada, Phillippe-Rose Roume de Saint
Laurent comenzaron a llegar a Trinidad, procedentes de otras islas del Caribe,
miles de franceses con sus esclavos, lo que le adicionó a la isla un nuevo
ingrediente cultural.
En 1797, después de trescientos años de dominio
español, la isla fue tomada por los ingleses. De nada valió que el Gobernador
Chacón mandara reforzar las defensas de la isla construyendo fortalezas y
aumentando el poder de su flota, que con la llegada del Almirante Apodaca en
enero de ese año, quedó integrada por cuatro buques y una fragata, lo que no significó mucho, porque después de
cruentos combates navales, se impuso el poderío del Almirante inglés Harvey,
quien contaba con diecisiete barcos armados, cuarenta medios de transporte y
ocho mil hombres bajo las órdenes de Sir Ralph Abercromby.
Así terminó el real decreto de 1498 que declaraba la
isla de Trinidad posesión española: el 18 de febrero de 1797 el gobernador José
María Chacón, entregó la isla a Sir Ralph Abercromby. Durante el siglo XIX, se produjeron acontecimientos de
gran relevancia en Chaguaramas; entre otros, se menciona en 1805 la sublevación
de esclavos en las plantaciones de azúcar, propiedad de colonos franceses. Se
menciona también que desde finales del siglo XVIII hasta el XIX se
establecieron prósperas empresas dedicadas a la caza y comercialización de las
ballenas.
En el siglo XX, comenzaron a llegar los marines
norteamericanos a la isla y se establecieron en la base naval de Chaguaramas.
Por su posición estratégica la base albergó a los entonces muy efectivos
“Destroyer”, mismos que el gobierno británico solicitó a los Estados Unidos a
cambio del arrendamiento en 1941 de bases por 99 años. Según la página citada,
“el gobierno británico, a cambio de más de cincuenta destructores, le entregó a
los Estados Unidos ocho bases. Chaguaramas se convirtió en una de ellas y
estuvo en pleno funcionamiento en 1943. La importancia de Chaguaramas aumentó
con la construcción en 1966 del sistema de navegación Omega”.
El siglo XX continuó su curso y la isla de Trinidad y
Tobago pasó por fuertes tensiones sociales, las que desembocaron en el cierre
de la base naval de Chaguaramas, y la plena independencia de la metrópolis británica.
Fuentes:
Instituto
de Historia de Cuba. La colonia T.I pág.99
Yaguaramas, pueblo donde nací, saludos desde Las Vegas
ResponderEliminarYaguaramas, Cuba....mi lugar de nacimiento....gracias por la originalidad de nombrar su blog con queridisimo nombre!!
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