(Este
artículo lo escribí en 2010, hace dieciocho años, casi dos décadas, pero se
quedó fuera de este blog por algún motivo que aún no descubro; sin embargo, a
la luz de los hechos, está tan actualizado como si lo hubiera escrito hoy, así
que ahí les va. Haga usted los pequeños ajustes temporales que correspondan)
Sea por maldición, destino manifiesto o fatalismo geográfico en nuestro continente los dictadores se dan más y mejor que la verdolaga, y tenemos a la vista una nueva ronda de ellos, un atado que a diferencia de los anteriores procede de la llamada izquierda.
Foto: Fuente externa |
Para
quien ha sido adoctrinado por una dictadura, ha tenido la suerte de escapar de
ella y la capacidad para desprogramarse es fácil discernir con claridad si las
intenciones de un político son las de respetar las instituciones y así la
democracia, o las de erigirse en un nuevo caudillo. Sobre todo, cuando esos
políticos son poco originales, trillan caminos conocidos y se acercan en
público y privado a los dictadores más notorios del momento; entre ellos, Fidel
y Raúl Castro y el «adelantado» Hugo Chávez.
Por
eso puedo ver que no son inocuos e inocentes los aprestos reeleccionistas de
Leonel Fernández, sino los deseos de perpetuarse en el poder, de establecerse
como uno más en el retablo de caudillos que ya se acomoda en el panorama futuro
de nuestra América.
No son
ingenuas las manifestaciones de apoyo irrestricto que el Presidente ha recibido
de un
puñado de aduladores que avergüenzan -«lambones» dijo el chofer del
carro público cuando comentó la noticia-, quienes declaran sin ambages que
apoyarán al Presidente tanto si decide reelegirse como si no.
Hay
que tener muy pocos valores morales para declarar semejante cosa, algo que para
oídos desprevenidos tiene poca importancia; sin embargo, es jugada clásica en
la historia de las dictaduras, es, para la vida de las instituciones
democráticas, un mazazo en donde más duele, un disparo a quemarropa a las
libertades y al Estado de Derecho.
Sea
por maldición, destino manifiesto o fatalismo geográfico en nuestro continente
los dictadores se dan más y mejor que la verdolaga, y tenemos a la vista una
nueva ronda de ellos, un atado que a diferencia de los anteriores procede de la
llamada izquierda –dicho sea de paso, el ala política que más eficacia ha
demostrado a través de la Historia para perpetuarse en el poder-, y entre ellos
se deben amores que de contarlos rebasarían los fines de este post.
Foto: Fuente externa |
Es
atormentador escuchar esas consignas cuando están echadas las bases para perder
de un porrazo las libertades de las que hoy gozamos. Y si sucede que no somos
suficientes los ciudadanos con vocación para impedir la perpetuidad en el poder
de los nuevos caudillos, los años por venir serán terribles. Ojalá que me
equivoque, ojalá.
Artículo
relacionado: VUELVEN
A SUBIR AL TREN ALGUNOS ARTÍCULOS QUE SE BAJARON EN LA PARADA EQUIVOCADA
BIEN, TONY !!!!
ResponderEliminarDEBEMOS DE ESTAR ALERTA Y ABRIR BIEN LOS OJOS !!!!
NO VAYA A SER QUE NOS DEN UN PALO "ACECHAO" !!!!!!