El
Mercader de Esperanzas solo cumple años en el poder, esas son sus íntimas y
verdaderas esperanzas, todo lo demás son artículos de camuflaje, de utilería
que pregona a toda voz, pero que jamás se pueden realizar en el mercado real.
Todos apelamos a la
esperanza para dar un plus, para hacer una vuelta más en la pista, para exprimirnos
la mollera y el músculo ante la adversidad y sacar del fondo lo mejor de
nosotros. Ejercer ese poder de nuestras mentes de manera libre es todo un
placer y produce, en el mayor de los casos, frutos tangibles. Sin embargo,
cuando este deseo humano de andar por el rumbo de las ideas en busca de una
realidad es manipulado por otros, por gente inescrupulosa, por individuos que
se apoderan de todos los poderes y los ejercen contra nuestra individualidad,
los ideales se salen de control y provocan todo lo contrario; entonces, es hora
de ponerle límites, es el momento de establecer la fecha de caducidad a la
esperanza, al sueño que ya no es nuestro.
Los políticos, y sobre todo
los dictadores, son expertos en vendernos eso: esperanzas. Quizás quienes más
tiempo han tenido para ejercer la venta de ese rubro con toda impunidad en la
Historia Contemporánea han sido los Dos Hijos Más Pródigos de Birán, quienes han
comandado la jefatura de una pequeña isla del Caribe durante más de medio siglo,
y durante todos esos años han sido muy exitosos en el mercado, aunque ninguno,
absolutamente ninguno de sus artículos ha podido ser consumido, ninguno de los
sueños que han vendido se convirtió jamás en realidad.
En 1969 tuve un amigo que,
con demasiada suspicacia para su corta edad, me dijo: “Si esto no mejora cuando
se acabe la zafra, me largo”. Y ante mi cara de desconcierto infantil completó
su idea: “Porque aquí nada irá para mejor, todo es mentira”. El amigo se largó
como lo había predicho y, por supuesto, la catástrofe de aquella zafra
azucarera, que según la propaganda nos daría el pasaje al paraíso con la
producción de 10 millones de TM de azúcar, se convirtió en otro de los fracasos
que se anotan en los anales de la Historia. Pero aquella sería una más en una
larga cadena de catástrofes económicas que son la causa del lodazal en que
habitan los cubanos de la isla, una cadena -que como no se ha podido halar para
que el inodoro trague-, sigue de largo y un día después de cumplir casi noventa
años el causante directo de tales infortunios, se izará en La Habana otra
bandera de zanahorias.
El Mercader de Esperanzas
solo cumple años en el poder, esas son sus íntimas y verdaderas esperanzas,
todo lo demás son artículos de camuflaje, de utilería que pregona a toda voz,
pero que jamás se pueden realizar en el mercado real. Este día catorce de
agosto de 2015, un día después de sus 89, será para Él y los suyos una bocanada
de oxígeno, será la puesta en el mercado de otra ilusión que millones de
desesperanzados mirarán en los escaparates, otro sueño que jamás podrán tocar.
Antonio:
ResponderEliminarHe estado muy complicado, porque he sido botado de los trabajos, por tener 71 años... Y no meterme en cosas ilícitas... Pero, les ha salido caro a los complotados, y yo he recibido ingresos en compensación, por lo que he podido dedicarme a lo mio, pero, teniendo que perder tiempo en tramites judiciales.
Estimo que está bien de salud.
Encontré este trabajo pesimista... Levanta el ánimo político, este izado de banderas en las dos orillas presiona a ambos bandos a mejorar sus políticas.
Por NUESTRO lado, como dice la canción del difunto Formell, "LA HABANA NO AGUANTA MÁS".
Continúo organizando en forma de libro mis aclaraciones en el sitio La Joven Cuba (LJC) de la Universidad "Camilo Cienfuegos", de Matanzas, donde destacó los postulados Marxistas-Leninistas que violaron los OPORTUNISTAS y que ha creado en bodrio que ninguno de nosotros queremos.
Para muchos el pollo del arroz con pollos está en reconocer que la Propiedad Social Socialista es más allá que la Propiedad Estatal, y que ¡¡¡TIENEN!!! QUE QUITARLE LAS TRABAS A LOS EMPRENDEDORES, en cualquiera de las formas de propiedad.
Y para lograrlo ¡¡¡TIENEN!!! QUE ORGANIZAR EL PODER DE ABAJO HACIA ARRIBA, que comience en los propios centros de trabajo, y los Municipios, única forma de DEMOSTRAR que los trabajadores son los DUEÑOS DE CUBA, y no una casta.
Un abrazo de hermano.