Fue leyendo el periódico Granma en mi adolescencia y juventud como llegué a formarme un ideal de la patria en la que quisiera vivir, y esos ideales se agigantan cada vez que, camino a la tercera edad, leo las páginas de Cubadebate, una especie de mercado paralelo cibernético que compite en la actualidad con el Órgano Oficial del PCC.
Por estos días aparecieron algunas noticias inspiradoras que me complace enormemente comentar para sacar a la luz las virtudes de ese país ideal al que me refiero.
El pasado 4 de mayo Pete Seeger celebró su cumpleaños 90 en un concierto en el Madison Square Garden de Nueva York, en el que participaron entre otras grandes estrellas del espactáculo Bruce Springsteen, Tom Morello, Joan Baez y Dave Matthews, y hubiera estado también Silvio Rodríguez si la embajada de los Estados Unidos no le hubiera negado la visa.
Con fecha 6 de mayo una nota de PL reporta desde Ottawa que el senador independiente Marcel Prud'homme, declaró que “su solidaridad con la isla caribeña es una cuestión de honor”, mientras lucía “orgulloso en su solapa la Medalla de la Amistad que recién le otorgó el Consejo de Estado de la República de Cuba, a propuesta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP)”.
Para no cargar mucho esta entrada, serán suficientes ambas noticias para argumentar la importancia que tuvieron notas como estas en la conformación de mi ideal de una patria para todos los cubanos.
Es esto lo que quiero para Cuba, que se pueda celebrar en público el 4 de julio, el 25 de diciembre, el cumpleaños de Gorki, Silvio Rodríguez, Mr. Acorde, el de Pedro Luis Ferrer o el de San Fancón, fechas, santos y músicos que aportaron a la cultura cubana mucho más que Pete Seeger, quien debe agradecer su fama circunstancial a la canción que le robó (*) “sin querer” a Julián Orbón, un español-cubano quien, por escapar de la isla, aun espera el merecido homenaje por su obra sinfónica y de cámara y por haber compuesto La guantanamera, la canción que todo el mundo entona para evocar a mi país.
Lo que deseo para mi patria es esta libertad para luchar con entereza contra un sistema político y que este sistema luego permita a los ciudadanos celebrar esa obra, sin costo alguno para las libertades cívicas de ninguno de los implicados.
Lo que quiero para mi patria, es que los cubanos que reciban honores en el extranjero por sus públicas ideas contra el régimen no sean encarcelados, perseguidos y estigmatizados como mercenarios.
Mi ideal de una patria libre está basada en todo eso que Pete Seeger y el Senador independiente Prud'homme pueden hacer, sin tener que pedir permisos para viajar fuera de su país –como lo tienen que pedir Silvio Rodríguez y todos los cubanos- para recibir los honores que cualquiera en cualquier lugar del mundo estime prudente conferirles.
Lo que imagino para mis compatriotas es la libertad para producir plusvalía y acumular capital, como pudo hacer Pete Seeger con La guantanamera y otras canciones.
Lo que idealizo para mi país es un Estado que se vea obligado a establecer normas inmigratorias justas, porque los migrantes del mundo entero quieran establecerse en él. Lo que necesitamos los cubanos es tener en nuestro país las libertades que tienen un trovador en Estados Unidos o un Senador en Canadá. Sólo eso.
Por estos días aparecieron algunas noticias inspiradoras que me complace enormemente comentar para sacar a la luz las virtudes de ese país ideal al que me refiero.
El pasado 4 de mayo Pete Seeger celebró su cumpleaños 90 en un concierto en el Madison Square Garden de Nueva York, en el que participaron entre otras grandes estrellas del espactáculo Bruce Springsteen, Tom Morello, Joan Baez y Dave Matthews, y hubiera estado también Silvio Rodríguez si la embajada de los Estados Unidos no le hubiera negado la visa.
Con fecha 6 de mayo una nota de PL reporta desde Ottawa que el senador independiente Marcel Prud'homme, declaró que “su solidaridad con la isla caribeña es una cuestión de honor”, mientras lucía “orgulloso en su solapa la Medalla de la Amistad que recién le otorgó el Consejo de Estado de la República de Cuba, a propuesta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP)”.
Para no cargar mucho esta entrada, serán suficientes ambas noticias para argumentar la importancia que tuvieron notas como estas en la conformación de mi ideal de una patria para todos los cubanos.
Es esto lo que quiero para Cuba, que se pueda celebrar en público el 4 de julio, el 25 de diciembre, el cumpleaños de Gorki, Silvio Rodríguez, Mr. Acorde, el de Pedro Luis Ferrer o el de San Fancón, fechas, santos y músicos que aportaron a la cultura cubana mucho más que Pete Seeger, quien debe agradecer su fama circunstancial a la canción que le robó (*) “sin querer” a Julián Orbón, un español-cubano quien, por escapar de la isla, aun espera el merecido homenaje por su obra sinfónica y de cámara y por haber compuesto La guantanamera, la canción que todo el mundo entona para evocar a mi país.
Lo que deseo para mi patria es esta libertad para luchar con entereza contra un sistema político y que este sistema luego permita a los ciudadanos celebrar esa obra, sin costo alguno para las libertades cívicas de ninguno de los implicados.
Lo que quiero para mi patria, es que los cubanos que reciban honores en el extranjero por sus públicas ideas contra el régimen no sean encarcelados, perseguidos y estigmatizados como mercenarios.
Mi ideal de una patria libre está basada en todo eso que Pete Seeger y el Senador independiente Prud'homme pueden hacer, sin tener que pedir permisos para viajar fuera de su país –como lo tienen que pedir Silvio Rodríguez y todos los cubanos- para recibir los honores que cualquiera en cualquier lugar del mundo estime prudente conferirles.
Lo que imagino para mis compatriotas es la libertad para producir plusvalía y acumular capital, como pudo hacer Pete Seeger con La guantanamera y otras canciones.
Lo que idealizo para mi país es un Estado que se vea obligado a establecer normas inmigratorias justas, porque los migrantes del mundo entero quieran establecerse en él. Lo que necesitamos los cubanos es tener en nuestro país las libertades que tienen un trovador en Estados Unidos o un Senador en Canadá. Sólo eso.
Felicidades Antonio. Excelente articulo ese de Pete Seger y el carelata de Silvio. Yo (y hasta Silvio) tambien queremos eso mismo para nuestro pais. No mas que ser normales.
ResponderEliminarSaludos desde Holanda, donde vine a hacer mi concierto de contrabajo.:
El Paq-Man (D'Rivera)