Con copia a Ricardo Brown.No hay que ser tan sabio ni tan científico para entender que la vocación suicida de los seres humanos, incluidos los cubanos, es provocada por desordenes mentales. El instinto de conservación es lo normal en seres sanos, pero a pesar de eso durante los últimos 50 años y de manera continua -aunque no lo sepa la prensa, Ricardo Brown diga lo contrario y exista quien le quiera buscar una vuelta antropológica a los constantes descalabros de la oposición frente al poder avasallador del castrismo-, generación tras generación los cubanos se han enfrentado de diversas maneras a la dictadura; desde las más violentas, entre ellas la guerra de las montañas del Escambray y la expedición de Bahía de Cochinos; hasta las innumerables demostraciones pacíficas en las que se pueden incluir, entre muchas otras, los documentos presentados a las instancias del Estado Cubano por Criterio Alternativo y La patria es de todos, exigiendo las libertades conculcadas por la dictadura, o las más recientes entradas en los blogs escritos desde Cuba, entre ellos Generación Y, de Yoani Sánchez, o el de Martha Beatriz Roque, quien en su entrada del pasado 29 de abril publicó una Declaración que constituye un acto más de rebeldía ante la dictadura; también, Las damas de blanco son conocidas en el mundo entero y no precisamente por plegarse a los designios del régimen.
Si fue posible derrocar a Machado y Batista mediante movimientos populares, debo recordar que, entre otras cosas, ninguno de estos dictadores pudo destrozar completamente la democracia, solamente la transgredieron, y que fue la clase media y los estudiantes quienes en su momento constituyeron la fuerza más poderosa para derrotarlos. Dictaduras como las de Trujillo en Santo Domingo, Franco en España o Castro en Cuba no dejaron la más mínima grieta por la que pudieran entrar aires de oposición; ellos, no transgredieron la Democracia y el Estado de Derecho, sino que lo demolieron, destruyeron la clase media y, sobre todo en Cuba, los estudiantes fueron adoctrinados y separados de su entorno natural a través de las escuelas en el campo impidiendo, de manera eficaz, la participación de este sector en los cambios que verdaderamente necesita la sociedad cubana.
En ninguno de estos tres casos los movimientos populares pudieron hacer mucho; sin embargo, en 1961, en Santo Domingo, Trujillo era lo suficientemente impopular entre algunos de sus hombres más allegados y los gobernantes norteamericanos como para que un grupo de conjurados pudiera ajusticiarlo y el trujillismo, aunque muy a regañadientes, se fue desvaneciendo durante las décadas posteriores; en 1975, en España, Franco murió y el franquismo fue desmontado de manera eficiente por los españoles; y en Cuba, en 2009, medio siglo después, la dictadura de los Castro se desgasta a mayor velocidad que los deseos de libertad y democracia de los cubanos, quienes, muchas veces, hacen más de lo que la cordura indica. Los cubanos de ahora también se rebelan, merecen nuestro respeto quienes durante medio siglo se han enfrentado y sufrido las consecuencias de un régimen que mutila con ferocidad al más mínimo indicio de oposición, los cubanos de ahora se rebelan y merecen la gratitud de quienes estamos a una distancia prudencial del batacazo, los cubanos de ahora se rebelan y merecen nuestra comprensión y apoyo.
PE: (06-V-09) A petición de algunos lectores reproduzco el artículo de Ricardo Brown y la fuente:
[Listavoz] El "daño antropológico " del comunismo,
De: listavoz-bounces@lavozdecubalibre.org en nombre de listavoz@lavozdecubalibre.org
Enviado: sábado, 02 de mayo de 2009 04:59:21 p.m.
Para: listavoz@lavozdecubalibre.org
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De: listavoz-bounces@lavozdecubalibre.org en nombre de listavoz@lavozdecubalibre.org
Enviado: sábado, 02 de mayo de 2009 04:59:21 p.m.
Para: listavoz@lavozdecubalibre.org
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El "daño antropológico " del comunismo. Por Ricardo Brown.
Como muchos, siempre me pregunto porque los cubanos de ahora no se rebelan. Ese fue un pueblo que luchó a sangre y fuego contra los españoles, contra Machado, contra Batista, contra el régimen comunista en aquellos primeros años de la dictadura roja. Es una mentira monstruosa que aquellos cubanos eran un rebaño dócil. Resistieron, se enfrentaron al comunismo, con las armas y con las ideas. Pasaron más de cien mil cubanos por el presidio político, miles fueron fusilados, hubo una de las mayores sublevaciones campesinas en la historia del mundo en las montañas del Escambray. Y en el exilio también se luchaba, con la denuncia, con la protesta contra quienes defendían aquel régimen de oprobio que se había adueñado de nuestra Patria. Pero, ¿qué pasó después? ¿Porqué la gente en la Cuba de hoy no se rebela contra el hambre y la opresión impuestas por esa dictadura de una sola familia y un solo partido que los pisotea desde hace medio siglo? Hoy leí esto que dijo el disident e Dagoberto Valdés. Habla del "daño antropológico" que le ha hecho la dictadura al pueblo de Cuba. Me pareció interesante y revelador. Lo comparto:
"..... cualquier pueblo normal, cualquier pueblo del mundo, hubiera estallado hace mucho tiempo. Pero hay que tener en cuenta el daño antropológico que ha producido este sistema totalitario y que ha provocado un analfabetismo cívico, una indefensión ciudadana y una dependencia total del único empleador que es el estado que establece un régimen de pánico y de dependencia total. Entonces, en ese sentido, es por lo que ha durado tanto. Pero por otro lado uno nota que la violencia reprimida, esa especie de inconformidad creciente, es un volcán cuya lava esta ahí en la boca. Cada vez son más las anécdotas de violencia callejera, de personas que se comportan como si estuvieran fuera de sí, tumultos, pequeños tumultos, que son inmediatamente sofocados por la policía y enfrentamiento inclusive con la policía de gente joven que está en una esquina, que están tomando, que tiran botellas. Cosas esporádicas pero que parece esa etapa anterior a la explosión de un volcán. No sabemos, pero es muy peligroso porque son muchos años de represión de los sentimientos, de las emociones, de los sufrimientos de un pueblo que además de eso, ya llega a su límite en cuanto a sus necesidades básicas."
Dagoberto Valdés
Como muchos, siempre me pregunto porque los cubanos de ahora no se rebelan. Ese fue un pueblo que luchó a sangre y fuego contra los españoles, contra Machado, contra Batista, contra el régimen comunista en aquellos primeros años de la dictadura roja. Es una mentira monstruosa que aquellos cubanos eran un rebaño dócil. Resistieron, se enfrentaron al comunismo, con las armas y con las ideas. Pasaron más de cien mil cubanos por el presidio político, miles fueron fusilados, hubo una de las mayores sublevaciones campesinas en la historia del mundo en las montañas del Escambray. Y en el exilio también se luchaba, con la denuncia, con la protesta contra quienes defendían aquel régimen de oprobio que se había adueñado de nuestra Patria. Pero, ¿qué pasó después? ¿Porqué la gente en la Cuba de hoy no se rebela contra el hambre y la opresión impuestas por esa dictadura de una sola familia y un solo partido que los pisotea desde hace medio siglo? Hoy leí esto que dijo el disident e Dagoberto Valdés. Habla del "daño antropológico" que le ha hecho la dictadura al pueblo de Cuba. Me pareció interesante y revelador. Lo comparto:
"..... cualquier pueblo normal, cualquier pueblo del mundo, hubiera estallado hace mucho tiempo. Pero hay que tener en cuenta el daño antropológico que ha producido este sistema totalitario y que ha provocado un analfabetismo cívico, una indefensión ciudadana y una dependencia total del único empleador que es el estado que establece un régimen de pánico y de dependencia total. Entonces, en ese sentido, es por lo que ha durado tanto. Pero por otro lado uno nota que la violencia reprimida, esa especie de inconformidad creciente, es un volcán cuya lava esta ahí en la boca. Cada vez son más las anécdotas de violencia callejera, de personas que se comportan como si estuvieran fuera de sí, tumultos, pequeños tumultos, que son inmediatamente sofocados por la policía y enfrentamiento inclusive con la policía de gente joven que está en una esquina, que están tomando, que tiran botellas. Cosas esporádicas pero que parece esa etapa anterior a la explosión de un volcán. No sabemos, pero es muy peligroso porque son muchos años de represión de los sentimientos, de las emociones, de los sufrimientos de un pueblo que además de eso, ya llega a su límite en cuanto a sus necesidades básicas."
Dagoberto Valdés
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