Hace unos días María Elvira, en su programa María Elvira Live que se trasmite por Mega TV, entrevistó vía telefónica a Juan Formell, quien compartirá el escenario con Juanes en el concierto del próximo día 29 de septiembre en La Habana, y aunque el hombre está escamado en esas lides y se mantuvo en control todo el tiempo -algo que no consiguió hacer Silvio Rodríguez hijo en otra exclusiva-, la intención de que el director de los Van Van dijera algo contra el régimen de los Castro fue infructuosa, pero sobre todo abusiva. No se le puede pedir a nadie que declare en contra de si mismo, y no se puede esperar respuestas comprometedoras de nadie que tiene su vida hecha a su manera bajo una dictadura. El principio número uno para la supervivencia en Cuba es la simulación, ya lo cantó hace décadas el propio Formell: “nadie quiere a nadie, se acabó el querer”. Y como alcanzó a decir en la entrevista, hay múltiples motivos por los cuales las personas deciden vivir en Cuba, un derecho, digo yo, que hay que respetar y a nadie se le debe reprochar.
María Elvira se enfrascó, más que en una entrevista, en un debate, y expuso sus ideas con tanta o más profusión que el entrevistado. Ella increpó mucho más que lo que preguntó, y no propició que el músico abundara en sus respuestas.
Formell se sintió sin dudas confrontado más que entrevistado, y eso lo hizo ser más cauto que lo habitual. Es más que suficiente que no sea él uno de los que levanta, ante esos cuestionamientos, la bandera de la “revolución” y sus maravillas como lo hacen Silvio o Amaury, quienes aunque por lo que dicen representan al régimen, por lo que hacen culipandean un tanto; el primero, ni siquiera vive en Cuba y según noticias cambió su nacionalidad; y el segundo, jinetea por doquier un viajecito al extranjero y hace algunos años, según se sabe de fuentes muy bien informadas, estuvo a punto de dar el salto al exilio pero le faltaron “riñones”.
¿Qué hubiera sido de la música de Formell sin sus bailadores cubanos? Nada. Algo de eso quiso decir en la entrevista pero María Elvira no le prestó atención, nada hubiera sucedido con los Van Van si Juan viviera en Estocolmo, Madrid o Londres como nada ha pasado con la música bailable de muchos compositores cubanos que al irse al exilio perdieron la conexión con sus bailadores y los consumió la llama de un mercado que anda por rumbos muy distantes al marcado por la música popular contemporánea hecha en la isla.
Tampoco el concierto de Juanes tiene mucha importancia para los cubanos de a pie, sobre todo para los de Plaza, El Vedado y Centro Habana, que son los que sin gran esfuerzo pueden ir y regresar en la guagua de San Fernando, tampoco se promocionan en Cuba los conciertos habituales de cualquier artista, ni siquiera los de Silvio Rodríguez o los Van Van, nadie anunció, por ejemplo, el encuentro Cuba-USA donde estuvieron, entre otras luminarias la Fania All Star.
Verán a Juanes los que puedan, y llenarán la plaza los mismos de siempre: tres o más policías por un civil y serán impedidos de asistir quienes estén fichados, algo que forma parte del paisaje cubano y que siendo una barbaridad no podrá cambiar un músico por denunciarlo en una entrevista, una verdad conocida y arduamente reprimida, una verdad tan sabida como las “hospitalarias habitaciones” de Villa Maristas o cualquiera de sus franquicias en toda la isla, donde los “cuidados” de los “anfitriones” a los visitantes son tan “exquisitos” que cualquiera, al poco rato de haber puesto un pie allí, es capaz de gritar: ¡Coño que viva Fidel! ¿Y qué más quieres que te diga?
Una realidad. Nadie que halla nacido fuera de Cuba, ni los muchos que abandonaron Cuba en los 60 y parte de los 70 saben a plenitud ¿qué sucedió después y que realmente pasa en Cuba?
ResponderEliminarEs cierto que la música cubana que ahora tanto se oye en Miami son de los cubanos que llegan y la traen fresquesita.
Es cierto que Juan Formell no puede decir nada malo de aquello por pésimo que es, ya que vive y se desenvuelve allí. María Elvira entrevistando a veces deja mucho que decir. Luce ella la entrevistada-moderadora y presentadora.