Como a muchos que conocí en mis años de estudiante, a Mr. Acorde y a su hermano más nunca los volví a ver, ni idea de lo que había sucedido con aquellos dos muchachos que andaban siempre sonando sus guitarras por los pasillos y rincones de la Escuela Nacional de Arte, en La Habana. Unas guitarras que sonaban completamente distintas a todo lo que yo había escuchado y a todo lo que sonaba en el ambiente musical de la época. Pasaron tres décadas y volví a saber de ellos por el documental
Mr. Acorde Moña pa’ti que aparece en la página de Internet Cañasanta.com.
Un documento que sintetiza, en un ramillete de canciones, lo que aquellos dos hermanos hacían desde la lejana década del 70 del pasado siglo XX. Con Mr. Acorde como protagonista y con los comentarios de algunos músicos y amigos que le conocieron y que hoy comparten con él la creación musical, el documental nos muestra a un artista excepcional, a un compositor completamente diferente a todo lo que suena hoy, no solamente en Cuba, sino en el ámbito de la cancionística en todo el orbe.
Donde la atmósfera se enrarece y el misterio se expande es cuando aparece el tema de la vida personal de Mr. Acorde y su hermano, nada en concreto se llega a decir, es en el pie de foto donde se apunta que: “Los años de prisión por su pública disidencia política en los años 90, la muerte de su hermano Claudio dentro de la cárcel, la marginación y las escasísimas posibilidades de exponer su obra musical no le han robado las ilusiones de seguir escribiendo música con la misma sensibilidad y talento”.
Quienes tocan el tema en el documental lo hacen de soslayo, sin documentar, sin mencionar la palabra cárcel o disidencia y mucho menos los cargos que le fueron imputados. “Después de cierta época difícil en mi vida, ahora estoy tratando de rehacerla”, dice Idalberto; “La vida se puso caprichosa y yo le perdí la pista también”, dice Gerardo Alfonso, e incluso no falta la exculpación amable de Piloto, quien asegura que a Idalberto lo utilizaron, excusa que subestima la capacidad de Mr. Acorde para tener ideas políticas propias: “pienso –dice Piloto-, que fue víctima de otras personas que se aprovecharon de su humildad, de su buena onda y su mente abierta”. “Yo creía que no estaba en la isla” dice su ex profesora.
Qué bueno que el documental permite escuchar fragmentos de la obra genial de Mr. Acorde, y que malo que no pueda documentar las verdaderas razones por las cuales la vida de este magnífico compositor se deshizo. Que malo que el documental resuma, y también rezuma, el miedo que padecen los cubanos en la isla, que malo que muchos otros artistas, que mencionar no quiero, padecieron y aun padecen persecución, cárcel y ostracismo por estar en contra. Que malo que el documental es el modo de rehabilitar a Idalberto, de presentarlo de nuevo en sociedad advirtiendo, camuflado entre canciones y acordes, lo ejemplarizante del castigo y la capacidad del humilde artista para reconocer sus errores. ¡Qué mecanismo compadre!
Más acerca de Mister acorde
MOÑA PA’TI / POR NO SALIRME DE LO CORRIENTE / QUISE INVENTAR UN NÚMERO/
(Por Asirys Lappin)
Si desea leer la entrevista original acceda a este sitio:
http://www.myspace.com/misteracorde
La primera vez que oí hablar del dúo "Místers acorde" yo tenía diecisiete años y deambulaba por la Habana de la mano de Luis Alberto Barbería con la misma cantidad de hambre que de sueños. Este par de negros virtuosos ya eran muy conocidos por ese ambiente underground que sacudió la Habana de finales de los ochenta y que se movía alrededor de peñas como la de 13 y 8 en el Vedado, La Casa de la Cultura de Alamar, La Casa del Joven Creador en la Habana Vieja y un largo etc.
Eran tiempos donde encontrarse en la Habana no era difícil. El propio Barbería me contó, que en una ocasión "Los Místers" se colaron en un cumpleaños de Pablo Milanés y asaltaron a Paco de Lucía a punta de guitarra. El Maestro impresionado les dijo: "ojalá, yo tocara como ustedes". Eso recuerdo. Lo que no recuerdo es dónde termina la verdad y dónde comienza el mito. /que pegara en el ambiente/ Con el tiempo pude conocerles y verlos actuar en muchísimas ocasiones.
Claudio e Idalberto Valdés, los "Místers acorde", no dejaban a nadie indiferente. La guitarra no tenía ningún secreto para ellos y su manera de tocar era vertiginosa. Se prestaban a juegos imposibles y sus improvisaciones eran irrepetibles. Ni ellos mismos podían (re) crear los momentos a los que se entregaban en una actuación, o a mí me lo parecía. Tocaban con el alma y eso se queda grabado en la memoria como un prodigio. Todos los que suben a un escenario deberían no perder esto de vista. Cuando comparten sus creaciones corren el riesgo de darse, de pertenecernos un poco a los que escuchamos con los poros abiertos. Se corre el riesgo de que no te olviden. Mientras, uno que escucha también se arriesga a que te atrapen el alma para siempre.
Eso pasaba con los Místers y con muchos jóvenes creadores que en aquella época compartían su música y sus obras con la misma espontaneidad con la que te ofrecían un cigarrillo. Hay canciones y mucha música de aquella época que sólo suenan en la memoria de algunos fieles. Muchas de ellas de una inocente belleza, recargadísimas de imágenes y de lugares comunes; otras, de un lirismo y de una frescura que mejor no correr el riesgo de olvidar porque están grabadas en ninguna parte.
Los Místers eran sin embargo dentro de ese ambiente creativo, una especie de rara avis. Ellos musicalmente hablando se comunicaban en otra lengua. Entre ellos crearon un idioma que sólo entendían ellos mismos. Era un lenguaje tal vez elaborado y conocido sólo por unos pocos iluminados.
Julio Fowler los ha definido como: "herederos sobresalientes de una estirpe de guitarristas y de una técnica que encuentran en Guyún, Ñico Rojas y Martín Rojas a sus más virtuosos cultores y referentes; ellos supieron darle su toque personal, su punto de alquimia y novedad a un sentimiento, a una manera de interpretar y entender la guitarra propiamente criolla, genuinamente insular". Los demás, asistíamos atónitos a "aquel barroco y frenético diálogo", no hacíamos otra cosa que permanecer boquiabiertos, conmovidos ante un espectáculo de tan mágico virtuosismo. /que mortificara y diera roña/ Pasado algunos años supe que Claudio e Idalberto Valdés estaban en prisión por pertenecer a un grupo disidente que pedía más espacios de libertad para los artistas e intelectuales en Cuba y que Claudio había muerto como consecuencia de ello.
Músicos como Alina Brouwer se hicieron eco de tremenda injusticia, pero la tragedia personal de estos hermanos se seguía contando en voz baja como se cuenta una leyenda urbana que no acabas de creerte. Pero pasó. Hoy Idalberto Valdés sigue viviendo en la Habana y habla poco de aquellos años. Se gana la vida de vigilante nocturno de una guardería habanera y sigue componiendo y tocando la guitarra con la misma genialidad de entonces. Tiene encima 48 años de experiencia para darse cuenta con enorme humildad que la vida es bien corta para vivir del odio y de los rencores. Sueña con seguir haciendo música y vivir de lo que realmente es: un músico excepcional, que cuenta con cuarenta y dos obras inscritas en el S.G.A.E y que sólo ha grabado un demo que tituló: Si te descalzas, miro.
Todos los que comparten sus creaciones corren el riesgo de acabar formando parte de la vida de los demás y por eso sirva esta entrevista a Idalberto Valdés para burlar al olvido y conjurar los buenos sueños. Y esto también va por ti Claudio, como no podía ser de otra manera. /para titularlo así/moña pa’ti/
ENTREVISTA:
1.- ¿Cuándo y cómo dejaron de llamarse Idalberto y Claudio Valdés para ser conocidos como “Místers Acorde”?
R/ Bueno, en el año 1976 cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Arte (E.N.A) un amigo que le llamaban Pepe me nombró “Míster acorde” por la cantidad de acordes que ponía en una fracción de tiempo muy corta; no recuerdo si él era de Alquízar. Luego mi hermano Claudio y yo decidimos hacer un dúo y nos llamamos así: “Los Místers Acorde”. Esa es la historia de Los Místers.
2.- ¿Alguien como tú que cuenta con una obra musical considerable y que sin embargo no ha grabado casi nada, dónde busca espacios de expresión para su música en un país que vive en permanente crisis económica y de la que no se salva tampoco la industria discográfica?
R/ Antes de mi problema yo buscaba espacios musicales en La Casa del Creador, en Peñas Culturales de feeling, donde se hacía mucho feeling, por ejemplo, en Casa de Yoya, una señora muy vieja que ya murió. Después de cierta época, cierto tiempo yo tuve problemas con el Estado y problemas de índoles sociales y eso; entonces se me ha hecho más difícil el hecho de encontrar el espacio donde expresarme, digamos que tuve un concierto recientemente el 12 de abril en La Madriguera gracias a la Asociación Hermanos Sainz (AHS) y después del 11 de abril vino las Romerías de Mayo que fue en Holguín y ahí tuve un espacio más o menos, una actuación en el Centro Iberoamericano de la Música, más nada hasta hoy.
3.- ¿Muchos músicos jóvenes que perseguían tu música con verdadera adoración ahora viven y hacen música fuera de Cuba, me consta que muchos te recuerdan con verdadera admiración, sigues la trayectoria de algunos de ellos especialmente?
R/ Bueno, Pavel estuvo aquí junto con Gema y los vi y estuve hablando con ellos acerca de los demás. Sigo la trayectoria de Andy Villalón porque visito su casa en la Víbora, le pregunto a sus padres que cómo está él, pero realmente no tengo correspondencia con ninguno de ellos; ni con Vanito, ni con Frómeta, ni con… ¿como se llama este muchachito que es apellido Gutiérrez?, no tengo relación directa con ninguno de ellos.
4.- Muchos de ellos, sin embargo, no te citan como influencia musical que haya marcado especialmente sus carreras. Personalmente conozco a algunos que no podrían negarlo y sin embargo, nunca te han mencionado “públicamente”. A qué se debe desde tu punto de vista este “olvido”. ¿Crees que la música que haces, sólo puede ser tocada por ti mismo y que eso la distancia del trabajo de otros músicos?
R/ Bueno… eh… a ver, cuando nosotros caímos en desgracia, con relación a muchas cosas que pasaron en el 92, pues entonces fuimos “olvidados”, supongo que súbitamente “fuimos olvidados”. También pasó que ellos emigraron a España seguido después de mi problema debido a que tuvieron un contrato con algún empresario; no sé entonces si ya perdí el contacto con todos ellos… este.... aquí en Cuba olvidado por trovadores ¡no!, de hecho soy amigo de Gerardo Alfonso y mantenemos buenas relaciones, somos vecinos. Hace poco me encontré con Santiago Feliú y fue muy grato el encuentro; de hecho hablamos de la perdida de Claudio pero que bueno, que yo continué haciendo la obra y… no es que haya sido olvidado por los del patio, ahora no sé hasta qué punto yo haya sido recordado por los trovadores que emigraron. Ahora recuerdo que tuve algún encuentro con Boris Larramendi, con José Luis Medina aquí en La Habana hace ya como 4 ó 5 años o más. Bueno mi música puede ser tocada por mí mismo nada más, y … y por ejemplo si yo voy a hacer una versión o tema instrumental especialmente podría trabajar con otros músicos pero si esa música la toco desde mi punto de vista es muy difícil que alguien más la pueda tocar y se me entienda que son versiones muy mías.
5.- ¿Hacia dónde miras cuando escribes música?
R/ ¿Hacia dónde miro?… bueno yo miro hacia adelante en el orden musical, desde el punto de vista musical yo miro hacia adelante trato de hacer las cosas lo más moderno que puedo, lo más contemporáneo, vaya lo más lindo que se pueda y lo más actual que se pueda también… vaya hasta ahí… es hacia donde miro en el orden musical y en el orden de la vida miro hacia las cosas bellas que me rodean, miro hacia adelante, esa es la respuesta.
6.- He escuchado un demo que llegó a España de la mano de un amigo vasco: Raúl de la Fuente, a propósito de un documental que está sacando adelante la joven realizadora cubana Ladys Roque, con la intención de que se pudieran grabar tus temas por aquí. Exceptuando el clásico: Moña pa’ti, en todos los demás acabé llorando, duele escucharte. Eso no vende, ¿lo sabes?
R/ Bueno, en casi toda mi vida hay dolor. Hay mucho dolor. Las cosas que compongo las he compuesto con mucho dolor, entonces eh … es verdad que desde el punto de vista que tú lo miras no es “vendible” porque es muy apasionado y un poco triste, me pongo en el lugar tuyo porque realmente mi obra es un poco triste porque ésta proviene de un dolor tras otro, de una etapa que fue muy dura para mí… el estar en cautiverio o sea preso, solo, totalmente solo sin la ayuda de nada, ni de nadie, con mucha ausencia de espiritualidad. Entonces las canciones que se derivaron de ese tiempo fueron fundamentalmente tristes, pero en esa tristeza hay un deseo de sobrepasarla, de sobreponerse a eso y de conquistar nuevos espacios tanto como en relación con el tiempo como con relación a las cosas y a las personas, se trata de sobrepasar ese tiempo que fue catastrófico de cierta forma… esa es la respuesta. Necesito que me repitas la pregunta porque está muy interesante.
7.- P/ He escuchado un demo que llegó a España de la mano de un amigo vasco: Raúl de la Fuente, a propósito de un documental que está sacando adelante la joven realizadora cubana Ladys Roque, con la intención de que se pudieran grabar tus temas por aquí. Exceptuando el clásico: Moña pa’ti, en todos los demás acabé llorando, duele escucharte. Eso no vende, ¿lo sabes?
R/ Exactamente esa es la respuesta.
8.- ¿Con qué guitarra te las arreglas?
R/ Bueno yo necesito una guitarra específica ahora después que sufrió un accidente la mía, entonces Yusa me regaló una, por eso te digo que hay muchos que se acuerdan de mí todavía y que todavía me estiman y me buscan, hace poco una muchacha de unos 15 años me dijo: “Oye yo soy fan a ti desde que tenía 7 años”. Ella es guitarrista de un grupo de rock que se llama Hipnosis y le regalé un disco y ella dijo: “Ay, para mí es un honor”.
9.- ¿Sueñas con tocar alguna guitarra en especial, alguna marca?
R/ Una guitarra especial… una guitarra electroacústica sería muy bueno no de ninguna marca en específico. Cualquier marca de guitarra electroacústica siempre y cuando tenga la apariencia de una guitarra acústica normal y que las cuerdas de la guitarra estén pegadas al diapasón de la guitarra, o sea, así puedo digitar más fácilmente y que me permita que la música salga más clara, más limpia, esa es la guitarra que yo necesito. También un flanger, un delay, para que la música no solamente sea acústica sino pueda tener algún efecto sonoro.
10.- ¿Los amigos son como las flores?
R/ Los amigos… es una canción que tiene un doble sentido, porque “son como las flores algo verde”; “te arrebatan/ todo el día/ y acaban de maquillarse el amor”, a veces son un poco… mortifican un poco y muchas veces aparecen con el mismo plan. “Cuando amaneció sentí miedo”, “sentí miedo de quedarme solo/ no me dejes” (ahí le hablo a una tercera persona). “Los amigos revolucionaron todo mi interior”. Siempre me metí a cantar a coro, hoy no resultó. ¡Eh! Hasta en eso en la búsqueda de una pareja en una posición o en una situación de intimidad los amigos vienen a molestarme ¿no? Entonces tengo que sacrificar mi intimidad por ellos ¿por qué?, porque es así. Esto se traduce después en que es algo bueno para uno porque ellos viven, como amigos que son de uno, pero bueno está bien. Se puede interpretar así o se puede interpretar de una forma mala ¿no? Cómo joden, cómo mortifican.
Ese es el sentido de la canción. Claro, eh… Ese es el sentido que tiene la canción: somos amigos pero hay momentos en que uno necesita privacidad y quiero que seamos amigos pero sin que mortifiquen tanto.
11.- ¿Dónde está enterrado Claudio?
R/ Claudio está enterrado en el cementerio de Colón pero dónde, no sé. No tengo la posición exacta donde está enterrado. Nunca se me dijo porque mi mamá… cuando él murió yo me quedé solo ya, porque mi otro hermano también murió de la presión alta y por eso me quedé solo y mi mamá solamente me dijo que había fallecido pero no me dijo dónde había sido enterrado, además ella estaba un poco mala de los nervios. Entonces, no sé… yo perdí las coordenadas… no sé.
FIN.
Agradecimientos a: Ladys Roque, Ayalis Ferrera y a su esposo Israel Barbería, y por supuesto a Idalberto Valdés. También a Eliseo Cardona, Julio Fowler y a Luis Muñiz. A ellos, gracias.